Lobos. Orientaciones docentes

Propuestas de lectura y escritura a partir de un texto informativo.

Creado: 23 abril, 2025 | Actualizado: 25 de abril, 2025

Índice

Presentación

Lobos. Un fascículo informativo

Leer y escribir textos de información

La ficha técnica

Algunas características distintivas de diferentes lobos

¿De qué se alimentan los lobos?

Leer para compartir la información con otras y otros

Presentación 

Se propone en Lobos la lectura de un texto que no es de ficción. Se habla en él de los verdaderos lobos, de los que siguen habitando diversas regiones del mundo a pesar de que la cantidad de animales ha disminuido desde la época en que los lobos feroces surgieron como protagonistas de los cuentos infantiles. La intervención de la maestra y del maestro en el trabajo con textos informativos –sobre todo en primer ciclo– consiste, del mismo modo que al proponer la lectura de cuentos, en contextualizar el tema, leer para sus estudiantes distintos apartados, promover cada vez el intercambio sobre lo leído, ampliar la información, releer fragmentos significativos e instar a la lectura de los niños por sí mismos, seguros de saber qué dice en la página que tienen ante sus ojos. Las situaciones de escritura se relacionan con lo leído porque de ese modo las chicas y los chicos saben qué escribir.

Es posible acceder al fascículo Lobos en la sección Recursos.

El siguiente cuadro presenta el recorrido propuesto para Lobos.

Lectura a través del docente.
• Lectura del índice e intercambio acerca de la ayuda que presta a las lectoras y los lectores.
• Lectura de las características del animal e intercambio entre estudiantes y docente.
Lectura de los niños por sí mismos.
• Relectura de los fragmentos leídos a través del docente luego del intercambio.
• Lectura con apoyo del docente que ayuda a localizar y releer informaciones específicas sobre el tema.
• Lectura por parejas de fragmentos significativos de cada apartado.
Escribir en relación con la información leída y comentada.
• Completamiento de la ficha técnica del lobo (Anexo).
- Localización y relectura de la información específica.
- Escritura por sí mismos de los datos solicitados en la ficha.
Lectura a través del docente e intercambio entre lectores.
• Características físicas y esqueleto.
Escribir pensando en el sistema de escritura.
• Escritura de rótulos (Anexo. El esqueleto del lobo).
Lectura de los niños por sí mismos.
• Algunas características distintivas de los lobos.
Completar la escritura de epígrafes.
• Completar los epígrafes sobre la capacidad del lobo como cazador.
Lectura a través del docente e intercambio entre lectores.
• El nacimiento de las crías.
• ¿De qué se alimentan los lobos?
Producción de textos.
• Anexo. Qué comen los lobos.
- Planificación compartida con la o el docente.
- Escritura por sí mismos.
Lectura de los niños por sí mismos.
• Un grupo leerá “Comportamiento”.
• Otro grupo leerá “Reproducción”.
• Lectura en voz alta para informar al otro grupo.

Es posible acceder al Anexo en los materiales complementarios.

Lobos. Un fascículo informativo

Las niñas y los niños de segundo año conocen muy bien a los lobos de los cuentos. Son lobos hambrientos que buscan devorar a la protagonista o a los protagonistas de la historia. Es el caso de Caperucita Roja, de Los tres chanchitos o de El lobo y los siete cabritos, entre otros.

Por esa razón, la maestra o el maestro necesitará detenerse para presentar a sus estudiantes el fascículo y conversar con ellas y ellos acerca de sus características. En este caso, no se trata de un cuento, sino que presenta información interesante acerca de estos grandes cazadores: su tamaño, su alimentación, su forma de cuidar a los cachorros y muchos otros temas.

La publicación puede proyectarse en el aula desde el portal Continuemos Estudiando, o bien puede descargarse en un pendrive para luego utilizarse en las computadoras de las escuelas. El propósito es que las y los estudiantes (organizados en grupos) puedan ir y volver en pantalla sobre las informaciones que más llamen su atención, para releer o buscar algún dato que solicite su docente.

Es posible fotocopiar cuatro o cinco ejemplares para que circulen por el aula y den la oportunidad a las niñas y los niños de pasar las páginas y reencontrarse con imágenes, títulos o mapas en los que eligen detenerse y acerca de los cuales pueden intercambiar con la o el docente y también entre ellas o ellos.

La publicación puede proyectarse en el aula desde el portal Continuemos Estudiando, o bien puede descargarse en un pendrive para luego utilizarse en las computadoras de las escuelas. El propósito es que las y los estudiantes (organizados en grupos) puedan ir y volver en pantalla sobre las informaciones que más llamen su atención, para releer o buscar algún dato que solicite su docente.

Es posible fotocopiar cuatro o cinco ejemplares para que circulen por el aula y den la oportunidad a las niñas y los niños de pasar las páginas y reencontrarse con imágenes, títulos o mapas en los que eligen detenerse y acerca de los cuales pueden intercambiar con la o el docente y también entre ellas o ellos.

En la contratapa de este material la o el docente encontrará aspectos para releer e intercambiar con sus estudiantes al presentar el fascículo.

  • Los lobos casi nunca atacan a los seres humanos; pero cuando no consiguen presas para cazar, sienten hambre y atrapan a las ovejas del rebaño de algún pastor o devoran animales de los gallineros o los establos de las granjas cercanas. De allí nació, hace muchos años, la enemistad del hombre con el lobo.
  • ¿Y qué hicieron los hombres, además de perseguir a los lobos con sus armas? ¡Lo convirtieron en el lobo feroz que aparece en los cuentos y en algunas canciones como aquella que casi todas y todos conocen: “Juguemos en el bosque mientras el lobo no está”! 
  • La maestra o el maestro lee los primeros títulos del índice y se detiene en los que le parecen más atractivos para sus estudiantes.

En una primera lectura, algunos de los títulos no resultarán significativos para las y los estudiantes; la maestra o el maestro los lee en diálogo con ellas y ellos –que lo tienen a la vista en pantalla o papel– con la intención de que vayan entendiendo cuál es la utilidad del índice, para qué se usa.

  • Si leen bien el índice van a saber en qué página encontrar el esqueleto del lobo, ¿encontraron dónde dice esqueleto? Fíjense si lo encuentran y si ven en qué página podemos buscar el esqueleto.

Es importante acercarse a las mesas y buscar junto a las chicas y los chicos:

  • ¿Con qué letra empieza esqueleto? ¿Encontraron la palabra lobo?
  • ¿En qué página dice que aparece el esqueleto?

Después, la o el docente da lugar a la exploración del fascículo, ya sea avanzando en la proyección o volviendo las páginas si se dispone en papel e interroga y comenta –en su recorrida por las mesas– de modo de ir poniendo en relación los títulos y el número de páginas con lo que cada página contiene. Por ejemplo:

  • En la página 11 dice reproducción, entonces allí tienen que aparecer los cachorros, los lobitos recién nacidos, fíjense si están.

No es necesario insistir en cada una de las páginas, pues se avanzará en ellas en los días siguientes.

La o el docente volverá al índice en cada clase, por un lado, porque se presentan los títulos en una lista despejada que permitirá que sus estudiantes lean por sí mismos en alguna ocasión. Por otro lado, para que se apropien del empleo del índice.

Leer y escribir textos de información

La ficha técnica

La maestra o el maestro lee la ficha técnica; las y los estudiantes localizan y releen los datos más destacados con su ayuda.

  • Hoy vamos a leer la página 4. ¿Encontraron la página 4 en el índice? Dice Ficha técnica. ¿Qué les parece si vamos a la página y averiguamos de qué se trata esta ficha técnica? Vamos a leer.

La o el docente lee el primer párrafo y seguramente las chicas y los chicos localizarán dónde lo dice. Luego, avanzan punto por punto: orden, familia, tamaño, peso. Los números, la forma en que la información está distribuida en la página (cada párrafo encabezado por una categoría) y los destacados en negrita ayudan mucho a ubicarse en el texto. La o el docente promueve que busquen y lean por sí mismos lo que está indicando mediante intervenciones como las siguientes, anunciadas para todas y todos, pero reiteradas en cada grupo al que se acerca de manera alternada:

  • ¿Vieron que dice que puede llegar a medir 2 metros “desde el hocico hasta la punta de la cola”? A ver dónde lo dice…
  • ¿Encontraron cuántos kilos puede pesar el macho? ¿Vieron que dice que “las hembras suelen pesar menos que los machos”? Busquemos dónde lo dice…
  • Los lobos pueden correr con mucha velocidad cuando persiguen a una presa. ¿Encontraron dónde dice que pueden “alcanzar velocidades de hasta 65 kilómetros por hora”?
  • Fíjense al final de la ficha técnica, en el último renglón: “al correr puede dar saltos de hasta 5 metros de largo”. Quien lo encuentra se lo muestra a su compañera o compañero.

Si las niñas y los niños tienen el texto a la vista, la maestra o el maestro relee el fragmento que se refiere al tamaño o el que habla de la velocidad del lobo; relee varias veces para un grupo, para otro, para una pareja; circunscribe el fragmento para que puedan encontrar dónde dice lo que les pide que localicen.

Una vez que se haya leído con detenimiento la ficha técnica, tal vez al día siguiente, las niñas y los niños pueden completar la ficha que encontrarán en el Anexo (p. 2).1 

  • La maestra o el maestro relee y ayuda a sostener la búsqueda de los datos que se necesitan para completar la ficha.

La maestra o el maestro lee para sus estudiantes qué es lo que se solicita en cada punto de la ficha técnica, pero, sobre todo, ayuda a sostener el propósito con el que se vuelve al texto una y otra vez, es decir, ayuda a buscar la información que se solicita sin perderse en el intento.

En el aula, entre compañeras y compañeros releen en busca de los datos que necesitan anotar. La o el docente orienta la búsqueda de los fragmentos correspondientes. Cada niña o cada niño anota lo mejor que puede; no se trata de copiar, pero si es necesario, vuelve al texto para asegurarse, por ejemplo, de los kilómetros por hora que puede llegar a correr el lobo o qué dice el texto acerca del peso de la hembra.

Cuando se trata de tomar ciertas notas de los textos informativos que ya se han leído y comentado entre todas y todos, es necesario ir y volver del texto a menudo para corroborar los datos que se necesitan, para confirmar lo que tal vez el lector recuerda, pero necesita asegurarse antes de escribir. Las y los estudiantes se apropian poco a poco de esta práctica que las o los docentes proponen y sostienen a lo largo de casi todos los años de la escuela primaria.

Por esa razón, no será necesario subrayar lo imprescindible que resulta para las niñas y los niños de segundo año la lectura incansable por parte de su docente de cada una de las páginas en días sucesivos. Una lectura dialogada que permita incorporar comentarios de las pequeñas lectoras y los pequeños lectores o aclaraciones sencillas de la o del docente, para aportar alguna información que probablemente desconocen y para –en algunos casos– ayudar a que localicen ciertos fragmentos y puedan releerlos por sí mismos.

Algunas características distintivas de diferentes lobos

En la página 3 del Anexo se puede encontrar una situación de lectura relacionada con las características distintivas de diferentes lobos. En los pequeños recuadros se ofrece información referida al pelaje, al tamaño, la localización geográfica y al nombre de la subespecie. La maestra o el maestro podrá realizar diferentes intervenciones focalizadas en el sentido del texto: aquellas características distintivas que se mencionan y que permiten a las lectoras y los lectores establecer relaciones con la información que antes se leyó y se conversó entre todas y todos en la situación de lectura de la ficha técnica. Por ejemplo, la ficha técnica nos anticipa que el pelaje de los lobos es “de distintos colores” y en los recuadros informativos de la página 3 del Anexo informa que determinados lobos tienen pelaje blanco; lo mismo respecto a sus patas, puesto que en la ficha técnica se especifica que los lobos tienen “sus dedos unidos por una membrana” que les permite moverse en diferentes superficies, incluyendo la nieve, tal es el caso del Lobo Ártico. 

  1. Volver al índice

La o el docente puede remitir a las y los estudiantes nuevamente a la consulta del índice. En la página 15 el título dice “Cánidos de la Argentina: el aguará guazú”. Leerá junto a sus estudiantes –como viene haciendo ya– el epígrafe de la imagen de la página 15; lo hará más de una vez, se irá acercando a las y los estudiantes, releerá el texto o parte de él, y –con su ayuda, circunscribiendo la información si es necesario– solicitará que lean, por ejemplo, dónde dice que tiene “patas bastante largas y cabeza pequeña” y, sobre todo, en qué se fijaron para saber que allí lo dice. Es posible –y esperable– que algunas y algunos estudiantes de segundo año ya puedan leer con bastante autonomía.

Las y los estudiantes tienen que escuchar leer los epígrafes; relacionar, por ejemplo, el color blanco del cuello del Lobo Europeo con la imagen correspondiente y encontrar –a pedido de su docente– dónde dice en el epígrafe que el pelaje “generalmente es de color rojizo con blanco en la garganta”. Estos conocimientos tienen que ver con el significado del texto, pero también con los indicios que dan las letras. Una niña asegura: “Acá, acá dice garganta porque está la de ‘gato’ y son todas ‘a’”. 

En el caso del aguará guazú, seguramente ante la imagen y conociendo el contenido del texto del epígrafe, podrán identificar el cartel que le corresponde al lobo argentino en la actividad del Anexo.

  • La o el docente lee para sus estudiantes, intercambia sobre lo leído y relee fragmentos significativos referidos a las características físicas del lobo (páginas 6 y 7). En la página 8 se detiene a observar, leer y comentar acerca de su esqueleto.

La lectura del breve texto inicial y el intercambio a partir de lo leído ayudará a las niñas y los niños a comprender las razones por las que se dice que “los lobos son cazadores temibles”.

Si la maestra o el maestro abre al intercambio e invita a releer, las chicas y los chicos podrán poner en relación ciertas características físicas del lobo con su habilidad para la caza: la rapidez de sus patas, lo agudo de su olfato, la vista durante el día y por la noche, el tamaño de sus dientes y la fuerza de sus mandíbulas hacen del lobo un cazador temible.

Si han leído, releído y conversado sobre la información que brinda el texto acerca de las características físicas de los lobos, estarán en condiciones de realizar la propuesta de la página 4 del Anexo. Como siempre, la maestra o el maestro lee la pregunta planteada y solicita a sus estudiantes que observen las imágenes, lean los rótulos y piensen entre compañeras y compañeros qué necesitarán escribir para completar los recuadros acerca del olfato, de la visión, de sus dientes y su mandíbula y de la velocidad de su carrera.

La o el docente se acercará a colaborar con cada estudiante según su autonomía en relación con la lectura y la escritura.

  • En la página 8 del fascículo, la lectura de los rótulos merece una tarea por parejas o tríos que, con el aporte de cada estudiante, llegarán a leer la mayor parte de los rótulos. Solo después de un rato, la maestra o el maestro pedirá que los grupos intercambien lo que leyeron en cada caso.

Es importante aporar alguna información que permita ampliar la comprensión de las y los estudiantes.

  • Cada una o cada uno de ustedes, ¿pudo encontrar la columna vertebral en el esqueleto? ¿Quién puede con mucho cuidado y delicadeza tocar la columna vertebral de la compañera o del compañero?
  • Levanten su mano derecha y toquen su hombro izquierdo. ¡Están tocando su omóplato izquierdo! Con su mano izquierda puede tocar su omóplato derecho. ¿Encontraron dónde dice “omóplato”?
  • Cada una y cada uno puede leer dónde dice “cráneo” en el esqueleto del lobo y luego tocar su propio cráneo.
  • ¿Encontraron la rótula? Es el otro nombre de la rodilla, ya saben dónde encontrar sus rodillas, ¿no?

En la página 6 del Anexo, la primera actividad propone la escritura de los rótulos que corresponden a distintos huesos del esqueleto del lobo. Se trata de una situación de escritura por sí mismos; no es copia*. La producción dará lugar a la maestra o al maestro a pedirle que revisen sus escrituras, que comparen en el pequeño grupo si todos escribieron del mismo modo, por ejemplo, mandíbula o cráneo y que corrijan si les faltó alguna letra.

No se trata de una prohibición, si no de intentar que escriban por sí mismos. Una niña o un niño puede consultar un nombre que no recuerda, por supuesto, o preguntarlo a la o al docente. Pero completa autónomamente los rótulos.

¿De qué se alimentan los lobos?

Como parte del trabajo propuesto, se solicita que las niñas y los niños expliquen a través de la escritura de qué se alimentan los lobos. Esta situación requiere al menos de tres momentos de preparación.

  1. Relectura por parte de la o del docente de la información de la página 9, donde se señala al inicio: “Los lobos son depredadores carnívoros”.

Será necesario promover el intercambio con las niñas y los niños para relacionar esa afirmación con datos ya conocidos, por ejemplo: “Comen carne de los animales que ellos mismos cazan”, por eso se los llama carnívoros; “Tienen buen olfato para descubrir a sus presas y atacarlas”, “la dentadura de los lobos es formidable”.

  • ¿Cómo podemos explicar de qué se alimentan los lobos a otras chicas y otros chicos que no leyeron el fascículo?

En diálogo colectivo se debate cómo empezar y qué escribir. Es conveniente anotar en un afiche aquello que se va discutiendo, a modo de planificación.

Las niñas y los niños pueden elegir cómo iniciar su texto a partir de ideas comentadas durante el intercambio que la o el docente anota y deja a la vista.


DATOS QUE NO PUEDEN FALTAR
(Ideas surgidas en el intercambio)

Cazan animales: ciervos, ovejas, cerdos.

Excelente olfato.

Dentadura formidable.

POSIBLES MANERA DE INICIAR EL TEXTO INFORMATIVO

Los lobos se alimentan de la carne de otros animales.

Los lobos cazan a otros animales y se los devoran en la manada.
  1. Proponer que cada estudiante escriba de qué se alimentan los lobos.

En esta instancia, la maestra o el maestro recorre las mesas y relee junto a cada estudiante qué escribió hasta ese momento, le sugiere cómo seguir o releen en conjunto el afiche para decidir qué les falta poner.

Habrá estudiantes que se apresurarán a escribir un texto que puede ocupar varios renglones; otras u otros necesitarán que la o el docente les proponga las primeras ideas para empezar; puede ser que haya niñas y niños que recién inicien el texto cuando la o el docente se siente a su lado y escriba lo que le dictan; luego les cede el lápiz, no sin haber sugerido cómo continuar.

Estas situaciones diferentes se van superando cuando en el aula se propone a menudo producir textos sobre temas que las y los estudiantes conocen muy bien.

Una vez concluida la escritura, es posible revisar los textos en grupos de a tres mientras las y los demás realizan otra tarea. La o el docente lee alternativamente el texto de cada estudiante; va sugiriendo, por ejemplo, sacar alguna vez la palabra lobos si está muy reiterada, o pide que completen una palabra a la que le falta alguna letra (ataca a sus pesas, en lugar de presas, por ejemplo) o propone que agregue algún dato que pueda enriquecer el texto.

Leer para compartir la información con otras y otros

La maestra o el maestro pide a una parte de sus estudiantes que lean por sí mismos acerca del comportamiento de los lobos y solicita a las y los demás leer acerca de la reproducción.

Mientras las niñas y los niños tienen a la vista los apartados correspondientes del fascículo (páginas 10, 11 y 12), la o el docente:

  • lee la totalidad de la información correspondiente al tema con cada grupo y solicita que relean ayudándose mutuamente y analicen muy bien las fotografías para ver si descubren algo que el texto no dice;
  • inicia su recorrido una vez que las lectoras y los lectores dan comienzo a la tarea de relectura en parejas o tríos;
  • orienta –como en instancias anteriores– para localizar los datos más significativos de cada tema.

Comportamiento

Los lobos se agrupan en manadas de entre 6 y 20 animales, generalmente dirigida por una pareja dominante que controla la comida y mantiene a la manada unida.

Los lobos se comunican aullando. Un lobo solitario puede aullar para atraer la atención de su manada.

Los lobos solitarios deben evitar los territorios de otros lobos porque una manada puede acosar y matar a los intrusos.

Reproducción

La temporada de cría de los lobos comienza en el invierno o la primavera temprana. La gestación dura entre 61 y 63 días.

La hembra busca un lugar protegido para dar a luz. En cada camada pueden nacer entre 5 y 8 cachorros.

Los lobatos mantienen los ojos cerrados durante 10 o 15 días.

Cuando nacen, los cachorros suelen tener el pelaje más oscuro y los ojos azules que se volverán de color amarillo dorado en las siguientes semanas.

En cada uno de los grupos, la o el docente propondrá intercambiar sobre lo que leyeron y se acercará a solicitar que lean o relean aquellos datos interesantes que necesitan comunicar al resto de las compañeras y los compañeros.

Organizará la comunicación para que un trío del grupo “comportamiento” comente lo que averiguaron acerca de cómo viven y cómo se comunican los lobos y escuchen del grupo “reproducción” en qué época del año nacen los lobeznos y cuántos nacen por camada.

Para cerrar el tema, pedirá a las y los estudiantes que busquen en la última página del Anexo el glosario para buscar y leer qué significa “manada”.


1 Para que los chicos lean por sí mismos y produzcan escrituras, pueden fotocopiar algunas de las páginas del Anexo, incluso reduciendo su tamaño en algunos casos.

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