La Gran Inmigración. Material para estudiantes

En este material se reúnen diversas fuentes de información sobre el tema, en diferentes registros: textos, imágenes, fuentes históricas, mapas, información cuantitativa, testimonios y entre otros.

Creado: 3 enero, 2024 | Actualizado: 26 de febrero, 2024

Las orientaciones para docentes que acompañan este material están disponibles es “La Gran Inmigración. Orientaciones docentes”.

Entre 1860 y 1930 arribaron a la Argentina alrededor de seis millones de personas provenientes de Europa. La mitad de ellas se estableció de forma definitiva en el país. Como fueron tantas y tantos las y los migrantes que llegaron durante esos años, quienes estudian este proceso utilizan la expresión “la Gran Inmigración” para diferenciarlo de los movimientos migratorios de otras etapas. Esta llegada masiva de inmigrantes se produjo en una etapa en la que la Argentina se estaba organizando como país, después de la sanción de la Constitución Nacional de 1853. 

Los grupos dirigentes de la época pensaban que era necesario impulsar la inmigración europea porque la Argentina estaba poco poblada. Además, como despreciaban la forma de vida y la cultura de los pueblos originarios, consideraban como un “desierto” a los territorios habitados por estas comunidades, es decir, el Chaco, gran parte de la provincia de Buenos Aires, la Patagonia. Los dirigentes pensaban que la llegada de inmigrantes de Europa era la mejor alternativa para poblar el país y conseguir trabajadoras y trabajadores que, además de su fuerza de trabajo, traerían una cultura que –según ellos– era superior.

El proyecto inmigratorio de estos dirigentes quedó plasmado en el preámbulo de la Constitución Nacional: 

“Nos, los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen […] con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino: invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución, para la Nación Argentina.”

  • En esta presentación de la Gran Inmigración, se sostiene que los gobernantes de la época tenían mucho interés en que vinieran personas del continente europeo a poblar la Argentina. ¿Por qué razones?
  • El texto dice que el proyecto inmigratorio de los gobernantes quedó plasmado en el preámbulo de la Constitución Nacional. ¿En qué parte el preámbulo se refiere a la inmigración? ¿Qué dice?

Afiche publicitario de una empresa naviera: Navigazione Generale Italiana. Imagen tomada de la Associazione Culturale Italian Liniers.

  • ¿Qué escena representa el afiche?

 Para tener en cuenta: 

  • En el afiche –arriba, a la izquierda– dice en italiano “Varo del Piroscafo UMBRIA”, que quiere decir: Partida del barco Umbría. “Livorno” es el nombre de un puerto de Italia. La fecha –8 de agosto de 1901– indica el día de la partida. 
  • Abajo, a la derecha está escrito: “Navigazione Generale Italiana”, el nombre de una empresa que hacía viajes entre Italia y América en esos años.
  • Las personas que están arriba del barco son trabajadores, parte de la tripulación del barco.

En el texto “Los que vinieron en los barcos” (ver a continuación), su autor, el historiador Luciano de Privitellio, aporta información interesante para comenzar a estudiar la Gran Inmigración:

 ¿Por qué tantas europeas y tantos europeos dejaron su país? ¿Qué esperaban encontrar en Argentina? ¿Cómo fueron sus experiencias?

LOS QUE VINIERON EN LOS BARCOS

Las historias de los inmigrantes fueron muchas, tantas como las personas que llegaron al puerto de Buenos Aires. Sin embargo, es posible identificar algunos rasgos comunes en la experiencia de los miles y miles de inmigrantes que llegaron a la Argentina. Diferentes personas, distintas nacionalidades, unieron sus historias en un itinerario común. La mayoría eran varones. Podía tratarse de un hombre joven de alguna aldea o pequeño pueblo de España o Italia que, por los cambios económicos que vivía Europa en esos años, tenía muy pocas posibilidades de trabajar en su región. O, tal vez, se trataba de un joven judío del Imperio Ruso o de un muchacho sirio-libanés del Imperio Turco, cansados de las persecuciones a las que los sometían sus gobiernos

Fatigados de enfrentar los problemas económicos o las persecuciones, estos jóvenes tomaban la decisión de buscar un futuro mejor viajando a América. La publicidad de las empresas navieras les mostraba las bondades de la Argentina, una nación ubicada al sur de Sudamérica, de la que, tal vez, nunca antes habían oído hablar. Los empresarios les vendían a los migrantes pasajes baratos en la tercera clase de los barcos de vapor que cruzaban con increíble rapidez el océano Atlántico (apenas tres semanas). Entonces, los jóvenes iniciaban su viaje con la ilusión de hacerse ricos pronto o, como se decía en esa época, con el deseo de “hacer la América”.

Al término de su viaje, que generalmente se hacía en malas condiciones, llegaban al puerto de Buenos Aires. Aunque no faltó alguno que, confundido, bajara en Montevideo pensando que había llegado a la Argentina. En el puerto de Buenos Aires, los recién llegados pasaban unos días en el Hotel de Inmigrantes, donde hacían los trámites de ingreso al país e intentaban conseguir trabajo y alojamiento. O eran recogidos en el puerto por algún paisano o conocido suyo, que había migrado antes y los ayudaba a instalarse.

Luego de los primeros días, los destinos posibles de los inmigrantes eran múltiples. Podían ir al campo en la zona del litoral mesopotámico o en la llanura pampeana para trabajar como peones en las cosechas o para arrendar una parcela de tierra. También podían conseguir trabajo en las ciudades que crecían al ritmo veloz del desarrollo económico. 

VOLVER O QUEDARSE

Los inmigrantes tenían objetivos bien distintos. Unos llegaban para trabajar un tiempo, juntar dinero gracias a los sueldos altos que se pagaban en comparación con los de Europa y, luego, regresar a su país. Otros llegaban con la intención de radicarse definitivamente e iniciar una nueva vida. Estos últimos trabajaban hasta ahorrar lo suficiente para pagar el pasaje de su familia. Además, las cartas que ellos mandaban a sus parientes y amigos en Europa solían convencer a muchos otros de iniciar también la aventura de migrar. 

Los primeros años de los inmigrantes eran siempre muy duros. Sólo con el tiempo, algunos pudieron disponer de un modesto capital para instalar su propio taller, su comercio o su pequeña explotación rural. Otros trabajaron toda su vida sin lograr grandes mejoras en su posición. Muchos menos fueron los que amasaron grandes fortunas. 

Selección de fragmentos del capítulo “Hacer la América”, del libro La Argentina optimista, de Luciano de Privitellio. Editorial Altea, Colección Los caminos de la Historia, 2002.

  • ¿Qué aporta el texto para responder a las preguntas que lo introdujeron?
    ¿Por qué tantas europeas y tantos europeos dejaron su país? ¿Qué esperaban encontrar en Argentina? ¿Cómo fueron sus experiencias?
  • El historiador comenta que los primeros años de las y los inmigrantes en Argentina “eran siempre muy duros” ¿Qué quiere decir con esta expresión?

LA LLEGADA DE LAS Y LOS INMIGRANTES

Los gobiernos argentinos promovieron de diversas maneras la llegada de europeas y europeos. Además de los derechos que la Constitución Nacional reconoció a las extranjeras y los extranjeros, durante el gobierno de Nicolás Avellaneda, se sancionó la Ley Nacional de Inmigración y Colonización en el año 1876. Entre otras cosas, esta ley establecía que las personas recién llegadas tenían derecho a ser alojadas y mantenidas por el Estado argentino por un plazo de cinco días desde su llegada en el Hotel de Inmigrantes, cercano al puerto de Buenos Aires. Además, el Estado también cubría los gastos del traslado de las y los inmigrantes a los lugares donde encontraran trabajo y decidieran establecerse. 

Hubo varios edificios destinados al alojamiento de ellas y ellos y dos hoteles que se construyeron especialmente: el primero, conocido como “La Rotonda”, que funcionó entre 1888 y 1910, y el “Hotel de Inmigrantes” inaugurado en 1911. Este último mantuvo su actividad hasta la década de 1950. En la actualidad funciona allí el Museo de la Inmigración.

En esta galería de imágenes del Museo de la Inmigración hay fotografías de la llegada de inmigrantes y de ambos hoteles. 

IMAGEN 1. “La Rotonda”, viejo hotel de inmigrantes (1888-1910).

IMAGEN 2. Llegada de un vapor al puerto de Buenos Aires.

IMAGEN 3. Inmigrantes en el comedor del viejo hotel, conocido como La Rotonda.

Las imágenes 1, 2 y 3 fueron tomadas del Museo de la Inmigración, UNTREF. Recuperadas en noviembre de 2020.

Las imágenes 1 y 3 son fotografías tomadas en los tiempos del Hotel “La Rotonda”. Antes de que se construyera el puerto, los barcos anclaban a cierta distancia de la costa porque la escasa profundidad del río no permitía que los barcos se acercaran. Las pasajeras y los pasajeros y las cargas debían pasar del vapor transatlántico a una embarcación más pequeña y solo después de recorrer un trecho de río (muy complicado si había tormenta) podían descender y pisar tierra firme. Años después, la construcción del puerto hizo posible que los barcos llegaran directamente a un muelle (imagen 3), lo que agilizó el desembarco de las personas que llegaban cansadas después de haber viajado durante tres semanas en malas condiciones.

En la Imagen 3 las personas recién llegadas fueron retratadas por un fotógrafo. Están sentadas en los bancos del comedor del viejo hotel.

  • Entre las y los inmigrantes: hombres, mujeres, chicas y chicos.
  • Personal del hotel

¿Qué idiomas hablarían estas personas? ¿Sobre qué hablarían? ¿Por qué estarán tan serias y serios en la fotografía?

Dice el historiador L. de Privitellio: “Diferentes personas, distintas nacionalidades, unieron sus historias en un itinerario común. La mayoría eran varones.” En el grupo de inmigrantes que aparecen en la imagen 3. ¿Cuántas mujeres y cuántos varones hay? ¿Cuántos niños? ¿Se corresponde con lo que dice el texto?

IMAGEN 4. Comedor del Hotel, turno de varones.

IMAGEN 5. Cocinas del Hotel de Inmigrantes. Además, el hotel contaba con carnicería y panadería para producir los alimentos que se servían en el salón comedor de la planta baja. Los inmigrantes comían por turnos: mujeres y niños, por un lado, hombres, por el otro.

IMAGEN 6. Dormitorios para 250 personas. Eran cuatro dormitorios por piso con lugar para 1.000 personas, 3.000 en total. En el primer piso dormían mujeres y niños. En el segundo y tercero, los hombres –que eran mayoría–.

IMAGEN 7. En el espacio de usos múltiples, decorado con escudos y banderas argentinas, mujeres y niños pasaban el día mientras los hombres buscaban trabajo. En este espacio se realizaban proyecciones de películas que mostraban paisajes de la Argentina y capacitaciones en el manejo de herramientas para las tareas agrícolas y domésticas.

Las imágenes 4, 5, 6 y 7 fueron tomadas del Museo de la Inmigración, UNTREF. Recuperadas en noviembre de 2020. 

  • Para analizar las fotografías:

Las imágenes 4 a 7 son fotografías tomadas en el Hotel de Inmigrantes, que reemplazó al de “La Rotonda”. Observen las imágenes y lean los epígrafes que las acompañan. 

  • ¿Qué aspectos del Hotel les llaman la atención? (Por ejemplo, las dimensiones del edificio, sus diferentes espacios, los adornos de las paredes, las actividades que ofrecía, etc.).
  • ¿Qué diferencias se pueden encontrar entre los dos hoteles? 
  • Los dirigentes decidieron colocar banderas y escudos argentinos en los ambientes del Hotel y proyectar películas sobre los paisajes de la Argentina. ¿Con qué intención lo habrán hecho? 

UN MAPA DE LA GRAN INMIGRACIÓN

Este planisferio político mudo (en blanco) puede ser la base para construir un mapa que represente las rutas de este enorme movimiento de personas hacia la Argentina. Antes de hacerlo, será necesario consultar un planisferio político en algún libro, enciclopedia, globo terráqueo para obtener información. 

Mapa tomado del Instituto Geográfico Nacional (IGN).

  • Algunas indicaciones para trazar las rutas:
  1. Señalen en el planisferio la ubicación de los continentes y océanos. Escriban sus nombres.
  2. En Europa, localicen Italia y España, los dos países europeos desde donde llegaron la mayor parte de las y los inmigrantes
  3. Señalen con el dedo, el posible recorrido de los buques que trasladaron a personas provenientes de España e Italia. 
  4. Quienes salieron de Italia, lo hicieron mayoritariamente por el puerto de Génova, y las personas que partieron de España, por el de Barcelona. A la Argentina llegaron al puerto de Buenos Aires. Ubiquen y señalen estos tres puertos.
  5. En el planisferio en blanco, tienen detallado el nombre de Europa, Italia, España y Argentina. El de los océanos Atlántico, Pacífico, Índico y Mar Mediterráneo. También los puertos de Buenos Aires, el de Barcelona y el de Génova
  6. Con esas localizaciones pueden trazar el recorrido de los barcos desde Génova y Barcelona hasta Buenos Aires. Represéntenlo con una línea en forma de flecha que sale de cada puerto europeo, sigue por el Mar Mediterráneo, cruza el Océano Atlántico, entra al Río de la Plata y llega a Buenos Aires.
  7. Coloquen en su planisferio el título que les parezca adecuado según la información que quedó registrada.

LAS Y LOS PROTAGONISTAS DE LA GRAN INMIGRACIÓN

Abandonar el país propio e irse a vivir a otro no es una decisión fácil. Las millones de personas que decidieron emigrar hacia América en busca de mejores oportunidades para ellas y sus familias tuvieron sus razones. Estos motivos están relacionados con lo que pasaba en sus países de origen, por ejemplo, con las posibilidades de conseguir trabajo o de progresar económicamente. También con lo que pasaba en los lugares de destino, como la Argentina que ofrecía muchas oportunidades laborales e impulsaba la llegada de europeas y europeos. 

Sin embargo, saber lo que pasa en los países de origen y de destino no es suficiente para entender por qué migran las personas. Para esto, es necesario acercarse al punto de vista de las personas que migraron: cuáles fueron sus motivos para dejar su país y para elegir un nuevo lugar donde vivir, cómo tomaron esa decisión, qué ayudas recibieron, cómo vivieron su experiencia. El punto de vista de En el espacio de usos múltiples, decorado con escudos y banderas argentinas, mujeres y niños pasaban el día mientras los hombres buscaban trabajo quedó registrado en las cartas que intercambiaban con sus parientes y amistades que se habían quedado en el país de origen; en los periódicos que publicaban las comunidades de inmigrantes; en fotografías, objetos y relatos que fueron pasando de madres y padres a hijas e hijos. 

Las investigadoras y los investigadores utilizan estos registros de las experiencias de las personas migrantes como fuentes de información para estudiar las migraciones. También producen nuevos testimonios, por ejemplo como cuando entrevistan a personas que migraron para conocer sus experiencias y registran sus testimonios. Durante mucho tiempo las y los especialistas no prestaron atención a la perspectiva de las y los migrantes. Cuando comenzaron a hacerlo, cambió el modo de entender los movimientos migratorios. 

La historia de vida de Marco y el testimonio de Mario son fuentes de información que nos acercan a la perspectiva de las y los migrantes. Al leerlas, ustedes podrán conocer aspectos de la experiencia de migrar en la voz de algunas y algunos protagonistas. 

¿Dónde vivían Marco, Mario y su tío Pedro antes de emigrar a la Argentina? ¿Cómo eran sus vidas en su país y por qué cada uno de ellos decidió partir? ¿Cómo tomaron la decisión de irse y cómo fue la partida? ¿Quiénes los ayudaron? ¿Por qué eligieron la Argentina y cómo les fue allí?

Tomado de Alonso, María Ernestina y Gurevich, Raquel (coord.). Ciencias Sociales 6. Serie Puntos Cardinales. CABA: Aique, 2001.

Mario, su tío Pedro y su papá, inmigrantes italianos

Imagen tomada durante la filmación del video realizado por la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) y el Museo de la Inmigración.

Tengo 82 años. Hace 63 que vivo en este bendito país, que lo quiero tanto como al otro. Llegué acá el 22 de mayo de 1950. La historia empieza así, ¿por qué estamos acá?

En el año 1924 vino a la Argentina un grupo de paisanos del mismo pueblito de Italia, eran como quince. Entre estos paisanos había un tío mío de 20 años, Pedro, que vendría a ser el segundo hermano de mi papá.

En Argentina en aquella época había pocas industrias y los paisanos fueron a trabajar en el campo, pero como eran semianalfabetos… Porque en el sur de Italia –hay que decir la verdad– muy atrasados… la gente muy laboriosa, muy buena, con mucha sabiduría en cuanto a trabajar la tierra, por ejemplo, o cualquier oficio. Enseguida aprendían a trabajar porque venían con ganas de progresar… 

Encontraron trabajo en la cosecha del maíz. ¿Cómo se cosechaba el maíz? No es como ahora, que se hace con máquinas. En aquella época, se ponían quince o veinte hombres en un maizal, generalmente en invierno porque el maíz maduraba, después se ponía seco y entonces era más fácil sacarle el espigón de la espiga del maíz, ¿no es cierto? ¿Vio que el maíz está forrado? (Hace gestos con las manos) Ellos se ponían una bolsa de arpillera atada a la cintura y con una cuchilla acá o una herramienta abrían el forro de la espiga del maíz y sacaban, rompían y ponían… (hace gesto de guardar el maíz en la bolsa). Cuando se llenaba la bolsa, ¡llegaba a 40 kilos! Después tenían que cerrar la bolsa con una aguja grande que tenían. Dejaban las bolsas y venían dos gauchos con un carro y llevaban el maíz a la chacra. Ellos trabajaban de esto. Fueron a la provincia de Santa Fe, fueron a todos lados. 

Hasta que un día se encontraron con otro paisano que les dijo: “hay un lugar muy lindo donde hay un trabajo mejor que éste.” Era el trabajo en la esparraguera, en Tandil. ¿Vio los espárragos que todavía vienen de allá? “Es muy parecido a Calabria, las sierras, todo muy lindo…”, dijo el paisano. “Ah, bueno –respondieron ellos– vamos para allá”. Y se fueron a Tandil. 

Mi tío Pedro fue muy ahorrativo… Después conoció a una galleguita que era cocinera de un gran estanciero. Y él también se fue a trabajar a la estancia. Ahorraron una platita y se compraron un campito, quince hectáreas de tierra, cerca de la Piedra Movediza, en Tandil. Ahí se hizo una casita… y se puso a producir papa y huevos. Tenía como dos mil gallinas sueltas, a la tarde juntaban los huevos que estaban debajo de la maleza. Juntaban dos mil, cuatro mil huevos, qué sé yo… Y todos los fines de semana iban con un carrito a llevarlo a Tandil, porque estaban a cuatro o cinco kilómetros de la ciudad de Tandil. Y después sembraba papa, producía papa. Vendía papa y huevos. Con eso se compró dos casas en la ciudad de Tandil. Bueno, pasó el tiempo… 

Mientras tanto, en Italia, vivíamos bastante… apretados. Era una época mala y nosotros éramos siete hijos. Vivíamos de la tierra, éramos agricultores, “contadino” se dice allá, acá es campesino el que produce, el que trabaja la tierra. Bueno, vivíamos de eso, de la huerta, del chanchito, de una cabrita, de la aceituna, de las higueras… vivíamos de eso. Teníamos una pequeña propiedad pero no alcanzaba. A mis padres le preocupaba el porvenir… Mi papá pensaba “Tengo hijos varones, ¿qué hago con estos hijos? Bueno –dijo– voy a escribir…” Y le escribió al hermano que vivía en Tandil, mi tío Pedro. En esa época Argentina era… el atractivo número uno. Había mucho trabajo. Entonces mi papá le escribió al hermano de Tandil y el hermano le hizo el acto de llamada (hace gesto de escribir), como se decía en esa época, porque tenías que tener un pariente que se hiciera responsable. Mi tío lo llamó a mi papá, lo trajo a la Argentina y se lo llevó a Tandil.

El video con el testimonio de Mario termina allí. Como cuenta al principio, él también vino a la Argentina en 1950, unos años después que su papá. Aunque no lo sabemos, por lo que cuenta en su relato es probable que hayan venido también otros miembros de su familia. 

Este testimonio ha sido transcripto de un video producido en 2015 por el Museo de la Inmigración de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), del cual se seleccionaron algunos fragmentos. Si en algún momento tenés acceso a internet, podés ver el testimonio completo.

  • Completen el siguiente cuadro con los datos que obtengan releyendo las historias de Marco, Francesco, Pedro y Mario. Seguramente van a encontrar algunas semejanzas y diferencias. Es posible que algunas celdas queden vacías por falta de información.
ProtagonistaMarcoFrancescoPedroMario
Lugar en que vivía en EuropaItalia
Año en que viajó a Argentina1883 1950
Su edad en ese momento17 años
Los que lo acompañaron o ayudaron en su lugar de origenNo nombra
Los que lo acompañaron o ayudaron en el viajeLos 15 paisanos que viajaron juntos
Los que lo recibieron o lo acompañaron acá
Lugar en que vivió en ArgentinaEn “el campo” (cosecha maíz)En TandilNo nombra
Relaciones que mantuvo con los de “allá”Tuvo que “guardar los recuerdos”
  • Conversen sobre las semejanzas y diferencias que encontraron entre las historias de estos inmigrantes

LAS CADENAS MIGRATORIAS

Como cuenta la mayoría de las y los migrantes, tener familiares o personas conocidas en el lugar de destino fue muy importante para emprender la difícil experiencia de migrar. 

Cuando las investigadoras y los investigadores se fueron acercando a conocer la perspectiva de las y los migrantes, comenzaron a prestar cada vez más atención a estos vínculos. Las y los especialistas llaman “cadenas migratorias” a esta red de relaciones que las personas migrantes construyen y que resultan fundamentales para obtener la información y las ayudas que necesitan para tomar la decisión de migrar y para resolver los problemas que se les presentan a quienes recién llegan. 

En el siguiente texto, el historiador Raúl Fradkin habla de la importancia de estos vínculos entre quienes migran.

La decisión de migrar

La decisión de migrar no era sencilla e involucraba a toda la familia, ya que suponía elegir el momento y decidir el lugar de destino. Para ello, el manejo de la información era fundamental. 

El arribo a la Argentina fue muy difícil para los primeros migrantes, los “pioneros”, porque tenían muy poca información y pocos contactos que los pudieran ayudar. Las situaciones por las que podían pasar eran difíciles: se alojaban en el Hotel de Inmigrantes entre miles de personas que hablaban idiomas diferentes, debían recurrir a los reclutadores de mano de obra para encontrar trabajo o salir a buscarlo por sus propios medios en un país totalmente desconocido.

En cambio, para los que tenían parientes o paisanos que habían migrado antes el panorama era mucho menos incierto: al llegar al puerto de Buenos Aires había alguien que los esperaba y que les prestaba ayuda y asistencia hasta conseguir trabajo y un lugar donde vivir. 

Texto tomado del libro Historia de la Argentina, Polimodal, de Raúl Fradkin. CABA: Estrada, 2000.

  • ¿Quiénes fueron las personas que formaron las cadenas migratorias, es decir, que ayudaron o acompañaron a Marco, Francesco, Pedro y Mario en su decisión de migrar y en su arraigo en Argentina?

¿Cómo funcionaban estas “cadenas migratorias”?

La carta fue el principal modo de intercambiar información y de pedir o de ofrecer ayuda entre parientes y paisanos que estaban en Europa y en América, de un lado y del otro del océano Atlántico. Las cartas iban y venían en los vapores que cruzaban el océano a través de personas conocidas que viajaban o del correo postal, un sistema que se organizó en esta época para que la enorme cantidad de cartas que se intercambiaban llegaran a su destino en cualquier parte del mundo. 

Las cartas que incluimos a continuación las intercambiaron dos amigos: Lorenzo, que escribe desde Italia, y Genaro, que responde desde Buenos Aires –donde se había instalado unos años antes.

¿Qué dicen estos amigos en sus cartas? ¿Qué quiere saber Lorenzo? ¿Qué responde Genaro? ¿Cómo intenta ayudar a Lorenzo?

Chieti, enero 28 de 1886 

Querido amigo: 

Gracias a Dios que después de tantos años he podido averiguar tu paradero y tener noticias tuyas. Hace pocas semanas fui a Nápoles y tropecé con tu tío. […] 

Sé que estás bien, que hiciste dinero en el comercio y que te has casado con una hija de ese país. ¿Te costó mucho trabajo hacer ese dinero? […] ¿Es la América como la pintan? ¿Es verdad que por allí corren los miles como por aquí las centenas, que hay tantas riquezas inexplotadas que aprovechar, tantos negocios lucrosos que emprender, tantos medios de hacer fortuna en un dos por tres? 

Háblame claro sobre esto […] ¿Qué hacen, de qué viven, a qué se dedican tantos italianos como hay en ese país? ¿Qué piensan los argentinos de los italianos? ¿Hay periódicos italianos? ¿Son buenos o malos? 

La verdad que es cosa que pica mi curiosidad saber cómo pueden entenderse, combinarse, armonizarse gentes de tantas nacionalidades y tan diversas en lenguas, orígenes, costumbres, manera de vivir y pensar. Debe ser un espectáculo grandioso ver cómo allí hay lugar para todos y muchos más, mientras por aquí todos sobramos y nos comemos unos a otros […]

Lorenzo Scatola

Seleccionado del libro Tipos y costumbres bonaerenses, de Aníbal Latino. Buenos Aires: Hyspamérica, 1943 (Págs. 233-240).

Buenos Aires, febrero 26 de 1886

Estimado Lorenzo: 

[…] ¿Dices cuál es la vida de tantos italianos como hay aquí y vienen continuamente? Hacen de todo, se dedican a todo y viven como pueden.

Los que llegan, como yo, sin oficio, padecen y acaban por volver a Europa más pobres que cuando vinieron o por adaptarse a faenas que nunca hubieran soñado, y entonces, utilizando su poca o mucha inteligencia e instrucción, llegan a hacer alguna cosa.

Como por fortuna la mayor parte de los que vienen son trabajadores del campo, endurecidos sobre el arado y embrutecidos por la miseria y las privaciones, repentinamente transportados, a impulsos de una vaga esperanza, de ideas confusas, de consejos o llamamientos de parientes o amigos, a un país lleno de vida y movimiento; como son, decía, campesinos u obreros cansados de buscar trabajo en todos los talleres, de pedir pan a todas las fábricas, de sufrir hambre y estrecheces, están generalmente contentos en este país, porque encuentran fácilmente ocupaciones bien remuneradas. Muchos de esos trabajadores y obreros llegan a labrarse una posición desahogada, adquieren propiedades, se arraigan en el país…

Como los demás extranjeros, los italianos, viven en buena armonía con los nativos; haciéndose justicia a sus aptitudes múltiples, a su laboriosidad, a su robustez, a su resistencia y a sus hábitos de ahorro […]

Dispuesto a complacerte en cuanto pueda, no dejes de escribirme y preguntarme cuanto se te ocurra, y mientras tanto vaya un abrazo de tu afectísimo.

 Genaro Dellapesca 

Seleccionado del libro Tipos y costumbres bonaerenses, de Aníbal Latino. Buenos Aires: Hyspamérica, 1943 (Págs. 269-287).

  • Lorenzo y Genaro se escriben en 1886. Es interesante pensar las inquietudes y preguntas que plantea Lorenzo en relación con las posibilidades económicas y el trabajo para las y los inmigrantes en la Argentina y también con la vida cotidiana. 

¿Por qué Lorenzo hace esas preguntas? ¿Qué piensan? 

Cartas de inmigrantes. La segunda imagen corresponde a una “carta de llamada” (Atto di chiamata) como la que menciona Mario en su testimonio.  Imágenes tomadas del Museo de la Inmigración, UNTREF.

LA GRAN INMIGRACIÓN EN LOS CENSOS NACIONALES DE POBLACIÓN

Hasta aquí enfocamos el estudio de la Gran Inmigración desde la perspectiva de los protagonistas. En las próximas páginas vamos a estudiar características generales de este movimiento migratorio y algunos cambios que se registraron a través del tiempo. Para eso vamos a recurrir a la información de los censos nacionales de población. 

Los censos nacionales de población son fuentes de información fundamentales para estudiar los movimientos migratorios. En Argentina el primero se realizó durante la presidencia de Sarmiento, en el año 1869. Desde entonces se realizaron nueve más. 

Los censos dan información confiable sobre la población y sus características. Por los datos que registran, permiten conocer no solo la cantidad de habitantes que había en el momento de cada uno en el territorio argentino, sino también algunos aspectos de cómo estaba compuesta la población. 

Para estudiar la Gran Inmigración vamos a tomar en cuenta los primeros cuatro censos nacionales: 1869, 1895, 1914 y 1947. Podemos considerar al de 1869 como representativo de la situación anterior a la gran inmigración. Los que se realizaron en 1895 y 1914 aportan información sobre la llegada de extranjeras y extranjeros, y el censo de 1947 caracteriza a la población en un momento posterior, cuando llega una poca cantidad de inmigrantes provenientes de Europa.

Analizar los datos censales que se presentan a continuación permitirá contestar estas preguntas.

CUADRO 1: Población de la Argentina. Nativos y extranjeros 1869 a 1947

Año del censo Nacionalidad1869189519141947
Nativos argentinos1.526.0002.947.0005.543.00013.457.000
Total de extranjeros210.0001.006.0002.341.0002.435.000
Italianos71.000492.000942.000786.000
Españoles34.000198.000841.000749.000
Latinoamericanos41.000116.000207,000316.000
Resto63.000199.000399.000584.000
Población total1.737.0003.954.0007.885.00015.893.000

Fuente: Susana Torrado (2003) y Roberto Benencia, R. (2016) a partir de datos de los Censos Nacionales de Población.

En 1869 vivían en total en Argentina 1.737.000 personas y en 1947 ya eran 15.893.000. Las italianas y los italianos fueron mayoría entre la población extranjera censada todos estos años.

El título de este Cuadro 1 indica que en él vamos a encontrar las cantidades de personas argentinas nativas y extranjeras que vivían en el país. Debajo, la fuente indica que son datos tomados de los Censos Nacionales por una autora y un autor que los estudiaron: Susana Torrado y Roberto Benencia.

A continuación se representa parte de la información del cuadro 1 a través de un gráfico, por eso tienen el mismo título. 

GRÁFICO 1:Población de la Argentina. Nativos y extranjeros 1869 a 1947 (en miles)

Fuente: elaboración del equipo de Ciencias Sociales, en base al cuadro 1. Dirección Provincial de Educación Primaria, DGCyE, 2020.

La curva que representa la cantidad de extranjeras y extranjeros sube rápido entre 1895 y 1914 porque corresponde a los años en que llegaron más a la Argentina. Después de 1914, la cantidad permanece estable porque a partir de ese año llegaron pocas personas inmigrantes y otras, ya ancianas, fallecieron.

GRÁFICO 2: Población extranjera 1869 - 1947 (en miles)

Fuente: elaboración del equipo de Ciencias Sociales, en base al cuadro 1. Dirección Provincial de Educación Primaria, DGCyE, 2020.

En este gráfico se destaca mejor que, si bien el total de extranjeras y extranjeros en 1914 y en 1947 es similar, hay un cambio en sus países de origen: no solo disminuyeron las y los inmigrantes provenientes de Europa sino que aumentó la cantidad de personas llegadas de América Latina.

LA LUPA PUESTA EN EL CENSO DE 1914

Presentamos a continuación una serie de gráficos construidos a partir de información del censo de 1914 (Cuadro 1). Para poder analizar mejor algunos aspectos pasamos algunos datos a porcentajes.

GRÁFICO 3: Población de la Argentina 1914. Nativa y extranjera (en %) 

Fuente: elaboración del equipo de Ciencias Sociales, en base al cuadro 1. Dirección Provincial de Educación Primaria, DGCyE, 2020.

En el Tercer Censo Nacional de Población (1914) gran parte de la población de Argentina (30 %) era inmigrante.

GRÁFICO 4: Población extranjera en Argentina en 1914. Por nacionalidad (en %)

Fuente: elaboración del equipo de Ciencias Sociales, en base al cuadro 1. Dirección Provincial de Educación Primaria, DGCyE, 2020.

En este gráfico puede observarse con claridad que la cantidad de inmigrantes de personas italianas y españolas era similar en 1914.

GRÁFICO 5: Población nativa y extranjera de la Argentina por sexo (1914) (en miles)

Fuente: Tercer Censo de la Nación Argentina - 1914 (10 de junio de 1914). Volumen 2, pág. 202. Consultado en octubre de 2020.

La cantidad de mujeres y varones que nacieron en Argentina es prácticamente pareja. En cambio, entre las y los inmigrantes hay muchos más varones que mujeres.

  • Al analizar las fotografías de los hoteles, vimos que la mayoría de las personas migrantes eran varones. Sin embargo, estas no nos permiten medir cantidades, sólo obtener algunas impresiones sobre ellas. Para medir cantidades, la fuente de información adecuada son los censos de población.

 El gráfico 5 te permite corroborar la proporción de mujeres y varones entre las y los inmigrantes en 1914.

Sexo
Nacionalidad
Varones Mujeres Total (Varones + Mujeres)
Argentinos nativosAprox. 2.750.000+ de 5.500.000
Extranjeros+ de 2.300.000
Totales+ de 7.800.000

EL IMPACTO DE LA GRAN INMIGRACIÓN EN LA ARGENTINA

¿Cuál fue el impacto de la llegada de tantas europeas y tantos europeos a la Argentina? ¿Qué cambios se produjeron en la sociedad y en la vida de ellas y ellos? 

Una sociedad diferente: el impacto de la Gran Inmigración

Como resultado de la inmigración masiva, la población de la Argentina creció rápidamente y la sociedad registró grandes cambios. Entre los millones de personas que llegaron al país una gran cantidad eran jóvenes y, en su mayoría, varones. Estos jóvenes encontraron trabajo en la siembra y la cosecha de cereales, en la fabricación de bolsas y el transporte de estos productos en tren entre el campo y la ciudad, en la carga de mercaderías en el puerto, en la construcción, en oficios como afilador, carnicero, zapatero, panadero y en la venta ambulante o en pequeños establecimientos.

Los dirigentes políticos y grandes terratenientes estaban satisfechos con la llegada en abundancia de nuevos trabajadores que les permitían concretar sus planes económicos. Para los trabajadores el panorama era diferente. El aumento acelerado de la población generó diferentes problemas que afectaban tanto a los recién llegados como a la población nativa, las viviendas no alcanzaban y eran muy caras, los servicios urbanos eran insuficientes. Si bien los sueldos de los trabajadores eran más altos que en Europa y los alimentos eran más baratos, en Argentina había momentos difíciles en los que el trabajo escaseaba. 

A comienzos del siglo XX los conflictos políticos y sociales se empezaron a expresar con mayor intensidad. Los sectores populares organizaban huelgas y protestas para reclamar reformas y se hacían escuchar cada vez más. Algunos problemas se solucionarían gracias al crecimiento sostenido de la economía, aunque la riqueza no se distribuyó de manera equitativa: unos pocos –los propietarios de grandes empresas y extensiones de tierras– se hicieron muy ricos mientras la gran mayoría de la población sólo alcanzaba los medios indispensables para vivir. 

También hubo otro tipo de problemas: en muchos lugares, los inmigrantes fueron recibidos con recelo y desconfianza. La variedad de lenguas, costumbres y creencias alimentaba los prejuicios y los conflictos entre unos y otros. Los “tanos”, “gallegos”, “rusos” y “turcos”, como los llamaban los nativos en forma despectiva, sufrieron distintas formas de rechazo. Frente a cualquier problema era más fácil culparlos a ellos que admitir que en la Argentina mucha gente era explotada y vivía muy mal. Con el tiempo unos y otros aprendieron a convivir. Los hijos de los inmigrantes asistieron a la escuela, que era gratuita y obligatoria desde 1884. Allí aprendieron el español y a conocer el país que sus padres eligieron para vivir. Muchos de ellos les enseñaron a sus parientes a hablar español y otras cosas que aprendían en la escuela. 

Gran parte de los inmigrantes se instaló en las ciudades, donde había más oportunidades laborales. La mayoría de ellos trabajaba por un sueldo, pero su deseo era trabajar por su cuenta en un taller o en un negocio propio. También les interesaba dejar de pagar alquiler por una vivienda y abandonar los “conventillos”. Casi todos trataron de comprar un terreno en cuotas e ir construyendo de a poco la “casa propia” en los nuevos barrios más alejados del centro, a los que se podía acceder gracias a la extensión del tranvía y otros transportes. Con gran esfuerzo y perseverancia, muchos trabajadores lograron progresar, mejorar sus condiciones de vida y formar parte de una nueva “clase media”. A veces fueron los hijos de los inmigrantes quienes lograron este objetivo, sobre todo porque mediante el acceso a la educación muchos se convirtieron en maestros, médicos, abogados. Poco a poco, se fue formando una sociedad más moderna y compleja.

Elaborado por Alina Larramendy, Mariana Lewkowicz y Adriana Villa, integrantes del equipo de Ciencias Sociales, Dirección Provincial de Educación Primaria, DGCyE, 2020.

Imágenes tomadas del Museo de la Inmigración, UNTREF.

Fragmento de una carta de una niña o niño migrante. Una parte del texto dice: “Me gusta mucho la escuela. Ya puedo entender mucho el español. La clase de español va bien.”

Para pensar y conversar:

  • El título del texto destaca dos ideas: una sociedad diferente y el impacto de la Gran Inmigración. ¿Por qué las autoras habrán elegido esas dos ideas para el título?
  • Las y los inmigrantes vinieron de Europa con muchas expectativas e ilusiones. ¿Lograron cumplirlas?, ¿por qué?

Para realizar este material, consultamos:

  • Alonso, M. y Gurevich, R. (coord.) (2001): Ciencias Sociales 6. CABA: Aique, Serie Puntos Cardinales. 
  • Benencia, R. (2016) La inmigración limítrofe y latinoamericana: de la invisibilización histórica a la realidad actual. En: República Argentina; Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto - Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Los inmigrantes en la construcción de la Argentina.
  • De Privitellio, L. (2000). La Argentina optimista. CABA: Altea. Colección Los caminos de la Historia.
  • Fradkin, R. (2000) Historia de la Argentina, Polimodal. CABA: Estrada. 
  • Gurevich, R.; Fernández Caso, V.; González, D.; Novaro, G. y Scaltritti, M. (2007). Ciencias Sociales 6. NAP. Serie Cuadernos para el aula. Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. Presidencia de la Nación. 
  • Latino, Aníbal (1943). Tipos y costumbres bonaerenses. Buenos Aires: Hyspamérica. 
  • República Argentina (1916) Tercer Censo de la Nación Argentina – 1914.
  • Torrado, S. (2003) Historia de la familia en la Argentina moderna (1870-2000) Ediciones de la Flor, Buenos Aires.
  • Museo de la Inmigración, Universidad Nacional de Tres de Febrero: galería de fotos, muestras, material audiovisual.

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