El Paraná, uno de los ríos más extensos del mundo

Información y orientaciones para la enseñanza de los ambientes y la dinámica fluvial en la Cuenca del Paraná y las razones de las inundaciones y bajantes extremas.

Creado: 27 septiembre, 2023 | Actualizado: 16 de febrero, 2024

Momentos de esta propuesta

  1. 1Las sociedades y las situaciones de emergencia en la Cuenca del Paraná
  2. 2Primera parte. El Paraná, uno de los ríos más extensos del mundo
  3. 3Segunda parte. Crecidas, bajantes, emergencias y desastres en la Cuenca del Paraná. Orientaciones docentes
  4. 4Segunda parte: Crecidas, bajantes, emergencias y desastres en la Cuenca del Paraná. Material para estudiantes

La Cuenca del Paraná según su mapa

a. Se propone reconocer el recorrido del río a través de países, provincias y ciudades.

Mapa de la cuenta del Río Paraná.

Fuente: Centro de Estudios Sociales y Ambientales. Informe Final. Capítulo III: Análisis Regional: Cuenca del río Paraná (2004; pág. III-4).

Sugerencias para el trabajo con las chicas y los chicos

Información: La cuenca es toda la superficie que abastece de agua superficial y subterránea al río. La del Paraná es la segunda cuenca por su tamaño en América del Sur (después de la cuenca del río Amazonas) y está entre las diez más extensas del mundo: tiene algo más de 2.600.000 kilómetros cuadrados. Esto indica que es casi tan grande como toda la superficie continental de nuestro país. Junto con el río Uruguay y los ríos y arroyos del norte y centro de la provincia de Buenos Aires y el sur de la República Oriental del Uruguay conforma la cuenca del Río de la Plata. 

Aclaración: Como el original de este mapa se publicó en los inicios de 1984, todavía no incluye el límite internacional con Uruguay en el Río de la Plata, definido por acuerdo entre los dos países a fines de 1983.

  • Ubiquen (aproximadamente) la zona representada en el mapa de la Cuenca del Paraná en este mapa de Argentina Bicontinental.
Mapa de Argentina Bicontinental.

Fuente: Instituto Geográfico Nacional.

  • Coloquen el nombre a los países que el río recorre: Brasil, Paraguay, Bolivia y Argentina.
  • Para orientarse mejor, localicen la provincia de Buenos Aires.
  • Vuelvan a concentrarse en el mapa de la cuenca y exploren el recorrido del río Paraná.
  • Marquen los puntos cardinales en el mapa de la cuenca. Observen que el norte ya está indicado con una flecha, arriba, a la izquierda.

Para conocer detalles del recorrido del río y sus afluentes e introducir vocabulario específico, se propone leer entre todas y todos y con el apoyo de las y los docentes el texto “El recorrido del río Paraná”. Simultáneamente, será valioso detenerse en la observación del mapa para seguir las localizaciones y recorridos que se mencionan.

  • Lean el texto, busquen en el mapa los países y las ciudades que se van mencionando.
  • Con la punta de un lápiz, sigan el curso de los ríos que se nombran, representados por una línea en el mapa.

Después de la lectura y recorrido por el mapa:

  • Sigan el camino que pueden hacer las gotas de agua de lluvia que caen…
  • …en las nacientes del río Bermejo y llegan, por el Río de la Plata, al Mar Argentino;
  • …en el este de Paraguay y que mojan los pies de una chica en un balneario de los partidos bonaerenses de San Pedro, Ramallo o San Fernando;
  • …en el estado de Santa Catarina, en Brasil (en las nacientes del río Iguazú), pasan luego  las Cataratas del Iguazú, y las absorbe una toma de agua de la ciudad de Santa Fe para abastecer a quienes viven allí.
  • ¿De dónde puede venir el agua en la que navega un bote de pescadores de pacú en el Paraná correntino?
  • Conversen en el grupo para buscar una respuesta a estas dos preguntas:
  • ¿Por qué el río Paraná tiene menor cantidad de agua en Brasil que en Santa Fe?
  • ¿Por qué será que cerca de las nacientes se escucha fuerte y salpica el agua de los arroyos y ríos de la cuenca y, en cambio, cerca de la desembocadura del Paraná en el Río de la Plata las aguas son tranquilas y se mueven lentamente?
  • Presten atención, en las referencias, a la línea que delimita la Cuenca del Paraná.
  • Como es una superficie, recórranla con la mano. Identifiquen y tomen nota de cuáles son las provincias argentinas que forman parte de la cuenca.

EL RECORRIDO DEL RÍO PARANÁ

Cuando se produce una lluvia en el centro de Brasil, en el Sureste de Bolivia, en el noroeste, norte y nordeste de la Argentina (incluyendo el sector nordeste bonaerense), es probable que buena parte de las gotas que caen terminen llegando, antes o después, al río Paraná. Lo hacen más rápido a través de arroyos y ríos o muy lentamente como agua subterránea.

Quienes hayan visto el Río de la Plata, observaron agua que llegó allí desde lugares lejanos y cercanos, siguiendo la pendiente de los terrenos, es decir, deslizándose desde las zonas más altas hacia las más bajas.

El río Paraná tiene sus nacientes en las zonas altas de las sierras del centro y este de Brasil, donde se unen los ríos Paranaiba y Grande. Transita primero casi mil kilómetros hacia el sur. En ese recorrido recibe el agua que llovió en el este de Brasil, aportada por el río Iguazú. Su cauce cambia de dirección entre las ciudades de Posadas y Corrientes y después, nuevamente, al sur de Corrientes. Junto a las ciudades de Resistencia y Corrientes le llegan las aguas de las lluvias de las zonas del centro de Brasil, de todo el Paraguay, del sureste de Bolivia y del noroeste montañoso de Argentina a través del río Paraguay.  También, las lluvias del noroeste del país y de su zona central con el aporte del río Salado (del Norte) que desemboca en el Paraná en la ciudad de Santa Fe. Otros ríos más cortos le acercan agua desde Misiones, Corrientes, y desde zonas menos lluviosas de Santa Fe, Entre Ríos y del norte de la provincia de Buenos Aires (los ríos Arrecifes, Luján, Reconquista). Todos estos ríos que llevan agua al Paraná son sus afluentes.

En su último tramo, antes de reunir sus aguas con las del río Uruguay, en su desembocadura en el Río de la Plata, el Paraná se divide en varios cursos entre las islas del Delta. Esas islas se formaron y se siguen extendiendo con los limos y arenas que el río arrastró durante todo su recorrido. Las aguas que trae el Paraná siguen luego por el Río de la Plata y se mezclan con las del Mar Argentino.

El agua del Paraná corre rápido en sus nacientes: las pendientes de las sierras son importantes, en lugares el agua cae en saltos y cascadas y solo pueden navegar por allí embarcaciones de tamaño medio y pequeño. En cambio, en las llanuras del Chaco y la Pampa, la velocidad es lenta y la profundidad del río mucho mayor. Entre el Río de la Plata y los puertos de Rosario transitan hasta los grandes barcos que cruzan los océanos.

En Internet diferentes fuentes informan que habitan en esta cuenca aproximadamente 129.000.000   de personas. La mayor parte vive en ciudades. La ciudad más grande es São Pablo, en Brasil; en territorio argentino lo es Rosario y la zona norte del AMBA.

Las pobladoras y los pobladores y el uso de las aguas en la Cuenca del Paraná en imágenes

b. Se propone observar imágenes tomadas en diferentes lugares de la cuenca y analizarlas desde dos puntos de vista:

- la diversidad ambiental existente en un área tan extensa; y 

- las transformaciones, las construcciones y el aprovechamiento que las sociedades hicieron y hacen del agua en esos ambientes.

Se aportan fotografías (con algunas informaciones y comentarios que ayudan a caracterizar los ambientes) en el ANEXO: Las pobladoras y los pobladores y el uso de las aguas en la cuenca del río Paraná en imágenes. Si se imprime el ANEXO puede circular entre las y los estudiantes o se pueden subir las fotos a algunas de las netbooks que haya en la escuela para que todas y todos las vean y las analicen.

También acompaña este Anexo un archivo de Power Point “EL PARANÁ, UNO DE LOS RÍOS MÁS EXTENSOS DEL MUNDO”, donde será posible encontrar algunas de las imágenes antes mencionadas para que la maestra o el maestro puedan eventualmente proyectarlas y compartirlas.

Chicas y chicos también pueden buscar sus propias fotografías en la biblioteca de la escuela o en Internet y analizarlas (En ese caso, en las orientaciones docentes: “Las sociedades y las situaciones de emergencia en la Cuenca del Paraná” se proponen algunas sugerencias para guiar la observación y la formulación de inferencias a partir de estas imágenes propias).

Sugerencias para el trabajo con las chicas y los chicos:

  • Para conocer los diferentes ambientes que recorren el Paraná y sus afluentes, las y los invitamos a buscar en la biblioteca de la escuela –o, si es posible, en Internet– imágenes que los representen.
  • Con la ayuda de sus docentes, ustedes pueden escribir epígrafes que informen sobre las características de los ambientes fotografiados prestando atención a las transformaciones, las construcciones y los aprovechamientos del agua que realizan las personas instaladas en zonas urbanas y rurales.
  • De acuerdo con lo que observaron en las imágenes y escribieron en sus epígrafes, entre todo el grupo, elaboren un listado de los usos del agua en todos esos lugares.
  • Ya pueden escribir un texto acerca de por qué el Paraná es un río tan importante  para Argentina y los países vecinos y por qué se puede afirmar que es un río de usos múltiples.

Las sociedades y las situaciones de emergencia en la Cuenca del Paraná: bajantes y crecidas

c. Se propone definir la problemática que implica la variabilidad de los caudales del río Paraná a partir del análisis de la información provista por los titulares de los tres siguientes artículos (uno de divulgación científica y dos notas periodísticas).

En Santa Fe, el río Paraná no da tregua

El agua sigue creciendo y las defensas del distrito Colastine están al borde del colapso

3 de enero de 2016 11:31 José E. Bordón PARA LA NACIÓN

Fuente: Diario La Nación.

El Paraná sin agua

Por Nadia Luna; 5/8/21

El Río Paraná con bajante producto de la sequía.

Agencia TSS – El río Paraná atraviesa su bajante más pronunciada desde 1944. Tiene un impacto negativo tanto para los ecosistemas como para las numerosas actividades productivas que dependen de su caudal.

Fuente: Universidad Nacional de San Martín, 5 de agosto de 2021.

2 de Agosto, 2020

Resistencia a punto de ser evacuada

(…) Los que hoy tienen entre 40 y 45 años no tienen registro de lo que pasó en los años 1982-83, cuando la ciudad estuvo amenazada continuamente con la invasión del agua hasta en pleno centro de la ciudad.

Se podían ver en las puertas de las casas bolsas de arena y hasta pequeños tapiales para que no ingresara el agua en los domicilios y se estuvo a punto de evacuar toda la ciudad.

Fuente: Diario Norte - Chaco.

Sugerencias para el trabajo con las chicas y los chicos

Después de la lectura por parejas, pedirles que vuelvan sobre la información para sistematizarla en un cuadro similar al que se presenta a continuación. La intención es que refuercen la idea de que la población de la cuenca, especialmente quienes se asientan en el litoral fluvial, puede estar afectada por situaciones de emergencia y hasta desastre vinculadas con la variabilidad del caudal del río (crecidas y bajantes que son parte de su régimen). 

Aclaración: es posible que haya celdas del cuadro que no se pueden completar porque la información no está disponible en las fuentes consultadas.

Fuente de informaciónFechas que mencionaLugares que mencionaProblema que comentaA quiénes afectóOtras observaciones sobre las informaciones
1. TSS-UNSAM
2. Diario La Nación
3. Diario Norte–Chaco
4. Ustedes  mismas /mismos

Una vez que se haya avanzado en la definición de esta idea, se propone una reflexión grupal, luego compartida entre todas y todos, acerca de la forma en que los medios comunicaron las situaciones de emergencia y desastre. Es importante ponderar en esta reflexión el peso del asentamiento de las personas en zonas de riesgo y el conocimiento que la sociedad dispone acerca de la variabilidad del caudal del río en períodos largos de tiempo.

A partir de la lectura y el análisis de las noticias que informan sobre la gran variabilidad del caudal se enteraron de que las crecidas y las bajantes del Paraná no son excepcionales sino que forman parte de la dinámica del río.

  • Les proponemos reflexionar sobre algunas palabras o expresiones que el periodismo utilizó en dos de las noticias:

“En Santa Fe, el río Paraná no da tregua”.

Cuestión para reflexionar: El Paraná ¿estaba atacando a las pobladoras y los pobladores? ¿Tenía la “intención” de perjudicarlos?

“Resistencia a punto de ser evacuada”: anuncia que la ciudad estuvo “amenazada” y a punto de “evacuación”.

Cuestión para reflexionar: el encuentro entre la población y el río, se produjo:

- porque el río se extendió fuera de su valle; y/o 

- porque las personas construyeron viviendas, huertas, clubes, balnearios, muelles y otras instalaciones dentro del propio valle del Paraná.

  • Conversen entre ustedes, en cada grupo, qué piensan sobre estas palabras y expresiones. ¿Es la crecida del río la causa de los malos momentos que pasan las pobladoras y los pobladores? ¿O la crecida pone en evidencia que las personas se han instalado en el mismo valle del río, en zonas riesgosas?
  • Comenten luego con el resto de la clase. ¿A qué conclusiones llegaron entre todas y todos? Tomen nota para recordar sus opiniones.

Los estudios científicos sobre las grandes crecidas y bajantes del Paraná

d. Se propone realizar con chicas y chicos una aproximación a algunos aportes de las ciencias para conocer las razones por las que se producen las grandes crecidas y bajantes del Paraná y si será posible prevenirlas y disminuir los riesgos. 

¿Qué aportan expertas y expertos para comprender mejor las situaciones extremas de crecida y bajante del Paraná? ¿Se conocen las causas en profundidad? ¿A quiénes afectan especialmente esas situaciones extremas? El siguiente texto aporta algunas pistas para responder esas preguntas. 

Expertas y expertos dicen que las grandes crecidas y bajantes del Paraná son esperables como parte de las variaciones de las lluvias sobre la cuenca. Hay muchos estudios que informan que la desaparición de la cubierta vegetal original del monte, de las selvas y de las praderas (en toda la cuenca) para cultivar y criar animales produce cambios en la cantidad y la circulación del agua que llueve. Si no hay árboles que intercepten las lluvias, las gotas grandes de las tormentas golpean directamente en los suelos descubiertos y los van compactando. Por eso, la infiltración disminuye, el agua subterránea recibe menos aportes y el escurrimiento superficial aumenta: las zonas deforestadas aceleran los movimientos del agua de lluvia hacia los arroyos y ríos, siguiendo la pendiente. El caudal aumenta más rápido que antes.

Hay especialistas que observan que cada vez viven más personas en las ciudades y menos en los campos. En tiempos secos, las construcciones de las ciudades situadas cerca de los ríos se han extendido hacia zonas bajas que son parte del valle, de los humedales. Se construyeron tanto barrios privados (que rellenaron el humedal para levantar la altura de sus edificaciones) como viviendas humildes (instaladas directamente en los terrenos bajos, sometidas al riesgo de inundación). La infiltración es mínima en las ciudades y, si además tienen pocos espacios verdes, se vuelven casi impermeables.

Por otra parte, los estudios de organismos científicos internacionales encontraron que los cambios históricos de las lluvias en la Cuenca del Paraná tendrían cierta relación con un fenómeno que se produce unos meses antes en el Océano Pacífico, cerca del Ecuador. Lo llaman “El Niño - Oscilación del Pacífico Sur” o “ENSO”. Hasta ahora, lograron definir que el ENSO tendría tres fases: una fase Niño, que se asociaría con intensas precipitaciones en la cuenca; una fase Niña que se vincularía con las sequías intensas en la misma; y una fase Neutral, en la que las lluvias se acercarían a los promedios calculados en toda esta zona.

En general, las científicas y los científicos coinciden en que la deforestación, las constantes emanaciones de gases a la atmósfera por el uso de combustibles fósiles y otras acciones humanas, intensifican un proceso que colabora en el cambio climático planetario. Algunas de las manifestaciones de ese cambio climático en esta parte de América del Sur, sostienen, sería el aumento de la intensidad, frecuencia y duración de las situaciones extremas, tanto en las temperaturas, como en las lluvias y, en consecuencia, en el caudal de los ríos.

Las investigadoras y los investigadores alertan acerca de que las formas de instalarse y de producir sin cuidar el ambiente, tanto en los campos como en las ciudades, alteran los equilibrios ambientales y empeoran las condiciones de vida de muchas personas (especialmente de las familias más vulnerables, que no tienen recursos para prever los riesgos, enfrentarlos y/o adaptarse).

Sugerencias para el trabajo con las chicas y los chicos:

Se propone un ejercicio de lectura compartida del texto anterior entre docentes, chicas y chicos. La presentación del sentido de la lectura puede realizarse a partir de interrogantes amplios del tipo de los planteadas en el encabezamiento. Posibles reflexiones posteriores serían:

  • Conversen en el grupo de qué se trata la “intensidad” de una crecida, qué es la “frecuencia” entre crecidas y qué significa la “duración” de las crecidas (pueden pensarlo también para el caso de las bajantes) y tomen nota en sus carpetas.
  • Vuelvan a leer el texto anterior y, con compañeras y compañeros, revisen y listen las principales razones que el conocimiento científico aporta acerca de la intensidad, la frecuencia y la duración de las crecidas y las bajantes del Paraná en este siglo XXI. ¿Habrán sido las mismas hace 100 años? ¿Por qué piensan así?
  • Comenten por qué científicas y científicos alertarán sobre las condiciones de vida de las familias más vulnerables y no insisten en las de los grupos de mayores recursos.
  • Escriban en la carpeta todas las reflexiones que hayan realizado sobre este texto para poder consultarlas cuando las necesiten.

Anexo: Las pobladoras y los pobladores y el uso de las aguas en la cuenca del río Paraná en imágenes

La población y el uso de las aguas en la cuenca del río Paraná en imágenes

Fotografía 1: La quebrada de Humahuaca y el río Grande de Jujuy

Cerro de Jujuy en el valle de la Quebrada.

Fuente: Ministerio de Turismo y Cultura de Jujuy.

Por el valle de la quebrada, que se ve en el primer plano de la imagen, corre el río Grande de Jujuy cuyas aguas pasan por el río Bermejo, después por el río Paraguay y finalmente se unen a las que trae el Paraná. El cerro que se ve detrás se llama “Paleta del Pintor” y es una atracción que visitan turistas de todo el mundo. Esta fotografía fue tomada cerca de Maimará, un pueblo pequeño de la Quebrada de Humahuaca. Seguramente es verano, porque se ve mucha vegetación bien verde; y es cerca del mediodía, porque los árboles no tienen sombras largas.

Las rocas que forman el cerro son de varios colores, como apilados unos sobre otros. Cada capa del mismo color se formó en el mismo momento, en tiempos en que faltaba mucho para que existiera la humanidad sobre la Tierra. 

Es una zona seca, solo llueve en verano, y bastante poco. Los colores verdes son de vegetación plantada que se riega con el agua traída desde el río hasta la base de la montaña por medio de canales. Los árboles más altos son álamos. Frecuentemente se plantan para frenar el viento y dar sombra a los canales de riego (así el agua se evapora menos con el calor del sol). 

En esta parte del valle los pobladores hacen cultivos con el riego artificial: viñedos y tomates para vender en toda la Argentina; maíz, porotos y hortalizas para las ciudades cercanas y consumo propio.

A la izquierda, se ve un campo sembrado, a la derecha una construcción que puede ser una vivienda con un galpón para guardar las herramientas y almacenar la producción a la sombra antes de venderla. Un cerco construido con palos y alambre delimita esta propiedad.

Algunas de las arenas y limos que forman el Delta del Paraná pueden llegar desde lugares montañosos como éste.

Fotografía 2: Las Cataratas del Iguazú, en el límite de Misiones con Brasil

Vista aérea de las Cataratas del Iguazú.

Fuente: Freepik.

El lado argentino de las cataratas es el de la derecha de la fotografía, el brasileño, el de la izquierda. El desnivel, de 75 metros de altura, se produce porque las rocas de la parte alta son mucho más duras que las de la base. La imagen se tomó por la tarde, porque el sol pega sobre los saltos de agua que miran al oeste.

Turistas de todo el mundo llegan a conocer este lugar y a incursionar por las selvas cercanas. Se ve el edificio del ascensor para quienes no pueden bajar o subir caminando. Si prestan atención pueden encontrar dos pasarelas. Son caminos sobreelevados (para que el agua los tape lo menos posible si hay creciente), rectos y angostos. Por ellos circulan las y los visitantes; verán una en el lado brasileño y otra en el argentino, arriba, a la derecha, llegando a la Garganta del Diablo, la caída de agua mayor.

El agua que pasa por las Cataratas viene de las lluvias de Brasil y llega al río Paraná en el extremo noroeste de la provincia de Misiones. El Iguazú es uno de los ríos que aporta mucho caudal al Paraná, especialmente en primavera y en otoño. En tiempos de gran sequía, las cataratas han llegado a tener solo delgados hilos de agua; en algunas crecidas grandes, se rompieron partes de las pasarelas. Esta es una de las zonas protegidas más antiguas de la Argentina: el Parque Nacional Iguazú. En él se refugia la fauna original de la selva, expulsada de zonas cercanas por la presencia y las actividades de quienes las habitan.

Fotografías 3: La selva de Misiones y Brasil

Vista aérea de la selva Misionera luego de un desmonte.

Fuente: Freepik.

Esta imagen fue tomada desde la altura y lejos del mediodía. Del horario nos damos cuenta porque los árboles proyectan sombras bastante largas hacia el lado izquierdo de la fotografía.

El camino atraviesa una zona de selva. Aparentemente, no es la selva original sino la que volvió a crecer después de un desmonte. Pensamos así porque no se ven árboles altos ni desparejos. Recientemente se volvieron a desmontar los terrenos que tienen el suelo descubierto. El de la izquierda está por sembrarse o recién sembrado. A la derecha hay una zona reforestada con árboles que todavía son jóvenes: están alineados y separados para que puedan crecer mejor. Parece haber un pueblo antes del horizonte. Las construcciones más cercanas aparentan ser galpones para almacenar el producto de las cosechas que, cuando se vende, sale en camiones por la ruta.

Deforestación de la selva.

Fuente: Facultad de Ciencias Forestales, Universidad Nacional de Misiones.

La imagen deja ver la deforestación de un terreno, en un día nublado. Se puede observar la camioneta con la que se movilizan quienes trabajan allí y el tractor con pala con el cual arrasan la vegetación. Quedan algunos troncos apartados, que pueden ser de madera valiosa. Se transportarán en camiones hacia los aserraderos cercanos a las ciudades de la provincia de Misiones. Hace mucho tiempo, los troncos se apilaban y se bajaban directamente por el río, para que los llevara con su corriente. Ese conjunto de troncos se llamaba “jangada”.

La selva alberga una enorme variedad de fauna y de especies vegetales que desaparecen cuando se la tala. Tiene árboles de diferentes alturas y arbustos entrelazados por las plantas trepadoras. Cubre muy bien el suelo e intercepta las lluvias con sus hojas, ramas y troncos. Desde ellos, el agua se evapora, vuelve a la atmósfera y forma nuevas nubes. Cuando se deforesta y el suelo queda al aire, las lluvias fuertes lo golpean, hacen saltar sus partículas, las arrastran y finalmente el suelo queda liso, compacto. Eso dificulta la infiltración. El agua de las lluvias baja rápido por las pendientes hacia los arroyos y los ríos. Según las investigaciones, esta alteración del ciclo del agua en las grandes selvas de todo el mundo, es una de las razones que agrava el cambio climático.

Fotografía 4: Campos deforestados y cultivados en Santiago del Estero

Cultivos en campos deforestados.,

Fuente: Agrositio.

En esta imagen se nota que el terreno de la provincia de Santiago del Estero es llano. Se ve hasta el horizonte, sin ningún desnivel, en un día que parece estar nublado. Se trata de una zona relativamente seca que, desde hace unos treinta años, se ha venido deforestando. La vegetación natural allí fue el monte, formado por árboles bajos y espinosos. Era impensable, en el pasado, cultivar en esas zonas grandes extensiones como se hace en el presente. Vivían poblaciones criollas y comunidades originarias que obtenían sus alimentos del mismo monte, de los escasos arroyitos con algo de agua en el verano, y de la pesca en el río Salado del Norte. Las aguas del Salado vienen desde las sierras del noroeste. Como Santiago del Estero es cálido y seco, el río no gana agua en su paso por allí; posiblemente pierda parte de su caudal por la intensa evaporación.

Cuando los laboratorios que mejoran genéticamente las semillas produjeron variedades de soja que se adaptan a estos suelos más pobres que los pampeanos y con menos lluvias, las tierras empezaron a ser apreciadas y se fueron instalando allí productores que compraron o alquilaron campos muy extensos. En la imagen se puede ver que el suelo no es negro como en la provincia de Buenos Aires, tiene menos nutrientes y por eso los cultivos necesitan mucho fertilizante y plaguicidas para crecer sanos y fuertes. Se observan restos secos del cultivo anterior a la soja que recién está germinando (los brotes se ven bien verdes). Debe ser diciembre, porque es la época en que se siembra allí la soja. Si se producen lluvias con el suelo así descubierto, seguramente las gotas arrastrarán algunas de sus partículas y lo empobrecerán más.

Fotografía 5: La represa de Yacyretá – Apipé

Imagen aérea de la represa de Yacyreta-Apipé

Fuente: Freepik.

Quien tomó la fotografía, lo hizo desde la altura. Ésta es una imagen de un sector de la represa de Yacyretá – Apipé que Argentina comparte con Paraguay y que genera energía hidroeléctrica. Es posible que la haya fotografiado durante la mañana, porque la sombra y el reflejo permiten inferir que la luz del sol viene de atrás de la represa, del este. Como es de los tiempos de la sequía pasada, cuando el Paraná traía menos agua, se ven alrededor de su embalse extensas zonas de color claro: es suelo sin vegetación. En tiempos “normales” el agua del embalse debe cubrir todos esos lugares.

El embalse es la parte que está detrás de la construcción: un lago artificial profundo que se formó reteniendo el agua del Paraná con el muro del dique. El agua se deja caer desde la altura máxima del dique hacia su base, donde están las turbinas que transforman la fuerza del agua que cae en energía eléctrica. A la derecha, junto al muro de la represa, se ven las torres de alta tensión que trasportan la energía y la incorporan al Sistema Eléctrico Nacional. En este momento, ustedes la pueden estar consumiendo en la escuela.

El muro tiene un ascensor para los peces que migran por el río y unas compuertas que permiten a los barcos chicos que navegan por allí pasar del nivel del lago al del río, o vice versa.

Llevó muchos años y mucho dinero construir esta enorme obra que cruza todo el valle del Paraná. Hoy en día los especialistas piensan que es más económico y cuida mejor el ambiente construir varias represas chicas que una tan grande: es muy difícil dominar las aguas de un río de tanto caudal. Se han estudiado los problemas que los embalses traen en sus lugares. La destrucción de flora y fauna, el desarrollo de enfermedades propias de la cercanía a un embalse, el desalojo de poblaciones con arraigo en un territorio para inundar sus tierras, son algunos ejemplos.Brasil tiene muchas represas chicas en las nacientes del Paraná, en sus afluentes y también en el río Iguazú. Si todas esas represas no dejaran pasar agua, el Paraná perdería caudal en territorio argentino. Las autoridades de Argentina, Paraguay y Brasil han firmado acuerdos para que el manejo del agua se haga de forma coordinada entre los países de la cuenca.

Fotografías 6: La pesca en el Paraná

Pesca artesanal – comercial

Hombre pescando artesanalmente en un bote manual.

Fuente: Universidad Nacional del Nordeste.

Pesca deportiva

Dos hombres practicando pesca deportiva en una lancha.

Fuente: Portal turístico de la provincia de Corrientes.

En el río viven mucha variedad de peces, algunos muy valorados para la alimentación humana, otras que se usan para hacer harinas y alimentar animales de cría. La pesca fluvial ha sido siempre una actividad importante para las familias humildes asentadas a orillas del río y en sus islas. Su actividad se llama “artesanal” porque se basa en el profundo conocimiento que acumula cada comunidad de pescadores, y también “comercial” porque ellos venden el pescado a revendedores de las ciudades o a los frigoríficos exportadores. La primera imagen muestra un par de pescadores, en su bote, levantando la red, atentos a qué vendrá en ella.

La segunda imagen, en cambio, muestra a dos personas que pescan por placer, por deporte. Parten de alguna ciudad litoral con su lancha, reciben asesoramiento de los pescadores locales sobre los mejores lugares donde se juntan los peces (o los contratan como guías) y van allí con sus cañas. La pesca del dorado es especialmente difícil y, por lo tanto, desafiante. Al Paraná correntino llegan pescadores deportivos de toda la Argentina, de países vecinos y lejanos en las épocas en que está permitida la pesca. En las ciudades correntinas se organizan las fiestas del surubí (en Goya), del pacú (en Esquina), del dorado (en Paso de la Patria).

Varias de las especies migran durante el año por el Paraná siguiendo la temperatura de sus aguas. Algunas “bajan hasta Santa Fe” y desovan en lagunitas y bañados de los humedales, y luego “suben” hacia el Paraná correntino nuevamente. Cuando nacen los peces y llega alguna creciente que les permite incorporarse al río, migran hacia el norte. Esos movimientos se han visto alterados por el ruido y el oleaje que producen las embarcaciones y también por la construcción de defensas costeras. La sobrepesca redujo los cardúmenes. Por eso, la pesca tiene muchas restricciones que a veces se cumplen y otras no: hay períodos del año en que no está permitido pescar, existen cupos de cantidad de peces por pescador y se establecieron normas sobre el tamaño de los peces que se pueden extraer. Cuando hay una crecida la pesca es más fácil. Cuando hay una bajante muy fuerte, muchos peces llegan muertos a la costa. Los que sobreviven lo hacen casi aferrados al fondo del río.

Fotografías 7: El Gran Rosario y sus puertos

Antiguo ingreso a la ciudad de Rosario

Fachada de ingreso a Rosario.

Fuente: WikimediaCommons.

Rosario desde el río

Rosario vista desde el río.

Fuente: Pablo Flores en Flickr.

El Gran Rosario, ubicado en una barranca santafesina sobre el río Paraná, es la tercera ciudad más poblada de la Argentina, después del Gran Buenos Aires y el Gran Córdoba. Desde siempre fue puerto. En la primera imagen se ve una construcción que, aunque tiene muchos años, puede considerarse un símbolo: silos en los que se guardaban los granos a la espera de ser embarcados en el puerto.

Hoy, las instalaciones de los varios puertos cercanos a la ciudad son mucho más grandes y modernas; en general se une a ellas alguno de los grandes molinos y aceiteras de soja y maíz. El puerto original comienza en el borde derecho de la imagen de abajo.

En Rosario, el río ya tiene casi todo su caudal porque al sur sus afluentes le aportan muy poca agua. El Paraná, aunque es profundo, tiene canales navegables que permiten la circulación de barcos intercontinentales, muy grandes, desde el Atlántico y el Río de la Plata. Desde el norte, llegan a estos puertos barcazas con granos de la zona sojera de Paraguay, de Bolivia, de la cercana al río Paraguay en Brasil. Desde Argentina entran autopistas y rutas por las que arriban los camiones con granos producidos en la zona norte, este y centro del país.  A la vez, llegan las vías del tren de carga que viene desde el noroeste, también con contenedores con semillas y, a veces, de minerales que se exportan. Rosario es un centro de comunicación vial, ferroviaria y fluvial y el principal puerto exportador de la Argentina.

Los canales son como rutas dentro del río. Las dragas remueven las partículas de limos y arenas que el río va dejando y mantienen así la profundidad para que puedan circular los barcos. Cuando el río está alto, las dificultades de navegación son menores, pero cuando está bajo, hay que conocer mucho para entrar hasta Rosario sin salirse del canal. Desde el Río de la Plata, suben a los buques expertos en el río para indicar el mejor recorrido a los capitanes de las embarcaciones para que no se encallen. Antes, los pescadores artesanales eran frecuentes en esta parte del río. Hoy, debido al gran movimiento de barcos, los peces no se acercan y los pescadores deben trasladarse más hacia el norte para realizar su trabajo.

La zona céntrica de la ciudad, con sus altos edificios modernos, se puede observar en la segunda fotografía. Es de mañana, porque las construcciones reflejan la luz del sol que llega desde el este.

Fotografía 8: Los puentes del Paraná

Puente del río Paraná.

Fuente: Mapio.net.

El puente que une Rosario con la ciudad entrerriana de Victoria está construido por sobre el humedal, al resguardo de las inundaciones. El Paraná ya tiene en esta zona su máximo caudal. A todo lo largo del río, hay playas y playitas en las que los vecinos y turistas pueden ir a pescar, a tomar sol y distraerse mirando el río, a refrescarse en el verano. Esta fotografía muestra una de ellas. El modo en que están vestidas las personas nos hace pensar que es un día cálido, pero no tanto como para ponerse malla. Debe ser primavera u otoño. Entre la costa y las islas, se ven los veleros y lanchas de quienes aprovecharon el día despejado para salir a navegar. 

Las chicas y los chicos que viven cerca del litoral de la provincia de Buenos Aires, tal vez conozcan el complejo de puentes Zárate–Brazo Largo, que une las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos. Santa Fe y Paraná estuvieron primero conectadas por un túnel apoyado en el fondo del río (esa fue la primera conexión directa atravesando el Paraná argentino) y hoy lo están por el puente colgante Marcial Candioti; Corrientes y Resistencia se comunican a través del puente General Belgrano, y también hay puentes entre Posadas y la ciudad paraguaya de Encarnación y entre Puerto Iguazú y la brasileña Foz do Iguaçu. Antes de 1980, la mayor parte de los cruces del río se hacían en balsas, unas naves que cargan autos y camiones bien ordenados en su bodega y los trasladaban de una orilla a la otra. Aún siguen funcionando entre Reconquista y Goya, por ejemplo. Cruzar en balsa el Paraná es una aventura para los turistas, pero una demora de mucho tiempo para quienes viven en un lado del río y trabajan del otro. 

Los puentes tienen que ser altos sobre el canal de navegación para que pasen los barcos que van y vienen. En este caso, las embarcaciones grandes que van a cargar granos a la zona de Rosario. Además, deben tener muy buenos cimientos y estabilidad porque cruzan por ellos constantemente camiones grandes con acoplados, muy pesados. 

Fotografía 9: el Delta del Paraná

Imagen aérea del Delta del Paraná.

Fuente: Municipalidad de Tigre.

La vista fue tomada desde el aire pero no a mucha altura, porque se pueden ver detalles del terreno de las islas, que se conocen como Delta Inferior, el enorme humedal en el que finaliza el río Paraná, dividido en varios cursos o “brazos”. El día está soleado, puede ser cerca del atardecer o del amanecer, porque las sombras son largas. Algunos árboles sin hojas y otros que las mantienen todavía indican que es otoño.

El río mantiene el color amarronado que le aportan las partículas de arenas y limos que viene arrastrando desde lejos. Las islas se formaron a partir de su acumulación a lo largo de extensos tiempos. Primero fueron bancos y en ellos se comenzaron a instalar los juncos; los juncos retuvieron más limos y crecieron los pastos. Finalmente los árboles colaboraron en la construcción de las islas. Hay vegetación original, como el ceibo, y mucha introducida, como las casuarinas que los propietarios suelen plantar en los bordes de sus islas. 

No hay mucho movimiento en el río en este momento, solo una lancha de carga. Tampoco se ven embarcaciones amarradas a los muelles. Los fines de semana suelen recorrer estas aguas gran cantidad de botes, lanchas, veleros, de quienes salen a navegar, a disfrutar del paisaje o a pasar el fin de semana en viviendas propias o alquiladas. Si las lanchas van a velocidad alta, su ruido molesta a los paseantes y a la variedad de aves de la zona; el golpe de las olas en las orillas produce derrumbes. La Prefectura Naval se ocupa de cuidar que las normas se cumplan.

Hay muchas edificaciones, se ven sus techos y los muelles que, al igual que las casas, se construyen elevados. El río cambia de altura diariamente por las mareas del Río de la Plata. Cuando sopla la Sudestada, las aguas del río que quedan retenidas pueden pasar la altura de esos muelles e inundar las islas sin afectar las construcciones realizadas sobre pilares.

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