El principio de igualdad
Actividades de Construcción de la Ciudadanía para acompañar y fortalecer las trayectorias educativas según el currículum prioritario definido para el bienio 2020-2021.
Creado: 22 febrero, 2021 | Actualizado: 21 de abril, 2025

PRESENTACIÓN
Durante tres años de la Educación Secundaria, la materia Construcción de Ciudadanía se basa en el desarrollo de proyectos en común con tus compañeras y compañeros. Es importante que los proyectos que se lleven a cabo surjan de temas, problemas o cuestiones que les interesen y que sean orientados por las profesoras y los profesores. Para pensar y acordar proyectos colectivos se hace necesario dialogar, debatir, participar, consensuar.
Esas son algunas características de ser ciudadanas y ciudadanos: vivir en un espacio común, la escuela, el barrio, la ciudad, el país y/o el mundo; reunirse para pensar sobre asuntos comunes, para proyectar a corto o largo plazo, para analizar o intentar resolver cuestiones que nos preocupan como parte de la comunidad.
Ser ciudadana o ciudadano precisa de la construcción colectiva de un espacio de respeto de las personas y de las opiniones de las y los demás, de actitudes como la solidaridad y la responsabilidad. Todas estas normas forman parte de un marco democrático.
Para introducirnos en las nociones de ciudadanía te proponemos desarrollar cuestiones básicas de uno de los principios fundamentales en los que se basa la ciudadanía y que es condición para poder desarrollar proyectos en común: el principio de igualdad. Este principio afirma que todos los seres humanos somos iguales ante la ley y tenemos los mismos derechos y deberes y presupone el principio de no discriminación. También implica reconocer la variedad y diversidad humana como valores que enriquecen el encuentro entre personas. En las siguientes páginas vamos a analizar algunos tópicos que sirvan como introducción a esas temáticas.
Esperamos que puedas disfrutar de esta carpeta y que, cuando te vuelvas a reunir presencialmente con tus compañeras y compañeros y con las profesoras y profesores, el material te sirva para llevar a cabo proyectos sobre cuestiones que les interesen a todas y todos en un marco de respeto, solidaridad y buena convivencia. ¡Bienvenida! ¡Bienvenido!
📚 ✍️ |Actividad introductoria
Leé el siguiente poema en prosa Los ojos de los pobres de Charles Baudelaire y respondé las consignas.
Los ojos de los pobres
¡Ah!, queréis saber por qué hoy os aborrezco. Más fácil os será comprenderlo, sin duda, que a mí explicároslo; porque sois, creo yo, el mejor ejemplo de impermeabilidad femenina que pueda encontrarse.
Juntos pasamos un largo día, que me pareció corto. Nos habíamos hecho la promesa de que todos los pensamientos serían comunes para los dos, y nuestras almas ya no serían en adelante más que una; ensueño que nada tiene de original, después de todo, a no ser que, soñándolo todos los hombres, nunca lo realizó ninguno.
Al anochecer, un poco fatigada, quisisteis sentaros delante de un café nuevo que hacía esquina a un bulevar, nuevo, lleno todavía de cascotes y ostentando ya gloriosamente sus esplendores, sin concluir. Centelleaba el café. El gas mismo desplegaba todo el ardor de un estreno, e iluminaba con todas sus fuerzas los muros cegadores de blancura, los lienzos deslumbradores de los espejos, los oros de las medias cañas y de las cornisas, los pajes de mejillas infladas arrastrados por los perros en traílla, las damas risueñas con el halcón posado en el puño, las ninfas y las diosas que llevaban sobre la cabeza frutas, pasteles y caza; las Hebes y las Ganimedes ofreciendo a brazo tendido el anforilla de jarabe o el obelisco bicolor de los helados con copete: la historia entera de la mitología puesta al servicio de la gula.
Enfrente mismo de nosotros, en el arroyo, estaba plantado un pobre hombre de unos cuarenta años, de faz cansada y barba canosa; llevaba de la mano a un niño, y con el otro brazo sostenía a una criatura débil para andar todavía. Hacía de niñera, y sacaba a sus hijos a tomar el aire del anochecer. Todos harapientos. Las tres caras tenían extraordinaria seriedad, y los seis ojos contemplaban fijamente el café nuevo, con una admiración igual, que los años matizaban de modo diverso.
Los ojos del padre decían: «¡Qué hermoso! ¡Qué hermoso! ¡Parece como si todo el oro del mísero mundo se hubiera colocado en esas paredes!» Los ojos del niño: «¡Qué hermoso!, ¡qué hermoso!; ¡pero es una casa donde sólo puede entrar la gente que no es como nosotros!» Los ojos del más chico estaban fascinados de sobra para expresar cosa distinta de un gozo estúpido y profundo.
Los cancioneros suelen decir que el placer vuelve al alma buena y ablanda los corazones. Por lo que a mí toca, la canción dijo bien aquella tarde. No sólo me había enternecido aquella familia de ojos, sino que me avergonzaba un tanto de nuestros vasos y de nuestras botellas, mayores que nuestra sed. Volvía yo los ojos hacia los vuestros, querido amor mío, para leer en ellos mi pensamiento; me sumergía en vuestros ojos tan bellos y tan extrañamente dulces, en vuestros ojos verdes, habitados por el capricho e inspirados por la Luna, cuando me dijisteis: «¡Esa gente me está siendo insoportable con sus ojos tan abiertos como puertas cocheras! ¿Por qué no pedís al dueño del café que los haga alejarse?»
¡Tan difícil es entenderse, ángel querido, y tan incomunicable el pensamiento, aun entre seres que se quieren!
Poema número 26 de El spleen de París (Los pequeños poemas en prosa). Traducción de Enrique Díez Canedo, 1935.
1. ¿Quiénes rechazan y quiénes son rechazados o despreciados en el relato de Charles Baudelaire? ¿Por qué motivos se los rechaza?
2. ¿Creés que el narrador tiene un comportamiento basado en la igualdad? ¿Y la amada? Justificá tus respuestas.
3. ¿En qué momentos del relato te parece que existen reacciones y acciones violentas? Justificá tus respuestas.
4. Contá una situación similar a la del relato de Baudelaire ubicada en tiempo actual y en un lugar que conozcas. Puede ser real y podés darle otro final.
5. Realizá una ilustración o collage –en el formato que quieras– del relato de Baudelaire.
Igualdad y diferencia
Como en el relato de Charles Baudelaire, las personas no somos todas iguales. Tenemos diverso origen, múltiples culturas, nacionalidades, costumbres y hábitos; distintos colores de piel, de ojos, contextura física; diversos gustos musicales y artísticos; diferentes creencias religiosas, opiniones, orientaciones sexuales e ideologías. Entre las personas existe un sinfín de diversidades. Una persona puede parecerse a otra, pero cada una es única e irrepetible.
Suele afirmarse, sin embargo, que “todas las personas son iguales”. La noción de igualdad entre las personas, como se entiende en la actualidad, comenzó a reconocerse legalmente a fines del siglo XVIII en instrumentos normativos tales como la Declaración del Hombre y del Ciudadano (1789) que en su artículo primero decretaba: “Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos”.
Antes de esa época, las leyes daban a los individuos tratos muy variados, de acuerdo con las condiciones de nacimiento, el género, la etnia a la que pertenecían, su nacionalidad, las capacidades físicas y mentales que poseían, su religión y sus opiniones políticas.
En la Atenas del siglo V, los esclavos, las mujeres y los extranjeros no podían discutir en el ágora o plaza pública los asuntos comunes, ni poseer propiedades, ni participar en el gobierno ni manifestar públicamente sus ideas. Los cristianos fueron perseguidos por sus creencias religiosas en la Roma de los primeros siglos después de Cristo. Durante los siglos XII y XIII la llamada Santa Inquisición condenó a varones y mujeres a la hoguera caracterizándolos como herejes o con ideas contrarias a la fe católica. Los esclavos en la antigüedad, los siervos durante el feudalismo, los indígenas americanos sometidos por los conquistadores españoles y los africanos traídos a América para trabajar como esclavos fueron grupos sociales que no tenían derecho siquiera de disponer de su persona.
A través de diferentes luchas sociales emprendidas contra la servidumbre, la esclavitud, la monarquía y la nobleza hereditaria, entre otras, lentamente los tratamientos desiguales fueron abolidos legalmente. El concepto de igualdad y la idea de que todos los seres humanos nacen libres e iguales aparecen con la modernidad. Sin embargo, las desigualdades persisten. Muchas personas no están en condición de igualdad con respecto al acceso a los bienes económicos y culturales. La igualdad ante la ley no implicó igualdad social para sectores como obreras y obreros, campesinas y campesinos, mujeres, entre otros.
Como lo demuestra el relato de Baudelaire, que las personas sean iguales no significa que sean idénticas o que vivan en las mismas condiciones. El principio de no discriminación se basa en la idea de que todas las personas comparten la misma condición de humanidad, la misma aspiración a ser felices. No hay personas mejores que otras, cada una tiene características propias y una forma de vida que conforma su identidad. Todos los seres humanos son al mismo tiempo iguales y diferentes. Iguales en tanto todos comparten la condición de humanidad y diferentes en cuanto a sus características propias.
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En su Artículo 16, La Constitución Nacional decreta la Igualdad ante la ley: “La Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad”.
✍️📚| Actividades
1. En qué considerás que sos igual y en qué diferente a:
a) tu familia;
b) tu grupo de compañeras, compañeros y/o amigas o amigos;
c) las maestras y los maestros y las profesoras y los profesores.
2. Imaginá un mundo en donde todos los seres humanos piensen lo mismo, les gusten las mismas cosas y sean iguales físicamente.
a) ¿Cuáles serían las ventajas y cuáles las desventajas de ese mundo?
b) ¿Te parece un mundo divertido?
c) ¿Te gustaría un mundo así? Justificá tus respuestas.
3. Leé los siguientes textos y respondé las consignas.
El desencuentro entre el conquistador español y los pueblos originarios
La historia de Occidente ha revelado, en muchos momentos, la incapacidad de aceptar la igualdad y las diferencias de todos los seres humanos. Un caso paradigmático es el autodenominado descubrimiento de América en 1492. El ser humano que se le aparece al europeo es negado. Los habitantes nativos y originarios de América no fueron admitidos como sujetos que tienen los mismos derechos que cualquier ser humano pero que son diferentes.
Los pobladores autóctonos se convirtieron por la invasión, conquista y colonización europeas en salvajes, bárbaros e indios y fueron explotados en mitas, encomiendas y otras formas de esclavitud. La palabra indio identificaba uniformemente, de Alaska a Tierra del Fuego, a quienes se conocían y definían con nombres diferenciados: abipones, calchaquíes, aztecas, matacos, incas, yumbos, matacaso, jíbaros, puelches, quechuas, diagüitas, mapuches, guaraníes, entre otros pueblos. Se les negó la identidad otorgándole una expresión cargada de desprecio: indios. Con argumentos tales como “los indios no tienen alma” se los privó de derechos sometiéndolos a condiciones de trabajo inhumanas.
A su vez, los nativos, tampoco reconocieron a los europeos como seres iguales y diferentes a ellos, sino que, en muchos casos, los confundieron con dioses.
El siguiente relato del escritor uruguayo Eduardo Galeano, narra ese desencuentro:
1492
Guanahaní
Colón
Cae de rodillas, llora, besa el suelo. Avanza, tambaleándose porque lleva más de un mes durmiendo poco o nada, y a golpes de espada derriba unos ramajes.
Después, alza el estandarte. Hincado, ojos al cielo, pronuncia tres veces los nombres de Isabel y Fernando. A su lado, el escribano Rodrigo de Escobedo, hombre de letra lenta, levanta el acta.
Todo pertenece, desde hoy, a esos reyes lejanos: el mar de corales, las arenas, las rocas verdísimas de musgo, los bosques, los papagayos y estos hombres de piel de laurel que no conocen todavía la ropa, la culpa ni el dinero y que contemplan, aturdidos, la escena.
Luis de Torres traduce al hebreo las preguntas de Cristóbal Colón: —¿Conocéis vosotros el Reino del Gran Kahn? ¿De dónde viene el oro que lleváis colgado de las narices y las orejas? Los hombres desnudos lo miran, boquiabiertos, y el intérprete prueba suerte con el idioma caldeo, que algo conoce:
—¿Oro? ¿Templos? ¿Palacios? ¿Rey de reyes? ¿Oro? Y luego intenta la lengua arábiga, lo poco que sabe:
—¿Japón? ¿China? ¿Oro? El intérprete se disculpa ante Colón en la lengua de Castilla. Colón maldice en genovés, y arroja al suelo sus cartas credenciales, escritas en latín y dirigidas al Gran Kahn. Los hombres desnudos asisten a la cólera del forastero de pelo rojo y piel cruda, que viste capa de terciopelo y ropas de mucho lucimiento. Pronto se correrá la voz por las islas:
—¡Vengan a ver a los hombres que llegaron del cielo! ¡Tráiganles de comer y de beber!
Galeano, Eduardo (2015). Memoria del fuego I. Los Nacimientos. Buenos Aires: Siglo XXI Editores.
a) ¿Por qué te parece que entre Colón y los pueblos originarios de América no hay un verdadero encuentro entre seres humanos?
b) ¿Qué buscan Colón y los conquistadores en las nuevas tierras? ¿Cómo perciben a los pobladores?
c) ¿Cómo perciben los pobladores originarios a los recién llegados europeos?
Concepto de discriminación
Discriminar es excluir a una persona, o restringir el goce de alguno de sus derechos, debido a cierta característica, por ejemplo el color de piel, la orientación sexual, las opiniones políticas, la etnia a la que pertenece, la posición económica o por cualquier otra. También es establecer diferencias de trato que sugieran que un grupo de personas (por ejemplo, los blancos, europeos, católicos) es “superior” o “mejor” que otro (por ejemplo, las negras y los negros, las sudamericanas y los sudamericanos, despectivamente llamadas y llamados “sudacas”, o las judías y los judíos).
Sostener la inferioridad de un grupo de personas en relación con otros afecta la dignidad como seres humanos de aquellas consideradas “inferiores” y favorece que esas personas sean objeto de maltratos y abusos.
En las sociedades actuales es frecuente la discriminación a través de la construcción de estereotipos o prejuicios. Un prejuicio, como su nombre lo indica, es un “juicio previo”, una opinión que se emite por anticipado, sin conocimiento, reflexión o fundamento. Emitir un prejuicio es hablar u opinar sobre algo o alguien sin tener información suficiente y adecuada. Por ejemplo, si una persona dice: “no conozco a Juan, pero seguro que es haragán y poco estudioso como toda su familia”, está emitiendo un prejuicio. Muchos prejuicios se repiten de manera tan sistemática que la sociedad o sectores de ella terminan asumiéndolos como verdades.
Los prejuicios suelen provenir de los estereotipos. Un estereotipo es una generalización de los rasgos típicos que supuestamente caracterizan a un grupo de personas en su aspecto físico, mentalidad o comportamiento. Ese conjunto de rasgos considerados “típicos” restringe, mutila y deforma la realidad. Por ejemplo, decir que “los alemanes son serios y aburridos”, que “los irlandeses son alcohólicos”, que “los santiagüeños son perezosos”, que “los judíos son avaros”, que “los negros tienen olor fuerte” o que “las mujeres son el sexo débil” es establecer estereotipos de esos grupos. La lista de estereotipos puede continuarse indefinidamente en relación con las y los indígenas, las y los pobres, las argentinas y los argentinos, las y los homosexuales o cualquier grupo humano.
Los ejemplos mencionados hasta aquí son estereotipos negativos. Pero también existen estereotipos positivos como “los japoneses son trabajadores y metódicos”, “los alemanes son muy ordenados” o “los hombres son fuertes”.
El estereotipo, negativo o positivo, siempre es falso en la medida en que establece generalizaciones y reduce a las personas o grupos a una “caricatura” y, de esta manera, empobrece y distorsiona la realidad.
La discriminación por prejuicio o por estereotipo es una de las más recurrentes en la vida cotidiana. Así, por ejemplo, la frase “a los villeros les gusta vivir en la miseria” es una generalización prejuiciosa y estereotipada, que implica emitir una opinión sin conocimiento ni fundamento. Este tipo de generalizaciones no toma en cuenta la situación de cada persona ni las condiciones sociales, económicas y culturales que construyen las desigualdades y las exclusiones.
* Definición de discriminación según Naciones Unidas
El Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (órgano que vigila el cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos) definió la discriminación como “toda distinción, exclusión, restricción o preferencia que se basen en determinados motivos, como la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional o social, la posición económica, el nacimiento o cualquier otra condición social, y que tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales de todas las personas”.
Comité de Derechos Humanos, Observación General 18, No discriminación, 10/11/89, CCPR/C/37.
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✍️| Actividades
Respondé las siguientes consignas: 1. ¿Qué estereotipos y qué prejuicios conocés? Describí algunos ejemplos.
2. Relatá y describí un ejemplo de estereotipo y otro de discriminación extraído de noticias periodísticas o televisivas, situaciones históricas o contemporáneas.
3. Leé la letra de la siguiente canción escrita por Raúl Goldin en 1990 e interpretada por el cantante Juan Carlos Baglietto.
La bruja y el ogro
Ella era una bruja fatal
su hermosura y su soledad
caminaba en la niebla sin ver
que un ogro muy triste la seguía.
Este amigo tarareaba una canción
y la bruja ocultaba su emoción.
En los cuentos de hadas
las brujas son malas
y en los cuentos de brujas
las hadas son feas
así decía la canción
que el ogro cantaba.
En el bosque, un día de sol
se encontraron frente a frente los dos
le clavó su mirada
la bruja malvada
para ver si podía
con su magia ahuyentarlo
pero el ogro sonriendo y cantando
el hechizo rompió.
La tomó de la mano
las lechuzas callaron
se miraron un rato largo
y el ogro y la bruja se amaron
bajo el sol.
¡No hay mejor brujería
que el amor!
a) ¿Qué estereotipos o prejuicios aparecen en la canción y cómo se superan?
b) Inventá una canción o cuento infantil en donde, al contrario de lo que suele suceder en los relatos tradicionales, las brujas sean buenas. Podés hacerlo en formato historieta o ilustrar el relato. También podés contar la versión de un cuento infantil a través del considerado villano (como el lobo en Caperucita roja o el ogro) para mostrar su punto de vista y demostrar que fue víctima de prejuicios, estereotipos y discriminación.
Motivos prohibidos
Nadie puede ser discriminada o discriminado, maltratada o maltratado por motivo alguno. Los tratados de derechos humanos suelen, sin embargo, enumerar un conjunto de motivos (denominados “motivos prohibidos”) y dejar abierta la posibilidad de que exista discriminación por otras causas.
• Discriminación por género: cuando se dificulta el acceso a un derecho o se lo limita por ser mujer o varón. Particularmente en las sociedades occidentales, las mujeres han sido históricamente relegadas de derechos civiles, políticos y sociales en un marco de un paradigma patriarcal de dominación masculina. La discriminación de la mujer tiene su origen en los roles que tradicionalmente fueron adjudicados a varones y mujeres en la sociedad. Subsiste el prejuicio de que el rol de la mujer es permanecer en la casa y criar a las hijas y a los hijos, mientras que el del varón es salir a trabajar y procurar el sustento familiar y ocupar espacios de poder. Esta relación asimétrica suele producir situaciones de violencia de género que adoptan la forma de insultos, maltratos físicos y asesinatos que se denominan feminicidios.
• Discriminación por etnia o cultural: el acto o práctica discriminatoria se dirige al modo de vida de un pueblo o comunidad, la pertenencia a una determinada etnia. Los pueblos originarios suelen padecer este tipo de discriminación.
• Discriminación por diversidad sexual o diversidad de género: en función de los modos de la “normalización” sociocultural de la identidad sexual, se impuso en las sociedades occidentales una concepción de la heterosexualidad como la más legítima cuando en realidad debe entenderse como una variante más dentro de sexualidades diversas y diferentes orientaciones sexuales e identidades de género existentes. Se denomina “homofobia” a la actitud hostil hacia las personas homosexuales, varones, mujeres, travestis o trans. La homofobia adjudica, de manera arbitraria a las personas homosexuales o identidades trans como “inferiores” o “anormales”. Dentro de la homofobia se especifican las situaciones de lesofobia y transfobia para referirse a los sentimientos de agresión u odio hacia lesbianas, travestis o trans. Las posturas homofóbicas, lesbofóbicas y transfóbicas no solo favorecen la intolerancia sino que incitan también a la violencia. Las personas LGTBI (lesbianas, gays, travestis, transexuales, bisexuales e intersex) tienen el derecho no solo a no ser discriminadas sino a acceder a la plena inclusión.
• Discriminación por nacionalidad: el acto discriminatorio se realiza en virtud del carácter de extranjero, la condición de migrante de la persona o su procedencia de un país determinado. Por esta condición son frecuentes las víctimas de actos discriminatorios, maltratos y abusos. El odio o actitud hostil hacia las personas extranjeras se denomina xenofobia.
• Discriminación por el color de piel: la persona es discriminada o maltratada por el color de su tez –negra, amarilla, pelirroja o blanca–.
Los prejuicios socio históricos en virtud del origen racial o étnico de determinados grupos, favorece que las personas pertenecientes a esos grupos sean objeto de discriminación, tanto por parte del Estado como de los particulares. Este tipo de prácticas, denominadas “racistas”, se manifiesta en agresiones físicas o verbales; en exclusiones abiertas o encubiertas para, por ejemplo, ocupar cargos públicos; en la negación del acceso a los servicios sociales (hospitales, escuelas); en la no investigación de los casos de violencia xenófoba; la negación del acceso al empleo; la duración excesiva y burocrática de los trámites estatales para la obtención de la residencia o asilo en el país; en abusos policiales; en la trata y tráfico de inmigrantes (especialmente de mujeres); en detenciones arbitrarias por “portación de cara”, entre muchas otras manifestaciones.
• Discriminación por opinión política: los actos discriminatorios se producen en virtud del pensamiento, opinión política o ideología de las personas.
• Discriminación por la creencia religiosa: la persona es objeto de un trato discriminatorio por sostener un culto determinado -católico, judío, islámico, budista, entre otras-. La actitud, el pensamiento o las acciones hostiles, de rechazo o de odio hacia las personas de origen judío, frecuente en las sociedades occidentales, se denomina antisemitismo.
• Discriminación por el idioma: el acto discriminatorio encuentra su fundamento en el idioma que habla la persona.
• Discriminación por la posición económica: la persona o comunidad es tratada arbitrariamente, en forma diferente, por su condición de pobre o su condición de rico. Generalmente las personas que se encuentran en estado de pobreza además de sufrir carencias económicas y falta de oportunidades, como ser el acceso a educación, salud y trabajo digno, también deben hacer frente a la discriminación social que al estigmatizar y criminalizar la pobreza limita aún más sus posibilidades de desarrollo e inclusión social.
• Discriminación por aspecto físico en lo que hace a la creación y/o difusión de estereotipos por características reales o imaginarias, sean estas positivas o negativas y se vinculen a particularidades innatas o adquiridas. Caracterización de un solo modelo de belleza que resulta opresivo, se burla y discrimina a quienes no se ajustan a ese modelo arbitrario, lo que genera una desigualdad de oportunidades de acceso al trabajo.
• Otros motivos que pueden dar lugar a tratos discriminatorios son: la situación de discapacidad, la pertenencia a cierto grupo o corriente de pensamiento (ser hippie, rockero, punk), cualquier otra especificidad de las prácticas sociales discriminatorias, no contempladas en ninguna de las áreas anteriores, que incluye a personas privadas de la libertad, liberados, veteranos de guerra de Malvinas, personas con VIH/SIDA, vecinas o vecinos de poblaciones aisladas, entre otras varias.
✍️ | Actividades
1. Leé la siguiente obra de teatro breve de Harold Pinter y contestá las consignas.
La parada de colectivo
(Una fila de gente en una parada de colectivo. Una Mujer a la cabeza de la fila, seguida de un Hombre bajo vestido con un piloto de lluvia, otras dos Mujeres y un Hombre)
Mujer (al Hombre bajo): Perdone, ¿cómo dijo?
(Pausa)
Lo único que le pregunté fue si acá paraba el colectivo a Shepherds Bush.
(Pausa)
Nadie le pidió que empezara a hacer insinuaciones.
(Pausa)
¿Quién se cree que es?
(Pausa)
Ahá. Conozco a los de su clase, conozco ese tipo. No se haga problema, ya me sé todo sobre la gente como usted.
(Pausa)
Todos nos damos cuenta de dónde viene. A ustedes se los llevan en cana a cada rato.
(Pausa)
Lo único que tengo que hacer es ir y reportarlo y se va a ver paradito en el puerto en menos que canta un gallo. Uno de mis mejores amigos es policía de civil.
(Pausa)
Ya sé todo esto. Ahí parado como si nada, un lobo con piel de cordero. Encontrárselo en un callejón oscuro sí que sería.... otra historia. (A los demás que miran el vacío.) Escucharon lo que me dijo este hombre. Lo único que le pregunté es si acá paraba el colectivo a Shepherds Bush. (A él.) Tengo testigos, no se haga ningún problema.
(Pausa)
Impertinencia.
(Pausa)
Hacele una pregunta civilizada a un hombre y te trata como una moneda de tres peniques. (A él.) Tengo mejores cosas que hacer, querido, se lo aseguro. No me voy a quedar acá parada mientras me insultan en público en la vereda. Cualquiera se da cuenta de que es extranjero. Yo nací acá a la vuelta de la esquina. Cualquiera se da cuenta de que llegó del campo buscando un poco de parranda. Conozco a los de su clase.
(Pausa)
(Se dirige a una Señora)
Disculpe, señora. Estoy pensando en llevar a este hombre a la corte del magistrado, usted lo escuchó hacer eso, ¿le gustaría salir de testigo?
(La Señora se baja del cordón hacia la calle.)
Señora: Taxi...
(Desaparece)
Mujer: Ya sabemos qué tipo de mujer es. (Vuelve a su puesto.) Yo estaba primera en la cola.
(Pausa)
A la vuelta de la esquina, nací. Nací y me crié. Esta gente de campo no tiene la menor idea de cómo comportarse. Peruanos. Estás de suerte que no te llevo a juicio. Hacés una pregunta directa y simple... (Los demás súbitamente lanzan sus brazos hacia un colectivo que pasa. Salen corriendo por la izquierda detrás de él. La Mujer, sola, aprieta los dientes y musita. Entra un hombre por la derecha, se detiene en la parada y espera. Ella lo mira por el rabillo del ojo. A la larga le habla tímida, dubitativamente, esbozando una leve sonrisa.) Disculpe. ¿Sabe si acá para el colectivo que va... a Marble Arch?
Pinter, Harold (2005). El amante | Escuela nocturna | Sketches de revista. “La parada de colectivo”, en Sketches de revista. Buenos Aires: Editorial Losada S.A.
a) Seleccioná y marcá en el texto frases o momentos en los cuáles encuentres expresiones prejuiciosas y actitudes discriminatorias. Justificá a continuación tus anotaciones.
b) ¿A quiénes se discrimina y con qué motivos prohibidos?
c) Realizá un monólogo o diálogo similar al de Harold Pinter que represente una escena de discriminación en una parada de colectivo, en un negocio o en un consultorio médico. Podés grabarlo, escribirlo o hacer una historieta.
¿Cómo reconocer prácticas sociales discriminatorias?
Hay muchos tipos de prácticas sociales discriminatorias. Según el Inadi, podemos identificar, a modo de ejemplo, cualquiera de las siguientes acciones:
“a) Crear y/o colaborar en la difusión de estereotipos de cualquier grupo humano por características reales o imaginarias, sean éstas del tipo que fueren, sean éstas positivas o negativas y se vinculen a características innatas o adquiridas;
b) Hostigar, maltratar, aislar, agredir, segregar, excluir y/o marginar a cualquier miembro de un grupo humano del tipo que fuere por su carácter de miembro de dicho grupo;
c) Establecer cualquier distinción legal, económica, laboral, de libertad de movimiento o acceso a determinados ámbitos o en la prestación de servicios sanitarios y/o educativos a un miembro de un grupo humano del tipo que fuere, con el efecto o propósito de impedir o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos o libertades fundamentales.”
Inadi. (2005, 1ra edición). Hacia un plan nacional contra la discriminación: la discriminación en Argentina. Buenos Aires: Inadi.
Los tratos diferenciales
Todas las personas deben gozar de los derechos en condiciones de igualdad. Esto no significa, sin embargo, que deben ser tratadas de la misma manera en cualquier circunstancia. En determinadas situaciones, el trato diferencial es un deber irrenunciable del Estado.
La no discriminación basada en la igualdad implica que las personas deben ser tratadas iguales cuando se encuentran en idénticas circunstancias, pero deben recibir un trato diferencial cuando las situaciones son distintas.
Existen en la sociedad grupos de personas que se encuentran en una situación más desventajosa que otros, debido, por ejemplo, a su condición económica, su edad, porque tienen alguna discapacidad, entre otros motivos. Esas personas tienen mayores dificultades para ejercer sus derechos. El derecho internacional de los derechos humanos denomina a estos sectores “grupos en situación de vulnerabilidad social” y exige al Estado el cumplimiento de deberes específicos con el objetivo de compensar las desigualdades dentro de la sociedad. En consecuencia, el Estado debe adoptar medidas para equilibrar la desigualdad de hecho que viven esos grupos, porque solo así podrán ejercer sus derechos en pie de igualdad con el resto de la población. Existen tratos y políticas de cuidado diferenciales contemplados por las normas de derechos humanos, como las medidas de protección a favor de los niños, los ancianos, las mujeres, las mujeres embarazadas, las personas con enfermedades y los discapacitados.
Además de la obligación general de adoptar medidas específicas en favor de los grupos en situación de vulnerabilidad social, el derecho internacional de los derechos humanos desarrolló diversos instrumentos y creó órganos específicos destinados a reforzar la tutela que reciben estos grupos.
Discriminación activa y discriminación pasiva
A su vez esos grupos en situación de vulnerabilidad social son a menudo objeto de discriminaciones tanto activas como pasivas. La discriminación activa se da cuando las leyes o el ordenamiento jurídico brindan un trato desigual a lo que es igual, consolidando una forma de discriminación. Ejemplo de ello sería el hecho de que muchos discapacitados o enfermos no tienen asegurada igualdad de oportunidades con las demás personas en el acceso a un empleo.
La discriminación pasiva se manifiesta por la ausencia de normas, acciones o actitudes que aseguren un trato diferente a lo que es diferente. Por ejemplo, algunos edificios no tienen ascensores, muchas veredas no tienen rampas que posibiliten el acceso de una persona que debe trasladarse en silla de ruedas entre otras características. Estas situaciones implican discriminación para las personas discapacitadas. Muchas veces, en el seno de la misma familia, la discapacidad es ocultada o negada como si se fuera algo de lo que avergonzarse.
Los sentimientos de lástima y compasión también pueden ser formas de discriminar, ya que implican cierto grado de descalificación de la persona con discapacidad, edad e incluso algún nivel de agresión. Existen situaciones en las cuales la discapacidad es utilizada como mote de insulto en las conversaciones cotidianas. Ejemplo: “No me ves ¿acaso estás ciego?”, se suele decir a un desconocido que nos choca en la calle. “¿Estás paralítico que caminas tan lento?”. Ambas expresiones connotan discriminación.
Las personas que viven con discapacidades deben soportar discriminaciones provenientes tanto de las leyes como de prácticas cotidianas. Por ejemplo, las dificultades que tienen para estudiar, la falta de adecuación de la infraestructura edilicia y de transporte que les impide acceder a una enorme cantidad de servicios sociales y actividades culturales, la falta de acceso al empleo por no respetar los cupos laborales para discapacitados previstos en algunas leyes, entre otros.
✍️ | Actividades
1. Explicá por qué cada una de las siguientes actitudes o frases encubren acciones prejuiciosas o situaciones de discriminación y cuáles son los motivos.
• Asumo que una persona es extranjera por su apariencia física y le pido que me enseñe palabras en el que considero su idioma nativo.
• "No soy homofóbico, tengo varios amigos gays".
• "Todos pueden tener éxito en esta sociedad si trabajan lo suficiente".
• Le pido a un grupo de personas que hablan guaraní que no hagan tanto ruido.
• Entro en un negocio, veo a una persona de tez oscura y asumo que es un empleado.
• Veo a alguien de tez oscura y cruzo de calle por temor a que me robe.
2. Mencioná ejemplos concretos de los siguientes conceptos:
- Discriminación pasiva.
- Derecho al trato diferencial.
Estereotipos y discriminación en la publicidad
Las publicidades suelen reproducir estereotipos y prejuicios que dan lugar a situaciones de discriminación. Así, en las publicidades generalmente las mujeres están en la cocina, haciendo las tareas de la casa y los varones en los espacios públicos. Difícilmente aparezca una mujer caracterizada como jefa en una oficina o conduciendo vehículos para vender automóviles o en un taller. Otra forma de discriminación es siguiendo cánones o criterios de belleza establecidos o invisibilizando ciertos grupos como si no existieran o fueran vergonzantes para la sociedad como discapacitados o personas mayores.
✍️ 🔍 | Actividades
1. Mirá atentamente la siguiente publicidad y señalá qué estereotipos, prejuicios y situaciones de discriminación contiene.
Afiche publicitario de LA CASERA®
2. Buscá en diarios y revistas, o en otros medios si es que tenés acceso (televisión, internet, etc.), una publicidad que contenga una situación discriminatoria. Describila o pegala a continuación y señalá en qué consiste la discriminación.
3. Inventá una publicidad de cualquier producto –en el formato que quieras– que se burle y/o supere estereotipos o pueda ser pensada como una forma de denunciar o resistir a algunos motivos de discriminación. Un ejemplo de esto sería una publicidad de juguetes que decide mostrar que tanto varones como mujeres pueden jugar a las muñecas, posicionándose de ese modo contra el sexismo y los estereotipos de género.
Una situación de discriminación en los espacios escolares: el acoso
El acoso escolar (también conocido como hostigamiento escolar o bullying) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre estudiantes de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Se trata de conductas que tienen que ver con la intimidación, tiranización, aislamiento, amenazas e insultos sobre una víctima o víctimas señaladas. Las conductas más comunes pueden ser el golpear a otras compañeras u otros compañeros de clase, hacer burlas, dejar a alguien fuera del grupo, el acoso por internet llamado hostigamiento cibernético, el acoso telefónico o a través de mensajes.
Estas situaciones son desagradables para las chicas y los chicos que las sufren y en muchas oportunidades son vividas en silencio y soledad. En algunos casos es solo una o un estudiante quien realiza el acoso, pero la mayoría de las veces se trata de un grupo, lo cual hace que a la o las víctimas les sea más difícil hacer algo al respecto.
Tipos de acoso escolar
Existen diferentes tipos de acoso escolar y por supuesto pueden presentarse en forma simultánea:
• Físico: patadas, agresiones con objetos, empujones.
• Verbal: insultos y burlas principalmente, menosprecios en público, resaltar defectos físicos o diferencias.
• Psicológico: atentan contra la autoestima y el desarrollo psíquico.
• Social: aislamiento del resto del grupo y compañeros.
Cuando hablamos de acoso escolar, deben estar presentes las siguientes características:
• existir una víctima atacada por un par o un grupo de pares;
• presentarse desigualdad de poder entre el más fuerte y el más débil;
• darse una situación de indefensión para la víctima (no necesariamente física);
• existencia de una acción agresiva repetida, durante un período largo de tiempo y de forma recurrente.
El hostigamiento puede ser diferente según las edades, el género, el entorno, la condición socioeconómica y la reacción de los demás.
📚 ✍️ | Actividades
1. Leé el siguiente cuento de Abelardo Castillo y respondé las consignas.
El Marica
Escuchame, César: yo no sé por dónde andarás ahora, pero cómo me gustaría que leyeras esto. Sí. Porque hay cosas, palabras, que uno lleva mordidas adentro, y las lleva toda la vida. Pero una noche siente que debe escribirlas, decírselas a alguien porque si no las dice van a seguir ahí, doliendo, clavadas para siempre en la vergüenza. Y entonces yo siento que tengo que decírtelo. Escuchame.
Vos eras raro. Uno de esos pibes que no pueden orinar si hay otro en el baño. En la laguna, me acuerdo, nunca te desnudabas delante de nosotros. A ellos les daba risa, y a mí también, claro; pero yo decía que te dejaran, que cada uno es como es. Y vos eras raro. Cuando entraste a primer año, venías de un colegio de curas; San Pedro debió de parecerte, no sé, algo así como Brobdignac. No te gustaba trepar a los árboles, ni romper faroles a cascotazos, ni correr carreras hacia abajo entre los matorrales de la barranca. Ya no recuerdo cómo fue. Cuando uno es chico, encuentra cualquier motivo para querer a la gente. Solo recuerdo que de pronto éramos amigos y que siempre andábamos juntos. Una mañana hasta me llevaste a misa. Al pasar frente al café, el colorado Martínez dijo con voz de flauta: “Adiós, los novios”. A vos se te puso la cara como fuego. Y yo me di vuelta, puteándolo, y le pegué tan tremendo sopapo, de revés, en los dientes, que me lastimé la mano. Después, vos me la querías vendar. Me mirabas.
–Te lastimaste por mí, Abelardo.
Cuando hablaste sentí frío en la espalda: yo tenía mi mano entre las tuyas y tus manos eran blancas, delgadas. No sé. Demasiado blancas, demasiado delgadas.
–Soltame –dije.
A lo mejor no eran tus manos, a lo mejor era todo: tus manos y tus gestos y tu manera de moverte, de hablar. Yo ahora pienso que antes también lo entendía, y alguna vez lo dije: dije que todo eso no significaba nada, que son cuestiones de educación, de andar siempre entre mujeres, entre curas. Pero ellos se reían y uno también, César, acaba riéndose. Acaba por reírse de macho que es. Y pasa el tiempo y una noche cualquiera es necesario recordar, decirlo todo.
Fuimos inseparables. Hasta el día en que pasó aquello yo te quise de verdad. Oscura e inexplicablemente como quieren los que todavía están limpios. Me gustaba ayudarte. A la salida del colegio íbamos a tu casa y yo te enseñaba las cosas que no comprendías. Hablábamos. Entonces era fácil contarte, escuchar todo lo que a los otros se les calla. A veces me mirabas con una especie de perplejidad, con una mirada rara; la misma mirada, acaso, con la que yo no me atrevía a mirarte. Una tarde me dijiste:
–Sabés, te admiro.
No pude aguantar tus ojos; mirabas de frente, como los chicos y decías las cosas del mismo modo. Eso era.
–Es un marica.
–Déjense de macanas. Qué va a ser marica.
–Por algo lo cuidás tanto...
Y se reían. Y entonces daban ganas de decir que todos nosotros, juntos, no valíamos la mitad de lo que valía él, de lo que valías, pero en aquel tiempo la palabra era difícil, y la risa fácil. Y uno también acepta –uno también elige–, acaba por enroñarse, quiere la brutalidad de esa noche, cuando vino el negro y dijo me pasaron un dato. Me pasaron un dato, dijo, que por las quintas hay una gorda que cobra cinco pesos, vamos y de paso lo hacemos debutar al machón, al César. Y yo dije macanudo.
–César, esta noche vamos a dar una vuelta con los muchachos. Quiero que vengas.
–¿Con los muchachos?...
–Sí. Qué tiene.
–Y bueno, vamos.
Porque no solo dije macanudo, sino que te llevé engañado. Y fuimos. Y vos te diste cuenta de todo cuando llegamos al rancho. La luna enorme, me acuerdo: alta entre los árboles.
–Abelardo, vos lo sabías.
–Callate y entrá.
–¡Lo sabías!
–Entrá, te digo.
El marido de la gorda, grandote como la puerta, nos miraba socarronamente. Dijo que eran cinco pesos. Cinco pesos por cabeza, pibes: siete por cinco treinta y cinco. Verle la cara a Dios, había dicho el negro. De la pieza salió un chico, tendría cuatro o cinco años. Moqueando, se pasaba el revés de la mano por la boca. Nunca me voy a olvidar de aquel gesto. Sus piecitos desnudos eran del mismo color que el piso de tierra.
El negro hizo punta. Yo sentía una cosa, una pelota en el estómago. No me atrevía a mirarte. Los demás hacían chistes brutales. Desacostumbradamente brutales, en voz de secreto. Estaban,todos estábamos asustados como locos. A Roberto le tembló el fósforo cuando me dio fuego.
–Debe estar sucia.
Después, el negro salió de la pieza y venía sonriendo. Triunfador. Abrochándose.
Nos guiñó un ojo.
–Pasa vos, Cacho.
–No, yo no. Yo, después.
Entró el colorado, después Roberto. Y cuando salían, salían distintos. Salían no sé, salían hombres. Sí, esa era la impresión que yo tenía. Después entré yo. Y cuando salí, vos no estabas.
–¿Dónde está César?
No recuerdo si grité, pero quise gritar. Alguien me había contestado: disparó. Y el ademán –un ademán que pudo ser idéntico al del negro– se me heló en la punta de los dedos, en la cara, me lo borró el viento del patio, porque de pronto yo estaba fuera del rancho.
–Vos también te asustaste, pibe.
Tomando mate contra un árbol vi al marido de la gorda; el chico jugaba entre sus piernas.
–Qué me voy a asustar. Busco al otro, al que se fue.
–Agarró pa ayá –con la misma mano que sostenía la pava, señaló el sitio. Y el chico sonreía. El chico también dijo pa ayá.
Te alcancé frente al Matadero Viejo; quedaste arrinconado contra un cerco. Me mirabas. Siempre me mirabas.
–Lo sabías.
–Volvé.
–No puedo, Abelardo, te juro que no puedo.
–Volvé, ¡animal!
–Por Dios que no puedo.
–Volvé o te llevo a patadas en el culo.
La luna grande, no me olvido, blanquísima luna de verano entre los árboles y tu cara de tristeza o de vergüenza, tu cara de pedirme perdón, a mí, tu hermosa cara iluminada, desfigurándose de pronto. Me ardía la mano. Pero había que golpear, lastimar, ensuciarte para olvidarme de aquella cosa, como una arcada, que me estaba atragantando.
–Bruto –dijiste–. Bruto de porquería. Te odio. Sos igual, sos peor que los otros.
Te llevaste la mano a la boca, igual que el chico cuando salía de la pieza. No te defendiste. Cuando te ibas, todavía alcancé a decir:
–Maricón. Maricón de mierda.
Y después lo grité.
Escuchame, César. Es necesario que leas esto. Porque hay cosas que uno lleva mordidas, trampeadas en la vergüenza toda la vida, hay cosas por las que uno, a solas, se escupe la cara en el espejo. Pero de golpe, un día, necesita decirlas, confesárselas a alguien.
Escuchame.
Aquella noche, al salir de la pieza de la gorda, yo le pedí, por favor, que no se lo vaya a contar a los otros.
Porque aquella noche yo no pude. Yo tampoco pude.
Castillo, Abelardo (1993). “El marica” en Las otras puertas. Los mundos reales I. Buenos Aires, Emecé.
a) ¿Por qué motivos te parece que discriminan a César? ¿Con qué principio/s de no discriminación puede estar relacionado? ¿Qué te parece que significa la expresión “vos sos raro” que le dice el narrador a César? ¿Cuál es tu opinión personal al respecto? Justificá tus respuestas.
b) ¿Qué valores encuentra Abelardo en César y César en Abelardo?
c) ¿Te parece que César vive una situación de acoso? ¿Por parte de quién o de quiénes? Fundamentá tus respuestas utilizando definiciones de acoso y fragmentos de la obra.
d) ¿Cuáles te parecen que son las razones del narrador, Abelardo, para rechazar a César? Fundamentá tus respuestas.
e) Realizá una ilustración en el formato que quieras –dibujo, collage, audiovisual, etc.– del relato de Abelardo Castillo.
La No discriminación en instrumentos de derechos humanos
En los tratados de derechos humanos, el principio de no discriminación es, a la vez, un derecho de las personas y un principio fundamental que atraviesa todos los derechos humanos.
La no discriminación como derecho significa que las personas tienen derecho a no ser objeto de tratos discriminatorios. La no discriminación como principio implica que el Estado tiene el deber de garantizar que las personas que están en su territorio gocen de todos los derechos humanos reconocidos en los pactos, sin discriminación de ninguna índole, y deben también adoptar medidas específicas (sancionar leyes, crear políticas específicas) dirigidas a los grupos de personas que se encuentren en una situación de vulnerabilidad social (indígenas, pobres, migrantes, mujeres, homosexuales, lesbianas, trans, personas enfermas) con el fin de compensar las desigualdades existentes.
El derecho de igualdad ante la ley y el principio de no discriminación se encuentran previstos en la Constitución Nacional (artículos 16, 37 y 75 incisos 2, 19, 22 y 23) y en diversos instrumentos internacionales que gozan de igual jerarquía.
La Declaración Universal de Derechos Humanos, la Declaración Americana y la Convención Americana de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos reconocen la no discriminación como derecho individual y como principio de todo el sistema de derechos humanos.
En la actualidad, el principio de no discriminación se ha vuelto tan importante que internacionalmente se entiende que todos los Estados están obligados a respetarlo, hayan o no firmado un tratado de derechos humanos. Los Estados no pueden, en ninguna circunstancia, actuar en contra de este principio, en perjuicio de un grupo o de una persona.
Existen tratados específicos, como la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, dirigidos a erradicar las discriminaciones basadas en motivos étnicos o de género.
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El INADI: El Instituto Nacional contra la Discriminación la Xenofobia y el Racismo (INADI) es el órgano creado por el Estado Argentino, en la órbita del Ministerio del Interior, para combatir los discursos y las prácticas xenófobas, racistas y discriminatorias. Debe actuar frente a hechos de esta naturaleza e investigar y analizar sus causas con el fin de evitar que se repitan. Está dirigido por un directorio conformado por funcionarios estatales y miembros de la sociedad civil con reconocida trayectoria en el campo de los derechos humanos y en la lucha contra la discriminación. Recibe denuncias provenientes de cualquier parte del país. Consultas urgentes: vía Whatsapp a los números 1164921079 y 1161853968, todos los días entre las 9 y las 15 horas (Personas Sordas podrán mandar video en LSA). Por e-mail: 0800@inadi.gob.ar
Obligaciones del Estado en relación con la no discriminación
En relación con la no discriminación, los Estados tienen las siguientes obligaciones:
• Respeto: no violar el derecho a no ser discriminado y abstenerse de realizar acciones que directa o indirectamente creen situaciones discriminatorias.
• Protección de la discriminación: evitar que los particulares discriminen a otros en el ejercicio de sus derechos, a través de acciones de prevención.
• Garantía: asegurar que todas las personas puedan ejercer sus derechos sin discriminación, adoptando medidas concretas, por ejemplo, ejecutando programas de educación destinados a eliminar prejuicios y estereotipos, modificar patrones de conducta de varones y mujeres o erradicar la violencia contra la mujer, las personas trans o travestis. También a través de medidas específicas para grupos en situación de vulnerabilidad social para equilibrar la desigualdad de hecho que viven esos grupos, como ofrecer servicios para mujeres víctimas de violencia, formación ocupacional para personas discapacitadas, entre otras.
El Estado tiene la obligación de prevenir, investigar y sancionar las violaciones a los derechos humanos. De esa obligación general se desprende la obligación específica de investigar la existencia de actitudes o actos discriminatorios.
Una gran cantidad de casos demuestran que la lucha contra la discriminación puede producir cambios en la vida de muchas personas y de la sociedad en su conjunto.
La acción colectiva de las ciudadanas y los ciudadanos contra las situaciones de discriminación y para el efectivo cumplimiento de derechos
📚 ✍️ | Actividades
1. Leé la siguiente noticia y respondé las consignas.
Un ‘besazo’ contra la discriminación homosexual en Argentina
Decenas de lesbianas protestan frente a un histórico café de Buenos Aires del que echaron a una pareja
Buenos Aires, 6 de septiembre de 2016
A los besos contra la discriminación. Con esa consigna lúdica, decenas de personas repudiaron este lunes la expulsión de una pareja de lesbianas de un caféde Buenos Aires por acariciarse en público. A pesar de la lluvia y el frío, decenas de activistas del colectivo LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y trans) participaron del besazo a las puertas del café frecuentado mayoritariamente por vecinos del barrio de Recoleta y turistas.
La convocatoria del besazo fue realizada a través de las redes sociales por Belén, una joven de 25 años que denunció que había sido expulsada por un camarero la semana pasada. "Estaba acariciándole la cara y el hombro a mi pareja. Me dijo que no podíamos estar así, que era inapropiado para el lugar porque la gente se sentía incómoda", recordó hoy la joven ante los medios. "Nadie del local se comunicó conmigo y, de hecho, no hicieron más que inventar una versión tras otra", agregó. Según la versión del director del establecimiento, Carlos Gutiérrez, el camarero pidió a la pareja que "respetara el lugar", pero no la invitó a salir. Belén denunció el acto discriminatorio ante la Policía y también ante el Inadi. La joven espera llegar a juicio y ganarlo para sentar jurisprudencia y evitar así que otras personas sean sometidas a la misma discriminación.
Centenera M. (2016, 6 de septiembre). Un “besazo” contra la discriminación homosexual en Argentina. Diario El País.
a) ¿Qué tipos de discriminaciones se habían cometido contra Belén y su pareja?
b) ¿Cuáles son las diferentes acciones de denuncia y protesta que se realizaron?
c) Expresá tu opinión personal sobre el “besazo”.
d) Si efectivamente el camarero les dijo que “respetaran el lugar” y no las echó. ¿Creés que de todas formas hubo discriminación? Justificá tus respuestas.
e) ¿Qué puntos en común encontrás entre la situación de la pareja de chicas y la narrada por Baudelaire en “Los ojos de los pobres”?
f) ¿Qué otras acciones colectivas o de grupos conocés para efectivizar los derechos contra la discriminación? Enumerá y describí brevemente el grupo, los objetivos y las acciones que se llevan a cabo.
✍️ | Actividad final
Teniendo en cuenta lo trabajado en este apartado de la carpeta, señalá qué cuestiones hay que tener en cuenta y qué será necesario acordar con tus compañeras, compañeros y docentes para poder llevar a cabo un proyecto en Construcción de Ciudadanía que respete los principios de igualdad de todas y todos y de no discriminación. Cuando sea posible, conversá y dialogá con tus compañeras, compañeros y docentes sobre estas cuestiones. Luego, redactá las normas y/o reglas de un Acuerdo de No discriminación.
Por ejemplo:
• Se deben tener en igual consideración las opiniones de todas y todos sin discriminar por creencias religiosas, ideológicas y políticas.
• Se debe prestar especial cuidado en el proyecto a no asignar a las mujeres responsabilidades ligadas a estereotipos de género.
• Cuidar que las opiniones no lastimen, hieran o vulneren a una persona o grupo.
Agradecimientos
Gracias a quienes colaboraron con esta tarea y compartieron sus obras desde la más absoluta generosidad y el compromiso con la educación:
Susana Lange, Augusto de Campos, Mario Lavista, herederos de Esteban Peicovich, Roberto Chavero, Charly García, Universal Music, Agencia literaria Schavelzon Graham, Luis Pazos, Lucía Delfino, Carolina Donnantuoni, Jazmín García Saticq, Melisa Paruchevski, Hernán La Greca, Heredera de Francisco Solano López, herederos de Héctor Oesterherld, Grupo Editorial Penguin Random House, Rubén Eduardo Goldín, Editorial Losada, Silvina Salinas, Diario La Vanguardia (México), Sylvia Iparraguirre, heredera de Abelardo Castillo, Editorial Siglo XXI y Diego Enrique Pérez - Nación Ekeko, María Paz Ferreira (Miss Bolivia), Guillermo Beresñak, León Gieco, Grupo Dharma, Javier Roldán, Fundación Pablo Neruda, Agencia Literaria Carmen Balcells y Gloria Martin.
Disclaimer
Esta carpeta fue elaborada por la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires con fines educativos. Se entrega en forma gratuita. Prohibida su comercialización.