Día de la confraternidad argentino-boliviana

Propuesta pedagógica para abordar la hermandad y la identidad histórica de Argentina y Bolivia, a través de la figura de Juana Azurduy.

Creado: 10 julio, 2024

La Dirección General de Cultura y Educación estableció en el Calendario Escolar el 12 de julio como el Día de la confraternidad argentino-boliviana con el propósito de “resaltar la figura de Doña Juana Azurduy de Padilla como símbolo de la hermandad y la identidad histórica que une a ambos pueblos, en el marco del aniversario del natalicio de la Heroína de la Independencia” (DGCyE, 2024).

Asimismo, el acuerdo entre la República Argentina y el Estado Plurinacional de Bolivia, en relación con la fecha mencionada, fundamenta los motivos por los que se invita a las sociedades de ambos países a celebrar la significación de la figura de la Generala, a través de actividades que permitan difundir la diversidad cultural y social como factor importante que enriquece la integración regional.

Por tal motivo, se propone abordar las luchas de la Independencia de la “Patria Grande” y recuperar la naturaleza diversa y arraigada de quienes participaron en ellas, destacando la vida de Juana Azurduy de Padilla, mujer mestiza, revolucionaria y sudamericana.

Juana Azurduy, historia de una heroína en las luchas por la Independencia

Juana Azurduy nació el 12 de julio de 1780 en Toroca, una localidad del norte de Potosí perteneciente al Virreinato del Río de la Plata, actualmente Bolivia. Su madre fue Eulalia Bermúdez, oriunda de Chuquisaca; y su padre, Matías Azurduy, un hacendado próspero de la región. Proveniente de una familia mestiza, fue criada en las haciendas familiares donde no sólo desarrolló gran destreza en las labores rurales, sino que también entró en contacto con las comunidades indígenas y aprendió las lenguas quechua y aymara. En 1805 contrajo matrimonio con Manuel Ascencio Padilla, un estudiante de derecho y amigo de la familia, hijo de unos vecinos.

Durante su vida desempeñó un papel fundamental en las luchas por la Independencia que se extendieron a todo el continente americano e incluyeron a diversos grupos sociales: indígenas, mestizos, afrodescendientes y criollos. Si bien esta Revolución Americana recibió la influencia de sucesos europeos como la Revolución Francesa y la abdicación de Fernando VII, producto de la invasión napoleónica de la península en 1808, sus raíces profundas pueden ubicarse en la historia local. 

El 25 de mayo de 1809, luego de que Fernando VII renunciara al trono, el pueblo de Chuquisaca estableció la Primera Junta de Gobierno en el Alto Perú. Juana Azurduy y su esposo apoyaron la destitución del gobernador y se unieron a las fuerzas populares contrarias a la corona española, iniciando un ciclo de rebeliones en los Andes.

Como muestra de apoyo a la Revolución de Mayo, el matrimonio prestó sus propiedades para albergar a tropas de la “Primera Expedición Auxiliadora del Alto Perú”, liderada por Juan José Castelli. 

En 1813, Juana formó parte de la “Segunda Expedición Auxiliadora al Alto Perú” comandada por Manuel Belgrano, en la que organizó una numerosa tropa compuesta por indígenas y mestizos. Tomó el mando del batallón denominado Los Leales, en la batalla de Ayohuma, que se convirtió en la primera de una larga serie de combates contra la dominación española.

Junto a su esposo, lideró la Republiqueta* La Laguna. Como así también, creó una guardia personal de veinticinco mujeres guerreras llamada “Las Amazonas”. 

*Republiqueta es el nombre con el que se designaba a milicias que tomaban por sorpresa al ejército español.

Las victorias, derrotas y grandes tragedias marcaron el camino de Juana Azurduy. En marzo de 1814, luego de la derrota en Pomabamba, debió refugiarse en el Valle de Segura donde cuatro de sus hijos enfermaron y murieron. Sin embargo, a pesar del dolor, continuó la lucha embarazada de su quinta hija.

En 1816, Belgrano solicitó condecorarla por su valentía y conocimientos militares. Ese mismo año resultó herida en la batalla de La Laguna, donde su esposo y compañero de luchas fue asesinado al intentar rescatarla.

La muerte de Manuel Ascencio Padilla no solo ocasionó un profundo dolor, sino que también desencadenó una crisis en la milicia de La Laguna. Esta situación impulsó el pedido de ayuda al caudillo Martín Miguel de Güemes, que prontamente envió tropas y aseguró que la heroica mujer llegara a Salta en 1818. Una vez allí, le dio refugio en una de sus propiedades familiares. Tiempo después, ella se unió a la división de gauchos liderada por Güemes, conocida como Los Infernales.

Después del asesinato de Güemes en 1821, Juana Azurduy continuó su vida en Salta. El 1° de abril de 1825, Simón Bolívar la ascendió a coronel y le otorgó una pensión que recibió durante cinco años. Pese a los intentos por recuperar sus tierras, nunca lo logró. Falleció a los 81 años, el 25 de mayo de 1862, en la provincia de Jujuy. 

A cien años de su fallecimiento, sus restos fueron exhumados y trasladados a un mausoleo en Sucre, Bolivia. En 2007, se designó en Argentina el 12 de julio como el “Día de las Heroínas y Mártires de la Independencia de América”, en honor al nacimiento de la Teniente Coronel Juana Azurduy de Padilla. 

En 2009, fue ascendida a Generala del Ejército Argentino y Mariscal de la República Plurinacional de Bolivia. En marzo de 2010, la entonces Presidenta Cristina Fernández de Kirchner entregó personalmente el sable y las insignias de Generala ante sus restos, conservados en la Casa de la Libertad en Sucre, y se firmó el Acuerdo entre la República Argentina y el Estado Plurinacional de Bolivia que estableció el día del nacimiento de Juana Azurduy como el “Día de la confraternidad argentina-boliviana”.

Reconocida por su contribución en las luchas por la Independencia, su legado perdura como un ejemplo de coraje y compromiso con la libertad y la justicia, a la vez que representa el carácter mestizo, plural e igualitario de la Revolución Emancipadora.

Representación de Juana Azurduy en ilustración actual. Imagen tomada de argentina.gob.ar.

Propuestas para el trabajo en las aulas

A continuación, se presentan algunas actividades posibles para realizar con estudiantes.

  • Explorar en distintas fuentes sobre la organización social y la participación de las mujeres durante la época colonial y debatir sobre la vida cotidiana en aquel período, destacando la importancia del desempeño de Juana Azurduy en las luchas por la Independencia.
  • Investigar a otras mujeres que contribuyeron a la lucha por la Independencia americana y cómo se las recuerda en la actualidad. Elegir una historia y redactar un breve texto.
  • En pequeños grupos, buscar y seleccionar imágenes (pinturas, dibujos, fotografías) de mujeres que realizaron aportes significativos en la historia. Indagar en su biografía y sus actividades para conocer qué ideales defendían y cuáles fueron sus contribuciones. Exponer las producciones construidas.

Material ampliatorio

Cuando era chico quería ser grande: Juana Azurduy (Canal Pakapaka, 2012). Presenta anécdotas de la infancia de Juana Azurduy.

La asombrosa excursión de Zamba con Juana Azurduy (Canal Pakapaka, 2014). Zamba viaja en el tiempo para conocer a Juana Azurduy, quien luchó por la Independencia junto a Manuel Padilla.

Referencias bibliográficas

Dirección General de Cultura y Educación. (2024). Calendario escolar.

Acuerdo entre la República Argentina y el Estado Plurinacional de Bolivia.

Ley Nacional 26.277. Ley Declaración Día de las Heroínas y Mártires de la Independencia de América. Aprobada el 12 de julio en conmemoración al nacimiento de la Teniente Coronel Juana Azurduy de Padilla. 

El Género en la Patria. 17 de agosto: Liberar la Patria (Portal Educ.ar, 2022).

Ministerio de Defensa (2020). 12 de julio. Aniversario del nacimiento de la general Juana Azurduy.

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