17 de agosto: Paso a la inmortalidad del General José de San Martín

En esta fecha se conmemora el aniversario de su muerte, sucedida en agosto de 1850. Marco general y propuestas por nivel y modalidad.

Creado: 9 agosto, 2021 | Actualizado: 16 de octubre, 2023

Es frecuente resaltar, y con toda justicia, las hazañas militares de José de San Martín. Desde la batalla de San Lorenzo, inmortalizada por la tan conocida Marcha homónima y el sacrificio heroico del Sargento Cabral, hasta el cruce de los Andes y las batallas de Chacabuco y Maipú. De sus actividades en Chile y Perú y, luego del encuentro con Simón Bolívar en Guayaquil, lo vemos transitando su retiro en Europa, ya que solo estaba dispuesto a luchar por la independencia de los pueblos americanos y no en las guerras civiles que generaron las disputas políticas.

Comencemos leyendo el reportaje que una madre (docente) le hace a su hijo Juan, de nueve años.

—A ver, Juan, ¿qué te acordás?, ¿qué me podés decir de José de San Martín?

—San Martín es un prócer muy muy querido en Argentina porque liberó América y liberó Argentina de los españoles. Era conocido de Belgrano y, cuando era chiquito, se fue a estudiar a Europa.

—Contame, a ver si te acordás, tres datos más de San Martín.

—Conoció a Juana Azurduy, nació en Yapeyú y le pidió ayuda a Simón Bolívar.

—¿Y para qué le pidió ayuda?

—Para liberar América.

—¡Excelente Juan!

Desglosemos los datos que aporta Juan:

  • “…nació en Yapeyú”.

San Martín nació en Yapeyú un 25 de febrero de 1778 y vivió sus primeros años inmerso en la cultura guaraní.

  • “…Cuando era chiquito se fue a estudiar a Europa”.

Su familia se trasladó a Málaga cuando tenía seis años. San Martín comenzó sus estudios en Madrid y en Málaga. A los catorce años, ya formaba parte del ejército español, combatiendo en el norte de África y, posteriormente, enfrentando a las tropas napoleónicas que habían invadido España. Esta etapa su vida está, por lo general, en una penumbra histórica, sobre todo si tenemos en cuenta que regresó a Buenos Aires a los treinta y cuatro años.

  • “…Es muy muy querido en Argentina porque liberó América”.

Para profundizar el tema enunciado, recordemos que en 1797 Francisco de Miranda crea en Londres “La Gran Reunión Americana”, organización política secreta con una estructura propia de las logias masónicas. En 1807 se abren filiales en Madrid y Cádiz. En esta última comienza a participar San Martín compartiendo, junto a otros americanos, los principios del liberalismo: libertad, igualdad, fraternidad, organización política republicana (a semejanza de los EEUU) o monárquica parlamentaria (al estilo de Inglaterra) y, por supuesto, la independencia de toda Hispanoamérica de la colonización española. En la Gran Reunión Americana participaron venezolanos como Andrés Bello y Simón Bolívar, chilenos como el militar Bernardo O´Higgins, rioplatenses como José Matías Zapiola, Tomás Guido y Martín Rodríguez, y también del exVirreinato del Río de la Plata, como San Martín, Marcelo T. de Alvear y Bernardo de Monteagudo.

San Martín compartía una mirada geopolítica, tenía conocimientos de la situación europea pos revolución francesa, de la experiencia norteamericana y de la necesidad insoslayable de la independencia de toda Sudamérica.

Con estos objetivos, San Martín y varios miembros de la Logia parten desde Londres y llegan a Buenos Aires en 1812. Es entonces donde crean la conocida organización política “Logia Lautaro” (en memoria del cacique araucano que resistió la conquista española y luchó hasta morir por la independencia de su pueblo) con mayoría de miembros de la ya preexistente “Sociedad Patriótica” y que continúa los lineamientos de La Gran Reunión Americana.

La primera acción política de la Logia Lautaro, con apoyo del recién creado cuerpo de Granaderos, fue derrocar al Primer Triunvirato que, dominado por Rivadavia y sus socios, favorecía a los recién arribados comerciantes británicos que fugaron el capital acumulado y debilitaba el proyecto independentista, subordinándose a los cambios geopolíticos en Europa.

El Segundo Triunvirato, ahora dominado por la Logia, convoca a la conocida Asamblea General Constituyente del Año XIII, con el propósito de declarar la independencia y elaborar una Constitución. Lamentablemente, divisiones y enfrentamientos internos hicieron imposible la concreción de dichos objetivos. La Asamblea quedó en manos de los alvearistas (Alvear negociará que estas tierras formen parte de un Protectorado inglés) y San Martín fue destinado al Ejército del Norte.

  • "...Era conocido de Belgrano… y de Juana Azurduy…"

La relación entre San Martín y Belgrano fue cordial y de admiración mutua. Este último le entregó el mando del Ejército del Norte en enero de 1814, y en el encuentro de Yatasto le confió los motivos de los desastres de Vilcapugio y Ayohuma: era imposible avanzar hacia el norte por el Alto Perú (actual Bolivia) debido a la fortaleza de los ejércitos realistas y el abandono al que eran sometidos los patriotas por las autoridades de Buenos Aires.

Por supuesto que San Martín no detuvo a Belgrano ni lo mandó preso, como le había sido reclamado por el gobierno desde Buenos Aires, a raíz de las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma.

Que Juan nombre a Juana Azurduy probablemente sea un buen resultado de los renovados marcos historiográficos a través de los cuales se dan a conocer y enseñan los hechos, tal es el caso de las políticas de visibilización del papel de las mujeres en la historia. Esto también está presente, por ejemplo, en los contenidos educativos para las infancias producidos por el canal Paka Paka.

Por su precario estado de salud, San Martín se recluyó unos meses en la provincia de Córdoba. Hostigado por Alvear, solicitó al gobierno de Buenos Aires ser nombrado Gobernador Intendente de Cuyo. Solicitud que se le otorgó rápidamente, ya que lo alejaba de los centros del poder.

El gobierno de las provincias cuyanas (actuales Mendoza, San Juan y San Luis) es el ejemplo notorio del San Martín político, quien lejos de ocupar la posición de confinado, asumió dicha gobernación como estrategia del proyecto emancipador.

  •  “…Es un prócer muy muy querido en Argentina porque liberó América y liberó Argentina de los españoles.”

San Martín nunca se alejó del objetivo fundamental: liberar Hispanoamérica del colonialismo español, razón de su opción de vida.

Su breve estadía en el Ejército del Norte le había confirmado que, sin tomar Lima, era imposible el triunfo.

Así que el plan fue formar un pequeño ejército bien equipado en Cuyo, fortalecer a los patriotas chilenos expulsando definitivamente a los españoles que ocupaban el sur y, posteriormente, emprender la expedición al Perú. Los realistas tendrían que fortalecer la defensa de Lima, lo que permitiría el avance de Güemes desde el sur, en un juego de pinzas.

El plan se desbarató cuando los chilenos fueron vencidos por los realistas en Rancagua (octubre de 1814). Desorganizados y maltrechos pasaron a Cuyo, donde fueron recibidos por San Martín y los cuyanos.

Primera complicación: ahora había que recuperar Chile.

San Martín realizó un excelente gobierno de Cuyo, lo que le permitió contar con el apoyo popular para fortalecer el ejército. En su libro La voz del gran jefe, Felipe Pigna¹ describe y enumera algunas de las medidas que tomó:

  • No remitió impuestos exigidos por el gobierno de Buenos Aires y el Obispado de Córdoba, utilizándolos para cubrir las necesidades de los cuyanos.
  • Estableció un “impuesto a la riqueza” a razón de medio peso por cada mil de bienes declarados.
  • Gravó con un peso cada barril de vino y con dos los de aguardiente que se vendieran fuera del territorio.
  • Estableció un laboratorio de salitre y una fábrica de pólvora y un taller de confección de paños para vestir a sus soldados.
  • Creó canales y desagües para riego siguiendo la notable tradición de los habitantes originarios de la región, los huarpes.
  • Impulsó planes de fomento agrícola, que incluyeron la venta de tierras públicas que hasta entonces no eran cultivadas.
  • Fundó, de la mano de Fray Luis Beltrán, la metalurgia a nivel nacional. La fragua y los talleres montados en Mendoza fueron, en su tiempo, el mayor establecimiento industrial con que contó el actual territorio argentino: unos setecientos operarios trabajaban en ellos.
  • Organizó y reglamentó el servicio de correos y de policía.
  • Dictó la primera ley protectora a nivel nacional de los derechos del peón rural, obligando a los patrones a certificar por escrito el pago en tiempo y forma de su salario.
  • Prohibió los castigos corporales que se aplicaban a las niñas y a los niños en las escuelas.
  • Promovió la primera ley de protección a un producto nacional: el vino cuyano. Al igual que su querido amigo y compañero Manuel Belgrano, era un defensor de la producción nacional.
  • Fundó, con la colaboración de Godoy Cruz, el primer colegio secundario de Mendoza.
  • Estableció la vacunación obligatoria contra la viruela.
  • Construyó un nuevo establecimiento carcelario. Tomando conciencia de la poca comida suministrada hasta entonces a los presos, siguiendo las costumbres españolas, expresó: “Aquel escaso alimento no puede conservar a unos hombres que no dejan de serlo por considerarles delincuentes. Muchos de ellos sufren un arresto precautorio solo en clase de reos presuntos”.

Con estas y otras medidas de gobierno, San Martín logró el apoyo incondicional del pueblo cuyano.

Después vendría su actuación en Chile y Perú. Y su estadía en Francia.

San Martín tuvo claro su proyecto político e hizo todo lo posible por alcanzarlo. El mismo estaba inserto en una nueva visión de la cultura americana. Creó bibliotecas en Mendoza, Santiago, Lima. Promovió la autoestima de las tropas y pueblos a su mando resaltando sus virtudes y siendo él el primero en cumplir lo que ordenaba. Consideró que la Libertad no siempre era valorada por los americanos por haber vivido tantos años bajo la colonización española, a la que habían naturalizado. Sus cartas a Artigas y a Estanislao López solicitándoles la búsqueda de unidad y su contundente negativa a combatir en las luchas internas lo muestran convencido del gran objetivo político del momento: la independencia del dominio español a cualquier costo. Rechazó los proyectos políticos de alvearistas y rivadavianos por buscar alianzas con los gobiernos de Portugal y Gran Bretaña (y hasta parientes de zares rusos) por considerar a los americanos incapaces de gobernarse por sí mismos.

A MODO DE CIERRE

Con motivo de la conmemoración del fallecimiento del General San Martín, compartimos algunos interrogantes sobre los cuales se considera valioso reflexionar desde la tarea que sostenemos como educadoras y educadores.

  • ¿Cuáles son hoy los modelos culturales que hemos naturalizado y nos impiden lograr nuestra soberanía? ¿Los ponemos en discusión en nuestro ejercicio docente?
  • ¿Tenemos una mirada geopolítica que permita visualizar de quiénes dependemos y de quiénes no queremos depender en el futuro? ¿La trabajamos con las y los estudiantes?
  • ¿Promovemos la unidad latinoamericana como camino para profundizar la independencia de nuestros pueblos?
  • Quienes ejercen algún tipo de autoridad, ¿la legitiman exponiendo claramente los objetivos de trabajo, siendo coherentes con ellos y respaldándolos desde el accionar?
  • ¿Cuál es nuestra competencia y nuestro desafío para continuar -a más de doscientos años de distancia- la gesta libertadora desde el ejercicio del rol docente?
  • ¿En qué nos interpela como educadoras y educadores el ser político del “Padre de la Patria”?

RECURSOS

Los siguientes recursos pueden ser consultados para ampliar y trabajar el tema en las aulas:

BIBLIOGRAFÍA

Galasso, N. (2000). Seamos libres y lo demás no importa nada. Buenos Aires, Colihue.

Goldman, N. (Dir.) (1999). Nueva Historia Argentina. Buenos Aires, Sudamericana.

Guerra, F. X. y otros (1992). Modernidad e Independencia. Ensayos sobre las revoluciones hispánicas. Madrid, Mapfre.

Halperín Donghi, T. (1985). Reforma y disolución de los imperios ibéricos. Madrid, Alianza.

Pigna, F. (2015). La Voz del Gran Jefe. Buenos Aires, Planeta.


¹ Pigna, F. (2015). La Voz del Gran Jefe. Cap. San Martín Gobernador de Cuyo. Un gobierno ejemplar (p.202-205).  Planeta, Buenos Aires.

Imagen de portada: Daniel Hernández Morillo, CC BY-SA 4.0, vía Wikimedia Commons.

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