Vínculos que cuidan

Propuesta para trabajar el Día de la Prevención de la Violencia en el Noviazgo en las aulas.

Creado: 21 mayo, 2025 | Actualizado: 23 de mayo, 2025

El 27 de mayo de 2021 el gobierno de la provincia de Buenos Aires promulgó la Ley 15.246, que establece el Día de la Prevención de la Violencia en el Noviazgo, en memoria de Carolina Aló, quien fue víctima de femicidio en el año 1996, en la localidad de Tigre. Esta fecha busca visibilizar las violencias que pueden darse en los vínculos afectivos entre adolescentes y jóvenes, y promover acciones de concientización, prevención y formación para construir relaciones basadas en el respeto, la libertad y la igualdad. 

Desde la perspectiva de la Educación Sexual Integral (ESI), la prevención de la violencia por motivos de género es una parte esencial del trabajo cotidiano en las escuelas. Este enfoque invita a cuestionar estereotipos, jerarquías y desigualdades que atraviesan las relaciones sociales, promoviendo la construcción de vínculos basados en el respeto, la equidad y el reconocimiento y garantía de derechos. En este marco, el abordaje de los vínculos afectivos se vuelve parte fundamental de la formación integral de las y los estudiantes. Por ello, se propone una semana de trabajo pedagógico con actividades diseñadas especialmente para los niveles secundario y superior, y también para las modalidades que trabajan con estudiantes adolescentes, jóvenes y personas adultas. La semana se inicia el 27 de mayo y culmina en una fecha emblemática: el 3 de junio, día en que se conmemora el surgimiento del movimiento Ni Una Menos. A lo largo de estos días, se desarrollarán propuestas educativas que favorezcan el análisis crítico, el debate, la sensibilización y la participación estudiantil. 

Para la jornada de cierre del trabajo educativo institucional prevista para el 3 de junio se invitará a toda la comunidad escolar a intervenir un espacio en la escuela, con la elaboración de grafitis que expresen los aprendizajes, sentimientos y reflexiones surgidas a lo largo de las propuestas desarrolladas. Una forma colectiva y creativa de decir: “basta de violencias por motivos de género”.

Carolina Aló: su historia y el sentido de una fecha

Hablar de Carolina Aló es reconocer que fue mucho más que una víctima de femicidio. Fue una joven con una familia, vínculos e intereses propios. Recordarla no solo implica hacer memoria sobre el hecho violento, sino también recuperar quién fue y por qué su nombre se ha transformado en un símbolo en la lucha contra la violencia en los vínculos afectivos.

En palabras de su padre, Edgardo Aló:

Carolina nació un 4 de junio de 1978 en San Fernando, siendo ochomesina. Desde chiquita fue charlatana, solidaria, sonriente, amiguera y con adoración por los animales, sobre todo los vagabundos y lastimados. Su simpatía y empatía cautivaron. La llegada al mundo de su hermano menor la hizo su ángel guardián. Muy pegada a su papá, era la campanita de la casa y quien ponía apodos a toda su familia. 

Cursó sus estudios con la ilusión de incorporarse a la fuerza aérea como sus primos, y su último año lo cursó en turno noche, de la escuela Marcos Sastre de Tigre. Pero su deseo no pudo realizarse. Una mano cruel y asesina se llevó la vida de Carolina de solo 17 años, haciéndole conocer la muerte cuando aún no conocía la vida, marcando para siempre que ese 27 de mayo fuera posteriormente designado en la provincia de Buenos Aires, en varios de sus distritos y en la Ciudad de Buenos Aires, como el Día de la Prevención de la Violencia en el Noviazgo. Desde su femicidio, la sociedad ha ido tomando conciencia de lo que es la violencia de género. 

En conmemoración de Carolina, se sancionó la Ley 15246 en 2021 realizando las Jornadas Carolina Aló en las escuelas secundarias y de adultos de la provincia de Buenos Aires. Nunca se olviden de Carolina, para no ser otra Carolina. Que el “yo te amo” no se convierta en un “yo, tu amo”. 

(Aló, E. Fundación Carolina Aló, abril de 2022). 

El objetivo fundamental de la Ley 15246 es trabajar sobre la temática de violencia de género vinculada a las parejas adolescentes. De acuerdo a lo difundido en por la Organización Mundial de la Salud, en Las adolescentes se enfrentan a tasas alarmantes de violencia de pareja (OMS, 2024) casi una cuarta parte (24 %) de las adolescentes que han mantenido una relación de pareja habrán sufrido violencia física y/o sexual antes de cumplir los 20 años. En el estudio se resalta que la violencia de pareja puede tener efectos devastadores en la salud de las y los jóvenes, su nivel educativo, relaciones futuras y perspectivas vitales. Desde el punto de vista de la salud, incrementa la probabilidad de lesiones, depresión, trastornos de ansiedad, embarazos no planificados, infecciones de transmisión sexual y muchas otras afecciones físicas y psicológicas. A raíz de esta realidad es que se plantea la importancia de visibilizar la problemática, con el propósito de realizar una tarea de prevención en las y los adolescentes, concientizando y desnaturalizando la violencia. 

Las relaciones sexoafectivas forman parte fundamental de la vida de las personas, y durante la adolescencia suelen vivirse las primeras experiencias en este ámbito, las cuales tienen un gran impacto en el desarrollo de las y los jóvenes. Estas vivencias se construyen, en muchos casos, a partir de los modos de vinculación aprendidos en el entorno familiar, en la escuela y en el ámbito social en general. 

Las violencias por motivos de género pueden adquirir diversas formas pero, especialmente durante la adolescencia, se expresan más cotidianamente en los vínculos amistosos y/o sexoafectivos. Poder trabajar con las y los jóvenes cómo las violencias atraviesan esos vínculos es un desafío y una gran oportunidad para la escuela. 

Desde la mirada de la Educación Sexual Integral (ESI), la escuela se constituye como un espacio clave para reflexionar —en todos los niveles educativos— sobre la construcción de los vínculos. Esto implica desnaturalizar y problematizar aquellas formas de relación que resultan dañinas, coercitivas o marcadas por la desigualdad, y fomentar en su lugar vínculos más igualitarios, basados en el respeto y el cuidado mutuo.

Entre los ejes conceptuales de la ESI, los más nodales para abordar en esta fecha son: “Garantizar la equidad de género” y “Valorar la afectividad”. En relación con ellos, por ejemplo, en ambos ciclos de educación secundaria es posible trabajar algunos de los lineamientos curriculares (Resolución CFE 45/08) que se presentan a continuación: 

Ciclo Básico 

  • El desarrollo de una actitud comprometida con el cuidado de sí y de las otras personas, con énfasis en aspectos vinculados con la constitución de la sexualidad y las relaciones igualitarias, respetuosas y responsables entre mujeres y varones. 
  • El reconocimiento y la reflexión sobre situaciones de violencia en las relaciones interpersonales (específicamente afectivas y sexuales) o sobre conductas de imposición sobre los derechos de otras y otros. 

Ciclo Orientado 

  • El análisis y la comprensión de las continuidades y los cambios en las formas históricas de los vínculos entre las personas. 
  • La reflexión e indagación sobre la expresión de los sentimientos amorosos a lo largo de la vida.

Objetivos: 

- Reflexionar sobre las representaciones conocidas de vinculos sexoafectivos. 

- Visibilizar aquellas prácticas coercitivas y/o violentas o que vulneran derechos en los vínculos 

- Reconocer las formas en las que se expresa la violencia por motivos de género en los vinculos sexoafectivos. 

- Promover la construcción de vínculos basados en el cuidado y libres de violencia. 

Desarrollo de la propuesta1

La jornada se iniciará el día 27 de mayo con palabras de los equipos de conducción y referentes escolares de ESI en relación a la fecha y brindando encuadre al trabajo de los próximos días. Se sugiere acompañar con recurso audiovisual o alguna lectura o material de apoyo en consonancia con la temática, por ejemplo, el video propuesto por el Ministerio de Mujeres y Diversidad de la provincia de Buenos Aires para esta fecha. 

Luego, el trabajo continuará de manera grupal por cursos, en las aulas u otros espacios de la escuela que se consideren. Las propuestas pueden realizarse desde distintas áreas, o bien de forma interdisciplinar. 

La idea es comenzar con alguna dinámica recreativa, donde se ponga en juego el cuerpo y se interpelen, desde lo lúdico, las subjetividades, vivencias, experiencias propias; e ir intercalando el abordaje reflexivo conceptual de algunas temáticas vinculadas con las violencias por razones de género. 

A. Dinámica “Cambio de lugar”

El grupo forma una ronda, en sillas o de pie. Quien coordina irá proponiendo diferentes consignas y las personas que se sientan identificadas con las mismas deberán cambiar de lugar y moverse hacia el otro lado de la ronda. 

Las personas que se sientan identificadas con dichas consignas deberán cambiar rápidamente de lugar. No será válido moverse al lugar de al lado, sino que deben trasladarse hacia el otro extremo de la ronda, o en diagonal. 

Para finalizar la actividad, pueden invitar al grupo a formular sus propias consignas y proponerlas para que sus compañeras y compañeros cambien de lugar. 

Algunas frases pueden ser: 

“Cambian de lugar quienes:

...tienen zapatillas blancas”

...están enamoradas o enamorados” 

...creen que hay alguien que es su media naranja” 

…tienen el pelo corto”

…creen que el amor todo lo puede”

…usan redes sociales”.

…alguna vez tuvieron un amor no correspondido”

…recibieron Educación Sexual Integral en la escuela”

…realizan tareas de cuidado en el hogar”

…creen que los celos son una muestra de amor”

B. Dinámica “Ronda un paso atrás” 

Las y los participantes forman un círculo en el centro del espacio. Se van proponiendo diferentes consignas y las personas que se sientan identificadas con las mismas deberán dar un paso hacia atrás. Las personas se desplazarán desde el centro hacia la periferia. Mientras más se identifican con la consigna, más se alejan del centro. 

Algunas frases pueden ser:

“En mi infancia jugaba o hacía cosas que no ‘correspondían’ a lo esperado para mi género”. 

“Limpio el baño de mi casa”. 

“Alguna vez fui discriminada o discriminado por mi género”. 

“Siento que debo lookearme para salir”. 

“Alguna vez hice cosas que no quería para pertenecer a algún grupo”.

“Tuve miedo de caminar sola o solo por la calle de noche y sufrir un ataque por ser mujer, por ser varón, o por ser trans”. 

“Alguna vez participé en una marcha para reclamar un derecho”. 

“La gente hace comentarios sobre mi cuerpo, aspecto o vestimenta”. 

“Siento que puedo expresar mis sentimientos y emociones”. 

“Alguna vez juzgué a alguien por su apariencia”. 

“Creo que si me hubieran asignado otro sexo al nacer hubiera tenido más oportunidades”. 

“Alguna vez no fue tomada en cuenta mi voz por mi género”. 

En algunos momentos se puede hacer una pausa y preguntar por qué dieron un paso hacia atrás quienes lo dieron. Por ejemplo: “La gente hace comentarios sobre mi cuerpo, aspecto o vestimenta”, o “Siento que puedo expresar mis sentimientos y emociones” o “Tuve miedo de caminar sola o solo”. Es muy probable que quienes den un paso hacia atrás sean las mujeres y otras identidades no hegemónicas. Es importante ir comentando brevemente estas diferencias en las posiciones. Al finalizar se invita a las y los estudiantes a observar cómo quedó dispuesto el grupo. Se les puede preguntar: ¿Por qué les parece que quedaron así? ¿Qué nos está diciendo esto?

C. ESI en Primera Persona: amor romántico

Esta actividad se orienta a trabajar con las y los estudiantes percepciones sobre la afectividad en los vínculos sexoafectivos y aquellas creencias o mitos presentes en los procesos de socialización, que crean sentidos sobre el amor y las relaciones. 

Se propone realizar las actividades desarrolladas en el Cuadernillo 2: Amor romántico y violencia (Fondo de Población de las Naciones Unidas, UNFPA) de la serie ESI en Primera Persona, elaborada por el Programa Nacional de Educación Sexual Integral junto con Iniciativa Spotlight, UNFPA y Asociación Civil. A su vez, se podrá ver el video ESI en primera persona: amor romántico y violencia (canal de Youtube del Programa Nacional de Educación Sexual Integral, 2023), donde se desarrolla una de las actividades con un grupo de estudiantes. 

D. Semáforo del Amor

A continuación, se invita a realizar la propuesta presente en las págs 68 a 69 del Cuadernillo Prevención de la violencia de género en la adolescencia: herramientas para trabajar en territorio, (Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, 2021 [Tomado de: www.argentina.gob.ar]).

Se dispondrán en un extremo del aula tres carteles de diferentes colores: color rojo con la palabra “DESACUERDO”, color amarillo “NO SÉ”, y color verde “DE ACUERDO”. Se pedirá a las y los participantes que se ubiquen en el extremo opuesto. Se leerán diferentes frases y mitos, y cada participante deberá pararse y formar una fila en el cartel correspondiente según su criterio, argumentando el por qué eligió esa opción. Cuando las y los participantes estén en una fila se les preguntará si quieren quedarse donde están o si, gracias a los aportes del grupo, cambiaron de opinión. Estos pasos se seguirán con algunas de estas frases:

“Cualquier sacrificio es positivo si es por amor a la otra persona”.

“Cuando se está enamorada o enamorado es normal vivir experiencias muy intensas de felicidad o sufrimiento”.

“Si hay amor todo se puede perdonar”. 

“Si no sube fotos a las redes con su pareja, algo está ocultando”. 

“Cuando estás enamorada o enamorado te sentís completa o completo”. 

“Amar es entregarse a la otra persona”. 

“Por amor se hace cualquier cosa”. 

“Amar significa entregarse sin esperar nada a cambio”. 

“Las y los que se pelean se desean, cuanto más se discute, más intensidad y amor hay”. 

 “Quien bien te quiere te hará sufrir”. 

“Cuando tenés pareja es normal dedicar poco tiempo a tus amistades y actividades”. 

“Si no siente celos es que no te quiere”. 

E. Micromachismos 

Cuando se habla de micromachismos se hace referencia a prácticas habilitadas en relación al género masculino, que pueden pasar inadvertidas y no ser entendidas como microviolencias, pero que socavan y vulneran los derechos de las niñeces, mujeres e identidades no hegemónicas. El concepto permite hacer visibles esas pequeñas violencias de cada día que permean la constitución subjetiva de los varones. 

Se propone la lectura de los siguientes textos que ejemplifican cómo se reproducen algunos micromachismos en la vida diaria, en distintos ámbitos. Puede hacerse en grupos o en conjunto en el aula.

Como los micromachismos son difíciles de identificar por ser sutiles, unir las miradas para encontrarlos: 

  • Un micromachismo en casa puede ser cuando se considera que los varones “ayudan” en las tareas del hogar, en vez de considerar que es una responsabilidad para compartir con las mujeres. ¿Se les ocurre otro? En Argentina las mujeres destinan seis horas a las tareas domésticas y de cuidado y los hombres tres horas. El problema es que en la sociedad en la que vivimos no se valora de igual modo el trabajo fuera del hogar que el trabajo dentro del mismo. Las tareas vinculadas al ámbito doméstico y al cuidado no son consideradas un trabajo y por lo tanto muchas veces ni siquiera son remuneradas.
  • Un micromachismo en la vía pública puede ser cuando un varón se sienta con las piernas muy separadas/abiertas en un transporte público, ocupando parte del espacio a compartir. ¿Se les ocurre otro? La ocupación del espacio público está vinculada con un micromachismo que es el uso expansivo del espacio tanto físico como sonoro. Ejemplos de esta actitud se ven permanentemente en el espacio público (como el transporte) y sorprende la falta de registro que tienen muchos varones de la incomodidad que eso genera en otras personas. 
  • Un micromachismo en la escuela puede ser cuando una o un profe le pide ayuda a los varones para mover un mueble. ¿Se les ocurre otro?

Es importante tener claro que no existe ningún tipo de razones biológicas o anatómicas que expliquen que hombres y mujeres tengan capacidades o posibilidades diferentes. Por ejemplo, todas las personas tienen diferentes grados de fuerza física, pero nadie podría afirmar que “los hombres” tienen más fuerza que “las mujeres”, ya que se podrían encontrar miles de ejemplos de mujeres con más fuerza que muchos hombres. Si alguien dice algo de este tipo, está justificando desigualdades basándose en argumentos biologicistas sobre el género. 

  • Un micromachismo en el club puede ser cuando en los deportes de pelota (básquet, fútbol) solo se aceptan varones. ¿Se les ocurre otro? 

Un rasgo frecuente asociado a la masculinidad hegemónica es el ejercicio de la violencia y la posibilidad de ejercer sobre otros cuerpos. ¿Cuántas veces se escucha que los varones son más rudos? ¿Cuántos niños aprenden desde infancia deportes de contacto donde ejercitan su fuerza y aprenden a exponerse a golpes de pelota o de otros niños? ¿Cuántas niñas pasan por esta experiencia? 

  • Un micromachismo en un grupo de amigas y amigos puede ser cuando un varón tiene el hábito de explicarle cosas solamente a las mujeres, suponiendo que no las saben y sin que nadie se lo haya pedido. ¿Se les ocurre otro? 

El ordenamiento de género ubica a los varones del lado de la racionalidad y la inteligencia, y a las mujeres del lado de los sentimientos y la intuición. Así, los varones tienen el mandato de ser siempre capaces de tomar decisiones, de no dudar y no equivocarse. Al adjudicárseles la inteligencia racional, se los considera más aptos para trabajos que implican responsabilidad, aquellos relacionados con la ciencia, la cultura o la política y, por tanto, gozan de mayor dominio del espacio público. El monopolio de la palabra masculina puede verse en los ambientes más diversos: en las reuniones familiares, en el acoso callejero, y muchas veces también en la política. 

Los medios de comunicación juegan un rol fundamental en la reproducción de este sistema político de dominación llamado cultura patriarcal: cada vez que aparecen en televisión programas o publicidades con mensajes y discursos sexistas, en las que las mujeres son tratadas como objetos sexuales o relacionadas únicamente con productos de belleza, alimentación o de limpieza, se está frente a la reproducción del patriarcado. 

  • Un micromachismo en un ámbito laboral puede ser cuando sucede que son siempre las mujeres las que se ocupan de hacer café. ¿Se les ocurre otro? 

Los varones gozan de una mejor inserción en el mercado laboral: la diferencia entre varones y mujeres con relación a la tasa de empleo en Argentina supera los veinte puntos. Las mujeres siguen accediendo a trabajos más precarizados, informales y ligados al cuidado de otras personas. 

  • Un micromachismo en el centro de estudiantes puede ser cuando son las mujeres las que se ocupan de tomar nota de las reuniones. ¿Se les ocurre otro? 

Se suele creer que las mujeres son cariñosas, dulces, sensibles, maternales, delicadas, emocionales, frágiles, pasivas y bellas. Estos estereotipos las hacen especialmente preparadas para cuidar a otras personas y, por ello, parece casi lógico que el hogar, las tareas domésticas, de cuidado y de crianza estén destinadas a ellas. Sin dudas, las ideas acerca de cómo deberían ser las mujeres refuerzan los lugares que ocupan, pues si las consideramos cariñosas, dulces, sensibles, maternales, delicadas, es esperable y se naturaliza que estén en sus casas cuidando a niñas, niños, ancianas y ancianos. 

Este ejercicio permitirá identificar una multiplicidad de prácticas, acciones y costumbres que representan micromachismos que, muchas veces, no se visibilizan. Luego de trabajar los distintos momentos de esta secuencia, quedará a la vista algo que seŕá promisorio resaltar: el patriarcado –o la forma en la que las personas socializan– afecta tanto a mujeres, personas LGBTQ+, como a varones, pero estos últimos son los que no pierden sus privilegios. 

En este sentido, para continuar reflexionando desde una mirada crítica, se dará cierre a este momento dialogando en torno a cómo se puede empezar a cambiar estas costumbres. 

Se propone armar un afiche, una cartelera, un posteo para las redes sociales, en donde se comparta qué cosas se pueden hacer entre todas y todos para sacarse la mochila del machismo y dar un paso más hacia una vida libre de violencias y desigualdad. 

  • Propuesta Violencia digital 

En la actualidad, gran parte de las interacciones cotidianas transcurren en espacios digitales. Las redes sociales, aplicaciones de mensajería y otras plataformas online forman parte de los vínculos y formas de compartir la intimidad. Sin embargo, estos mismos entornos pueden ser escenarios de nuevas formas de violencia que afectan, especialmente, a mujeres y personas LGBTQ+ . 

A partir del siguiente video de la Fundación Avón reflexionar en la clase a través de una serie de interrogantes: 

¿Cuál es la situación que plantea el video? 

¿Consideran que es una situación frecuente? 

¿Qué prejuicios les parece que están presenten en este tipo de actitudes? 

¿Creen que hubo consentimiento en la situación planteada? 

¿Qué derechos se están vulnerando en este vínculo? 

¿Cómo se puede cuidar la intimidad propia y de las demás personas en los entornos digitales? 

¿Cómo actuarían si esto sucediera en su grupo de amigas y amigos? 

¿Consideran que se relaciona esta situación con el machismo? ¿De qué forma? 

¿Qué es la violencia digital? ¿Saben si está sancionada legalmente?

Explicitar que la Ley 27736 o Ley Olimpia (Boletín Oficial, 2023 [Tomado del Portal abc]) incorpora la Ley 26485 o Ley de violencia contra la mujer, como modalidad de violencia (modificación del 10/10/2023). 

Para finalizar este momento se sugiere ver #AmigoDateCuenta Hablemos de los privilegios con los que nos crían a los varones (Canal de Youtube de Iniciativa Spotlight Argentina, 2020).

F. Estadísticas: femicidios, travesticidios y transfemicidios

La propuesta que sigue está extraída del Capítulo “Las violencias por motivos de género y su abordaje desde la ESI”. Cuadernillo de Referentes Escolares de ESI Nivel Secundario. Ministerio de Educación de la Nación, 2022.

El femicidio es la muerte violenta de mujeres por razones de género, es decir, solo por el hecho de ser mujeres. 

Puede suceder en el marco de una familia, en el ámbito doméstico, en una relación interpersonal, o en un ámbito público perpetrado por desconocidos. En todos los casos, significa la expresión más brutal del ejercicio de violencia de un varón (o varios) sobre una mujer, ejerciendo un poder que supone tener el dominio y propiedad sobre el cuerpo de ésta. 

La Ley 26485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, sancionada en 2009, reconoció a la violencia de género como una violación a los derechos humanos, no solo como un conflicto personal o emocional. Pero anteriormente, estos crímenes eran interpretados como “crímenes pasionales”, invisibilizando aquello que permite identificar la perspectiva de género: la violencia por motivos de género siempre da cuenta de una direccionalidad en el ejercicio de la violencia, que es perpetrada de manera masiva por varones hacia mujeres o personas LGBT+, e implica una demostración de poder de unos sobre otras.

Asimismo, los travesticidios y transfemicidios son los términos que se utilizan para nombrar los crímenes hacia la población travesti trans. Este tipo de homicidios son manifestaciones de violencia basadas en prejuicios, son crímenes de odio que se caracterizan por la discriminación y el rechazo hacia las identidades y expresiones de las feminidades trans. 

En el 2012, mediante la Ley N° 26791, se modificó el Código Penal de Argentina al incorporar la figura del femicidio definiéndose como "un crimen hacia una mujer cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y mediare violencia de género". Asimismo, se incorpora el agravante en casos de homicidio por odio y, en especial, por identidad o expresión de género. Este cambio legislativo resultó significativo en términos de las penas y el ejercicio de la justicia en el país a favor de los derechos de las mujeres y personas LGBT+. Sin embargo, es necesario continuar fortaleciendo las políticas públicas y todos los procesos que permitan la erradicación del odio y la discriminación culturalmente naturalizados.

La propuesta, en este caso, consiste en leer y comprender información estadística para entender la dimensión de una problemática social. 

Recursos sugeridos:

Se comparten algunas orientaciones que, a modo de preguntas, colaboren en la lectura de los datos o gráficos y luego sean de utilidad para reflexionar juntas y juntos: 

¿Qué datos son relevados?

¿Cuáles son los datos que se pueden considerar más significativos? 

¿Qué cuestiones se comprenden y en cuáles es necesario revisar su significado? 

¿Qué información llamó más la atención? 

¿Qué sensaciones generó leer esta información? 

Será importante escuchar y dar lugar a las sensaciones que produzca el abordaje de este tema, buscando acompañar a las y los estudiantes de manera colectiva. Y, por último, poner en valor que distinguir la especificidad, la magnitud y las características históricas que adquiere la violencia por motivos de género es fundamental para que podamos aportar, cada quien desde su lugar, a la construcción de relaciones más igualitarias. 

H. Mapeo “¿Con qué recursos se cuenta en el barrio y el distrito?”

Esta propuesta está pensada para que las y los estudiantes puedan visibilizar los espacios y recursos presentes (o no) en el territorio (barrio, localidad, distrito) para personas (en su mayoría mujeres y grupos LGBTQ+) en situación de violencia por motivos de género. Consiste en generar un mapa significativo, donde poder reconocer no solo las ofertas y recursos de instituciones -como comisarías, fiscalías, servicios locales, centros de salud y hospitales, colegios profesionales, dependencias judiciales, etc.- sino también las redes de apoyo y las organizaciones barriales que se pueden poner en juego para acompañar a las víctimas y también a sus familias, y quienes colaboran para generar una mayor equidad garantizando otros derechos (por ejemplo, niñas, niños o adolescentes que acuden a un centro parroquial con actividades recreativas). 

La propuesta es trabajar desde lo que se llama Cartografía Social*, que parte de la idea de que todas y todos puedan hacer sus propios mapas, para decidir sobre el territorio que se vive y experimenta día a día. El territorio es subjetivo y social, por lo tanto, es construido desde los sentidos, experiencias y procesos sociales. Lo territorial es memoria, deseo, conflicto, evento y proyección de lo que se pretende y necesita.

*Se sugiere consultar: Cartografía Social. Claves para el trabajo en escuelas y organizaciones sociales (Repositorio Institucional, CONICET, 2018). 

Se busca pasar de reproducir pasivamente los mapas proporcionados en los recursos, a producir los propios mapas como acto creativo y colectivo a partir de un proceso de intercambio de experiencias y prácticas sobre el mundo representado. Al mismo tiempo, se propone generar nuevos sentidos espaciales que incrementen el conocimiento sobre el territorio. 

A modo de cierre

Para finalizar esta semana de trabajo sostenido en torno a la prevención de la violencia en los vínculos sexoafectivos y la construcción de relaciones basadas en el respeto y la equidad, se propone realizar el día 3 de junio una jornada de trabajo educativo institucional de reflexión y expresión colectiva con toda la comunidad escolar. Esta fecha recuerda el nacimiento del movimiento Ni Una Menos, que desde 2015 visibiliza la urgencia de erradicar todas las formas de violencia por motivos de género. La actividad final consistirá en una intervención artística en un espacio común de la escuela —como un mural, graffitis, una instalación, etc. — donde se expresen los aprendizajes, sentimientos y compromisos que surgieron a lo largo de la semana. Será un modo de hacer visible, desde lo sensible y lo creativo, las voces de las y los estudiantes. 

Esta propuesta busca consolidar lo trabajado, apropiarse colectivamente de los contenidos y dejar una huella tangible que refuerce el mensaje anticipado al inicio: “Basta de violencias en los vínculos”. También puede contemplarse un momento de puesta en común, donde cada grupo comparta su proceso, lo que más interpeló o movilizó a las y los estudiantes, o incluso leer un manifiesto elaborado por el grupo. La participación activa, el uso del cuerpo, la palabra, el arte y el diálogo como herramientas pedagógicas resultan fundamentales para seguir fortaleciendo espacios educativos libres de violencia, donde las y los jóvenes puedan imaginar y construir relaciones más justas, libres e igualitarias. 


1 La presente propuesta es una adaptación del recurso pedagógico Voces juveniles frente a la violencia, desarrollado por el equipo de la Dirección de ESI de la Región Educativa 6 en el 2024.

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