Introducción

                             “Lo que no me deja dormir es, no la oposición que puedan hacerme los enemigos, sino el atravesar estos inmensos montes.”

José de San Martín

“San Martín demostró poseer las cualidades clásicas de un líder: su claridad mental y resolución fueron reconocidas con rapidez. Sus objetivos americanos y la determinación de alcanzarlos le identificaron como un líder supremo por encima de la competencia de sus rivales y sus compañeros de armas. En capacidad de planeación y ejercicio de la voluntad de mando no tenía iguales en la revolución meridional…”

John Lynch¹

Cuando las historiadoras y los historiadores asumen la difícil tarea de reconstruir científicamente el pasado –es decir a través del trabajo con distintas fuentes históricas–, se encuentran con sujetos individuales y sujetos colectivos. La tarea fundamental de cada cientista social será situar a los mencionados sujetos individuales –incluso sobre quienes reposa una buena parte de nuestra identidad nacional como el General San Martín– en el contexto histórico donde actuaron. Un contexto, en muchas ocasiones, con intereses y necesidades comunes pero muchas veces en conflicto con las de otros grupos que conforman la sociedad. Todas las acciones humanas, pasadas y presentes, son realizadas por integrantes de la sociedad en un momento histórico y esto es válido tanto para “heroínas” y “héroes” como para “sujetos anónimos”.

A continuación se propone hacer un recorrido por la vida del General San Martín con motivo de un nuevo aniversario de su fallecimiento.

Desarrollo

Imagen del Instituto Nacional Sanmartiniano, tomada de Wikimedia Commons. 

El 17 de agosto se conmemora la muerte del General don José de San Martín, gran inspirador en la lucha por la independencia de los pueblos de Sudamérica. Junto a Simón Bolívar, trabajó por la unificación de varios países y por la libertad de los pueblos de La Patria Grande.

Nació en Yapeyú el 25 de febrero de 1778. A la temprana edad de 6 años llegó con su familia a la ciudad española de Cádiz y se radicó luego en la ciudad de Málaga. Fue formado en España, en lo cultural, en lo político y en lo militar, pero estuvo muy influenciado por los ideales de la Revolución Francesa.

Comenzó su carrera militar en España, pero al enterarse de los hechos de mayo de 1810 decidió pedir el retiro del ejército español para poner sus conocimientos y experiencia al servicio de la naciente revolución americana. Decidido a formar parte de la revolución, trabó contactos en Europa con círculos liberales y revolucionarios que veían con simpatía la lucha por la emancipación americana.

Una vez en América, participó activamente en la política local, en la formación del Segundo Triunvirato y en la Gobernación de Cuyo, favoreciendo la industria y el comercio local. Todo esto en medio de la organización del cruce de Los Andes. “Odio todo lo que es lujo y aristocracia”, decía cuando quería ejemplificar su postura política y económica. Conjuntamente con ello, se dedicó a la organización y a la formación de los ejércitos libertadores, primero de los Granaderos y luego del Ejército de Los Andes.

Desde fines de 1815 la ciudad de Mendoza se transformó en un gran cuartel militar. San Martín, desde su cargo de intendente de Cuyo, trabajó sin descanso en el aprovisionamiento del ejército. Para la preparación del equipaje de guerra se crearon varias industrias y departamentos. Por todas partes había un movimiento continuo de arrieros, carros, soldados y el ruido permanente de los yunques para forjar el armamento y de las explosiones de los ensayos militares.

Cuando San Martín gobernaba Cuyo el régimen independentista en Chile había caído nuevamente en manos de las tropas represoras enviadas por el virrey del Perú. Esto determinó que el Libertador replantease su plan de acción militar, lo que lo llevó a optar entre dos alternativas. Una era adoptar un plan defensivo, en previsión de que las tropas del virrey del Perú atacasen a Cuyo atravesando la cordillera de los Andes, y la otra opción era formar un ejército para cruzar esas montañas a fin de liberar Chile y, conseguido esto, hacer otro tanto con el Perú. Se decidió por la segunda, o sea por una acción militar destinada a asegurar a los pueblos hispanoamericanos su segregación de la monarquía borbónica y su condición de estados soberanos.

Imagen de Julio Vila y Prades, tomada de Wikimedia Commons.

San Martín estaba agobiado por sus problemas de salud que lo tenían a mal traer, preocupado por las noticias que llegaban desde Buenos Aires y apurado por los informes que le acercaban al campamento, que daban cuenta de los preparativos que estaba realizando el ejército español para derrotar a la única revolución que seguía en pie en América. En ese contexto, en enero de 1817, comenzó el cruce de la cordillera de Los Andes al mando del regimiento de granaderos a caballo entre cuyos jefes se encontraba el gran patriota chileno Bernardo O'Higgins. El ejército de Los Andes estuvo compuesto por más de cinco mil personas entre fuerzas militares y auxiliares, comandadas por 14 jefes y 195 oficiales. Las fuerzas militares sumaron cuatro mil hombres de los cuales aproximadamente 3 mil fueron infantes que estuvieron divididos en cuatro batallones.

Luego de un increíble sacrificio, las tropas libertadoras lograron cruzar las montañas y luego, casi sin descanso, el 12 de febrero en Chacabuco vencieron a un ejército realista. Esta victoria les dejó libre el camino de Santiago, la capital de la antigua Capitanía General o Reino de Chile.

Asegurada la independencia de Chile, San Martín organizó el Ejército Libertador del Perú, integrado por argentinos y chilenos. La expedición, que partió el 20 de agosto de 1820, desembarcó el día 7 del mes siguiente en la bahía de Paracas, donde se anunció al pueblo peruano que había llegado la hora de su liberación. El 28 de ese mes, el General proclamó la independencia peruana en la Plaza Mayor de Lima.

El cruce de los Andes es una proeza militar reconocida a nivel mundial y estudiada por las escuelas militares de todo el mundo por su osadía, valentía y capacidad de éxito basado en el efecto sorpresa. ¿Quién iba imaginar en ese momento que un ejército podía cruzar los picos más altos de América? Solo una persona inspiraba semejante confianza para que un grupo de más de cinco mil hombres y mujeres, con todos los pertrechos de un ejército, se animen a cruzar por montañas de más de cuatro mil metros de altura, esa persona fue el General don José de San Martín.

Actividad 1

Proponer a las y los estudiantes trabajar a partir de las siguientes preguntas:

1. ¿Qué sentimientos se imaginan que tenía San Martín antes de emprender semejante aventura?
2. ¿Cómo creen que era un día en la vida de una persona que acompañaba a San Martín? ¿Qué pensarían o sentirían esas personas?
3. ¿Qué hubieran hecho ustedes si tuvieran que decidir –como hizo San Martín– cruzar o no la cordillera de los Andes? ¿Qué evaluarían para tomar esa decisión?

Señalar estas cuestiones en un breve texto.

Actividad 2

Compartir con las y los estudiantes algunos textos que permiten leer la intencionalidad política del General San Martín.

Luego de leer los fragmentos, presentar las siguientes preguntas:

1. ¿Cuáles fueron las principales ideas que refieren al proyecto de unión americana? Desarrollen con sus propias palabras.
2. ¿Están de acuerdo con la reflexión de Simón Bolívar? ¿Por qué?
3. ¿En qué coinciden San Martín y Simón Bolívar?

Actividad 3

Proponer a las y los estudiantes que busquen en sus pueblos o ciudades los lugares (calles, plazas, clubes, etc.) que con su nombre hagan mención a San Martín. Tener como referencia la cronología y demás datos que conozcan.

Actividad 4

Como parte de esta última actividad y, a modo de cierre, se presentan las “Máximas para mi hija” (1825), una serie de consejos que San Martín le escribió a su hija Mercedes Tomasa San Martín y Escalada.

Proponer a las y los estudiantes que debatan en torno a las siguientes preguntas:

1. ¿Están de acuerdo con los consejos que San Martín le dio a su hija? ¿Por qué?
2. Escriban sus propias “Máximas”.

Imagen del Archivo General de la Nación, tomada de Wikimedia Commons.

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¹ Lynch, John (2009) San Martín. Soldado argentino, héroe americano. Editorial Crítica.