Cuando la palabra se viste de poema
Sugerencias para planificar situaciones de lectura de poemas a partir de la selección Versos en juego.
Creado: 6 mayo, 2022 | Actualizado: 4 de septiembre, 2023
Esta propuesta presenta sugerencias para planificar algunas situaciones de lectura de poemas a partir de la selección Versos en juego, los que pueden ser leídos por todas las niñas y todos los niños desde el primer al último año de la escuela primaria.
Versos en juego es una propuesta de poemas multimedia en la que se crea una atmósfera especial a través de la ilustración, la diagramación, la lectura en voz alta, la animación y la música. Pequeños mundos mágicos para visitar una y otra vez, para compartir. Todos los poemas, los que están y los que vendrán, aparecen también en un PDF con el formato de postales para recortar, escribir, coleccionar o regalar.
Leer y escuchar leer un poema son prácticas milenarias. A través de ellas, las personas tienen posibilidad de acceder a una experiencia estética a través de la cual resultan con-movidas y movilizadas. Esto es posible porque el lenguaje es usado en una forma especial, diferente del uso cotidiano. En el poema, el lenguaje es alterado o subvertido para lograr ciertos efectos en las lectoras y los lectores. Así, por ejemplo, cuando leemos “La tarde equivocada / se vistió de frío”, hay algo allí que no se termina de entender (¿cómo es posible que una tarde pueda equivocarse?) y que, sin embargo, está cargado de belleza. En el poema, el sentido común de las palabras abre otros sentidos posibles, muchas veces difíciles de expresar.
Pero el lenguaje poético no solo juega con el significado de las palabras, sino que explora también sus posibilidades sonoras, apela a su musicalidad. Así, si atendemos al ritmo en “El corazón es puerta / que se abre y se cierra”, la cadencia de las palabras en el segundo verso pareciera evocar los latidos del corazón a través de la imagen de abrir y cerrar una puerta.
Leer poemas y apreciar su lenguaje brinda oportunidades de ir más allá de lo literal para experimentar la ambigüedad, lo metafórico, lo simbólico, el sinsentido pleno de sentido.
Leer poemas entonces es una práctica social valiosa, y es imprescindible que la escuela colabore con su continuidad formando niñas y niños lectores de poesía. Se trata de que esta práctica social pueda vivir también en la escuela; se trata de leer juntos, de emocionarnos e identificar qué es lo que nos conmueve, de reflexionar a partir de ideas o matices en los que antes no habíamos reparado, de intercambiar acerca de lo que los poemas despiertan en todas nosotras y todos nosotros, docentes y estudiantes.
En la escuela, como en la vida fuera de ella, la poesía puede convertirse en el centro de una experiencia vital que deje en el lector una huella emotiva duradera.
La lectura de un poema, (…) si sólo es el camino para detectar, aislar, diseccionar y mencionar hipérboles, sinestesias, antítesis, metonimias, etc., deja afuera a la poesía y a los lectores.
Es posible hablar profunda y críticamente de los textos sin hacerlo “en jerga”. Sin embargo, esta visión no subestima los modos particulares que cada teoría tiene para nombrar los procedimientos de las distintas artes. Por el contrario, muchas veces una escucha sensible que valorice los modos de cada lector de referirse al encuentro con metáforas, perspectivas inusuales, alteraciones temporales, elipsis, etc, puede ser una ocasión para poner en diálogo estos descubrimientos con algunas denominaciones técnicas. Se trata de un modo de transmisión cultural y puesta a disposición de saberes teóricos acerca del arte que no pretende ser “la verdad” acerca de los textos. La teoría se pone en juego a partir de lo que los lectores dicen sobre los textos y no al revés: cuando precede a la lectura condiciona y cierra sentidos.
Bajour, Cecilia (2014) Oír entre líneas. El valor de la escucha en las prácticas de lectura. Buenos Aires, Ediciones El Hacedor, p. 20.
Compartir poemas en la escuela
Se sugieren a continuación algunas ideas para acercar a las chicas y los chicos al universo poético. Al proponer posibles intervenciones, se toman como referencia los Versos en Juego, pero sin duda las y los docentes seleccionarán y agregarán otros para enriquecer el recorrido lector de su grupo.
Leer y escuchar la lectura de poemas
Es esencial escuchar la lectura en voz alta de poemas. Aun cuando las niñas y los niños ya puedan leer convencionalmente, es necesario dar continuidad a la lectura de la o el docente, para que puedan apreciar los efectos producidos por la sonoridad y el ritmo de las palabras. Versos en juego ofrece también la posibilidad de escuchar los poemas a través de otras voces, lo que permite descubrir que hay diferentes maneras de interpretarlos. En YouTube pueden encontrarse también poemas leídos por sus autoras y autores o por recitadoras y recitadores, lo que permitirá acercar a las y los estudiantes a grandes poetas como Machado, García Lorca, Guillén, Mistral, Storni, Villafañe, Devetach y muchas otras y muchos otros.
Leer un poema es ya interpretarlo, en el mismo sentido en que se dice que escuchamos una composición musical en la interpretación de determinado músico. Como si se tratara de una partitura, la lectora o el lector imprime a las palabras su visión personal del poema. Por esta razón, es relevante realizar también situaciones de lectura silenciosa, de manera tal que cada quien tenga oportunidad de hacer suyo el texto, de comprobar cómo resuenan las palabras en su interior, de atender al exclusivo mensaje que el poema le tiene reservado.
Leer poesía: un proyecto de toda la escuela
Una posibilidad consiste en ofrecer sesiones simultáneas de lectura en toda la escuela. Para ello se acuerda un determinado día de la semana en el que cada una de las aulas ofrece un recorrido de lectura de poemas diferentes. Estos itinerarios pueden ser organizados en torno a una autora o un autor, un tema, un determinado subgénero -coplas, por ejemplo- entre muchas otras opciones. Las niñas y los niños pueden elegir a cuál de las “funciones poéticas” desean concurrir, según sus preferencias. Las aulas abren así sus puertas para que las y los estudiantes, agrupadas y agrupados de diferentes maneras, puedan compartir experiencias literarias con chicas y chicos de otras edades así como con diferentes personas adultas lectoras y lectores de poemas. Para orientar la elección, en los días previos, se podrían distribuir volantes o armar una cartelera con recomendaciones.
Las lecturas de algunos de los poemas pueden estar a cargo de las alumnas y los alumnos. Esta posibilidad constituye una excelente oportunidad para que ensayen la lectura en voz alta con un claro propósito comunicativo. En efecto, antes de leer para el público es preciso leer una y otra vez, no solo para adquirir fluidez y no “trabarse”, sino esencialmente para probar diversas formas de entonación y distintos ritmos hasta lograr una lectura que comunique la interpretación personal del texto y conmueva al auditorio. Leerle previamente a un familiar o a la o el docente y pedirle su opinión, o bien grabarse con un celular y escucharse son actividades que ayudan a anticipar qué impacto producirá el poema en las destinatarias y los destinatarios.
La lectura en voz alta de un poema es una práctica cercana a la actuación, puesto que el lector intenta transmitir a través de su voz -y también de su cuerpo- las emociones que el texto le provoca y las que quiere comunicar a las espectadoras y los espectadores. Dado que el modo en que se interpreta el poema impacta en forma directa sobre el modo de leerlo, el intercambio entre lectoras y lectores resulta también esencial.
Intercambiar en torno a los poemas leídos
Comentar un poema es una práctica social diferente de la de comentar un cuento. En efecto, ya no se trata de hablar de la trama argumental ni de las intenciones de los personajes, sino sobre todo de compartir los efectos y las impresiones que el poema ha generado en cada una o uno, de detenerse en las palabras, repetir algún verso, disfrutar de la musicalidad de una parte del poema.
El intercambio es una ocasión para que las niñas y los niños reconozcan las emociones que les ha provocado el poema y encuentren las palabras para comunicarlas. Al principio es probable que realicen apreciaciones bastante generales (“me gustó”, “no se entiende bien”, “es triste”). Progresivamente, a medida que la situación se sostiene en el tiempo, podrán expresar interpretaciones más elaboradas. En los siguientes párrafos se presentan algunos aspectos sobre los que puede centrarse el intercambio así como algunas sugerencias de intervenciones posibles.
- Poesía y polisemia
Uno de los aspectos de los textos poéticos que es importante que las niñas y los niños aprecien, es su carácter polisémico, es decir, que pueden tener varios sentidos. El intercambio constituye una excelente oportunidad para que se pongan en circulación diversas interpretaciones, se converse sobre la ambigüedad de algunas frases o bien se advierta que hay ciertas expresiones que parecen no decir nada, pero que -sin embargo- dejan entrever sentidos difíciles de poner en palabras. Así, las chicas y los chicos pueden aprender dos cuestiones esenciales sobre la poesía: que es posible que dos o más sentidos se superpongan sin anularse, y que un poema puede resultar bello y significativo aun cuando no se comprenda cada uno de sus versos. Para favorecer la reflexión sobre estas cuestiones, sugerimos algunas intervenciones posibles:
- Poner en discusión el sentido de un fragmento (¿Por qué será que la luna elige las noches en las que hay más penas para darnos su luz blanca?).
- Hacer notar que un fragmento puede abrir hacia varios sentidos (Algunos dicen que la tarde se equivocó al vestirse de frío porque los niños querían salir a jugar y tuvieron que quedarse adentro. Otros dicen que la expresión “la tarde equivocada” se refiere a que todavía era verano y no se esperaba que hiciera tanto frío. Me parece que las dos interpretaciones son posibles.).
- Compartir sus propias interpretaciones (Pareciera que la luna fue discreta y se escondió detrás de una nube para dejar solos a los enamorados.).
- Invitar a leer en voz alta el poema (o un fragmento) entonándolo según se lo interpreta (Ustedes dicen que el caballero se llevó la plaza, la torre, el balcón y la dama porque su ejército destruyó ese pueblo. Léannos en voz alta la segunda estrofa tratando de trasmitir esa idea).
- Los recursos del lenguaje poético
Otro aspecto relevante para considerar durante el intercambio es el modo especial en el que está usado el lenguaje en los poemas, lo que supone centrar la reflexión de las niñas y los niños en los recursos del lenguaje poético. Un camino posible es promover que vinculen sus impresiones personales con las palabras o frases específicas del texto que las han generado. De esta manera pueden ir descubriendo que son juegos con las palabras, son ciertos procedimientos lingüísticos los que han echado a andar sus emociones.
A continuación se sugieren algunas intervenciones. Cuando es pertinente, especialmente en segundo ciclo, se puede aclarar cuál es el procedimiento sobre el cual se intenta que las y los estudiantes reflexionen.
- Focalizar el intercambio en una parte del poema y ayudar a las niñas y los niños a tender puentes entre sus emociones y las palabras que las generan (Ustedes dicen que el poema “Paisaje” les da una sensación de tristeza. ¿Qué partes del mismo son las que les dan tristeza? ¿Qué es lo que dice para provocarles ese sentimiento?).
- Pedir que elijan su verso preferido y que lo justifiquen (es una variante de la intervención anterior, ya que los argumentos para justificar la elección en general se vinculan a cómo está dicho).
- Explicitar un efecto que puede haber pasado inadvertido para el grupo (Les releo la primera estrofa del poema de Machado. Traten de imaginar la escena como si fuera una película. ¿No les da la impresión de una cámara que se acerca cada vez más, enfocando desde la plaza hacia la torre, y de ahí a la dama y a la flor?). (Imagen visual, efecto de zoom que cierra).
- Sensibilizar a las niñas y los niños respecto al plano sonoro del poema (Les releo la última estrofa: “El corazón es agua / que se remueve, arrolla, / se arremolina. Mata”. ¿Notaron que hay un sonido que se repite? ¿Qué sensación les produce? Es como si el agua tuviera rabia). (Aliteración).
- Favorecer la vinculación entre los poemas siguiendo un determinado uso del lenguaje que se repite (El otro día dijimos que en el poema de García Lorca la tarde se comporta como si fuera una persona. Fíjense si en algunas de las coplas pasa lo mismo con la luna). (Personificación).
Con respecto a las intervenciones que centran a las niñas y los niños en la reflexión sobre un determinado recurso, es importante tener en cuenta que en el lenguaje poético son frecuentes y esenciales los procedimientos que implican vincular entre sí dos elementos que en apariencia son completamente disímiles -tal como ocurre con la comparación, la analogía y la metáfora-. Veamos algunos ejemplos.
- Sensibilizar a las y los estudiantes respecto de un determinado procedimiento:
- Vamos a pensar juntas y juntos. ¿Cómo es que las hojas de un árbol pueden verse como pájaros amarillos? ¿En qué pueden parecerse? (Metáfora).
- Algunos de ustedes dijeron que en la primera copla, la expresión “un vestido de sal” se refiere al mar. ¿Qué parecido habrá encontrado el poeta entre el mar y un vestido? (Metáfora).
- Busquen y relean las partes del poema donde se compara al corazón con el agua… ¿De qué dos formas distintas es presentada el agua? ¿Qué nos dice eso sobre el corazón de las personas? (Analogía).
Lejos de tomar el poema como un pretexto para plantear un ejercicio de identificación de recursos, el camino de reflexión va desde las emociones hacia las formas del decir que las provocan.
A lo largo de ese camino reflexivo, las niñas y los niños tendrán oportunidades para ir conociendo recursos tales como las comparaciones y metáforas, las repeticiones, el animismo y la personificación, la antítesis, la aliteración, la elipsis, entre otros. En general, gracias a la intervención de la o el docente, las chicas y los chicos descubren los recursos a partir de la lectura de los poemas -es decir, a partir del uso- reflexionan sobre los efectos que les producen, pero no es necesario que conozcan los nombres técnicos de los recursos ni sus definiciones¹.
La continuidad institucional de la lectura de poesía dará lugar a una progresión en la que las y los estudiantes podrán ir sistematizando algunos de esos recursos. Cada docente decidirá -seguramente en el segundo ciclo- cuándo y cuáles de los nombres y definiciones es oportuno introducir, tomando en consideración las oportunidades que hayan tenido de frecuentar diferentes poemas en los que reencuentren un determinado recurso, sabiendo también que algunos de ellos -tales como la comparación, la metáfora y la repetición- resultan más familiares que otros.
Dos propuestas de escritura
Si bien la lectura y el intercambio son las situaciones que se priorizan, también es posible escribir a partir de lo leído. A continuación se ofrecen dos posibilidades.
Luego de la lectura y comentario de El corazón es agua de Miguel Hernández, se puede plantear la escritura de algunos versos en los que el corazón se compare con otros elementos. Para eso, se propone al grupo jugar con distintas posibilidades, a partir de la consigna ¿Qué pasaría si el corazón fuera…? En una dinámica de lluvia de ideas, se produce un listado -flor, piedra, fuego, casa, canción…- y se ensayan oralmente algunos versos -conservando la estructura del poema original- para ver los efectos de sentido que se generan: “El corazón es fuego / que enciende y consume”, “El corazón es casa / que abriga y protege”. Finalmente, se propone la escritura de una o dos estrofas (podría ser en forma individual, en parejas o colectiva por dictado a la o el docente).
Otra propuesta es escribir un comentario sobre alguno de los poemas incluidos en las postales de Versos en juego. La idea es retomar el formato de postales a través de las cuales son presentados los poemas en el archivo PDF. Seguramente, será necesario que la o el docente les cuente a sus estudiantes en qué consiste la práctica social de enviar postales y tarjetas, ya que ha dejado de ser frecuente a causa de la difusión de la comunicación digital y es probable que la mayoría de las alumnas y los alumnos la desconozca.
Asimismo, será conveniente llevar al aula algunas postales y tarjetas para que las niñas y los niños accedan a otros ejemplos y puedan ver sus características: una imagen y/o un texto pre-impresos, y un espacio para escribirle algo personal al destinatario. En este caso, interesan en especial aquellas postales cuyo contenido prediseñado tenga un cierto carácter artístico: que incluyan un cuadro, un poema, un aforismo.
Las postales impresas siguen teniendo vigencia en espacios de difusión artística (museos, galerías de arte, bares, etc.) como forma de publicitar la obra de un autor.
Archivo DGCyE. Frente de postal elaborada a partir de imagen de Edgardo W. Olivera disponible en Flickr. Pablo Picasso - Mujer con sombrero y cuello de piel (Marie Thérèse Walter) (1937).
A partir de estos ejemplos, se puede proponer a las niñas y los niños que seleccionen uno de los poemas leídos y escriban un comentario personal que comunique sus impresiones. Este comentario -que iría en las líneas del reverso de la postal- seguramente estará fuertemente inspirado en el intercambio. Finalmente, se edita la postal y se envía o entrega a una amiga, un amigo, familiar, compañera o compañero de la escuela. Otra posibilidad es fotografiar la postal y compartirla por redes sociales. Podría publicarse en modo general, como “historia del día” que refleje el estado de ánimo, o bien ser enviada a una destinataria o un destinatario específico como regalo de cumpleaños o simplemente porque el poema ha sido relacionado con esa persona en particular.
La primera propuesta pone a las chicas y los chicos en la posición de productores de un texto poético. Sin embargo, dado que la escritura poética es una de las más desafiantes, no se solicita crear un poema “de la nada”, sino que re-creen algún fragmento valiéndose de un procedimiento que ya han conocido a través de la lectura -en este caso la analogía entre dos elementos-. Es interesante notar que consignas de este tipo, además de no dejar a las niñas y los niños solos frente a la hoja en blanco, apuntalan sus avances como lectores de poesía, pues la escritura contribuye a profundizar la interpretación como lectora o lector.
La segunda actividad, en cambio, propone la escritura en torno a un texto poético, que invita a expresar las emociones experimentadas al leerlo. Ambas propuestas tienen en común que se intenta conservar el carácter creativo propio de la actividad poética.
Poemas que hacen camino al andar
A medida que el lector o la lectora se va adentrando en el territorio de la poesía, se encuentra con múltiples senderos que se entrecruzan una y otra vez -en ocasiones de manera bastante misteriosa- para proponerle diferentes rumbos.
A partir de estos Versos en juego, entonces, la lectura puede continuarse a través de innumerables itinerarios. Con ese propósito, se pone a disposición de las y los docentes un anexo con enlaces que remiten a las selecciones de poemas incluidas en Mi biblioteca personal, así como a algunas otras. A continuación se proponen posibles recorridos.
El lector -niña, niño, adulta o adulto- podría empezar por visitar “La plaza tiene una torre” y seguir cabalgando con el caballero del “Romance del Conde Olinos” para dar después un paseo por el resto de los Poemas que cuentan historias.
Y si resultase tocado por la belleza de las coplas presentadas en los Versos en juego, quizá podría buscar otros poemas sobre la luna aunque bien podría ser que la musicalidad de las coplas lo lleve por los senderos de los Poemas que Cantan, y que al encontrarse con versos que suenen a baile y a tambores -como los de “Chumba la Cachumba”- decida seguir danzando hasta “Nanalacrán” -que está en Un bolsillo lleno de poemas- para saltar de allí a ese canto ancestral que es “Sensemayᔲ.
La complejidad y la contradicción de los sentimientos que expresa “El corazón es agua” pueden desembocar en la lectura de “En la carpeta”, de Gelman, y de allí a la de los otros Amores en poemas.
Es asimismo probable que, después de conmoverse con “Paisaje”, el lector quiera seguir leyendo a su autor, García Lorca. Pero el texto puede también llevar a la búsqueda de otros poemas de aire melancólico, que hablen por ejemplo sobre el otoño o la lluvia. Si la lectora o el lector se topase luego con “Llover a cántaros” -que está en Poesía y vida-, comprobaría que de pronto la lluvia ya no expresa nostalgia sino que cala hondo en el sufrimiento de los hombres. El lector puede experimentar entonces una pena tan grande que solo encuentre alivio en las palabras de “Llorar a lágrima viva”, de Girondo, un texto que apela a la exageración, al igual que “El que empezó a comerse las uñas”, de Villafañe.
Pero al lector le ha gustado tanto Villafañe que decide leer todos los poemas de El poeta de la Andariega, entre los que está “Los cinco burritos”, una nana que habla de la luna, y retomar el rumbo que ya le habían señalado las coplas de la luna y los poemas que son canciones.
Como en las rondas de nunca acabar, los poemas se van entrelazando. Por supuesto, se han sugerido solo algunos itinerarios posibles. Las y los docentes podrán abrir otros rumbos a partir de los textos presentados en el anexo y de muchos más. Para que las niñas y los niños vayan haciendo recorridos cada vez más amplios y más lejanos del punto de partida. Y para que estos Versos en juego sigan jugando con otros.
Anexo: algunas sugerencias de lectura
Mi biblioteca personal³
Incluye las siguientes selecciones de poemas:
- Diez mil papelitos (Poemas y canciones de Laura Devetach).
- Poemas que se cantan (Juegos, poemas y canciones de tradición oral).
- Un bolsillo lleno de poemas (Poemasde autor).
- Poemas que cuentan historias (Poemas narrativosde autor y de tradición oral).
- El poeta de La Andariega (Poemas de Javier Villafañe).
- Amores en poemas (Antología. Poemas de autor).
- Poesía y vida (Antología. Poemas de autor).
Enlace: Mi biblioteca personal, consultado en abril de 2022.
Otras selecciones de textos poéticos
- Amor en poemas
- Poemas de amor
- Trabalenguas, adivinanzas y poesía de tradición oral
- Crecer en poesía
Al aire libre (Canela)
Bañar un elefante (Elsa Borneman)
El gallo azul (María Cristina Ramos)
La luna (Frida Schultz de Mantovani)
Seguir a una autora o autor: María Elena Walsh
En el siguiente sitio, las y los docentes encontrarán poemas y canciones de la autora, como Chacarera de los gatos, La familia Polillal, Baguala de Juan Poquito, Canción de tomar el té, entre otros.
Enlace: Poemas y canciones, consultado en abril de 2022.
Audios y videos con poemas especialmente recomendados para primer ciclo*
Laura Devetach y Laura Roldán leen para las chicas y los chicos:
- Soplando aviones
- Coplas de amor
- Luna lanar, de Silvia Schujer
Algunos audios y videos especialmente recomendados para segundo ciclo*
- Canción, de Nicolás Guillén.
- Teresa, de María Teresa Andruetto (interpretado por la autora).
- Llorar a lágrima viva, de Oliverio Girondo.
- Cabía una vez, tres poemas de David Wapner.
- Lluvia, de Federico García Lorca.
- La lluvia, de Jorge Luis Borges.
- ¿Qué diría?, de Alfonsina Storni.
* Todos los videos fueron consultados en abril de 2022. Su visualización puede generar consumo de datos móviles.
En Recursos se encuentra disponible la selección “Versos en juego”, una propuesta de poemas multimedia en la que se crea una atmósfera especial a través de la ilustración, la diagramación, la lectura en voz alta, la animación y la música. Pequeños mundos mágicos para visitar una y otra vez, para compartir. Todos los poemas, los que están y los que vendrán, aparecen también en un PDF con el formato de postales para recortar, escribir, coleccionar o regalar.
¹ Del mismo modo, se desestiman prácticas escolares que utilizan el poema como un soporte para proponer ejercicios tales como subrayar adjetivos, clasificar versos según su cantidad de sílabas o identificar recursos retóricos ya que estas actividades no contribuyen a lograr que las niñas y los niños se adentren en el universo poético.
² “Sensemayá”, de Nicolás Guillén, y “Llorar a lágrima viva”, de Oliverio Girondo, son los únicos poemas citados en este apartado que no forman parte de Mi biblioteca personal. En Youtube es posible encontrar videos donde se los puede escuchar recitados.
³ Los títulos enumerados corresponden a antologías de poemas. Mi biblioteca personal, incluye además una serie de textos literarios narrativos. El enlace conduce a la colección completa.
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