#3J: Vivas y en las redes

Propuesta para problematizar las violencias en entornos digitales en el marco de un nuevo aniversario de Ni Una Menos.

Creado: 31 mayo, 2023 | Actualizado: 3 de junio, 2024

Marco general: 3 de Junio

Día de la acción colectiva contra los femicidios

A partir del año 2021, por Resolución conjunta 3016/2020, la Dirección General de Cultura y Educación incluyó en el calendario escolar el 3 de junio, "Ni Una Menos", Día de la acción colectiva contra los femicidios para ser trabajado en las instituciones educativas de la provincia de Buenos Aires; y así recordar la significatividad social de la fecha en virtud de las manifestaciones colectivas y autoconvocadas en contra de las violencias machistas. […]

Las mujeres, lesbianas, travestis, trans y personas no binarias frecuentemente atraviesan situaciones en las que se expresan distintos grados de violencia y/o discriminación por razones de género. Cuando se habla de violencias no necesariamente refiere a la agresión física. En la sociedad proliferan otro tipo de prácticas, menos explícitas pero igualmente coercitivas, que muchas veces aparecen camufladas en forma de “bromas” o que se expresan por desconocimiento. Son comentarios, acciones u omisiones que tienden a vulnerar, ridiculizar o poner en cuestión ciertas identidades o reivindicaciones; pueden producirse en una interacción cara a cara y también en los entornos digitales (redes sociales, foros, comentarios) o a través de discursos y/o imágenes que circulan en los medios de comunicación. Muchas veces son expresiones de machismo tan encarnadas y naturalizadas que pasan desapercibidas por no tener en cuenta, darle menos relevancia o desacreditar la opinión/acción de las mujeres y/o personas pertenecientes al colectivo LGBTIQ+. 

Hace muchos años que, en el país y en el mundo, las mujeres y diversidades se organizan en colectivos transfeministas para exigir el pleno cumplimiento y la ampliación de sus derechos, así como para reclamar y evidenciar los distintos tipos de violencia que experimentan todos los días. Esta fecha, 3 de junio, añadido al calendario escolar, es una oportunidad para reflexionar acerca de los femicidios, pero no como un hecho aislado, sino como punto cúlmine de una serie de distintas manifestaciones violentas que sostienen y legitiman este tipo de violencia más extrema.

¿Cuál es la norma que brinda herramientas pedagógicas fundamentales para trabajar estas problemáticas en el ámbito educativo? La Ley Nacional 26.150 de Educación Sexual Integral (ESI). Esta ley abrió el camino del derecho a la ESI de niñas, niños, adolescentes y personas adultas, a recibir formación en la escuela para una vida sexual más plena. Fue innovadora para su tiempo y fundante de prácticas pedagógicas de cuidado y protección de niñeces y juventudes en el terreno de la sexualidad. 

En 2008 fue acompañada por la elaboración y puesta en marcha de lineamientos curriculares. Así, la Resolución 45/08 se constituye en el documento curricular federal que establece contenidos mínimos y, al mismo tiempo, habilita su adaptación en el marco de las incumbencias jurisdiccionales. 

En 2014, la Ley Provincial 14.744 abre nuevas perspectivas, incluyendo explícitamente derechos como la equidad de género y la diversidad sexual reconocidos en leyes nacionales sancionadas entre el 2006 y el 2014. Esta normativa subraya tres cuestiones fundamentales: la ESI como derecho humano, la dimensión del placer que supone un cambio de paradigma de la prevención de la enfermedad a la promoción de derechos, y la perspectiva de género, que supone el acompañamiento desde la escuela en la construcción de las identidades plenas durante la niñez y la adolescencia. En ese sentido, resulta fundamental visibilizar y reconocer la importancia de la acción colectiva organizada. La ESI prevé entre sus puertas de entrada el trabajo intra e interinstitucional asi como la articulación sociocomunitaria y colectiva para superar las problemáticas que aún hoy generan discriminación y violencias.

Producto de este recorrido, actualmente hay un mayor grado de problematización y repudio hacia las situaciones de violencia de género, logrando desnaturalizar la idea de que estas prácticas son hechos aislados y entendiéndolas como una problemática social. Los reiterados pedidos colectivos resultaron centrales para la sanción de la Ley 27.234 en el 2015. Esta norma establece las bases para que, en todos los establecimientos educativos del país, se realice la jornada “Educar en Igualdad: Prevención y Erradicación de la Violencia de Género”. En un mismo camino, luego del femicidio de Micaela Ortega (una niña de 12 años que fue engañada por un adulto a través de las redes sociales) se sancionó la Ley 27.590 a partir de la cual se creó el Programa Nacional de Prevención y Concientización sobre el Grooming o Ciberacoso contra Niños, Niñas y Adolescentes.

Durante todos estos años se fue construyendo un terreno fértil para comenzar a desarticular prácticas machistas, patriarcales y misóginas. Sin embargo, estas situaciones siguen ocurriendo: las violencias, en distintos grados y modos, se producen y reproducen constantemente en muchos de los ámbitos que habitamos. No queda exento el entorno digital que niñas, niños y adolescentes utilizan, en gran parte, como vía de comunicación, expresión y entretenimiento. En las redes sociales, muchas veces, se reproducen mensajes estigmatizantes y agraviantes hacia mujeres y/o personas del colectivo LGBTIQ+, a través de distintos formatos (posteos, memes, videos). Asimismo, en estos contextos suelen aparecer comentarios ofensivos que, en reiteradas oportunidades, pueden generar situaciones de hostigamiento con repercusiones fuera del entorno digital.

En este sentido, desde el año 2021 se presentaron distintos proyectos para incorporar a la Ley 26.485 de protección integral de la mujeres, la violencia digital como una forma de violencia de género. Tal es el caso del Proyecto de Ley Olimpia, de la diputada nacional Mónica Macha durante el 2022, donde se plantea que la violencia digital es:

“aquella que se ejerce mediante el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), y que implique la obtención, reproducción y difusión por cualquier medio de datos personales o material digital sin su consentimiento, discursos de odio de género, patrones estereotipados sexistas. Que impliquen situaciones de acoso, amenaza, extorsión o control virtual, o que se atente contra la integridad sexual o identidad digital de las mujeres a través de las TIC”.

Si bien en la actualidad la violencia de género digital no está legislada, es importante tener en cuenta que la provincia de Buenos Aires cuenta con una Guía de actuación frente a situaciones de violencias por razones de género en entornos digitales, confeccionada desde el programa interministerial “Cuidarnos en Red”. Por su parte, en 2023 se actualizó una Guía de orientación para la intervención en situaciones conflictivas y de vulneración de derechos en el escenario escolar. En la actualización se incorporaron situaciones conflictivas que pueden generarse en redes sociales.

En este marco se vuelve necesario que, como comunidad educativa, se siga reflexionando y accionando para reconocer, prevenir y erradicar todo tipo de violencias, promoviendo la construcción de espacios seguros e interacciones respetuosas.

Entre los recursos disponibles, se presentan múltiples herramientas didácticas para trabajar las efemérides que permiten visibilizar las problemáticas que la propuesta pedagógica de la ESI aborda desde sus ejes conceptuales. En el caso de la efeméride del #Ni Una Menos, es importante poner el énfasis en la perspectiva de género contemporánea desde un abordaje interseccional en diálogo con los demás ejes que permiten comprender el fenómeno que genera y reproduce las violencias sociales y generizadas.

Propuesta de actividad 

Primer momento

Las y los estudiantes se pueden organizar en grupos para volcar, en una pizarra o papelógrafo, distintas prácticas que consideren que podrían enmarcarse bajo el concepto de violencia de género en entornos digitales. Una vez finalizado este registro, se realiza una puesta en común y se propone clasificar las prácticas identificadas por los distintos grupos en el siguiente cuadro de doble entrada:

Violencias explícitasViolencias sutiles
Violencias visibles
Violencias invisibles

Segundo momento

Para comprender cómo se articulan las violencias más invisibles y sutiles con aquellas más visibles, explícitas y extremas, es posible apelar al modelo del “Iceberg de las violencias de género”. La imagen del iceberg da la idea de que existe algo “que se puede ver” pero que está sostenido por algo mucho más grande “que no se ve”, que está en lo profundo, mucho más amplio, y muy potente. Este modelo, difundido por la organización internacional de derechos humanos Amnistía Internacional, intenta explicar cómo se articulan las distintas formas de violencia y discriminación que mujeres y diversidades enfrentan en diferentes aspectos de sus vidas.

En este segundo momento se propone a las y los estudiantes dos dinámicas complementarias para trabajar sobre el recurso interactivo que se presenta a continuación:

  • Arrastrar y soltar las distintas violencias, que forman parte del modelo propuesto en el párrafo anterior, en los extremos del iceberg.
  • Completar el modelo con las prácticas identificadas por las y los estudiantes en el primer momento.

El resultado puede compartirse a modo de captura de pantalla, o bien, ser replicado en un afiche para concientizar a las y los estudiantes de la escuela.

Cierre

El objetivo de esta propuesta consiste en reflexionar sobre la naturalización de este tipo de violencias, repensar las prácticas y  trabajar sobre esta base profunda y amplia, con la intención de erradicar la violencia extrema. La desarticulación de cada una de las violencias que afectan  la vida de mujeres y personas LGBTIQ+ puede comenzar con la construcción de espacios sociales más inclusivos y saludables, para lograr una sociedad más justa e igualitaria.

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