Los pueblos originarios
Orientaciones para trabajar el 12 de octubre en las aulas y conocer el pasado y el presente de las comunidades originarias.
Creado: 4 octubre, 2022 | Actualizado: 23 de septiembre, 2024
Marco general: 12 de octubre
Día del Respeto a la Diversidad Cultural
Durante el año 1917, bajo la presidencia de Hipólito Yrigoyen, se decretó el 12 de octubre como “fiesta nacional”. En este hecho se buscó destacar el “descubrimiento” del continente americano por parte de Europa. [...]
El 12 de octubre es una fecha que motiva muchos debates, marca la llegada de españoles al territorio americano y, con ella, los enormes cambios que se produjeron en todo el mundo.
Hasta hace unos pocos años, esta fecha se celebraba con el nombre de “Día de la Raza” pero a partir de 2010 se comenzó a hablar de “Día del Respeto a la Diversidad Cultural” con el objetivo de promover la reflexión histórica, la valoración de las diferentes culturas, debatir la igualdad de derechos y el respeto por la diversidad.
Es necesario tener presente lo que sucedió en nuestro territorio –denominado América por los mismos invasores–, recordar lo sucedido, analizar el proceso de conquista y colonización y su impacto sobre las formas de vida de las sociedades indígenas, conocer ese pasado y su relación con el presente.
Los Pueblos de América
Antes de la llegada de los españoles, el territorio hoy conocido como América era habitado por una gran cantidad de pueblos. Algunos, como los mayas, aztecas e incas llegaron a constituir grandes imperios.
Los mayas, por ejemplo, desarrollaron cálculos para medir con exactitud el tiempo y los movimientos de los planetas. También manejaban un sistema de escritura. Se hicieron famosos por las ciudades que construyeron. Chichén Itzá es una de ellas.
CALENDARIO MAYA
Los mayas no tenían un calendario, sino tres, que se complementaban unos con otros formando un sistema que les ayudaba, entre otras cosas, a saber el día de su cumpleaños.
Los incas, por su parte, construyeron una impresionante red de caminos y carreteras en Los Andes, que comunicaban con rapidez los diferentes puntos del imperio. Alrededor del año 1200, comenzaron a expandirse conquistando a los pueblos vecinos para incorporarlos e integrarlos al imperio. Para el año 1460 ya eran el imperio más grande y desarrollado de América. Esta gran civilización llegó a su fin en el año 1532 con la llegada de los españoles.
Desarrollaron técnicas para mejorar la producción y diseñaron sistemas de cultivo y riego para aprovechar adecuadamente el agua y la tierra. Los principales cultivos eran el maíz y la papa, la mandioca, porotos y diversas frutas. En las zonas más cálidas y húmedas de las selvas cultivaban la coca y el tabaco. Tenían llamas, alpacas y se dedicaban a la caza de guanacos y vicuñas.
El concepto de imperio no pertenecía a este lado del continente, territorio Abya Yala (tierra por florecer) que fue nombrada por los europeos como América. El mal llamado imperio incaico fue la gran confederación del Tahuantinsuyo, formada por cuatro suyos o regiones: contisuyo, chinchasuyo, antisuyo y collasuyo. La Nación quechua o incaica practica la espiritualidad ligada a la naturaleza, teniendo como dios supremo a intitayta (Padre sol), luego vienen dioses mayores y menores.
El porqué de su mal llamada expansión fue consecuencia de cristalizar tres principios comunitarios que son el ayni, la minka y el ayllu. También la Nación Aymara o tiawanacota tiene estos principios troncales.
Viracocha es el dios supremo del antiguo Imperio Inca, instalado principalmente en el actual Perú. Según cuenta la leyenda, Viracocha salió de las profundidades del lago Titicaca, con la misión de ordenar el mundo y darle luz a la oscuridad.
Sus dioses estaban asociados con la naturaleza. Las figuras religiosas más importantes eran Viracocha, el Creador, considerado padre y madre de los otros dioses, asociado al agua y al lago Titicaca e Inti, el Sol, cuyo poder y rayos, según creían los incas, alimentaban la tierra y a los seres humanos.
Los aztecas eran un pueblo guerrero, habitaban el norte del actual México. Subsistían mediante la recolección de frutos y la caza de animales. Desarrollaron habilidades militares para defenderse de los otros pueblos.
La ciudad de Tenochtitlán, llegó a ser la más importante del continente americano antes de la llegada de los europeos. El comercio era la principal actividad de la ciudad.
El Estado tuvo una gran fuerza militar con la que los aztecas lograron una expansión territorial.
Moctezuma era el emperador azteca hasta la llegada de los españoles. Como los demás pueblos de América, eran politeístas, es decir, creían en varios dioses. Quetzalcoátl, la serpiente emplumada, era uno de los dioses principales.
A continuación, se sugiere a las y los docentes que propongan a sus estudiantes observar la siguiente imagen de La gran Tenochtitlán, una magnífica obra del pintor mexicano Diego Rivera. Con posterioridad, conversar en torno a las siguientes preguntas:
- ¿Qué relación tiene con la información que brinda el texto?
- ¿Qué actividades están representadas en la pintura?
- ¿Hay otros aspectos de la ciudad que se puedan descubrir a través del mural?
- ¿Se pueden diferenciar distintos grupos sociales?
- ¿Qué es lo que más les llama la atención?
La gran Tenochtitlán. Diego Rivera, 1945. Palacio Nacional, México D.F.
Esta imagen del pintor mexicano Diego Rivera describe la intensa actividad y la riqueza del mercado de Tlatelolco, el más importante de los cinco mercados ubicados en la ciudad de Tenochtitlán.
Para realizar el mural, Rivera utilizó información tomada de cronistas y funcionarios españoles, testimonios de indígenas y mestizos, investigaciones arqueológicas e históricas y realizó su propia reconstrucción de la ciudad.
Para saber más sobre los pueblos originarios y el impacto que la llegada de los europeos produjo en su cultura, se proponen los siguientes videos de Canal Encuentro:
- Especial Día del Respeto a la Diversidad Cultural. Este episodio pertenece a la serie "Especiales Historia de un país Argentina siglo XX. Efemérides".
- Efemérides: Día del Respeto a la Diversidad Cultural. (Este video puede generar consumo de datos móviles)
Los pueblos originarios antes de la llegada de los europeos
Los pueblos que habitaban lo que hoy se conoce como Argentina antes de la conquista europea tenían diversas formas de organización social, económica y política. Algunos practicaban una agricultura muy desarrollada (variaban los cultivos y utilizaban técnicas de riego); otros eran agricultores, pero sostenían una agricultura más simple y menos planificada. Un grupo importante de pueblos eran nómadas y vivían solamente de la caza y de la pesca de animales y de la recolección de frutos.
Los agricultores con técnicas más desarrolladas habitaban el noroeste y el centro del país. Eran pueblos sedentarios que perfeccionaron el sistema de cultivo mediante el riego. También domesticaron la llama (utilizaron su leche, su carne y su cuero) y cazaron guanacos y vicuñas. Entre los pueblos que practicaban una agricultura más compleja podemos nombrar a: los diaguitas, los omaguacas, los atacamas, los comechingones y los huarpes.
Los diaguitas, los atacamas y otros pueblos del noroeste argentino cultivaban en terrazas que les permitían distribuir el agua del riego y obtener variedad de cultivos que intercambiaban entre los diversos pueblos para proveerse mutuamente.
El Pucará de Tilcara, en la actual provincia de Jujuy, es uno de los numerosos poblados de los diaguitas y otros pueblos del noroeste cuyas ruinas perduran hasta nuestros días.
Los guaraníes, los chanaes, los timbúes y los charrúas integraban distintas tribus que habitaban a orillas del Río Paraná. Su sistema de cultivo se adaptaba a la región húmeda en la que vivían. Cultivaban mandiocas dulces, batatas, zapallos, maníes, porotos, ajíes, ananás, tabaco, algodón y algunas hierbas medicinales. Eran cazadores y pescadores.
Los guaraníes producían hermosas piezas de alfarería. Empleaban técnicas para dar color a sus obras, usaban a menudo trazos rojos sobre fondos blancos.
Los grupos dedicados a la caza, a la pesca y a la recolección de frutos aprovechaban los recursos del medio. Eran nómadas, deambulaban por la pampa siguiendo a sus presas. Por eso, sus viviendas eran transportables. Estos grupos de cazadores recolectores habitaron en las planicies del territorio que hoy reconocemos como Argentina –los querandíes–, el Chaco –los guaycurúes– y en la Patagonia –los tehuelches, onas y yámanas–.
Querandíes según la representación de Ulrico Schmidl. Se pueden observar armas y fauna y flora circundante.
Toldo en el que habitaba una familia de patagones, con estructura de palos y cubierto con cuero.
Proponer a las y los estudiantes que traten de ubicar alguno de los pueblos nombrados en el mapa de la Argentina. Leer las referencias para encontrarlos.
Mapa tomado del Portal Educ.ar.
REFERENCIAS:
- agricultores superiores
- agricultores incipientes
- cazadores - recolectores
- Atacamas (a)
- Omaguacas (a)
- Diaguitas (a)
- Lule-Vilelas (c)
- Tonocotes (b)
- Sanavirones (b)
- Comechingones
- Huarpes (a)
- Chiriguanos (a)
- Matacos (a)
- Guaicurúes(c)
- Guaraníes (b)
- Charrúas (c)
- Querandíes (c)
- Tehuelches (c)
- Selk’nam (c)
- Pehuenches (c)
- Yámanas (c)
Los enfrentamientos entre los invasores europeos y las poblaciones originarias fueron diferentes. En algunos casos hubo luchas, en otros no. Frente a algunos pueblos, los conquistadores obtuvieron la victoria rápidamente; frente a otros, solo después de largas guerras.
Las poblaciones aborígenes respondieron de diferentes formas. Algunos pueblos resistieron al invasor, otros se aliaron con los españoles para enfrentar el dominio de imperios como el de los aztecas o el de los incas. Los diaguitas, por ejemplo, resistieron durante casi doscientos años el dominio español.
Sin embargo, todos ellos resisten hasta hoy en defensa de su identidad, de sus costumbres y sus territorios. Una forma de resistencia fue conservar sus costumbres y el culto a sus propios dioses, aun cuando estuviera prohibido.
Los pueblos originarios que habitan actualmente en la Argentina
Proponer a las y los estudiantes leer el siguiente texto:
Algunas razones de la supervivencia y el incremento de pueblos originarios registrados en la actualidad
En el Noroeste, el Litoral y la Patagonia se mantienen vivas antiguas tradiciones, muchos de sus descendientes viven en comunidades que, conservando sus costumbres, se integran al resto de los argentinos. Los collas, en Jujuy, Salta y Catamarca. Tobas, matacos y pilagás, en Formosa y Chaco. Los mocovíes, en el norte de Santa Fe y los guaraníes, en Misiones y norte de Corrientes, entre otros.
Lo primero que puede señalarse es que en algunas provincias que mostraban una ausencia total de indígenas, en este momento existen comunidades que no solo han solicitado la personería jurídica ante el estado nacional, sino que han demostrado conservar pautas de la organización social, prácticas culturales y aún lingüísticas propias y profundos sentidos de pertenencia. En segundo lugar, el primer Censo Indígena Nacional solo tomó en cuenta la población aborigen rural y la que vive en comunidades, sin considerar el volumen creciente de migración de la población aborigen a las ciudades.
En tercer lugar, frente a un discurso oficial que hablaba de los “indios que habitaban el suelo argentino” como una realidad arqueológica, o que auguraba la muerte y desaparición de esos pueblos y sus lenguas y culturas, y a pesar, o quizás justamente a causa de las condiciones de extrema pobreza y exclusión de la mayor parte de los aborígenes de nuestro país, en los últimos años se han multiplicado las acciones, emprendimientos y reclamos de organizaciones y comunidades originarias en distintos lugares del país.
Unanchas no Banderas
Los pueblos originarios no usan el término bandera, sus emblemas se llaman unanchas. Por ejemplo, unancha whiphala.
Los pueblos originarios confirman hoy que son la población fundante de la actual República Argentina, nuestra patria. Su presencia se reafirma en las calles de cualquier ciudad del país, en los reclamos, en los festejos y en la necesidad compartida de integrar una unidad nacional que nos fortalezca para vivir en paz y con el bienestar que merecemos quienes habitamos estas tierras.
Generalmente, se considera a la whipala como el emblema de los pueblos originarios aunque pertenece a los pueblos andinos. Cada uno de los pueblos originarios tiene su propio emblema que lo identifica y representa su cultura. En cada una de ellas se rescata su historia y su visión del mundo.
A todas y todos y a las y los descendientes de inmigrantes de diversos lugares del mundo, por otra parte, nos identifica por igual la Bandera Argentina.
- En esta imagen están representados algunos de los emblemas de los pueblos originarios
Se sugiere ver “Pueblos originarios. Camino a la escuela” (Canal Encuentro) para conocer más sobre su significado. (Este video genera consumo de datos móviles).
Camino a la escuela
Gran cantidad de mujeres y hombres de los pueblos originarios continúan manteniendo sus antiguas tradiciones, muchas y muchos de sus descendientes viven en comunidades que, conservando sus costumbres, se integran al resto de las argentinas y los argentinos. Muchas de ellas y muchos de ellos, por otra parte, se han trasladado a lo largo de los años a otros lugares del país en busca de trabajo y de mejores condiciones de vida.
Por esa razón, las escuelas argentinas, y las de nuestra provincia en particular, están pobladas de voces diferentes, aunque muchas veces las chicas y los chicos no se atrevan a contarlo a sus compañeras y compañeros, y mostrar su orgullo por formar parte de los pueblos originarios. Si prestan atención escucharán que sus escuelas están pobladas de voces diferentes.
En las escuelas de muchas provincias argentinas, donde las comunidades originarias siguen ocupando los territorios que les pertenecen desde hace muchos siglos, las niñas y los niños aprenden a leer y escribir tanto en castellano –la lengua que hablamos todas y todos los argentinos– como en el idioma originario en el que hablan sus madres, padres, abuelas y abuelos –guaraní, quechua, wichi y otros–.
Afiches y pizarrones en wichi y guaraní.
En la escuela cada niña o niño puede saludar a las y los demás en la lengua que se habla en su casa:
- ¡Por fin nos vemos! (en castellano)
- ¡Jajohechapeve! (en guaraní)
- ¡Nähdään kääntämään wichiksi! (en wichi)
- ¡Nähdään aymarassa! (en aimara)
¿Quién de las compañeras y los compañeros saluda en otra lengua?
Imagen de portada: La gran Tenochtitlán. Diego Rivera, 1945. Palacio Nacional, México D.F.