La conformación de un sistema colonial

A partir de la conquista de América, los reyes de España se dedicaron a organizar los territorios que quedaban incorporados a su imperio. En este material se describe cómo fue este proceso en América del Sur.

Creado: 2 septiembre, 2024 | Actualizado: 13 de septiembre, 2024

El material para docentes que acompaña esta propuesta está disponible en La conformación y el desarrollo de un sistema colonial. Orientaciones docentes.

La conquista y la dominación de España en América

En el año 1492 Cristóbal Colón llegó a América, más precisamente a las islas del mar Caribe. Después de ese primer contacto, hizo tres viajes más. A partir de entonces se organizaron cada vez más expediciones. La expectativa era encontrar metales –oro y plata– y también un paso que uniera el océano Atlántico con el Pacífico. 

En 1519, Hernán Cortés –un español que desde hacía 15 años estaba en la isla que hoy ocupa Cuba– organizó una expedición hacia el continente y desembarcó en territorio de los aztecas que actualmente pertenece a México. En su primer viaje mantuvo una relación amistosa con Moctezuma que era el emperador de los aztecas. Pero al año siguiente volvió con refuerzos, lo enfrentó con las armas y finalmente consiguió derrotarlo.

Tras la derrota de los aztecas las expediciones continuaron hacia el sur. En 1531, una expedición al mando de Francisco Pizarro partió desde Panamá y desembarcó en tierras del Imperio inca. Logró vencerlo aprovechando que el poder del emperador Atahualpa estaba debilitado por la guerra civil contra su hermano Huáscar. Como resultado, Pizarro tomó la ciudad de Cusco, que era la capital del imperio. Aunque la resistencia continuaba en muchos territorios, ese fue el comienzo de la conquista en estas tierras de América del Sur. 

Los pueblos americanos que fueron derrotados perdieron su independencia y pasaron a formar parte del Imperio español como colonias. 

Como los españoles avanzaban en busca de riquezas, cuando lograban vencer a un pueblo saqueaban sus tesoros, principalmente, los objetos de oro y de plata. Pero cuando el botín de guerra se agotaba se les planteaba un nuevo desafío: ¿cómo hacer para seguir obteniendo riquezas? 

Tanto en tierras de los aztecas como en las de los incas, los conquistadores se enteraron de que había plata y otros metales. Para extraer la plata era necesario realizar trabajos muy pesados. Lo que se estudiará por medio de este material a partir de ahora es cómo hicieron para obligar a las poblaciones nativas a trabajar en beneficio de ellos. En México, en Perú y en muchos otros lugares los conquistadores consiguieron que la población nativa y sus descendientes hicieran las tareas más pesadas durante los tres siglos de la etapa colonial.

Se analizará cómo fue este sistema en América del Sur –en las tierras del Imperio inca– y específicamente en el lugar más rico en plata de toda América, el Sumaj OrKo, que en quechua significa Cerro Hermoso y que los españoles rebautizaron con el nombre de Cerro Rico.

Para cumplir con sus objetivos, los conquistadores españoles fundaron ciudades en los territorios que iban conquistando. Una de las más importantes fue Potosí, que comenzó a poblarse a partir del año 1545 cuando los españoles se apropiaron del Cerro Rico.

La ciudad de Potosí y el Cerro Rico

Potosí fue una de las ciudades más importantes, más grandes y más ricas del Imperio español. Sigue existiendo en la actualidad, ubicada en Bolivia a 4000 metros de altura sobre el nivel del mar, al pie del Cerro Rico. Su valor cultural e histórico es tal que, en 1987, la ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Fotografía: gentileza de María Cecilia Oyarzabal y Sergio Angeli. Archivo DGCyE.

Esta es una imagen actual de la ciudad de Potosí. ¿Cómo se dan cuenta de que no son de la época de la colonia? ¿Qué elementos modernos pueden identificar? 

Para conocer cómo era la ciudad en tiempos de la colonia se va a consultar una pintura y el testimonio de un comerciante que estuvo en Potosí en la época colonial. También se propone leer algunos documentos que fueron escritos en la actualidad.

Esta es una pintura realizada por el potosino Miguel Gaspar de Berrío en el año 1758. Habían pasado más de doscientos años desde la fundación y la ciudad se había extendido en un amplio territorio.

Descripción del cerro rico e imperial Villa de Potosí, Miguel Gaspar de Berrío (1758).

Comparen esta pintura con la fotografía actual de la ciudad. ¿Cuánto tiempo pasó entre una y otra? ¿Qué pistas encuentran que les permitan decir que es la misma ciudad? ¿Qué cambios encuentran? ¿Hay cosas que se mantienen? ¿Cuáles?

Este es el testimonio de Acarete du Biscay, un comerciante francés que estuvo en Potosí alrededor del año 1660.

Potosí según el comerciante francés Acarete du Biscay 

(…) es conveniente que haga alguna descripción de la ciudad de Potosí. Los españoles la llaman Ciudad Imperial y está situada al pie de una montaña.

La ciudad no tiene ni murallas ni fosos, ni fuertes para su defensa. Se calcula que hay cuatro mil casas bien construidas de buena piedra, con varios pisos, a la manera de las de España. Las iglesias están bien hechas y todas ellas ricamente adornadas con platería, tapices y otros ornamentos, sobre todo las de los monjes y monjas, de los cuales hay varios conventos de diferentes órdenes, los que están muy bien equipados. Es una ciudad populosa, con españoles, mestizos, extranjeros y nativos (a estos últimos los españoles llaman indios), con mulatos y negros. 

En Potosí, como en cualquier otra parte de las Indias, todas las personas –ya sean señores, caballeros, oficiales u otros– se dedican al comercio. Algunos hacen grandes negocios. En la ciudad de Potosí se calcula que hay algunos que tienen dos, algunos tres y algunos cuatro millones de coronas; y muchísimos tienen fortunas por valor de dos, tres o cuatrocientas mil coronas. 

Acarete du Biscay, “Relación de un viaje al Río de la Plata y de allí por tierra al Perú con observaciones sobre los habitantes, sean indios o españoles, las ciudades, el comercio, la fertilidad y las riquezas de esta parte de América”.

Las fuentes que siguen pertenecen a libros y documentos escritos en la actualidad. Son útiles para conocer el pasado colonial porque están basados en documentos de la época. Uno está tomado de una publicación del Ministerio de Educación de la Nación (2007), otro es parte de lo que se dice en el documental “Potosí, ejemplo de espacio colonial” producido por Canal Encuentro. También hay un fragmento de un manual escolar y un texto del escritor Eduardo Galeano tomado de un ensayo sobre América Latina.

“Era muy lujosa. Tenía muchas iglesias, salones, salas de baile y teatros bellamente adornados. La gente más rica (comerciantes, mineros, funcionarios) consumía sedas, diamantes, porcelanas y otros productos finísimos que venían de Europa”.

Tomado de Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología (2007) Cuadernos para el Aula, Ciencias Sociales 4 (p. 78).

“La ciudad igualaba en extensión a Londres y a París. Potosí era un verdadero enjambre humano y una de las ciudades más opulentas del mundo por sus lujos y casonas fastuosas”. 

Extractado de “Potosí, ejemplo de espacio colonial”, serie Horizontes Ciencias Sociales ([Canal Encuentro] tomado de Portal Educ.ar, 2016).

“Dicen que hasta las herraduras de los caballos eran de plata en la época del auge de la ciudad de Potosí. De plata eran los altares de las iglesias y las alas de los querubines en las procesiones: en 1658, para la celebración del Corpus Christi, las calles de la ciudad fueron desempedradas, desde la matriz hasta la iglesia de Recoletos, y totalmente cubiertas con barras de plata.

Potosí contaba con 120.000 habitantes según el censo de 1573. Sólo veintiocho años habían transcurrido desde que la ciudad brotara entre los páramos andinos y ya tenía, como por arte de magia, la misma población que Londres y más habitantes que Sevilla, Madrid, Roma o París. Hacia 1650, un nuevo censo adjudicaba a Potosí 160.000 habitantes. Era una de las ciudades más grandes y más ricas del mundo, diez veces más habitada que Boston, en tiempos en que Nueva York ni siquiera había empezado a llamarse así

A comienzos del siglo XVII, ya la ciudad contaba con treinta y seis iglesias espléndidamente ornamentadas, otras tantas casas de juego y catorce escuelas de baile. Los salones, los teatros y los tablados para las fiestas lucían riquísimos tapices, cortinajes, blasones y obras de orfebrería; de los balcones de las casas colgaban damascos coloridos y lamas de oro y plata. Las sedas y los tejidos venían de Granada, Flandes y Calabria; los sombreros de París y Londres; los diamantes de Ceylán; las piedras preciosas de la India; las perlas de Panamá; las medias de Nápoles; los cristales de Venecia; las alfombras de Persia; los perfumes de Arabia, y la porcelana de China. Las damas brillaban de pedrería, diamantes y rubíes y perlas, y los caballeros ostentaban finísimos paños bordados de Holanda. A la lidia de toros seguían los juegos de sortija y nunca faltaban los duelos al estilo medieval, lances del amor y del orgullo, con cascos de hierro empedrados de esmeraldas y de vistosos plumajes, sillas y estribos de filigrana de oro, espadas de Toledo y potros chilenos enjaezados a todo lujo”.

Tomado de Galeano, Eduardo (2004) “Los esplendores de Potosí”, en Las venas abiertas de América Latina (pp. 37 y 38). México, Editorial siglo XXI.

“En el período de mayor prosperidad, Potosí llegó a contar con alrededor de 150.000 habitantes, 15 parroquias, varios conventos, dos hospitales, un colegio de los jesuitas, 14 escuelas de danza y 800 garitos”. 

Tomado de Luchilo, Lucas (2002) La Argentina antes de la Argentina. Colección Los caminos de la historia (p. 50). Editorial Altea.

La serie de fuentes que sigue permite conocer otro aspecto de Potosí que llamaba la atención de quienes la visitaban: además de la cantidad de población y la extensión, son muy abundantes los testimonios sobre la intensa actividad comercial, la riqueza de sus construcciones y la fortuna de algunos de sus habitantes. 

Las que corresponden a testigos de la época colonial son dos y corresponden a españoles. Por un lado, el testimonio de un religioso que se desempeñó en distintas ciudades de América del Sur y, por otro, el grabado que el cronista Pedro Cieza de León incluyó en la extensa “Crónica del Perú” que redactó en la década de 1540.

También se recupera un fragmento del historiador Enrique Tandeter, especialista en historia colonial. Todas las fuentes coinciden en señalar que la abundancia de plata del Cerro Rico es la razón de toda la opulencia que describen.

“Este cerro es como el centro de todas las Indias, fin y paradero de los que a ella venimos. Quién no ha visto Potosí no ha visto las Indias... Con la riqueza que ha salido de Potosí, Italia, Francia, Flandes y Alemania son ricas, y hasta el turco tiene en su tesoro barras de Potosí”.

Reginaldo de Lizárraga*, “Relación breve de toda la tierra del Perú, Tucumán, Río de la Plata y Chile”, 1605. Citado por Luchilo, L; Romano, S. y Paz, G. (1995) Historia Argentina (p. 39). Buenos Aires, Santillana.

*Fray Reginaldo de Lizárraga fue un religioso de la orden de los dominicos que desempeñó su labor en distintas ciudades de Sudamérica. Nació en España, pero desde niño se trasladó con su familia a América, donde pasó el resto de su vida.

El Cerro de Potosí según un grabado realizado por Pedro Cieza de León, publicado en la Crónica del Perú que redactó en la década de 1540. 

El Cerro Rico según Acarete du Biscay

“La mejor y más fina plata de todas las Indias es la de las minas del Perú, la principal de las cuales se encuentra en el Cerro Rico, donde además de las prodigiosas cantidades de plata que se han extraído de las vetas, en las cuales el metal aparecía a la vista, se encuentran cantidades casi tan grandes en lugares que no se habían excavado antes.”

Acarete du Biscay (1660) “Relación de un viaje al Río de la Plata y de allí por tierra al Perú con observaciones sobre los habitantes, sean indios o españoles, las ciudades, el comercio, la fertilidad y las riquezas de esta parte de América”. 

“Cada año, miles de indígenas sacaban toneladas de plata del corazón de la montaña roja: el Cerro del Potosí”.

Tomado de Luchilo, Lucas (2002) La Argentina antes de la Argentina. Colección Los caminos de la historia (p. 54). Editorial Altea.

“El cerro Rico de Potosí ha sido sinónimo de riqueza desde 1545. Durante el período colonial superó en la producción total acumulada a la suma de sus dos competidores más cercanos, los yacimientos mexicanos de Zacatecas y Guanajuato. La peculiar geología del cerro Rico, con vetas grandes, múltiples y muy concentradas hacia la cumbre, por lo tanto de fácil acceso, determinaron una rápida y barata explotación inicial que culminó con el gran auge de fines del siglo XVIII”.

Tomado de Tandeter, Enrique (1992) Coacción y mercado. La minería de la plata en el Potosí colonial 1692-1826. Buenos Aires, Sudamericana.

“Con la plata que se extraía de Potosí se pagaban los productos que se traían de España y del resto de Europa. También se pagaban con plata los productos locales de América y los salarios de los empleados públicos coloniales y militares. Además, con este metal, los indios de las zonas centrales de los Andes pagaban su tributo”.

Tomado de Luchilo, Lucas; Romano, Silvia y Paz, Gustavo (1995) Historia Argentina (p. 39). Buenos Aires, Santillana.

La producción de plata en Potosí

La ciudad de Potosí creció gracias a la plata que se extraía del Cerro; era muy grande y muy rica. Pero, ¿cómo lograron los españoles organizar la extracción de la plata? ¿Quiénes hacían el trabajo en las minas? ¿Cómo era ese trabajo?

Desde el primer contacto con los españoles y a lo largo de unos treinta o cuarenta años, el sistema de trabajo estuvo organizado de una manera y a partir de la década de 1570 cambió mucho. Pero hubo algo que se mantuvo constante durante toda la colonia: los indios hicieron los trabajos más duros y los españoles se apropiaron de grandes riquezas.

La primera etapa de explotación de producción de plata

Para conocer cómo era la producción de plata en la primera etapa se va a recurrir nuevamente a las crónicas que escribió Pedro Cieza de León, un español que vino a América en busca de fortuna y estuvo en Potosí alrededor del año 1550. Su crónica, dedicada al rey Felipe II, trata diversos aspectos como la historia del Imperio inca, la flora y la fauna, las ciudades fundadas por los españoles, la conquista del Perú y las guerras civiles entre los conquistadores. Es probable que lo que le cuenta al rey esté condicionado por el interés que tenía Cieza en los favores y recompensas que podía obtener del rey.

Acerca de cómo se descubrieron las minas de Potosí de las que se ha sacado mucha riqueza en plata y acerca del método de las guairas usado por los indios

Fue en 1547 cuando un español llamado Villarroel acompañado por cientos de indios que estaban buscando metal se encontró con este monte alto y hermoso como no había ningún otro en la región.

Como los indios llaman Potosí a las cosas altas le pusieron ese nombre a esta zona.

En esa época el conquistador Gonzalo Pizarro estaba enfrentado con el virrey y había mucho desorden debido a esta rebelión. Sin embargo, muchas personas se acercaron a los alrededores de este cerro para trabajar y aprovechar la riqueza que había en la montaña. Fue así que se construyó un pueblo con casas y los españoles lograron que alrededor del cerro creciera una villa o poblado donde antes solamente había una especie de desierto.

Y la verdad yo digo: en ninguna parte del mundo se halló cerro tan rico, ni ningún príncipe tuvo ni tiene tantas rentas ni provecho como en esta famosa villa de Plata.

Cieza de León, P. (1553) Crónica del Perú. Capítulo 109 (fragmento).

Cieza de León describe la guaira y se refiere al enriquecimiento de los indígenas mineros

Como para todas las cosas pueden hallar los hombres en esta vida remedio para sacar la plata no les faltó una invención, la más extraña del mundo. Para obtener el metal los incas construían recipientes de barro endurecido que tenían agujeros o respiraderos. Dentro del recipiente ponían carbón encendido y encima colocaban trozos de piedra que tenían partes del metal. Ponían los recipientes en los cerros o laderas donde el viento tenía más fuerzas. De esta manera se sacó toda esta multitud de plata que ha salido de este cerro. Llaman a estos recipientes de barro endurecido con respiraderos guairas y de noche hay tantas de ellas por todos los campos que parecen luminarias. Y en tiempo que hace mucho viento se saca plata en cantidad; cuando el viento falta por ninguna manera puede sacarse ninguna. De manera que, así como el viento es provechoso para navegar por el mar, lo es en este lugar para sacar la plata.

Como los indios no han tenido veedores, nadie los controlaba, se cree que muchos se han enriquecido y llevado gran cantidad de la plata del cerro. Tal era así que de muchas partes del reino acudían indios a Potosí para aprovechar la riqueza.

Cieza de León, P. (1553) Crónica del Perú. Capítulo 108 (fragmento).

De cómo junto a este cerro de Potosí hubo el más rico mercado del mundo en tiempo que estas minas estaban en su prosperidad

En todo el reino del Perú se sabe que hubo grandes mercados donde los nativos compraban sus cosas. El mercado de la ciudad de Cuzco fue uno de los más grandes y ricos. El mercado de Potosí fue más grande aún. Era tan grande que, en los tiempos más prósperos de la mina, se vendían entre veinticinco y treinta mil pesos de oro y otros días más de cuarenta mil, cosa extraña y creo que ninguna feria del mundo se igualaba a este mercado.

En el mercado de Potosí se conseguían muchas cosas: cestos llenos de coca, mantas, camisetas, montones de maíz y de papa seca, carnes. En fin, se vendían muchas otras cosas y duraba esta feria o mercado desde la mañana hasta que oscurecía la noche.

Y fue así que muchos españoles se enriquecieron en este mercado de Potosí. De muchas partes acudían grandes grupos de yanaconas - indios libres que podían servir a quien fuese su voluntad - y las más hermosas indias se encontraban en esta feria.

Cieza de León, P. (1553) Crónica del Perú. Capítulo 110 (fragmento).

La segunda etapa de producción de plata

Hacia el año 1570, con la llegada del Virrey Toledo, muchas cosas comenzaron a cambiar en el Virreinato del Perú, entre ellas la organización del trabajo en las minas de Potosí. Por esta razón, las historiadoras y los historiadores consideran que con Toledo comienza una nueva etapa que se caracteriza por el mayor control de la producción de plata por parte de la corona.

Para comenzar a estudiar esta nueva etapa se va a conocer quién era Don Francisco de Toledo, por qué el rey Felipe II consideró que era el hombre adecuado para ese cargo y por qué fue tan importante su actuación.

Francisco de Toledo, Virrey del Virreinato del Perú

Francisco de Toledo nació en 1515, en el castillo de su familia en Oropesa, cerca de la ciudad de Toledo, en España. Desde los ocho años sirvió en la corte del rey Carlos V de España, como paje de la reina Isabel de Portugal.

En la corte aprendió latín, historia, retórica y teología, además de esgrima, música, baile y modales cortesanos.

En 1558, cuando murió el rey, Francisco de Toledo continuó en la corte al servicio de Felipe II, hijo y sucesor de Carlos V. Diez años más tarde, en 1568, el rey lo nombró Virrey del Virreinato del Perú.

El Virreinato del Perú abarcaba una gran parte del territorio de América del Sur. En 1569, cuando llegó Francisco de Toledo, la situación del virreinato era difícil. Los conquistadores españoles habían logrado derrotar a los emperadores incas, pero luchaban entre ellos y con las autoridades enviadas por el rey de España para apropiarse de las grandes riquezas del Imperio inca. 

Toledo, el quinto virrey enviado al Perú por el rey de España, impuso el orden entre los conquistadores. Su capacidad para ejercer el mando quedó demostrada de inmediato. Permaneció en Lima, la capital, durante el primer año de su gobierno para tratar de solucionar los enfrentamientos entre los españoles, la falta de respeto por las leyes y por la autoridad, la miseria de los indios y el abandono de las minas.

Entre 1570 y 1575, el Virrey recorrió unos 8000 kilómetros para realizar una visita de inspección de los extensos territorios del virreinato. Lo acompañaron su secretario, un geógrafo que trazó mapas y planos a lo largo del viaje y un naturalista que registró las características de las plantas y los animales de las diversas zonas. Un cronista fue tomando nota sobre las costumbres, las actividades, el gobierno y también sobre la cantidad de hombres, mujeres y niños que había en cada población.

Las minas de Potosí

Después de dos años de recorrer los territorios, Toledo se dirigió a la villa de Potosí, donde se hallaba una de las minas de plata más ricas del mundo: el fabuloso Cerro Rico. Cuando llegó allí, sin embargo, comprobó que la cantidad de plata que se obtenía había disminuido mucho. Se dispuso entonces a reorganizar la explotación de las minas para aumentar la producción.

En su larga recorrida por el Perú, el virrey había visitado Huancavelica, una población en la que se hallaban otras famosas minas de las que se extraía mercurio, un metal conocido también con el nombre de azogue. El azogue era necesario para obtener plata mediante el proceso de amalgama de minerales. Dicen los cronistas de la época que el Virrey Toledo expresó: “Celebraré un casamiento de gran importancia entre las minas de Potosí y las de Huancavelica”. Efectivamente, desde ese momento, se dedicó a reorganizar el proceso productivo de la plata.

Para transportar el mercurio desde Huancavelica hasta Potosí había que realizar un larguísimo viaje, en parte a lomo de llamas o mulas y, en parte, en barco. La plata producida en Potosí se acarreaba hasta la Casa de la Moneda, donde se fundía el metal para producir monedas que finalmente se embarcaban con destino a las Cajas Reales en España.

En los tiempos del virrey Toledo la producción minera en Potosí aumentó y con ella la población y las construcciones de la ciudad. En diez años, la producción de plata pasó de doscientos mil pesos anuales hasta más de un millón de pesos. ¿Cómo lo consiguió? Fundamentalmente con la reorganización de la producción, implementando la mita y el sistema de amalgama de minerales.

La resistencia inca y la ejecución de Tupac Amaru

La actuación del Virrey Toledo fue decisiva también porque logró derrotar la resistencia de los incas que, bajo el mando de Tupac Amaru, controlaban un territorio independiente desde hacía más de 30 años. 

¿Quién era Tupac Amaru? ¿Por qué fue tan importante? Tupac Amaru era hijo de uno de los hermanos de Atahualpa, llamado Manco Inca. Tras la muerte de Atahualpa, Manco Inca resistió a los conquistadores. Aunque al principio fue derrotado y tuvo que retirarse del Cuzco, logró luego organizar un Estado que se mantuvo independiente en una región selvática casi impenetrable pero cercana a Cuzco y Machu Picchu. Desde Vilcabamba, Manco Inca y luego sus hijos lograron controlar un amplio territorio organizado a la manera de los incas, donde la población le pagaba tributo, rechazaba la religión y las costumbres españolas y defendía con las armas su independencia frente a los españoles.

En 1571, mientras hacía su larga visita de inspección, el Virrey Toledo envió tropas a Vilcabamba, para terminar con la resistencia del estado que gobernaba Tupac Amaru, que era hijo de Manco Inca y lo había sucedido. 

Los españoles lograron capturar al Inca y llevarlo prisionero a Cusco. Por decisión de Toledo, Tupac Amaru fue ejecutado en la Plaza Mayor del Cuzco frente a la Catedral. Un testigo del día de la ejecución informa que estuvieron presentes entre 10.000 y 15.000 personas.

La muerte del Inca tuvo un profundo impacto para los indios. Con el gobierno de Toledo quedó asegurado el dominio español y comenzó un período nuevo en la historia del Virreinato del Perú.

Las "Ordenanzas del Perú para un buen gobierno"

En el año 1573, el virrey Toledo promulgó las "Ordenanzas del Perú para un buen gobierno". Se trataba de un conjunto de reglamentaciones para organizar distintos aspectos de la sociedad colonial como la vida en las ciudades, las relaciones entre los indígenas y los españoles, el pago de impuestos, la justicia, el trabajo en las minas, la agricultura, el comercio y la defensa.

Para formularlas, el Virrey se basó en la información que había recogido durante la visita de inspección a los territorios del virreinato. 

Aunque se refieren a los más diversos aspectos de la sociedad, entre las ordenanzas ocupan un lugar muy importante las que se ocupan de la producción de plata. Por un lado, como era insuficiente la cantidad de indios que había en Potosí y otros centros mineros, las ordenanzas intentaban asegurar el traslado de la cantidad necesaria de indios hacia las minas, implementando la mita, que era un sistema de trabajo forzado para los indígenas. Por otro lado, se buscaba protegerlos de los abusos de los españoles.

Las ordenanzas no siempre fueron respetadas y muchos indios fueron obligados a soportar jornadas de trabajo mucho más extensas de lo permitido y un trato inhumano por parte de los funcionarios españoles. El incumplimiento de las ordenanzas tuvo consecuencias desastrosas para la población indígena.

Ordenanzas de Toledo referidas a la producción de plata 

Primeramente, ordeno y mando que, en todas las minas de plata, azogue (mercurio) y otro cualquiera metal, tanto en las minas que ahora están descubiertas, así como en las que en adelante se descubran… se respeten estas ordenanzas

[…] la causa por que no se han labrado las minas ha sido porque las personas que tienen minas no tienen indios para que trabajen. Queriendo proveer el remedio he mandado que se repartan y den indios para la labor y beneficio de las minas y que los españoles no han de ocupar en otra cosa los indios que se les repartieren para las minas

…Que con cada veinte y cinco indios vaya un principal o mandón que se ocupe de controlarlos.

…Que los indios mitayos se cambien cada dos meses

…Que los indios que labraren las minas han de comenzar a trabajar una hora después de salido el sol y han de dejar de trabajar al poner del sol

Ordeno y mando… que las minas se labren de manera que en ellas los indios anden seguros y sin peligro y que se abran caminos desde las minas a las ciudades y que el metal se haga trajinar con carneros, llamas, mulas y caballos.

…Que por cuanto en los meses de mayo, junio, julio y agosto hace más frío… ordeno y mando que no comiencen a trabajar antes de las diez del día y que dejen a las cuatro de la tarde.

…muchas veces los indios después de haber trabajado unos días huyen y se ausentan … Ordeno y mando que el alcalde lo persiga y lo castigue

Ordeno y mando que las ordenanzas se lean el primer domingo de cada mes cuando los indios y mineros están juntos en presencia de un lengua (traductor)

Ordeno y mando que estas ordenanzas sean cumplidas y ejecutadas en todo y por todo sin que se pueda cambiar nada sin el consentimiento de Su Majestad o el mío en su nombre.

Para que todos tengan noticia de estas ordenanzas y ninguno pueda pretender que las ignora mando que las dichas ordenanzas sean pregonadas en las plazas públicas de las ciudades… por pregoneros, ante escribano público… y que en las audiencias y cabildos tengan copias autorizadas.

Hecha en La Plata a trece días del mes de febrero de mil quinientos setenta y cuatro años.

Don Francisco de Toledo

Tomado de Francisco de Toledo (1574) Ordenanzas del Perú para un buen gobierno.

El trabajo en las minas de Potosí

Las ordenanzas de Toledo imponían límites e intentaban frenar los abusos de los españoles para proteger a los indígenas. Pero no eran respetadas. Los empresarios mineros obligaban a los mitayos a trabajar más de lo que estaba permitido y les negaban los días de descanso. Además, tenían que comprar las herramientas, las velas y todo lo necesario para trabajar. Como consecuencia de estos y de muchos otros abusos se produjo una verdadera catástrofe demográfica. 

Muchos indígenas se morían dentro de la mina a causa de los frecuentes derrumbes y de otros accidentes. Además, se enfermaban por aspirar el polvo de las minas o se intoxicaban con el mercurio. Pero lo peor fueron las grandes epidemias que provocaron las enfermedades traídas por los españoles. ¿Por qué se desencadenaron tantas muertes? Porque la población nativa estaba mal alimentada, desarraigada, separada de sus afectos y sometida a los trabajos más pesados.

A continuación, se presentan algunas fuentes para conocer mejor cómo era la realidad del trabajo en las minas de Potosí.

La extracción de Plata en el Cerro Rico de Potosí

Extraer la plata del Cerro era un trabajo muy pesado y complejo. Para hacerlo, los españoles utilizaron a los indígenas como trabajadores mineros. ¿Cómo consiguieron que los indígenas fueran a Potosí e hicieran esas tareas? Los españoles combinaron dos formas: emplearon a indígenas libres que se presentaban voluntariamente y también recurrieron a un sistema de trabajo forzado que se llamaba mita.

Los indios libres que trabajaban como mineros por su voluntad en general conocían el oficio y querían obtener riquezas aprovechando sus conocimientos. Los trabajadores mitayos, en cambio, eran nativos de distintas regiones del Virreinato que se trasladaban a Potosí forzados, para cumplir con la mita, que era una de las obligaciones más duras impuestas por las Ordenanzas del Virrey Toledo. 

La mita era un sistema de trabajo que existía entre los pueblos originarios desde antes de la llegada de los españoles, que Toledo adoptó y reorganizó. La mita obligaba a los pueblos de las distintas comunidades a enviar todos los años trabajadores a Potosí. Muchas veces iban acompañados por sus familias. El viaje se hacía a pie a veces recorriendo largas distancias y la caminata podía durar hasta un mes. 

El trabajo en las minas

Para extraer la plata, los trabajadores bajaban a las minas por escaleras hechas de soga y allí, picaban la piedra en busca de plata. Después tenían que subir las piedras cargándolas en mantas atadas a sus espaldas.

El Cerro Rico de Potosí se encuentra en la cordillera de los Andes a muchos metros de altura. Allí, las temperaturas son muy bajas durante todo el año. En cambio, en el interior de las minas hay mucha humedad y hace mucho calor. Los mitayos durante el día de trabajo diario entraban y salían de la mina muchas veces. A causa de los bruscos cambios de temperatura muchos mitayos se enfermaron de pulmonía y murieron. También el polvo que se producía al picar piedra hacía que fuera difícil respirar.

Como resultado de estas condiciones, muchos indígenas murieron en las minas de Potosí. Por eso, antes que trabajar allí preferían abandonar su tierra y su familia. 

Para completar el proceso de producción de la plata, las piedras eran trasladadas en mulas hasta los ingenios. En los ingenios había molinos para molerlas y separar la plata. La plata se mezclaba luego con agua, sal y mercurio y se la colocaba en piletones. Esa mezcla era removida por otros indígenas con los pies durante semanas. Luego, se colaba y se la dejaba secar sobre cueros. Así se obtenía la plata pura. La mezcla era muy tóxica y provocaba también enfermedades a quienes trabajaban con ella.

Selección de fragmentos tomados de Díaz, S. y González, D. (coord.) (2010) Ciencias Sociales 4. Serie Confluencias. Ciudad de Buenos Aires, Estrada.

En las minas de Potosí trabajaban unos 5.000 indios. Algunos de ellos eran mitayos forzados y otros trabajadores libres que se enrolaban en ese trabajo por propia voluntad. Los indios mitayos hacían las tareas más pesadas, los indios libres hacían las tareas más especializadas: picaban las vetas y seleccionaban el material.

Los trabajos se hacían bajo el control de guardias armados.

Adaptado de Assadourian, C.S. y otros (1973) Historia Argentina. De la conquista a la independencia. Buenos Aires: Paidós.

Historia moral y natural de las Indias

Los indios trabajaban en los túneles del cerro de Potosí donde la oscuridad es permanente, sin saber mucho ni poco cuándo es de día y cuando es de noche. Trabajan siempre con velas y se reparten el trabajo, de manera que unos trabajan de día y descansan de noche, y otros al revés.

El metal es muy duro y sólo lo pueden desprender de las paredes de roca de la mina golpeándolo con fuerza con una barreta hasta quebrarlo. Después lo suben a cuestas por unas escaleras hechas de cuero de vaca retorcido. Los indios se atan una manta al pecho y el metal va dentro de ella a las espaldas. Suben de tres en tres. El delantero lleva una vela atada al dedo pulgar para que vean, porque como está dicho, no hay ninguna luz natural. Suben un gran espacio que pasa muchas veces de 300 metros: cosa horrible que de sólo pensarla da espanto.

Acosta, J. (1590). Historia Natural y moral de las Indias. Versión adaptada en: Alderoqui, S., Gojman, S., Segal, A., Villa, A. y Aisenberg, B. (1997) Ciencias Sociales Documento de trabajo Nº 4. Dos propuestas de trabajo para la enseñanza de Ciencias Sociales en el segundo ciclo (p. 22). Buenos Aires, Secretaría de Educación, GCBA.

Esta imagen corresponde a un grabado que representa el interior de la mina. Fue hecho por el francés Theodor De Bry y publicado en el año 1601.

Theodor De Bry nunca estuvo en América, según los especialistas para realizar este grabado se basó en la obra del jesuita español José de Acosta, que había visitado personalmente Potosí en la década de 1580.

Relean el fragmento del padre Acosta “Historia moral y natural de las Indias”. ¿Qué pistas pueden señalar para afirmar que Theodor De Bry se basó en esta obra?

El siguiente dibujo muestra algunos detalles del trabajo que hacían los indios mitayos para extraer la plata: moler las piedras extraídas de la mina en el molino, mezclar el material molido con agua, sal y mercurio (una mezcla muy tóxica), colocar la mezcla en piletones expuestos al sol, revolverla y pisarla durante semanas para poder recuperar la plata purificada.  

Potosí y su Cerro Rico es un dibujo tomado de un breve tratado de autor desconocido realizado alrededor del año 1605. 

Las imágenes de este material forman parte de la propuesta La conformación y el desarrollo de un sistema colonial. Orientaciones docentes. (Portal Continuemos Estudiando, 2024). Allí se indican las fuentes de donde han sido tomadas para su uso con fines pedagógicos.

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