Los jardines celebran los 40 años de democracia en la Argentina

Una propuesta para conocer cómo votan las personas adultas mediante la participación de un proceso eleccionario en el jardín.

Creado: 3 noviembre, 2023 | Actualizado: 4 de octubre, 2024

40 años de democracia ininterrumpida

El 10 de diciembre de 1983, Raúl Alfonsín asumió como presidente luego de la dictadura que tuvo lugar en la Argentina desde marzo de 1976 signada por el terrorismo de Estado y la violación sistemática de los derechos humanos. Esta fecha se convirtió en un hito de nuestra historia reciente, que se celebra como el “Día de la Restauración de la Democracia”, en conmemoración de la recuperación del estado de derecho.

Desde hace 40 años, y por primera vez ‒luego de décadas marcadas por la sucesión de dictaduras y democracias con proscripciones y fraudes‒, la Argentina ha sostenido con firmeza las elecciones limpias, abiertas y obligatorias y a la democracia como forma de representación política para la toma de decisiones colectivas. Pese a las numerosas crisis políticas, económicas y sociales, los golpes de Estado han dejado de ser el modo de resolver los conflictos y, así, se ha ido consolidando la democracia en el país.

La importancia de la política de juzgamiento de los crímenes de lesa humanidad sigue siendo hasta hoy uno de los hechos más relevantes y dignos de la historia política nacional. Si bien se trata de un proceso caracterizado por avances y retrocesos1, movilizaciones colectivas y decisiones discrecionales, se ha convertido en un referente internacional en la defensa de los derechos humanos y en el enjuiciamiento de quienes los han violado. La democracia argentina está fundada sobre los pilares de Memoria, Verdad y Justicia, en cuya construcción tuvieron un papel fundamental los organismos de derechos humanos. 

La reforma constitucional de 1994 consagró la ampliación de nuevos derechos como los civiles, de género, indígenas, ambientales, etc. Otorgó también rango constitucional a los tratados internacionales de Derechos Humanos y a la Convención de los Derechos del Niño2

Diversos movimientos sociales tuvieron una destacada incidencia en la conquista de derechos que sancionaron leyes más recientes. En el ámbito educativo, se sancionó la Ley N° 27.045 que establece la universalización de las salas de 3 años y la obligatoriedad de las salas de 4; también la Ley N° 26.150 que promueve el derecho a la Educación Sexual Integral desde el Nivel Inicial. En la misma línea, resultaron fundamentales las leyes que ampliaron el marco de protección integral de los derechos de niñas, niños y adolescentes. Además, en el campo de los derechos sexuales, reproductivos, civiles e identitarios se conquistaron normativas fundamentales3

A lo largo de estos 40 años, los sentidos de la democracia han ido cambiando y se la ha impulsado no sólo como un sistema político, sino también como un movimiento de expansión de derechos. Si bien los derechos políticos y sociales se han ampliado significativamente, aún sigue pendiente garantizar derechos básicos. Por su parte, la ciudadanía ha construido el poder de la crítica, la movilización social y la auto-organización como forma de expresión, de participación en la discusión colectiva y de control de los gobiernos, más allá de las elecciones. Sin duda, una sociedad es tanto más democrática cuantos más derechos están garantizados para la totalidad de sus ciudadanas y ciudadanos. 

Urna electoral apoyada sobre un banco escolar.

Urna electoral, elecciones generales 2015. Fuente: Wikimedia Commons. 

En síntesis, la idea de democracia no se limita a la participación en los procesos electorales: se construye también de manera colectiva y cotidiana en distintas esferas de la vida social, como la participación en las familias, escuelas, ámbitos laborales, centros barriales o juveniles, partidos políticos, movilizaciones colectivas, etc.  

Conocer cómo votan las personas adultas mediante la participación de un proceso eleccionario en el jardín

La celebración de los 40 años de democracia ininterrumpida en Argentina en el año 2023,  constituye otra oportunidad para profundizar una vez más los sentidos de la democracia en la escuela. En las instituciones educativas, alumnas y alumnos aprenden formas de convivencia democráticas, a la vez que ponen en cuestión el mundo adulto socialmente constituido. En el Nivel Inicial, las niñas y los niños dan los primeros pasos en la participación del proceso de construcción y reconstrucción de las memorias, en el reconocimiento de las diversidades, así como en la valoración de lo común, en el conocimiento de los derechos y en la importancia de trabajar para conquistar otros nuevos. Enseñar democracia supone, muy fundamentalmente, promover la participación genuina de niñas, niños, familias, comunidades y de todo el personal que forma parte de la cotidianeidad del jardín.

Abordar la democracia en el jardín implica, por un lado, como con tantas otras temáticas, revisar y problematizar colectivamente nuestras propias representaciones e imágenes socialmente compartidas –y muchas veces estereotipadas– acerca del pasado reciente. Asimismo, nos desafía a reflexionar constantemente sobre la convivencia cotidiana desde los principios democráticos de la igualdad, la justicia y el reconocimiento de las diferencias. Por otro lado, plantea reconocer las dificultades de su tratamiento en el Nivel Inicial, ligadas fundamentalmente a la tensión entre su complejidad y las posibilidades de comprensión de las infancias. Se trata de elaborar propuestas de enseñanza que eviten la simplificación y que, a la vez, puedan ser apropiadas por niñas pequeñas y niños pequeños. Por supuesto que el Nivel Inicial es el comienzo de un largo proceso formativo, en cuyo trayecto habrá oportunidades de seguir complejizando las ideas acerca de los sentidos de la democracia, la construcción de derechos y las particularidades que asumen estos procesos en la historia de la Argentina.

Al mismo tiempo, un trabajo en torno a la democracia excede las paredes de la sala y se dirige también a las familias y a las comunidades. La celebración de los 40 años es una muy buena oportunidad para que el jardín ponga a disposición saberes y prácticas en torno a la democracia destinadas a las personas adultas a cargo de las infancias, que muchas veces son muy jóvenes y no han vivido este momento histórico en primera persona. Para ello, es importante no solo comunicarles las propuestas didácticas que realizarán los grupos, sino también compartir colectivamente estos temas en reuniones de familias, talleres, jornadas de reflexión, entre otros espacios.

Desde esta perspectiva, proponemos un itinerario didáctico que hace foco en las elecciones. Durante los períodos eleccionarios, es posible que las nenas y los nenes escuchen acerca de candidaturas, formas de voto, e incluso que acompañen a sus familiares a votar.

El voto es un derecho fundamental que garantiza la posibilidad de elegir a quienes nos representan y es una conquista que, en distintos momentos históricos, consiguieron diferentes grupos sociales. Por eso, es valioso que chicas y chicos conozcan cómo se vota, quiénes pueden votar, cuándo y dónde se vota y, por supuesto, también en qué oportunidades ellas y ellos tienen posibilidades de elegir. 

Proponemos diseñar un proyecto a partir del cual conocer sobre las elecciones para promover la participación en un proceso eleccionario en el propio jardín. De este modo, el Nivel Inicial no solo recupera la preocupación política de unir a la escuela con la sociedad (Frabboni et al., 1980) al convertir parte de la vida social ‒en este caso, las elecciones‒ en objeto de indagación, sino que alienta también, en su seno, instancias genuinas de participación democrática. Se trata de conocer un aspecto del mundo social y, a la vez, enriquecer las prácticas ciudadanas cotidianas de alumnas y alumnos dentro del jardín. 

De este modo, es propósito del Nivel Inicial que las niñas y los niños participen en múltiples y variadas situaciones, en las cuales puedan elegir cada vez con mayor autonomía, por ejemplo, con quiénes compartir la mesa para tomar la merienda, qué libro desean leer entre todas y todos, cómo les gustaría celebrar los cumpleaños de la sala, quiénes representarán al grupo portando la bandera en una festividad.

En esta ocasión, proponemos organizar un proceso eleccionario en el jardín que recupere lo aprendido acerca de cómo las personas adultas votan a sus representantes, para así elegir colectivamente y de forma democrática algún aspecto de la vida escolar.

Llevar a cabo un proyecto de este tipo supone, por un lado, seleccionar alguna situación “real” para votar, es decir, sobre un aspecto en el que efectivamente haya posibilidad de elegir entre varias opciones, para luego llevar a cabo lo elegido por la mayoría. Tal como plantea el Diseño Curricular en el capítulo de Formación personal y social (DGCyE, DPEI, 2022), es necesario evitar toda forma de participación simulada: si se le reconoce al grupo la posibilidad, en este caso, de proponer y elegir, sus aportes deben tenerse en cuenta. Se trata de reconocer a las niñas y los niños como actores sociales y no simples ejecutoras o ejecutores (Magistris y Morales, 2019).

Además, es preciso cuidar que aquello que se define como objeto de votación sea significativo y convocante para las y los votantes, y que pueda ser realizado en el contexto del jardín (es decir, que las chicas y los chicos efectivamente puedan elegir y luego llevar a la práctica la opción ganadora). Por ejemplo, elegir una canción para la fiesta de fin de año, cómo será la bandera de la sala, el nombre de la biblioteca, entre otras. Por supuesto que el límite acerca de qué se puede votar está dado por el resguardo de los derechos de todas y todos. Así, por ejemplo, no se trata de votar cómo serán los cumpleaños de la sala, si en el grupo hay una familia que practica una religión que no los festeja.

El proceso eleccionario supone varias opciones. Sin embargo, no pueden ser demasiadas alternativas porque superarían las posibilidades de elegir de nenas y nenes, ni tan pocas que no logren asegurar una verdadera elección. La definición de quiénes tienen derecho a votar dependerá del objeto de votación. En algunos casos, será el grupo de una sala o todas las nenas y los nenes del jardín; mientras que, en otras oportunidades, podrán participar también las familias, las y los docentes o el conjunto del personal de la institución. 

Si bien este tipo de propuestas son especialmente ricas en años electorales por la profusión de información que circula, sin dudas, son valiosas en cualquier ciclo escolar. Muy especialmente en 2023, es importante reponer en diferentes instancias de este proyecto que se trata de un año muy particular porque en el país se celebra que hace 40 años que vivimos en democracia y que, entre muchos otros derechos, ejercemos nuestro derecho a elegir libremente a quienes nos gobiernan. 

A continuación, acercamos algunas ideas pensadas para las salas más grandes del jardín que esperamos alienten a elaborar distintas propuestas de enseñanza contextualizadas a las particularidades de las instituciones, comunidades y cada sala de niñas y niños. 

Sin dudas, las familias están informadas y también serán nuestras informantes. Con tiempo, les proponemos que, en la medida de lo posible, chicas y chicos acompañen a las personas adultas en el momento de votar. 

Para ello, acercamos algunas preguntas que guíen la búsqueda de información: ¿cómo saben en qué mesa les toca votar?, ¿qué tienen que presentar cuando llegan a la mesa donde votan? Y también proponerles observar cómo es el cuarto oscuro, las boletas con las candidatas y los candidatos, la urna donde se deposita el voto, etc. 

Como en todos los proyectos, la maestra o el maestro comparte y anticipa a qué producto se espera arribar, en este caso, llevar a cabo una votación en el jardín (ver Orientaciones didácticas en el Diseño Curricular –DGCyE, DPEI, 2022–). Para ello, van a conocer cómo eligen las personas adultas a la presidenta o el presidente, a la gobernadora o el gobernador, a las legisladoras y los legisladores o a las y los intendentes, etc., y así saber qué necesitan para realizar una elección en el jardín. Pueden conversar en grupo sobre las informaciones que tienen acerca de las elecciones y leer las preguntas anteriores para que ya sepan qué observar en el caso de acompañar a sus familias a votar. En las salas más pequeñas, estas informaciones se ofrecerán a las familias.

Luego de la jornada eleccionaria, proponemos conversar y que la o el docente ponga a disposición también su propia experiencia como votante. Seguramente, gran parte del grupo sabrá quiénes fueron las ganadoras o los ganadores. Es interesante debatir “si el cuarto oscuro es oscuro” y si se imaginan por qué lleva ese nombre. También contarles que, en el pasado, las mujeres votaban en una “mesa femenina” y los varones en una “mesa masculina” y que ahora todas y todos votan en la misma mesa, independientemente de su identidad. En los grupos de menor edad, es oportuno contar con el aporte de algunos familiares que les ayuden en la conversación a compartir informaciones y experiencias.

Conjuntamente, recomendamos definir y confeccionar un listado con aquello que necesitan para realizar las elecciones en el jardín. Este listado, que podrá contar con escrituras y también dibujos o fotografías, irá acompañando todo el proyecto como un modo de organizar y sistematizar los datos recabados (Ver capítulo “Indagación del ambiente social y natural en el Diseño Curricular”, DGCyE, 2022).

Para tener más información, es interesante entrevistar a una presidenta o un presidente de mesa y preguntarle, por ejemplo: ¿quiénes pueden votar en las elecciones?, ¿en qué consistió su trabajo?, ¿cómo contaron los votos?, ¿la presidenta o el presidente de mesa vota?, ¿qué pasa si una persona no puede ir a votar?, ¿cómo se aseguran de que no haya trampa en las votaciones?, ¿qué quiere decir que el voto es secreto?, ¿qué sucede si una persona dice a quién votó?, ¿qué pasa si en una votación hay empate?, etc. Luego de la entrevista, piensan si pueden sumar algo más al listado. 

Si el jardín o la escuela primaria cercana fue sede de las elecciones, es posible entrevistar a la directora o el director para que les cuente que las escuelas son los sitios en donde, generalmente, se vota y que les informe sobre los preparativos que fueron necesarios.

Para saber más

Para enriquecer un poco más lo investigado, a continuación se presentan breves textos informativos adaptados del libro Para aprender a votar de Graciela Cabal destinados a los grupos de edades más grandes. Es posible seleccionar aquellos fragmentos que se van a compartir, en función de los datos que son necesarios sumar o aclarar. Por supuesto que luego piensan qué más incorporar al listado.

Las elecciones 

En una democracia, el pueblo elige con el voto a la presidenta o el presidente, a gobernadoras y gobernadores de las provincias, a las diputadas y los diputados y a muchas y muchos representantes más.

En una democracia, el voto del más rico vale lo mismo que el voto del más pobre, el voto del más viejo vale lo mismo que el voto del más joven, el voto de la mujer vale lo mismo que el voto del hombre: en una democracia todos los votos valen lo mismo.

Cuando en un país hay elecciones, cada ciudadana y ciudadano vota por el partido político que le parece mejor. Y gana el partido que representa a la mayoría.

Hubo un tiempo en que solo votaban los varones, es decir, las mujeres no podían votar. Durante la dictadura nadie podía votar y las autoridades eran impuestas (Adaptación de Cabal, 1986). 

Votar un derecho y una obligación

En Argentina votan todas las mujeres y todos los hombres desde los 16 años de edad que hayan nacido en este país. También votan extranjeras y extranjeros que tengan la ciudadanía argentina. Para votar, es necesario tener el Documento Nacional de Identidad (D.N.I.). 

El voto, que es un derecho, también es un deber: el voto es obligatorio. Sin embargo, hay algunas excepciones. Por ejemplo, quienes tienen más de 70 años no tienen la obligación de votar. También es opcional para las personas de 16 a 18 años. Luego de los 18 años, el voto es obligatorio, individual y secreto. Es individual, porque se vota de a una persona por vez y porque cada persona vota por sí misma, es decir, no se puede votar en grupo. Es secreto, porque en el momento de votar nadie se tiene que enterar por quién vota cada quien (Adaptación de Cabal, 1986). 

Un punto importante de un proceso eleccionario es que todas y todos conozcan las diferentes propuestas para votar. Para ello, pueden observar en la vía pública o en fotografías afiches, volantes, publicidades, y analizar si algo de lo investigado pueden sumarlo al listado. 

Entre todas y todos releen el listado y revisan qué de lo consignado es posible incluirlo en las votaciones del jardín. Por supuesto, no se trata de reproducir tal cual un proceso eleccionario, sino de seleccionar aquello que es posible y significativo en y para el jardín. 

En grupo, ordenan los pasos a seguir, definen las propuestas que serán votadas, distribuyen responsabilidades y llevan a cabo el acto eleccionario: dibujan carteles para publicitar las propuestas, arman la urna, cada quien confecciona su documento, consiguen sobres y sellos, elaboran las boletas con dibujos o fotos para que niñas y niños puedan elegir autónomamente. Definen quién será presidenta o presidente de mesa, cómo y quiénes realizarán el recuento de votos. 

Por último, revisan el listado para asegurarse de que no haya quedado nada pendiente y dedican un tiempo para conversar acerca de la importancia de que cada quien vote aquello que desee, que el voto es secreto y que, luego de la elección, es fundamental aceptar la decisión de la mayoría. Finalmente, se realiza el acto eleccionario en el jardín. Posiblemente, las salas más chicas requieran del acompañamiento de algún familiar para votar.

Posteriormente al día de las elecciones, es interesante evaluar conjuntamente lo sucedido, pensando qué se podría mejorar la próxima vez que realicen una votación y, sobre todo, conversar acerca de qué aprendieron que antes no sabían. 

Otras propuestas para tener en cuenta: 

  • Si hubiera familiares de otros países que no votan, averiguar si participan en las elecciones de sus países de origen, cómo lo hacen (si tienen que viajar a su país o pueden votar aquí en la embajada o el consulado). 
  • Conversar acerca de las siguientes preguntas: ¿en qué momentos o situaciones de la vida las nenas y los nenes eligen? ¿En qué situaciones pueden participar de decisiones importantes? ¿En la escuela?, ¿en sus casas?
  • Constituir Consejos de chicas y chicos para compartir decisiones institucionales, por ejemplo: definir cuáles serán los nuevos juegos para el patio, debatir cómo hacer para que haya menos basura en el jardín, etc.

¿Sabían que hay un Consejo de chicas y chicos de entre 7 y 11 años de todo el país con el propósito de imaginar propuestas, en el marco del canal Pakapaka?

Para terminar, sin dudas, celebrar los 40 años de democracia ininterrumpida en nuestro país es una nueva oportunidad para comprometer a toda la comunidad educativa en la construcción de una sociedad cada vez más justa, que defiende de forma irrestricta a la democracia y los derechos humanos, respetuosa de las diversidades y siempre en búsqueda de lo común.

Bibliografía 

Cabal, G. (1986). Para aprender a votar. Libros del Quirquincho. 

Calvo, E. y Gutiérrez, R. (2013). Treinta años de democracia: transiciones y transformaciones. Revista SAAP, Vol. 7, N.º 2.

Consejo de niños y niñas. Inventar Pakapaka. 

Consejo Federal de Educación (2023): Resolución CFE 439/23 - 40 AÑOS DEMOCRACIA.

Dirección General de Cultura y Educación (2022): Diseño Curricular para la Educación Inicial, provincia de Buenos Aires.

Frabboni, F., Galletti, A. y Savorelli, C. (1980). El primer abecedario: el ambiente. Fontanella.

Gargarella, R. (noviembre 2013). 30 años de Derechos Humanos en la Argentina (1953-2013). Revista SAAP, Vol. 7, N.º 2.

Magistris, G. y Morales, S. (2019). Niñez en movimiento: del adultocentrismo a la emancipación. Editorial Chirimbote. 

Pakapaka y Unicef (2023). 40 años de democracia.

Programa Educación y Memoria (2023). La transición a la democracia en Argentina en los años 80. La memoria colectiva y el pasado reciente: las formas de representación, las memorias y el proceso de justicia. Dirección de Educación para los Derechos Humanos, Género y Educación Sexual Integral, Ministerio de Educación de la Nación. 

Programa Educación y Memoria (2021). Construir ciudadanía democrática en la escuela: Memoria y Derechos Humanos. Ministerio de Educación de la Nación.

Programa Educación y Memoria (2023). 10 de diciembre. Memoria y Derechos Humanos: hacia los 40 años de la democracia. Dirección de Educación para los Derechos Humanos, Género y Educación Sexual Integral, Ministerio de Educación de la Nación.

Programa Nacional de Formación Permanente “Nuestra Escuela” (2022) Clase 1: Pedagogía de la memoria en el Nivel Inicial. Programa Educación y Memoria, Ministerio de Educación de la Nación, Abuelas de Plaza de Mayo, Buenos Aires.

Rinesi, E. (s/f). De la democracia a la democratización: notas para una agenda de discusión filosófico-política sobre los cambios en la Argentina actual, a tres décadas de 1983. Dossier revisto Garabombo. ht

DIRECCIÓN PROVINCIA DE EDUCACION INICIAL


1 Se refiere a la promulgación de lo que se conocería como “leyes de impunidad”. La primera fue la Ley de Punto Final, que daba un plazo para la presentación de nuevas denuncias por delitos de lesa humanidad; la Ley de Obediencia Debida, que limitaba la responsabilidad sobre la mayoría de los delitos a los altos mandos y exculpaba a quienes se encontraban siguiendo órdenes; y los indultos. 

2 Para mayor desarrollo sobre el período de transición democrática, sugerimos la clase 1 del Programa Educación y Memoria (2023), de la Dirección de Educación para los Derechos Humanos, Género y Educación Sexual Integral: La transición a la democracia en Argentina en los años 80. La memoria colectiva y el pasado reciente: las formas de representación, las memorias y el proceso de justicia. 

3 Ley de Salud Sexual y Procreación Responsable, Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, Ley de Matrimonio Igualitario, Ley de Identidad de Género, Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, por mencionar solo algunos de los avances legislativos más importantes.

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