Lobos. Orientaciones docentes

Propuestas de lectura y escritura a partir de un texto informativo.

Creado: 23 septiembre, 2024 | Actualizado: 15 de octubre, 2024

Esta propuesta está basada en la lectura de Lobos, un texto que no es de ficción. Se habla en él de los verdaderos lobos, de los que siguen habitando diversas regiones del mundo a pesar de que su cantidad ha disminuido desde la época en que los lobos feroces surgieron como protagonistas de los cuentos infantiles.      

Al igual que cuando se propone la lectura de cuentos, la intervención de la o del docente al trabajar con textos informativos –sobre todo en primer ciclo– consiste en: contextualizar el tema, leer los distintos apartados (en este caso de Lobos), promover el intercambio sobre lo leído, ampliar la información, releer fragmentos significativos e instar a la lectura de los niños por sí mismos con la seguridad de saber qué dice la página que tienen ante sus ojos. Las situaciones de escritura se relacionan con lo leído porque de ese modo las niñas y los niños saben qué escribir. 

El siguiente cuadro presenta el recorrido propuesto para Lobos.

Lectura a través del docente de Lobos 
• Lectura del índice e intercambio acerca de la ayuda que presta el índice.
• Lectura de las características del animal e intercambio entre niñas, niños y docente.
Lectura de los niños por sí mismos
• Relectura de los fragmentos leídos a través del docente luego del intercambio.
• Lectura con apoyo de la o del docente que ayuda a localizar y releer informaciones específicas sobre el tema.
• Lectura por parejas de fragmentos significativos de cada apartado. 
Escribir en relación con la información leída y comentada
• Completamiento de la ficha técnica del lobo (Anexo).
- Localización y relectura de la información específica.
- Escritura por sí mismos de los datos solicitados en la ficha.
Lectura a través del docente
• Características físicas y esqueleto.
Intercambio entre lectores
Escribir pensando en el sistema de escritura
• Escritura de rótulos (Anexo. El esqueleto del lobo).
Lectura de los niños por sí mismos
• Ubicación de subespecies en las referencias del mapa.
Completar la escritura de epígrafes
• Completar los epígrafes sobre la capacidad del lobo como cazador.
Lectura a través del docente
• El nacimiento de las crías.
• ¿De qué se alimentan los lobos?
Intercambio entre lectores
Producción de textos
• Anexo: Qué comen los lobos.
- Planificación junto a la o el docente.
- Escritura por sí mismos. 
Lectura de los niños por sí mismos
• Un grupo leerá COMPORTAMIENTO.
• Otro grupo leerá REPRODUCCIÓN.
Intervención y apoyo docente.
Lectura en voz alta para informar al otro grupo.

Lobos

Las niñas y los niños de segundo año conocen muy bien a los lobos de los cuentos. Son lobos hambrientos que buscan devorar a la protagonista o a quienes son protagonistas de la historia. Es el caso de Caperucita Roja, de Los tres chanchitos o de El lobo y los siete cabritos, entre otros.

Por esa razón, la maestra o el maestro necesitará detenerse para presentar a sus estudiantes el fascículo informativo Lobos y conversar con ellas y ellos acerca de sus características. En este caso, no se trata de un cuento sino que presenta información interesante acerca de estos grandes cazadores: su tamaño, su alimentación, su forma de cuidar a los cachorros y muchos otros temas. 

Esta publicación puede ser proyectada en el aula desde el portal Continuemos Estudiando, o bien puede descargarse en un pendrive para luego utilizarse en las computadoras de las escuelas. El propósito es que las y los estudiantes (organizados en grupos) puedan ir y volver en pantalla sobre las informaciones que más llamen su atención, para releer o buscar algún dato que solicite su docente. 

Si es posible, pueden fotocopiarse cuatro o cinco ejemplares para que circulen por el aula y den la oportunidad a las niñas y los niños de pasar las páginas, así como de reencontrarse con imágenes, títulos o mapas en los que eligen detenerse y pueden intercambiar con la o el docente y también entre ellas o ellos. 

En la contratapa de este material, la o el docente encontrará aspectos para releer e intercambiar con sus estudiantes al presentar el fascículo.

  • Los lobos casi nunca atacan a los seres humanos; pero cuando no consiguen presas para cazar, sienten hambre y atrapan a las ovejas del rebaño de algún pastor o devoran animales de los gallineros o los establos de las granjas cercanas. De allí nació, hace muchos años, la enemistad de los hombres con el lobo. ¿Y qué hicieron los hombres, además de perseguir a los lobos con sus armas? ¡Lo convirtieron en el lobo feroz que aparece en los cuentos infantiles y en algunas canciones como aquella que casi todas y todos conocen.

1. La maestra o el maestro lee los primeros títulos del índice y se detiene en los que le parecen más atractivos para sus estudiantes.

Algunos de los títulos –en una primera lectura– no resultarán significativos para las y los estudiantes; la maestra o el maestro los lee en diálogo con ellas y ellos –que lo tienen a la vista en pantalla o papel– con la intención de que vayan entendiendo cuál es la utilidad del índice, para qué se usa. 

  • Si leen bien el ÍNDICE van a saber en qué página encontrar el esqueleto del lobo, ¿encontraron dónde dice ESQUELETO? Fíjense si encuentran el esqueleto del lobo, y si ven en qué página se puede buscar el esqueleto.

Es importante acercarse a las mesas y buscar junto a las chicas y los chicos.

  • ¿Con qué letra empieza esqueleto? ¿Encontraron la palabra lobo
  • ¿En qué página dice que aparece el esqueleto?

Después, la o el docente da lugar a la exploración del fascículo, ya sea avanzando en la proyección o volviendo a las páginas si se dispone en papel, e interroga y comenta –en su recorrida por las mesas– de modo de ir poniendo en relación los títulos y el número de páginas con lo que cada página contiene. Por ejemplo: 

  • En la página 11 dice reproducción, entonces allí tienen que aparecer los cachorros, los lobitos recién nacidos; fíjense a ver si están. 

No es necesario insistir en cada una de las páginas, se avanzará en ellas en los días siguientes. 

La o el docente volverá al índice en cada clase, por un lado porque se presentan los títulos en una lista despejada que permitirá que sus estudiantes lean por sí mismos en alguna ocasión. Por otro lado, para que se apropien del empleo del índice. 

Leer y escribir textos de información 

La ficha técnica

2. La maestra o el maestro lee. Las y los estudiantes localizan y releen los datos más destacados con su ayuda.

  • Hoy vamos a leer la página 2. ¿Encontraron la página 2 en el ÍNDICE? Dice ficha técnica.
  • ¿Qué les parece si vamos a la página 2 y averiguamos de qué se trata esta ficha técnica? Vamos a leer.

Se anticipa que van a leer lo que está en la ficha técnica que habla del lobo. Las y los estudiantes tienen el texto a la vista; la o el docente pide que se fijen si la información se refiere al lobo y pregunta cómo se dieron cuenta.

  • ¿Encontraron dónde dice LOBO

La o el docente lee el primer párrafo y seguramente las chicas y los chicos localizarán dónde lo dice. Luego, avanzan punto por punto: tamaño, peso, pelaje y patas. Los números ayudan mucho a las niñas y los niños a ubicarse en el texto. La o el docente promueve que busquen y lean por sí mismos lo que les está indicando a través de intervenciones como las siguientes, anunciadas para todas y todos, pero reiteradas en cada grupo al que se acerca de manera alternada: 

  • ¿Vieron que dice que puede llegar a medir 2 metros “desde el hocico hasta la punta de la cola”? A ver dónde lo dice…
  • ¿Encontraron cuántos kilos puede pesar el macho? ¿Vieron que dice que “la hembra pesa menos que el macho”? Busquemos dónde lo dice…
  • Los lobos llegan a alcanzar mucha velocidad cuando persiguen a una presa. ¿Encontraron dónde dice que “alcanza velocidades de hasta 65 kilómetros por hora?
  • Fíjense al final de la ficha técnica, en el último renglón: “al correr pueden dar saltos de hasta 5 metros de largo”. Quien lo encuentra se lo muestra a la compañera o al compañero.

Si las niñas y los niños tienen el texto a la vista, la o el docente relee el fragmento que se refiere al tamaño o el que habla de la velocidad del lobo; relee varias veces para un grupo, para otro, para una pareja; circunscribe el fragmento para que puedan encontrar dónde dice lo que les pide que localicen. 

Una vez que se haya leído con detenimiento la ficha técnica, tal vez al día siguiente, las niñas y los niños pueden completar la ficha que encontrarán en el Anexo (p. 1).1

3. La maestra o el maestro relee y ayuda a sostener la búsqueda de los datos que se necesitan para completar la ficha. 

La o el docente lee para sus estudiantes lo que se solicita en cada punto de la ficha técnica pero, sobre todo, ayuda a sostener el propósito con el que se vuelve al texto una y otra vez. Es decir, ayuda a buscar la información que se solicita sin perderse en el intento. 

En el aula, entre compañeras y compañeros releen en busca de los datos que necesitan anotar. La o el docente orienta la búsqueda de los fragmentos correspondientes y cada niña o niño anota lo mejor que puede. No se trata de copiar pero, si es necesario, las y los estudiantes vuelven al texto para asegurarse, por ejemplo, de los kilómetros por hora que puede llegar a correr el lobo o de lo que dice el texto acerca del peso de la hembra. 

Cuando se trata de tomar ciertas notas de los textos informativos que ya se han leído y comentado entre todas y todos, es necesario ir y volver del texto a menudo para corroborar los datos que se necesitan, para confirmar lo que tal vez el lector recuerda, pero necesita asegurarse antes de escribir. Las y los estudiantes se apropian poco a poco de esta práctica que la o el docente propone y sostiene a lo largo de casi todos los años de la escuela primaria.

Por esa razón, no será necesario subrayar lo imprescindible que resulta para las nenas y los nenes de segundo año la lectura incansable a través del docente de cada una de las páginas en días sucesivos. Una lectura dialogada que permita incorporar comentarios de las pequeñas lectoras y los pequeños lectores o aclaraciones sencillas de la o del docente para aportar alguna información que probablemente se desconoce y para –en algunos casos– ayudar a que localicen ciertos fragmentos y puedan releerlos por sí mismos.

4. La o el docente invita a mirar el mapa en las páginas 4 y 5 e intenta mostrar el sentido de las referencias a partir de la indagación sobre la ubicación de las distintas subespecies de lobos.

Para las niñas pequeñas y los niños pequeños los mapas resultan atractivos. En este caso se podría colgar en el aula un planisferio (de los que suele haber en las escuelas) y la maestra o el maestro señalar para todas y todos la ubicación de algunos de los lobos nombrados en las referencias del mapa que aparece en Lobos

Es posible analizar previamente las imágenes del lobo europeo y del lobo ártico que aparecen en la página 3, observar su color y leer más de una vez –a través del docente– los epígrafes que acompañan cada imagen. Frente al mapa, se puede invitar a buscar en las referencias dónde dice el nombre de estas dos subespecies de lobos que aparecen: el lobo europeo y el lobo ártico.

⚪ LOBO ÁRTICO

  • ¿Encontraron dónde dice LOBO ÁRTICO en las referencias del mapa? Es el primero de todos y tiene un círculo blanco, ¿lo encontraron? Lean con su compañera o compañero a ver si dice LOBO ÁRTICO. 
  • Fíjense en el mapa de las páginas 5 y 6, el LOBO ÁRTICO vive donde el mapa está pintado de blanco, ¿lo encontraron? Esa parte, que en el mapa está pintada de blanco, es el POLO NORTE, todo hielo y lleno de nieve. ¿Saben que como es un lobo tan blanco, los cazadores no lo pueden encontrar en la nieve2

LOBO EUROPEO

🟤 LOBO EUROASIÁTICO

  • En las referencias aparece el LOBO EUROPEO que vemos en la página 3 del fascículo con otro nombre, lo llaman LOBO EUROASIÁTICO y la referencia es un círculo marrón, ¿lo encontraron? El color del círculo indica que el lobo europeo o lobo euroasiático vive en la zona que en el mapa está pintada de marrón3

En la página 2 del anexo se puede encontrar una situación de lectura relacionada con la distribución de algunas subespecies de los canis lupus –los lobos pertenecen a la misma familia de los perros que todas y todos conocemos–. El último lobo de esta actividad del anexo, sin embargo, no aparece en la página 3 sobre la que ya trabajaron las niñas y los niños. 

La o el docente puede volver a remitir a la consulta del índice. En la última página el título dice cánidos de la Argentina: el aguará guazú. 

Leerá junto a sus estudiantes el epígrafe de la imagen de la página 15. Lo hará más de una vez, se irá acercando a las y los estudiantes, releerá el texto o parte de él, y –con su ayuda, circunscribiendo la información si es necesario– solicitará que lean, por ejemplo, donde dice que tiene patas muy largas y cabeza pequeña y, sobre todo, en qué se fijaron para saber que allí lo dice. Es posible –y esperable– que varias y varios estudiantes de segundo ya puedan leer con bastante autonomía. 

Las y los estudiantes tienen que escuchar leer los epígrafes y relacionar, por ejemplo, el color blanco del cuello del lobo europeo con la imagen correspondiente y encontrar –a pedido de la o del docente– dónde dice en el epígrafe que el pelaje es rojizo con blanco en la garganta. Estos conocimientos tienen que ver con el significado del texto, pero también con los indicios que dan las letras. Una niña asegura: “acá, acá dice garganta porque está la de ‘gato’ y son todas ‘a’ .

En el caso del aguará guazú, seguramente ante la imagen y conociendo el contenido del texto del epígrafe podrán identificar el cartel que le corresponde al lobo argentino en la actividad del anexo.

5. La o el docente lee para sus estudiantes, intercambia con ellas y ellos sobre lo leído y se releen fragmentos significativos referidos a las “características físicas” (páginas 6 y 7). En la página 8, docente y estudiantes se detienen a observar, leer y comentar acerca del esqueleto del lobo. 

La lectura del breve texto del inicio y el intercambio a partir de lo leído ayudará a las niñas y los niños a explicarse las razones por las que se dice que “los lobos son cazadores temibles”.

Si la maestra o el maestro abre al intercambio e invita a releer, las niñas y los niños podrán poner en relación ciertas características físicas del lobo con su habilidad para la caza: la rapidez de sus patas, lo agudo de su olfato, la vista durante el día y la noche, el tamaño de sus dientes y la fuerza de sus mandíbulas hacen del lobo un cazador temible.

Si han leído, releído y conversado sobre la información que brinda el texto acerca de las características físicas de los lobos, estarán en condiciones de realizar la propuesta de la página 3 del anexo. Como siempre, la maestra o el maestro lee la pregunta planteada y solicita a sus estudiantes que observen las imágenes, lean los rótulos y piensen entre compañeras y compañeros qué necesitarán escribir para completar los recuadros acerca del olfato, de la visión, de los dientes y la mandíbula, y de la velocidad de la carrera.

La o el docente se acercará a colaborar con cada estudiante según la autonomía que tenga en relación con la lectura y la escritura.

En la página 8 de Lobo, la lectura de los rótulos merece una tarea por parejas o tríos que, con el aporte de cada estudiante, llegarán a leer la mayor parte de los rótulos. Solo después de un rato, la maestra o el maestro pedirá que los grupos intercambien lo que leyeron en cada caso. 

CRÁNEO – COLUMNA VERTEBRAL – COSTILLAS – MANDÍBULA – OMÓPLATO – HÚMERO – FÉMUR – RÓTULA – FALANGES

Es importante aportar alguna información que permita ampliar la comprensión de las alumnas y los alumnos: 

  • Cada una o uno de ustedes, ¿pudo encontrar la COLUMNA VERTEBRAL en el esqueleto? ¿Quién puede –con mucho cuidado y delicadeza– tocar la columna vertebral de la compañera o del compañero? 
  • Levanten la mano derecha y toquen su hombro izquierdo… ¡Están tocando su OMÓPLATO izquierdo! Con la mano izquierda pueden tocar su OMÓPLATO derecho. ¿Encontraron dónde dice OMÓPLATO?
  • Cada una y cada uno puede leer dónde dice CRÁNEO en el esqueleto del lobo y luego tocar su propio cráneo.
  • ¿Encontraron la RÓTULA? Es el otro nombre de la rodilla, ya saben dónde encontrar sus rodillas, ¿no?

En la página 4 del anexo, la primera actividad propone la escritura de los rótulos que corresponden a distintos huesos del esqueleto del lobo. Se trata de una situación de escritura por sí mismos, no es copia4. La producción posibilitará que la maestra o el maestro pueda pedirles que revisen sus escrituras, que comparen en el pequeño grupo si todas y todos escribieron del mismo modo, por ejemplo, mandíbula o cráneo y que corrijan si les faltó alguna letra. 

  • ¿De qué se alimentan los lobos? 

También se solicita que las niñas y los niños expliquen a través de la escritura de qué se alimentan los lobos. Esta situación requiere al menos de tres momentos de preparación. 

  1. Relectura por parte de la o del docente de la información de la página 8, donde se señala al inicio: “Los lobos son depredadores carnívoros”. 

Será necesario promover el intercambio con las y los estudiantes para relacionar esa afirmación con datos ya conocidos. “Comen carne de los animales que ellos mismos cazan”, por eso se los llama carnívoros. “Tienen buen olfato para descubrir a sus presas y atacarlas”.

  1. ¿Cómo se puede explicar de qué se alimentan los lobos a otras chicas y otros chicos que no leyeron Lobos?

En diálogo colectivo se debate con el grupo cómo empezar y qué escribir. Es conveniente anotar en un afiche aquello que se va acordando, a modo de planificación.

Ellas y ellos pueden elegir cómo iniciar sus textos a partir de ideas comentadas durante el intercambio que la o el docente anota y deja a la vista.

POSIBLES MANERAS DE INICIAR EL TEXTO INFORMATIVO

Los lobos se alimentan de la carne de otros animales. 

Los lobos cazan a otros animales y se los devoran en la manada. 
DATOS QUE NO PUEDEN FALTAR (ideas surgidas en el intercambio)

Comen carne de los animales que cazan.

Tienen buen olfato para descubrir a sus presas.
Cazan ciervos, ovejas o cerdos.
  1. Proponerles que cada una o uno escriba de qué se alimentan los lobos. 

En esta instancia, la maestra o el maestro recorre las mesas y relee junto a cada estudiante qué escribió hasta ese momento, le sugiere cómo seguir o relee el afiche para decidir qué falta poner. 

Puede ocurrir que algunas o algunos estudiantes se apresuren a escribir un texto que puede ocupar varios renglones. Otras u otros necesitarán que la o el docente proponga las primeras ideas para empezar. O tal vez haya niñas y niños que recién inicien el texto cuando la maestra o el maestro se siente a su lado, les dicte y les ceda el lápiz con sugerencias de cómo continuar. 

Estas situaciones diferentes se van superando cuando, en el aula, se propone con frecuencia producir textos sobre temas que las y los estudiantes conocen muy bien. 

Una vez concluida la escritura, es posible revisar los textos en grupos de tres estudiantes, mientras las y los demás realizan otra tarea. La o el docente lee alternativamente uno u otro; va sugiriendo, por ejemplo, sacar alguna vez la palabra lobos si está muy reiterada, o les pide que completen una palabra a la que le falta alguna letra (ATACA A SUS PESAS, en lugar de presas, por ejemplo) o propone que agregue algún dato que pueda enriquecer el texto. 

6. La maestra o el maestro pide a una parte de sus estudiantes que lean por sí mismos acerca del comportamiento de los lobos y solicita a las y los demás leer acerca de la reproducción

Las niñas y los niños tienen a la vista los apartados correspondientes de Lobos. 

  • La o el docente lee la totalidad de la información correspondiente al tema con cada grupo y solicita a las y los estudiantes que relean ayudándose mutuamente y analicen muy bien las fotografías para ver si descubren algo que el texto no dice.
  • Una vez que las niñas y los niños comienzan la tarea de relectura –en parejas o tríos– la maestra o el maestro inicia su recorrido. 
  • La o el docente orienta –como en instancias anteriores– para localizar los datos más significativos de cada tema. 

COMPORTAMIENTO

Los lobos se agrupan en manadas de entre 6 y 20 animales, generalmente dirigidas por una pareja dominante que controla la comida y mantiene a la manada unida. 
Los lobos se comunican aullando. Un lobo solitario puede aullar para atraer la atención de su manada.

REPRODUCCIÓN

La temporada de cría de los lobos comienza en el invierno o la primavera temprana. La gestación dura entre 61 y 63 días. La hembra busca un lugar protegido para dar a luz. En cada camada pueden nacer entre 5 y 8 cachorros. 

En cada uno de los grupos, la o el docente propondrá intercambiar sobre lo que se leyó y se acercará a solicitar que lean o relean aquellos datos interesantes que necesitan comunicar al resto de las compañeras y los compañeros. 

Organizará la comunicación para que un trío del grupo comportamiento comente lo que averiguaron acerca de cómo viven y cómo se comunican, y escuchen del grupo reproducción en qué época del año nacen los lobitos y cuántos nacen por camada. 

Para cerrar el tema, pedirá a las y los estudiantes que busquen en la última página del anexo el glosario para averiguar qué significa manada.


1 Para que los chicos lean por sí mismos y produzcan escrituras, pueden fotocopiarse algunas de las páginas del anexo, incluso reduciendo su tamaño en algunos casos.

2 Se sugiere recurrir al glosario, en la última página del anexo. Las niñas y los niños disfrutan mucho de su consulta.

3 Se sugiere a la maestra o el maestro compartir con sus estudiantes estas explicaciones; seguramente algunas y algunos las olvidarán inmediatamente pero siempre tenemos en el aula alguien que se apropia con la explicación.

4 No se trata de una prohibición, si no de intentar que escriban por sí mismos. Una niña o un niño puede consultar un nombre que no recuerda, por supuesto, o preguntarlo a la o el docente. Pero completa autónomamente los rótulos.

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