2. Mundos asombrosos

En este apartado vas a leer algunos textos sobre lo real, lo maravilloso y sus inesperados cruces en la conquista de América…

Creado: 27 mayo, 2021 | Actualizado: 2 de octubre, 2023

 

Momentos de esta propuesta:

  1. 1Mundos alucinantes
  2. 2Mundos asombrosos
  3. 3 Mundo Latinoamérica

 

Momento 2

“Los indígenas fueron, al principio, derrotados por el asombro”. Eduardo Galeano (1971), Las venas abiertas de América Latina.

¿Cómo fueron los primeros encuentros entre conquistadores e indígenas? ¿Cómo se percibieron mutuamente? ¿Cuánto tuvo que ver el asombro en la historia de la conquista de nuestro continente?

En este apartado vas a leer algunos textos sobre lo real, lo maravilloso y sus inesperados cruces en la conquista de América.

💡 📚| Para leer y pensar sobre lo leído

1. Leé el siguiente texto.

Retornaban los dioses con las armas secretas

Los indígenas fueron, al principio, derrotados por el asombro. El emperador Moctezuma recibió, en su palacio, las primeras noticias: un cerro grande andaba moviéndose por el mar. Otros mensajeros llegaron después: «... mucho espanto les causó el oír cómo estalla el cañón, cómo retumba el estrépito, y cómo se desmaya uno; se le aturden a uno los oídos. Y cuando cae el tiro, una como bola de piedra sale de sus entrañas: va lloviendo fuego... »*. Moctezuma creyó que era el dios Quetzalcóatl quien volvía. Ocho presagios habían anunciado, poco antes su retorno. [...]

Los dioses vengativos que ahora regresaban para saldar cuentas con sus pueblos traían armaduras y cotas de malla, lustrosos caparazones que devolvían los dardos y las piedras; sus armas despedían rayos mortíferos y oscurecían la atmósfera con humos irrespirables. Los conquistadores practicaban también, con habilidad política, la técnica de la traición y la intriga. Supieron explotar, por ejemplo, el rencor de los pueblos sometidos al dominio imperial de los aztecas y las divisiones que desgarraban el poder de los incas. Los tlaxcaltecas fueron aliados de Cortés, y Pizarro usó en su provecho la guerra entre los herederos del imperio incaico, Huáscar y Atahualpa, los hermanos enemigos. Los conquistadores ganaron cómplices entre las castas dominantes intermedias, sacerdotes, funcionarios, militares, una vez abatidas por el crimen, las jefaturas indígenas más altas.

Pero además usaron otras armas o, si se prefiere, otros factores trabajaron objetivamente por la victoria de los invasores. Los caballos y las bacterias, por ejemplo [...]

* Según los informantes indígenas de fray Bernardino de Sahagún, en el Códice Florentino. Miguel León-Portilla, Visión de los vencidos, México, 1967.

Galeano, Eduardo [(1971), 1982]. Las venas abiertas de América Latina. México, Siglo XXI. (Fragmento).

Moctezuma: Emperador de los aztecas en el momento de la llegada de los españoles al actual territorio de México.

Quetzalcóalt: Dios Azteca. Significa “serpiente emplumada”. Esta deidad representa la dualidad entre la condición física del hombre, por su cuerpo de serpiente, y su parte espiritual, por sus plumas. Cuando Hernán Cortés desembarcó en México, los mexicas asumieron que ese hombre rubio y con barba era la encarnación misma de Quetzalcóatl, por haber llegado desde donde sale el sol, y coincidir con la fecha en la que supuestamente habría de regresar.

Escritor y periodista uruguayo. Escribió numerosos textos en los que narra con gran sensibilidad y belleza la historia de los pueblos de Latinoamérica. Entre ellos se destacan: Las venas abiertas de América Latina (1971), Vagabundo (1973), La canción de nosotros (1975), Días y noches de amor y de guerra (1978) y la Trilogía Memorias del fuego (1982; 1984 y 1986).

a. ¿Por qué el texto dice que los indígenas fueron “derrotados por el asombro”?

b. ¿Cuáles son las “armas secretas” que usaron los conquistadores para vencer a los nativos?

 

📚 ✍️| Para leer y registrar lo leído

1. Leé los siguientes textos sobre los primeros encuentros entre españoles e indígenas en el actual territorio de México, desde la perspectiva de los españoles y de los pueblos originarios.

En el siguiente texto, Bernal Díaz del Castillo, un soldado español que desembarcó con Cortés en América, cuenta la llegada de los españoles a la ciudad de México.

La llegada a la Ciudad de México:

Versión de un soldado español «Luego otro día partimos de Estapalapa, muy acompañados de [...] grandes caciques, íbamos por nuestra calzada adelante, la cual está ancha de ocho pasos, y va tan derecha a la ciudad de México, que me parece que no se torcía poco ni mucho, y puesto que es bien ancha toda iba llena de aquellas gentes que no cabía, unos que entraban en México y otros que salían, y los indios que nos venían a ver, [...] estaban llenas las torres y los cués [templos] y en las canoas y de todas partes de la laguna, y no era cosa de maravillar, porque jamás habían visto caballos ni hombres como nosotros».

Bernal Díaz del Castillo (1950). Historia verdadera de la conquista de la Nueva España. México, Editorial Porrúa.

A continuación te presentamos una versión del primer encuentro entre Hernán Cortés (conquistador de México) y el Emperador azteca Moctezuma, basada en testimonios de informantes indígenas que vivieron la conquista.

Llegada de los españoles a México -Tenochtitlan: Versión de los informantes indígenas.

Motecuhzoma sale al encuentro de Cortés

"Así las cosas, llegaron (los españoles) hasta Xoloco. Allí llegan a su término, allí está la meta.

En este tiempo se adereza, se engalana Motecuhzoma para ir a darles el encuentro. También los demás grandes príncipes, los nobles, sus magnates, sus caballeros. Ya van todos a dar el encuentro a los que llegan. [...]

Pues allí en Huitzillan les sale al encuentro Motecuhzoma. Luego hace dones al capitán, al que rige la gente, y a los que vienen a guerrear. Los regala con dones, les pone flores en el cuello, les da collares de flores y sartales de flores para cruzarse el pecho, les pone en la cabeza guirnaldas de flores.

Pone en seguida delante los collares de oro, todo género de dones, de obsequios de bienvenida.

Diálogo de Motecuhzoma y Cortés

Cuando él hubo terminado de dar collares a cada uno, dijo Cortés a Motecuhzoma:

¿Acaso eres tú? ¿Es que ya tú eres? ¿Es verdad que eres tú Motecuhzoma?

Le dijo Motecuhzoma.

—Sí, yo soy.

Inmediatamente se pone en pie, se para para recibirlo, se acerca a él y se inclina, cuanto puede dobla la cabeza; así lo arenga, le dijo:

–“Señor nuestro: te has fatigado, te has dado cansancio: ya a la tierra tú has llegado. Has arribado a tu ciudad: México. Aquí has venido a sentarte en tu solio, en tu trono. Oh, por tiempo breve te lo reservaron, te lo conservaron, los que ya se fueron, tus sustitutos. [...]

¿Han de ver ellos y sabrán acaso de los que dejaron, de sus pósteros?

Ojalá uno de ellos estuviera viendo, viera con asombro lo que yo ahora veo venir en mi!

Lo que yo veo ahora: yo el residuo, el superviviente de nuestros señores.

No, no es que yo sueño, no me levanto del sueño adormilado: no lo veo en sueños, no estoy soñando...

¡Es que ya te he visto, es que ya he puesto mis ojos en tu rostro!...

Ha cinco, ha diez días yo estaba angustiado: tenía fija la mirada en la Región del Misterio.

Y tú has venido entre nubes, entre nieblas.

Como que esto era lo que nos habían dejado dicho los reyes, los que rigieron, los que gobernaron tu ciudad:

Que habras de instalarte en tu asiento, en tu sitial, que habrías de venir acá... [...]”

Versión de informantes indígenas de fray Bernardino de Sahagún, en el Códice Florentino en: León-Portilla, Miguel (2003 [1967]). Visión de los vencidos. México, Universidad Nacional Autónoma de México, DGSCA, Coordinación de Publicaciones Digitales.

Muchos de los testimonios sobre la conquista desde el punto de vista de los indígenas nos han llegado a través de religiosos españoles, que desembarcaron en América con la misión de evangelizar a los nativos. Uno de ellos fue Fray Bernardino de Sahagún que registró en su lengua original –el náhuatl– testimonios de informantes indígenas que presenciaron la conquista y los compiló en el Códice Florentino. Si bien la versión de los nativos pudo haber sido reinterpretada por los religiosos en la transcripción y en su posterior traducción al español, se considera al Códice Florentino un documento fundamental para acercarse a la visión de asombro y espanto de los indígenas vencidos.

a. Según el soldado Bernal Díaz del Castillo, ¿qué sensación tuvieron los indígenas al ver a los españoles? Transcribí una frase de su texto que muestre esa sensación.

b. En la versión de los indígenas, ¿cómo recibe Moctezuma a Cortés?

c. ¿Por qué creés que Moctezuma repite varias veces que “no está soñando”? ¿Por qué la visión de Cortés podría parecer un sueño?

 

📚 ✍️| Para leer y pensar sobre lo leído

1. Leé el siguiente fragmento del cuento de Carlos Fuentes. 

Chac Mool (cuento – fragmento)

Hace poco tiempo, Filiberto murió ahogado en Acapulco. Sucedió en Semana Santa. [...]

Salimos de Acapulco a la hora de la brisa tempranera. [...] Mientras desayunaba huevos y chorizo abrí el cartapacio de Filiberto [...]. Doscientos pesos. Un periódico derogado de la ciudad de México. Cachos de lotería. El pasaje de ida -¿sólo de ida? Y el cuaderno barato, de hojas cuadriculadas y tapas de papel mármol.

Me aventuré a leerlo, a pesar de las curvas, el hedor a vómitos y cierto sentimiento natural de respeto por la vida privada de mi difunto amigo. [...]

“Hoy domingo, aproveché para ir a la Lagunilla. Encontré el Chac Mool en la tienducha que me señaló Pepe. Es una pieza preciosa, de tamaño natural, y aunque el marchante asegura su originalidad, lo dudo. [...] El desleal vendedor le ha embarrado salsa de tomate en la barriga al ídolo para convencer a los turistas de la sangrienta autenticidad de la escultura.

“El traslado a la casa me costó más que la adquisición. Pero ya está aquí, por el momento en el sótano mientras reorganizo mi cuarto de trofeos a fin de darle cabida. Estas figuras necesitan sol vertical y fogoso; ese fue su elemento y condición. [...]

“Amanecí con la tubería descompuesta. [...]”

“Vinieron, por fin, a arreglar la tubería. Las maletas, torcidas. Y el Chac Mool, con lama en la base.”

“Desperté a la una: había escuchado un quejido terrible. Pensé en ladrones. Pura imaginación.”

“Los lamentos nocturnos han seguido. No sé a qué atribuirlo, pero estoy nervioso. Para colmo de males, la tubería volvió a descomponerse, y las lluvias se han colado, inundando el sótano.”

“El plomero no viene; estoy desesperado.

[...] Los quejidos han cesado: vaya una cosa por otra.”

“[...] Volví a palpar el Chac Mool [...] No quiero escribirlo: hay en el torso algo de la textura de la carne, al apretar los brazos los siento de goma, siento que algo circula por esa figura recostada… Volví a bajar en la noche. No cabe duda: el Chac Mool tiene vello en los brazos.”

“[...] Tendré que ver a un médico, saber si es mi imaginación o delirio o qué, y deshacerme de ese maldito Chac Mool.”

[...] Hay tres días vacíos, y el relato continúa:

[...]

“El Chac inundó hoy la sala. Exasperado, le dije que lo iba a devolver al mercado de la Lagunilla. Tan terrible como su risilla – horrorosamente distinta a cualquier risa de hombre o de animal– fue la bofetada que me dio, con ese brazo cargado de pesados brazaletes. Debo reconocerlo: soy su prisionero. Mi idea original era bien distinta: yo dominaría a Chac Mool, como se domina a un juguete [...]. Ha tomado mi ropa y se pone la bata cuando empieza a brotarle musgo verde. El Chac Mool está acostumbrado a que se le obedezca, desde siempre y para siempre; yo, que nunca he debido mandar, sólo puedo doblegarme ante él. Mientras no llueva –¿y su poder mágico?– vivirá colérico e irritable.”

“Hoy decidí que en las noches Chac Mool sale de la casa. [...] No había vuelto a ver la recámara desde el día en que la estatua trató de atacarme: está en ruinas, y allí se concentra ese olor a incienso y sangre que ha permeado la casa. Pero detrás de la puerta, hay huesos: huesos de perros, de ratones y gatos. Esto es lo que roba en la noche el Chac Mool para sustentarse. Esto explica los ladridos espantosos de todas las madrugadas.”

“Febrero, seco. Chac Mool vigila cada paso mío; me ha obligado a telefonear a una fonda para que diariamente me traigan un portaviandas. Pero el dinero sustraído de la oficina ya se va a acabar. Sucedió lo inevitable: desde el día primero, cortaron el agua y la luz por falta de pago. Pero Chac Mool ha descubierto una fuente pública a dos cuadras de aquí; todos los días hago diez o doce viajes por agua, y él me observa desde la azotea. Dice que si intento huir me fulminará: también es Dios del Rayo [...].”

“[...] He notado sus dificultades recientes para moverse; a veces se reclina durante horas, paralizado, contra la pared y parece ser, de nuevo, un ídolo inerme, por más dios de la tempestad y el trueno que se le considere. Pero estos reposos sólo le dan nuevas fuerzas para vejarme, arañarme como si pudiese arrancar algún líquido de mi carne. [...] Ha habido otros indicios que me han puesto a pensar: los vinos de mi bodega se están acabando; Chac Mool acaricia la seda de la bata; quiere que traiga una criada a la casa, me ha hecho enseñarle a usar jabón y lociones. Incluso hay algo viejo en su cara que antes parecía eterna. Aquí puede estar mi salvación: si el Chac cae en tentaciones, si se humaniza, posiblemente todos sus siglos de vida se acumulen en un instante y caiga fulminado por el poder aplazado del tiempo. Pero también me pongo a pensar en algo terrible: el Chac no querrá que yo asista a su derrumbe, no querrá un testigo…, es posible que desee matarme.”

“Hoy aprovecharé la excursión nocturna de Chac para huir. [...]”

Aquí termina el diario de Filiberto. No quise pensar más en su relato; dormí hasta Cuernavaca. [...] Contraté una camioneta para llevar el féretro a casa de Filiberto, y después de allí ordenar el entierro.

Antes de que pudiera introducir la llave en la cerradura, la puerta se abrió. Apareció un indio amarillo, en bata de casa, con bufanda. Su aspecto no podía ser más repulsivo; despedía un olor a loción barata, quería cubrir las arrugas con la cara polveada; tenía la boca embarrada de lápiz labial mal aplicado, y el pelo daba la impresión de estar teñido.

—Perdone… no sabía que Filiberto hubiera…

—No importa; lo sé todo. Dígale a los hombres que lleven el cadáver al sótano.

Fuentes, Carlos [(1954), 1982]. “Chac Mool” en Los días enmascarados. México, Ediciones Era. (Fragmento)

Cartapacio: Carpeta que contiene documentos y papeles.

 

Escritor mexicano. Es uno de los más brillantes representantes de la literatura latinoamericana del siglo XX. Entre sus obras se destacan: Los días enmascarados (1954), La región más transparente (1958), La muerte de Artemio Cruz (1962), novela con la que se consagra como escritor; Aura (1962) y Cambio de piel (1967). En 1987, obtuvo el Premio nacional Cervantes, una de las máximas distinciones en lengua española.

a. ¿Qué es el Chac Mool?

b. ¿Qué le sucede a Filiberto desde que la estatuilla llega a su casa?

c. ¿Cómo termina Filiberto y cómo el Chac Mool?

 

📚 ✍️| Para releer y registrar la información

1. ¿Qué características “humanas” adopta Chac Mool al final del cuento? ¿Te parece que hay una crítica en esa transformación?

2. Agregá a Chac Mool al fichero de transformaciones presentado en el apartado “Mundos alucinantes”.

Imagen de portada: Wikimedia Commons

Agradecimientos

Gracias a quienes colaboraron con esta tarea y compartieron sus obras desde la más
absoluta generosidad y el compromiso con la educación:

Susana Lange, Augusto de Campos, Mario Lavista, herederos de Esteban Peicovich, Roberto Chavero, Charly García, Universal Music, Agencia literaria Schavelzon Graham, Luis Pazos, Lucía Delfino, Carolina Donnantuoni, Jazmín García Saticq, Melisa Paruchevski, Hernán La Greca, Heredera de Francisco Solano López, herederos de Héctor Oesterherld, Grupo Editorial Penguin Random House, Rubén Eduardo Goldín, Editorial Losada, Silvina Salinas, Diario La Vanguardia (México), Sylvia Iparraguirre, heredera de Abelardo Castillo, Editorial Siglo XXI, Diego Enrique Pérez - Nación Ekeko, María Paz Ferreira (Miss Bolivia), Guillermo Beresñak, León Gieco, Grupo Dharma, Javier Roldán, Fundación Pablo Neruda, Agencia Literaria Carmen Balcells y Gloria Martin.

Disclaimer

Esta carpeta fue elaborada por la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires con fines educativos. Se entrega en forma gratuita. Prohibida su comercialización.

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