Educación Visual

Las experiencias estéticas implican diversos procesos que incluyen mirar, apreciar y hacer. Esta propuesta de taller involucra la bidimensión y la tridimensión, con la posibilidad de combinar técnicas en diálogo con la cultura visual.

Creado: 6 noviembre, 2023 | Actualizado: 27 de noviembre, 2023

“Iniciar a las niñas y los niños en el arte es un derecho que la escuela, como institución democrática, debe garantizar (…) Acercarlos, cobijarlos, acunarlos y empoderarlos en el arte es una forma de garantizarles el acceso a la cultura y a las posibilidades infinitas que el arte les puede proporcionar”.

(Diseño Curricular para la educación inicial, DGCyE, 2022, p. 354)
Niñas y niños con delantal de Jardín, de espaldas, pintando un lienzo sobre el piso con rodillos.

Lobería (archivo DPEI, DGCyE)

En el marco del Programa de Intensificación de la Enseñanza, proponemos enriquecer el lugar y el valor de las artes visuales en la educación inicial. Este taller es una ocasión para propiciar nuevos desafíos, salir de los estereotipos, indagar el ambiente tanto cercano como lejano para ampliar el conocimiento sobre la cultura visual, apreciarla y leerla críticamente. Y, sobre todo, extender las oportunidades educativas de las niñas y los niños en clave de igualdad.

Las experiencias estéticas implican diversos procesos que incluyen mirar, apreciar y hacer. La propuesta involucra la bidimensión y la tridimensión, con la posibilidad de combinar técnicas en diálogo con la cultura visual que nos permiten crear y producir, a la vez que apreciar y comprender imágenes y experiencias estéticas creadas por otras y otros.

La organización de la enseñanza para esta propuesta de Educación Visual es el taller, combinado con instancias de multipropuesta y trabajo en pequeños grupos. El taller supone momentos de exploración, apreciación, producción y reflexión centradas en un hacer compartido, con miradas e intervenciones atentas y situadas por parte de las y los docentes en la planificación, la gestión y la evaluación: “Es estar a disposición para presentar el mundo, los mundos”(Masschelein y Simmons, 2014).

Es importante considerar que dibujar, pintar o realizar producciones tridimensionales no son simples acciones con el material, ya que las niñas y los niños enfrentan situaciones creativas donde ponen en juego interrogantes como ¿qué quiero hacer?, ¿qué quiero contar?, ¿qué materiales uso y cómo?

Situaciones de enseñanza

Proponemos los siguientes recorridos:

  • Producción de formas en la tridimensión, explorando las técnicas de modelado, escultura y construcción/instalación.
  • Producción de formas y colores,explorando variedad de técnicas con pinturas.

Enseñar a componer en tres dimensiones implica enseñar a mirar, apreciar y manipular diversidad de materiales para conocer posibilidades y procedimientos. Iniciarse en la exploración y experimentación invita a proyectar qué modelar, esculpir y construir.

No es lo mismo crear con un material maleable como la masa de harina y agua, que con alambres o papeles. Por eso, es importante diseñar propuestas secuenciadas con un mismo material, para que niñas y niños aprendan a usarlo, reconozcan sus características y limitaciones.

En esta tarea, será importante poner a disposición masas, plastilinas, arena húmeda, barro, arcillas, papel, cartones, entre otros materiales, para proyectar relieves, figuras, formas; usar las manos para golpear, pellizcar, estirar, doblar, retorcer, combinar, quitar o agregar material, dar forma, incorporando instrumentos y herramientas al servicio de lo que se quiere expresar, como estacas, palitos, ramitas, pegamentos, etc.

Primer recorrido

Niña sentada en una mesa, de espaldas, dibujando sobre un papel.

Jardín de Infantes Nº 975, La Matanza

  • Ofrecer materiales, por ejemplo, témperas con harina, arena húmeda o barro, que servirán para usar los dedos o palitos para imprimir huellas, trazos etc. Dejar explorar libremente, dar tiempo suficiente para que disfruten y se familiaricen con la propuesta.
  • Crear producciones sobre soportes variados, combinando texturas (rugosas, ásperas, suaves, lisas, etc.) con materiales naturales del entorno y materiales en desuso.
  • Crear producciones, combinando pedacitos de cartón, cajitas, blisters de remedios, sorbetes, etc. Construir formas abstractas o más representativas, según lo decidan niñas y niños en el proceso. Ofrecer soportes más firmes para sostener estas producciones.
  • Cubrir superficies de diversos relieves con papeles (por ejemplo, tipo servilletas), copiar la producción realizada para luego pintar y destacar las texturas. Posibles relieves para modelar teniendo en cuenta el entorno pueden ser sierras, playas, costa de río, pastizales, islas, etc., vinculados con los espacios naturales cercanos o lejanos del jardín de infantes.

Esculturas de aquí y allá

  • Explorar materiales para modelar y esculpir: arena, barro, plastilina, masas, arcillas, alambres, etc. En esta acción de conocer el material, su resistencia y sus características, las niñas y los niños descubren las propias posibilidades de transformarlo. Aquí, nuevamente, es muy importante dejar explorar libremente, dar tiempo suficiente para que disfruten y se familiaricen con el material y la propuesta.
  • Realizar esculturas con cajas y variedad de cartones.
  • En articulación con el Nivel Primario, realizar el intercambio de libros de la colección Leer para Aprender y, a partir del texto El diario del Capitán Arsenio, de Pablo Bernasconi, promover la lectura, la conversación literaria, la creación de las máquinas de volar con objetos en desuso, el listado de los materiales empleados, la escritura del nombre del animal, etc.
  • Establecer relaciones entre la Educación Visual y otros lenguajes artísticos, por ejemplo, con la literatura, a partir de la lectura del texto El zoo de Joaquín, de Pablo Bernasconi, para crear animales con objetos en desuso, propuesta que requerirá de un tiempo de previsión para proyectar qué material van a usar, cómo conseguirlo y luego cómo ensamblarlo.
  • Mirar y apreciar, si hubiera, esculturas presentes en la comunidad. Distinguir formas, texturas, dimensiones, sacar fotos para armar una galería. Si no hay esculturas en el contexto cercano y no es posible organizar una salida para tal fin, es posible acercar la propuesta a partir de fotografías, imágenes o videos.

Segundo recorrido

Enseñar a componer con pinturas implica generar las condiciones para que niñas y niños puedan experimentar con diversidad de materiales con los que se pueda pintar, como témperas, anilinas, acuarelas, acrílicos, tintas, etc. Proponemos mostrar cómo mezclar colores puros para ampliar la paleta de colores y que se enriquezcan sus producciones.

Es importante considerar que existe una variedad de técnicas con pinturas y cada una requiere ser enseñada, lo mismo que el uso de los materiales y las herramientas, como pinceles, pinceletas, brochas, espátulas, esponjas y rodillos.

Este itinerario propone posibilidades de exploración con el color, a partir de variedad de materiales y técnicas. Se puede pensar en combinar la pintura con las técnicas presentadas en los itinerarios anteriores para aportar color a las producciones tridimensionales o bien diseñar propuestas donde la centralidad sea el color y las posibles mezclas en el plano bidimensional en variedad de soportes.

  • Probar mezclas entre colores puros, y de éstos con negro y blanco; apreciar la variedad de colores logrados, los claros y los oscuros.
  • Pintar con acuarelas y observar que, según sea la carga de color, se logran luces y sombras, y esto aporta a los resultados que desean lograr en sus producciones.
  • Ofrecer variedad de soportes: círculos medianos y grandes de cartulina, rollo de papel madera que se extiende por todas las mesas a modo de mantel para realizar pinturas colectivas, caminos de hojas sobre el piso o las mesas, bastidores colectivos hechos con lienzos sostenidos sobre cartones, hojas pegadas en las paredes del patio. Las propias paredes pueden ser soportes para trabajar con pinturas lavables.
  • Las actividades pueden agrupar a niñas y niños en parejas y en pequeños grupos con una propuesta común, en el diseño de una producción colaborativa.

Intervenciones docentes

  • Prever itinerarios con propuestas articuladas y secuenciadas y evitar las actividades sueltas.
  • Preparar espacios que involucren la multipropuesta, ofreciendo diversidad de alternativas para que niñas y niños puedan elegir distintas opciones. La idea es que decidan qué quieren realizar y lo resuelvan en forma autónoma, con la dinámica del pequeño grupo o con el acompañamiento docente. En este modo de organizar las actividades de enseñanza, se destacan tres ideas centrales: la variedad de propuestas ofrecidas, la simultaneidad en su desarrollo y la disposición en pequeños grupos. Esto permitirá que tallerista y docente acompañen a los grupos que así lo requieran. Por ejemplo, en una actividad de pintura, pueden proponer la incorporación de otros colores o combinaciones, mientras el resto del grupo recrea un juego reglado ya conocido.
  • Dar lugar a la libre expresión para que puedan proyectar producciones que se inicien y se retomen en cada encuentro y en los días que la o el tallerista no asiste al jardín.
  • Ofrecer lugares para guardar el material e identificar a quién pertenece.
  • Enseñar el uso de algunos materiales y algunas herramientas, dado que requieren prácticas continuas: cómo torcer papel, manipular alambres, modelar con molde ‒que no requiere el mismo procedimiento que usar las manos‒, etc. Mezclar los colores es un procedimiento que tiene que enseñarse, del mismo modo que el uso de pinceles y espátulas y su correcta limpieza para poder usarlos nuevamente:

Es necesario que niñas y niños utilicen un mismo material reiteradas veces, para poder apropiarse de sus características y conocer sus cualidades. (...) En este sentido, es tarea docente enseñar el uso correcto de los materiales y de las herramientas, de manera que puedan utilizarlos para elaborar sus propias formas de combinar, componer y producir sus creaciones únicas y originales.


(Diseño Curricular para la educación inicial, DGCyE, 2022, p. 253)
  • En cuanto a los espacios, deben preverse como ambientes provocadores de experiencias exploratorias y expresivas, alejarse del espacio de la sala para usar patios, parques, veredas, plazas, playas, etc.
  • Guardar memoria de los procesos singulares y colectivos de exploración y producción, a partir de fotos o filmaciones, sumar las voces de niñas y niños.
  • Organizar muestras institucionales con la participación de las familias, pueden realizarse en otros espacios de la comunidad.

Participación de las familias y comunidades

Algunas propuestas que invitan a la participación de las familias:

  • Apreciar fotografías de la exploración, producción y de las esculturas y pinturas elaboradas en función del proceso realizado por las niñas y los niños.
  • Salir a fotografiar junto a las familias elementos naturales del paisaje cercano al jardín (flora, fauna, montañas, mar, parques, huertas, etc.), considerando la polisemia como aspecto que habilita múltiples interpretaciones y enriquece la cultura visual.
  • Explorar sensorialmente el entorno cultural y natural (a través del tacto, de los olores, colores y sonidos de la cultura y la naturaleza). Salir a patios, plazas y veredas a pintar en atriles con manos, pinceles y una paleta de colores variada, resignificando lo propio y lo singular del contexto que rodea el jardín (ejemplo: distintos árboles con sus colores y texturas, la diversidad de colores del cielo, pájaros, flores, etc.).
  • Armar una instalación junto a las familias con elementos de la naturaleza (hojas secas, ramitas, cortezas y frutos o semillas de árboles, piedras etc.), acompañando este momento con músicas de distintas regiones de la Argentina y de países que representan a la comunidad del jardín.
  • Producir artesanías y esculturas propias de cada cultura junto a las familias, utilizando saberes y recursos artísticos de la comunidad.
  • Organizar intervenciones artísticas en espacios públicos.
  • Invitar a familias y referentes de la comunidad para el cierre de los distintos talleres de Educación Visual con una muestra y la socialización del itinerario recorrido.
  • Cartelera Institucional en Movimiento: Publicar carteleras informativas en la puerta del jardín donde se comunican las producciones y los comentarios realizados por niñas, niños y sus familias durante las instancias de los talleres.

Referencias bibliográficas

Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE) (2022). Diseño Curricular para la educación inicial. Buenos Aires: DGCyE, Subsecretaría de Educación, Dirección Provincial de Educación Inicial (DPEI).

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