Semana de las niñeces

Un enfoque de derechos con perspectiva de género y diversidad en la forma de representar las vivencias de las niñeces.

Creado: 6 agosto, 2021 | Actualizado: 26 de junio, 2023

A partir de la recomendación de la Organización de Naciones Unidas de 1960 de destinar un día a promover el bienestar de niñas y niños con actividades sociales y culturales, se celebra en Argentina el tradicional “Día del niño”. En 2020 el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, a través de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia propone renombrar el festejo del tercer domingo de agosto como “Día de las Infancias” bajo el lema "Hay muchas maneras de vivir la niñez".

Debido a los cambios sociales, culturales y legislativos producidos en los últimos años es apropiado dejar de hablar de niño para hablar de niñeces. Teniendo en cuenta que el lenguaje refuerza y reproduce estereotipos y desigualdades, es necesario trabajar desde la dimensión simbólica para transformar la realidad, ampliar la mirada e incluir a las infancias en sus múltiples diversidades.

En línea con esta propuesta, la Dirección General de Cultura y Educación incluye en el calendario escolar la “Semana de las niñeces” del 8 al 12 de agosto. Un enfoque de derechos con perspectiva de género y diversidad en la forma de representar las vivencias de las niñeces que, desde la Dirección Provincial de Educación Primaria, queremos alentar en cada escuela y en cada aula.

Las infancias han cambiado y han sido entendidas de distinta manera a lo largo del tiempo, es importante entonces comenzar a pensar por fuera de un modelo universal, único y homogéneo.

Emplear el plural nos permite dar cuenta de la diversidad, de las distintas dimensiones y de sus muchas complejidades. No hay un solo tipo de infancia, hay tantas infancias como niñeces quepan en ellas. En esta subjetividad intervienen la edad, la procedencia, la etnia, la religión, la cultura y las condiciones de vida, entre otras cuestiones.

Desde una visión de las niñeces como sujetos de derecho se promueve una nueva relación que intenta desandar el adultocentrismo que históricamente la ha caracterizado. Esto supone que el mundo adulto se interpele y reflexione acerca de las propias expectativas y los condicionamientos que pudieran desoír o invisibilizar las voces y los deseos de las niñeces.

 

Los derechos en la escuela. El derecho a la identidad

Es el Estado el responsable de respetar, proteger y garantizar el ejercicio de todos los derechos, de promoverlos a través de la educación en un camino que se recorre cotidianamente. Pensar el aula como un lugar donde se cumplen y se promueven derechos a la educación, a la salud, a la escucha, a expresarse libremente, a la identidad, a la recreación y al disfrute de bienes culturales; es un desafío y una responsabilidad que la escuela asume, enseñándolos como herramientas necesarias para la vida, porque sólo quien los conoce puede defenderlos y ejercitarlos.

El derecho a la identidad es el derecho a saber quiénes somos. Dentro de los Derechos fundamentales este puede aparecer como obvio pero no lo es, puesto que la identidad es un proceso complejo que se reafirma y configura a lo largo de toda la vida.

Las experiencias de la niñez, los afectos cercanos, las dificultades y oportunidades forman parte de la construcción de nuestra forma de ser. La identidad se va construyendo a partir de las múltiples identificaciones que se hacen con las otras y los otros, se constituye dentro de una familia, por la inserción en un barrio, la pertenencia a un club, a una comunidad, a un país, a una nación. Incluye cuestiones como las características de filiación -ser hija o hijo de-, el género, la etnia, las opciones culturales, religiosas, políticas, entre otras.

Muchos de estos aspectos de la identidad fueron reconocidos como Derechos Humanos durante los siglos XX y XXI e incorporados como parte fundamental del cuerpo legal de nuestro país. Que cada una de las personas puedan tener acceso a construir y disfrutar de su identidad es un ejercicio personal y social que debemos alentar desde la escuela primaria, como una forma de celebrar la diversidad de nuestro territorio.

Es responsabilidad del Estado garantizar el derecho de cada niña o niño a ser registrado inmediatamente después de su nacimiento, a tener un nombre, una nacionalidad, un domicilio y a conocer quiénes son sus progenitores. Esto determina que sea una persona de existencia visible. Si bien este reconocimiento está contemplado en el Código Civil, en nuestro país el derecho a la identidad fue vulnerado durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983) con el robo y apropiación de bebés, niñas y niños. La lucha de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo ha sido fundamental para que muchas de estas personas recuperen su identidad, esta lucha es reconocida a nivel mundial y es parte fundamental de las nuevas conquistas por la identidad alcanzadas en Argentina.

El instrumento que acredita nuestra identidad es el Documento Nacional de Identidad (DNI), pero la identidad es mucho más que el documento. Cuando alguien nace se le pone un nombre, ese nombre es importante ya que diferencia a una persona de otra y, aunque el apellido da cuenta de la familia de origen, los grupos de crianza son diversos y en permanente construcción.

El Documento 6/15 de la Dirección de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social, define estos grupos de la siguiente manera:

“Existen distintas configuraciones familiares, cada familia es particular y distinta a su modo; y es en ese sentido que se explica el uso plural de familias. Cuando hablamos de familias no estamos refiriendo a vínculos necesariamente biológicos o de índole legal. Las familias suponen vínculos de cuidado, atención y afecto en el que crecen y se desarrollan todas las personas independientemente de la orientación sexual o la identidad de género de sus integrantes”¹.  

 

El trabajo con las chicas y los chicos

La escuela primaria cumple un rol fundamental ya que la pertenencia a esta institución es parte de la identidad que las chicas, los chicos y las familias construyen.

Trabajar la identidad en la escuela no es una novedad, es un contenido curricular. Lo que ha cambiado, y seguirá cambiando a lo largo del tiempo, es la concepción de identidad e identidades que se asumen. Es así que la escuela tiene la corresponsabilidad política de constituirse en ese espacio donde circulen múltiples sentidos, se produzcan diferentes aprendizajes y la convivencia sea expresión de la vida en común, pero también de la autonomía, la libertad, la democracia y la diversidad. La concepción de identidad como derecho resulta fundamental para acompañar a las niñeces en la promoción y garantía de ese derecho.

Trabajar con el DNI es la puerta de ingreso que proponemos para abordar la temática de la identidad. Un primer ejercicio es la observación, detenernos a mirar aquellos elementos presentes y analizar su relación con la identidad: datos, foto, huella digital, firma.

Algunos disparadores posibles para reflexionar y problematizar con las chicas y los chicos tanto de primero como de segundo ciclo pueden ser:

  • ¿Por qué no alcanza para la identificación de una persona con el nombre y el apellido?
  • ¿Qué números aparecen en el DNI?

Hay números cortos y un número muy largo. ¿Qué indican estos números?

Esos números que aparecen en el DNI brindan información, domicilio, fecha de nacimiento, número de trámite y un número que nos identifica como ciudadanas y ciudadanos para toda la vida.

En relación al resto de la información:

  • ¿Qué es la huella digital?
  • ¿Por qué está el domicilio?
  • ¿Hay que avisar cuando nos mudamos?
  • ¿Se pueden cambiar datos en el DNI?
  • ¿Tenemos para toda la vida el mismo DNI?
  • ¿Cuándo se renueva?

Para primer ciclo se puede generar la reflexión sobre qué otros aspectos conforman la identidad y no aparecen consignados en el DNI: la escuela a la que concurren, la música que les gusta, el club con el que simpatizan, el deporte o la comida favorita, si tienen mascotas o entretenimientos, entre otras alternativas.

En base a esta elaboración, las chicas y los chicos pueden realizar una nueva tarjeta de identidad en la que aparezca toda aquella información que las y los identifique, incluido su autorretrato.

En segundo ciclo además de analizar la información que contiene el DNI, podemos detenernos a pensar sobre la importancia de estar registrada o registrado y su implicancia en la vida cotidiana, por ejemplo: obtener un certificado que acredite el paso por la escuela, dejar registro de haber votado, conseguir un trabajo, tener acceso al sistema de salud, entre otros.

Otra posibilidad para profundizar la relación entre el DNI y la identidad es propiciar el debate y la escucha respetuosa acerca de los últimos avances con respecto a la identidad de género que se dieron en nuestro país.

En tal sentido, un buen disparador puede ser la lectura de artículos periodísticos y testimonios en relación con esta situación.

Una opción es el artículo que se publicó en el periódico Página 12 basado en las historias de personas que pudieron acceder a un nuevo DNI que reconoce sus identidades autopercibidas:

Independientemente de la semana de las niñeces, es importante que la escuela primaria  asuma el compromiso de un trabajo cotidiano que reconozca y valore las múltiples identidades de quienes conforman una comunidad.

 

Bibliografía:

 


¹ Material disponible en: Guía para el abordaje de la diversidad sexual e identidad de género en las instituciones educativas de la provincia de Buenos Aires

 

Imagen de portada: pxfuel.com

 

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