Cementerio viejo

Microrrelato de Evangelina Montes de Oca (Instituto San Francisco de Asís, Azul)

Creado: 26 mayo, 2021 | Actualizado: 17 de octubre, 2023

Este microrrelato es uno de los 50 seleccionados en el Concurso Buenos Aires Fantásticaorganizado en 2020 por la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires y la Unidad Bicentenario del Ministerio de Comunicación Pública. De esta propuesta participaron 2.200 estudiantes del ciclo superior de escuelas secundarias bonaerenses. Sus obras fueron evaluadas por jurados distritales, regionales y por una instancia provincial que destacó dos cuentos por región educativa.

Cementerio viejo

-“Solo puede entenderte quien pasó por lo mismo” ¿Qué piensa de ese dicho licenciado?

-Pienso que no es necesario para ayudarte solo necesito que me cuentes

-Esto no le sucede a todo el mundo, pero necesito desahogarme y qué mejor que un psicólogo

-¿Podrías ser más específico?

-Si. Hace meses me mudé a la casa de mis abuelos en un barrio apartado del centro. La gente decía que era un barrio peligroso pero no tenía otra opción ya que me había quedado sin trabajo

-Por favor prosiga

-Nunca he creído en espíritus pero en el barrio hay muchas de esas historias. Un vecino me contó que una noche había escuchado ruidos y al ir a la cocina había visto a su abuela muerta cocinando

-¡Qué extraña situación! Pero qué tiene que ver con tu problema

-Como ya le conté estaba desempleado. Entonces decidí invertir mis ahorros en un taller mecánico ya que sé reparar autos y el garaje es espacioso ¡Qué difícil! Lo comprendo si piensa que estoy loco

-¿Por qué lo haría?

-Porque en el terreno donde está mi casa estaba el cementerio viejo

-¿El cementerio viejo?

Si, hace muchos años, en ese lugar había un cementerio llamado “Cementerio de los pobres”, allí sepultaban a quienes no podían pagar sepulturas. Alrededor de 1950 fue desactivado y los cuerpos fueron trasladados al otro campo santo llamado, a partir de entonces, cementerio ÚNICO. Obviamente quedaron cadáveres, olvidados. Luego se construyó el barrio

-Sigo sin comprender

-Déjeme explicarle. Como todo taller mecánico, necesitaba una fosa así que comencé a cavar el pozo pero ese día solo sellé las paredes para evitar que se desmoronen. El contra piso lo haría el día siguiente. (Llanto)

-Tranquilo 

-La siguiente mañana entré el taller y vi marcas de manos hechas con sangre que iban desde el interior de la fosa, seguían por la pared hasta el techo y allí una nota que decía “Gracias por liberarme”

¿Comprende licenciado? Había alguien sepultado en ese lugar

-Si, por supuesto que te entiendo. Nuevamente ¡GRACIAS POR LIBERARME!

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