40 aniversario del Juicio a las Juntas Militares de 1985

Trabajar e indagar sobre el Juicio a las Juntas, donde fueron juzgados los máximos responsables del terrorismo de Estado en Argentina.

Creado: 16 abril, 2025 | Actualizado: 28 de abril, 2025

Para la conmemoración de esta fecha significativa se propone la lectura sobre este acontecimiento –“Juicio a las Juntas Militares de 1985”– que se encuentra incluido en la publicación Palabras clave (para una pedagogía de la memoria) (Portal Continuemos Estudiando, 2025).

La lectura de esta categoría permite comprender su relevancia histórica y apreciar el significado de su trascendencia. Además, entre los 50 términos incluidos en este vocabulario crítico, hay varios conceptos en los que se desarrollan aspectos relevantes de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia y que “dialogan” con el apartado “Juicio a las Juntas Militares de 1985”. En particular, los que refieren a políticas que, en democracia, buscaron reparar el daño del terrorismo de Estado. 

Los apartados “Nunca Más”, “Impunidad” o “Pañuelazo”, por ejemplo, están directamente vinculados a los juicios. No obstante, también se puede abordar el Juicio a las Juntas a partir de otras dimensiones, como el debate acerca de las características del crimen juzgado. Para eso, se pueden leer conceptos abordados en el libro como Terrorismo de Estado o Genocidios. 

Este aniversario en la escuela se puede trabajar, también, a partir de una serie de coordenadas generales que se proponen en el apartado “Pedagogía de la memoria” y en relación a lo que se desarrolla en el apartado.

 “Efemérides del pasado reciente”, donde se reflexiona acerca de aquellos momentos en que la escuela se detiene a pensar sobre fechas puntuales. Por ejemplo, aniversarios de acontecimientos –dolorosos y relativamente próximos en el tiempo– como el propio 24 de marzo o el 2 de abril. 

A continuación se comparte el apartado “Juicio a las Juntas Militares de 1985”, tal como aparece en el libro, algunos recursos gráficos y audiovisuales para trabajar el tema, y propuestas de actividades. 

Juicio a las Juntas Militares de 1985 

El 22 de abril de 1985, durante la presidencia de Raúl Alfonsín, comenzó un acontecimiento fundacional para la vida democrática argentina: el Juicio a las Juntas Militares, en el que fueron condenados cinco integrantes de las Fuerzas Armadas y otros cuatro fueron absueltos. A lo largo de 17 semanas de audiencia se expusieron 709 casos de violaciones a los derechos humanos, un número acotado en relación con la cantidad de víctimas de la última dictadura pero suficiente para demostrar que el terrorismo de Estado fue un plan sistemático. El fiscal del Juicio, Julio César Strassera, concluyó su alegato con palabras que aún hoy resuenan en la memoria popular: “Señores jueces, nunca más”.

Para conocer la historia del juicio es necesario revisar cómo fueron los últimos tiempos de la dictadura y los primeros años de la democracia.

Después de la derrota en la guerra de Malvinas, el gobierno militar, ya desgastado, comenzó a planear la transición política. En abril de 1983, bajo el mando de Reynaldo Bignone, se dio a conocer el “Documento Final de la Junta Militar sobre la guerra contra la subversión y el terrorismo”, donde afirmaba que las acciones cometidas por las Fuerzas Armadas no podían ser juzgadas porque habían ocurrido “en un contexto de guerra”. El texto señalaba que en ese “marco casi apocalíptico, se cometieron errores que, como sucede en todo conflicto bélico, pudieron traspasar, a veces, los límites del respeto a los derechos humanos fundamentales y que quedan sujetos al juicio de Dios en cada conciencia y a la comprensión de los hombres”. Por último, el documento reconocía que las personas desaparecidas estaban muertas.

En el mismo sentido, en septiembre de 1983, la Ley de “Pacificación Nacional”, conocida como la Ley de Autoamnistía, declaraba que quedaban suspendidas las acciones penales contra quienes hubieran realizado actos dirigidos a poner fin a “las actividades terroristas o subversivas”, fueran “autores, partícipes, instigadores, cómplices o encubridores”. Unos meses después el Decreto Confidencial Nº 2.726/83 buscó eliminar toda la documentación vinculada a las operaciones realizadas durante el terrorismo de Estado, lo que confirmó que hasta el último momento la intención de la dictadura fue actuar en la clandestinidad.

Cuando comenzó la campaña electoral, los partidos políticos tomaron posición pública acerca de los crímenes de la dictadura. Y, cuando el 30 de octubre de 1983 triunfó la fórmula de la Unión Cívica Radical (UCR), integrada por Raúl Alfonsín y Víctor Martínez, el tema cobró aún más relevancia. Un grupo de intelectuales cercano al radicalismo, reunido en la Sociedad Argentina de Análisis Filosófico, desarrolló un proyecto para implementar los juicios por violaciones a los derechos humanos. Esto generó algunas tensiones al interior del partido radical, ya que existían posturas más conservadoras que se oponían.

A los tres días de asumir, Alfonsín envió varios proyectos de ley al Congreso: derogó la Ley de Autoamnistía y mediante los decretos 157 y el 158/83 sentó las bases para enjuiciar a la Junta Militar, por un lado, y a los líderes de las organizaciones Montoneros y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), por el otro. Una equiparación que se sostenía en la llamada “teoría de los dos demonios”, el discurso que igualaba la violencia estatal de la dictadura con otras formas de violencia política y que por lo tanto consideraba que debían ser juzgadas de igual forma.

El decreto Nº 158 instaba a que las cúpulas militares fueran juzgadas por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, lo que provocó el rechazo de los organismos de derechos humanos, que insistían en que fueran juzgados en tribunales civiles.

Para llegar a la escena del juicio fueron necesarios algunos otros pasos previos. Uno de ellos fue la creación de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), cuya investigación permitió sistematizar las denuncias que venían recopilando los organismos de derechos humanos. El informe fue presentado ante el presidente Raúl Alfonsín el jueves 20 de septiembre de 1984, en una jornada en la que se movilizaron más de 70 mil personas. Ese día, en la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, se sostuvo el pedido de que las Fuerzas Armadas fueran juzgadas por un tribunal civil.

Esta demanda demostró ser necesaria cuando días después, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas absolvió a las Juntas Militares afirmando que la lucha contra “la subversión terrorista” era “inobjetable”. Por lo tanto, el andamiaje que buscaba garantizar la impunidad empezó a resquebrajarse y se volvió necesario atender al pedido de los organismos de derechos humanos: “Juicio y castigo a los culpables”.

Al poco tiempo, nueve de los diez excomandantes de las tres primeras Juntas Militares fueron llevados ante un tribunal civil, en el marco de un juicio sumario, oral y público: Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera, Orlando Ramón Agosti, Roberto Eduardo Viola, Leopoldo Fortunato Galtieri, Jorge Isaac Anaya, Armando Lambruschini, Rubens Omar Graffigna y Basilio Lami Dozo.

Este acontecimiento, que generó expectativas en el pueblo argentino y en la comunidad internacional, no estuvo exento de tensiones. El domingo previo al comienzo del juicio, el presidente Raúl Alfonsín denunció presiones y un posible intento de golpe de Estado, y pidió a la sociedad que acompañara el desarrollo del juicio.

Para cubrirlo, se acreditaron 600 periodistas de todo el mundo, se enviaron 104 invitaciones especiales y se permitió que ingresaran 80 personas por audiencia. A lo largo de cuatro meses dieron testimonio 833 personas, de las cuales 287 eran mujeres y 546, varones. 64 eran integrantes de las Fuerzas Armadas, 15 periodistas, 12 extranjeros y 13 sacerdotes. En aproximadamente 4.000 fojas, la Fiscalía presentó 709 casos y la Cámara Federal examinó 282.

El juicio se extendió entre el 22 de abril y el 14 de agosto de 1985 y se realizaron 78 audiencias durante 530 horas, que fueron grabadas íntegramente por Argentina Televisora Color (ATC) aunque solo podían emitirse por día unos minutos y sin sonido. Estos registros fueron archivados en la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal. En abril de 1988, por temor a que fueran destruidos por un alzamiento militar, se envió en secreto una copia del material a Noruega. Durante el tiempo que duró el juicio, se recibían amenazas de bomba todos los días.

El periodista Pablo Llonto, acreditado en las audiencias, cuenta en su libro El juicio que no se vio que en una de las jornadas Hebe de Bonafini, Madre de Plaza de Mayo, discutió con el personal que controlaba el ingreso: “Si los militares entran con uniforme, por qué yo no voy a entrar con el pañuelo”, preguntó cuando no la dejaban entrar con el símbolo de lucha de las Madres. Finalmente se sacó el pañuelo y lo guardó en la cartera. Narra Llonto:

Pero ya en la sala reaparecieron las convicciones de Hebe y su astucia para librarse de toda docilidad. Sacó de la cartera el pañuelo y volvió a lucirlo a la vista de todos. En las letras bordadas se leía: Aparición con vida. Madres de Plaza de Mayo.

El alegato final del fiscal Strassera comenzó con las siguientes palabras: “La comunidad argentina en particular, pero también la conciencia jurídica universal, me han encomendado la augusta misión de presentarme ante ustedes para reclamar justicia”. En su alocución dijo que aquellos meses fueron un verdadero descenso a los círculos del infierno y fundó su estrategia en mostrar y probar la sistematicidad del accionar de la dictadura. Como la desaparición de personas carecía de figura penal en ese entonces, aunque pudo ser tematizada durante el juicio no tuvo representación en las condenas.

El 9 de diciembre de 1985, ocho meses después del inicio, el juez León Carlos Arslanián leyó el fallo de la Cámara confirmando la existencia de un plan sistemático y convalidó las pruebas recogidas a través de los testimonios para refutar las justificaciones esgrimidas por la defensa, relacionadas con la existencia de una guerra. El pedido de penas por parte de la acusación fue mayor que el obtenido en la sentencia. Jorge Rafael Videla y Emilio Eduardo Massera fueron condenados a reclusión perpetua e inhabilitación perpetua. A Roberto Eduardo Viola le dieron diecisiete años de prisión, a Armando Lambruschini ocho y a Orlando Ramón Agosti, cuatro. Fueron condenados por los delitos de privación ilegítima de la libertad, tormentos y robos. Por otro lado, algunas personas fueron absueltas.

Este juicio fue representado en varias películas. Una de ellas, Argentina 1985, dirigida por Santiago Mitre, se transformó en un fenómeno cultural 37 años después del hecho. Fue estrenada en 2022, recibió múltiples premios y obtuvo una candidatura al Oscar. El futbolista argentino Lionel Messi la recomendó en sus redes sociales; llenó salas durante semanas y conmovió a diferentes generaciones que en el cine lloraban, aplaudían y hasta gritaban “Viva la patria”.

El Juicio a las Juntas Militares fue un mojón de la historia reciente argentina y de las democracias latinoamericanas. La lucha de los organismos de derechos humanos y la voluntad política de una sociedad que empezaba a vislumbrar los crímenes del terrorismo de Estado fueron elementos necesarios para que un tribunal ordinario, por primera vez en la historia universal, juzgare delitos que hoy son considerados de lesa humanidad.

Juicio a las Juntas Militares de 1985, tomado de DGCyE. (2025). Palabras clave (para una pedagogía de la memoria), p. 111-115. La Plata, Dirección General de Cultura y Educación. Disponible en el Portal Continuemos Estudiando, 2025.

Otros recursos

El Diario del Juicio

Fuente: Archivo Histórico de Revistas Argentinas. Instituto de Historia Argentina y Americana "Dr. Emilio Ravignani", Buenos Aires.

Durante el Juicio a las Juntas Militares de 1985, la editorial Perfil publicó 36 números de El Diario del Juicio, entre mayo de 1985 y enero de 1986, de un diario especializado sobre el desarrollo del juicio. Una nota editorial al cierre dice: “A través de ocho largos meses, hemos acercado a nuestros lectores un pedazo de la historia contemporánea argentina” (El Diario del Juicio, número 36, 28 de enero de 1986). El diario se caracterizó por dar a conocer al público en general las versiones taquigráficas de los testimonios brindados durante el juicio. Junto al libro Nunca Más (Eudeba, 1984) fue una de las principales fuentes mediante las cuales el pueblo argentino conoció lo sucedido dentro de los centros clandestinos de detención. El trabajo con los testimonios de las y los sobrevivientes es una alternativa posible al momento de aproximarse al juicio. Gracias a esas voces se han podido reconstruir detalles fundamentales de la lógica de funcionamiento del terrorismo de Estado. Para trabajar con estos testimonios en las escuelas, como con el libro Nunca Más, es fundamental la mediación docente y el cuidado del ámbito de escucha porque son testimonios acerca del horror. En el sitio Archivo Histórico de Revistas Argentinas se encuentra disponible El Diario del Juicio a texto completo.  

Película: Argentina, 1985

Fuente: Wikimedia Commons.

En el año 2022, dirigida por Santiago Mitre y con guión suyo y de Mariano Llinás, fue estrenada la película Argentina, 1985, un largometraje de ficción sobre el Juicio a las Juntas Militares de 1985, centrado en la figura del fiscal Julio César Strassera y su equipo de investigación. Protagonizada por los actores Ricardo Darín y Peter Lanzani, la película fue un éxito de taquilla. El film fue visto durante el primer fin de semana del estreno por más de 200 mil personas y obtuvo numerosos premios. La crítica la destacó con excelentes reseñas, aunque no faltaron comentarios en los que fue cuestionada la “canonización” del fiscal Strassera y la ausencia del rol protagónico que tuvieron los organismos de derechos humanos. La película dura un poco más de dos horas, para verla en el aula es un tanto extensa, aunque el ritmo y la producción del film permiten sostener la atención. La película se adapta perfectamente al género de los dramas legales, películas donde se desarrollan alegatos e investigaciones judiciales.  

Voces para una sentencia. Memoria del Juicio a las Juntas: La sentencia, Canal Encuentro

Fuente: Wikimedia Commons.

Voces para una sentencia es una serie documental que compila los principales hechos que tuvieron lugar antes, durante y después del Juicio a las Juntas que tuvo lugar en 1985 contra los máximos responsables del terrorismo de Estado. El documental se aproxima a los hitos principales del juicio. Fue elaborado por el equipo de historiadores que colaboró con la producción de la película Argentina, 1985. Para trabajar en el aula es un material inmejorable porque ofrece capítulos breves: 1. Antes del Juicio; 2. Ser testigos; 3. El tribunal; 4. La sentencia (Canal Encuentro, 2020).

Actividades para Nivel Secundario y Nivel Superior

1. Trabajar con el libro Palabras clave (para una pedagogía de la memoria).

  • Se puede proponer la elaboración de una línea de tiempo donde se organicen cronológicamente los principales hitos que llevaron al Juicio y lo que sucedió luego, con las leyes de impunidad y los decretos de indulto. Para completar esa línea se pueden leer los apartados: “Madres de Plaza de Mayo”, “Derechos Humanos”, “Nunca Más”, “Impunidad” y “Pañuelazo”. 
  • Se puede proponer trabajar con las características que definen el tipo de crimen juzgado durante el Juicio a las Juntas. Para eso se pueden leer los apartados: “Genocidios” y “Terrorismo de Estado”, haciendo especial hincapié en el concepto de crímen de lesa humanidad que desarrollado a lo largo del libro a partir del Índice de nombres, temas y lugares. 

2. Trabajar con El Diario del Juicio

  • Se puede proponer la lecturas de las entradas “Nunca Más” y “Juicio a las Juntas Militares de 1985” del libro Palabras clave para una pedagogía de la memoria y, una vez abordada la relación entre el informe de la Conadep y el Juicio, realizar una lectura exploratoria y guiada por el docente de El Diario del Juicio. A partir de las tapas del diario se puede componer una cronología del juicio. 

3. Trabajar con la película Argentina, 1985.

  • A partir de la lectura de apartado “Juicio a las Juntas Militares de 1985” del libro Palabras clave (para una pedagogía de la memoria) se puede proponer un debate posterior a la visualización de la película que tenga como eje la diferencia entre la escena narrada por el periodista Pablo Llonto, según está citado en el libro, y esa misma escena según transcurre en la película. Responder a las preguntas: ¿Es distinta? En ese caso, ¿por qué pudo haber sido ficcionalizada de esa forma? 

Se podrían rastrear debates sobre el film contemporáneos al estreno. 

4. Trabajar con la serie documental Voces para una sentencia.

  • Posibles preguntas para aproximarse a los distintos capítulos de la serie:
  • ¿Qué actores sociales reclamaban justicia durante la dictadura? ¿Cómo eran sus reclamos?
  • ¿Cómo fue el proceso previo al comienzo del juicio? ¿Cómo definirían el clima político que rodeaba el juicio?
  • ¿Cuáles fueron los delitos por los cuales los militares fueron juzgados?
  • ¿Qué es la “teoría de los dos demonios”? ¿Por qué consideran que es cuestionada? ¿Quiénes la defendían?
  • ¿Por qué se dice que el Juicio a las Juntas demostró que Argentina no vivió una “guerra” en los años setenta?
  • ¿Cuál es el valor que tiene la tarea llevada adelante por la CONADEP? 
  • ¿Cuál fue el testimonio judicial que más les causó impacto? ¿Y cuál fue la imagen que más las y los conmovió? ¿Por qué?
  • ¿Cómo fueron tratados en el juicio los delitos de violencia sexual?
  • ¿Por qué los jueces se negaron a preguntar por la militancia política de las víctimas?
  • ¿Cuál fue el rol de las y los sobrevivientes en el juicio y qué decía la sociedad sobre ellas y ellos?
  • ¿Qué sucedió con el proceso de justicia luego del Juicio a las Juntas? ¿Cuándo se reabrieron estos procesos? 

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