Inicio del juicio al Circuito Camps
Un recorrido por una causa judicial emblemática en donde las luchas y resistencias de los organismos de derechos humanos tuvieron un rol central en la búsqueda de memoria, verdad y justicia.
Creado: 11 octubre, 2023 | Actualizado: 18 de diciembre, 2024
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El Tribunal Oral Federal 1 de La Plata durante la sentencia del juicio por los crímenes del Circuito Camps. Imagen tomada del Centro de Información Judicial.
Según el Banco de Vocabularios Jurídicos de Argentina (SAIJ), se conoce como Circuito Camps a la red de 29 Centros Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio (CCDTyE) que funcionaron en dependencias policiales del conurbano bonaerense y La Plata, bajo el mando de los ex generales Ramón Camps y Ovidio Pablo Ricchieri, durante la última dictadura cívico-militar argentina. Algunos de los CCDTyE que integraron este circuito represivo son el Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes, Puesto Vasco, la Comisaría 5ta. de La Plata, el Comando de Operaciones Tácticas I de Martínez, el Destacamento de Arana (conocido como «Pozo de Arana»), las Brigadas de San Justo y de Investigaciones de La Plata, entre otros.
El Juicio al Circuito Camps comenzó en el año 2011 y culminó en el 2020. Si bien en 2012 se logró una sentencia condenatoria a los imputados, éstas fueron ratificadas ocho años después por la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal de La Plata, debido a los numerosos recursos jurídicos presentados por los abogados defensores de los condenados.
En un comunicado del 4 de noviembre de 2020, Abuelas de Plaza de Mayo celebraba esta resolución y declaraba lo siguiente:
“Los hechos investigados en la causa fueron el ataque a la ‘casa de Calle 30 Mariani Teruggi’, y los secuestros, tormentos, torturas y desapariciones en perjuicio de 280 víctimas -entre ellas embarazadas, bebés nacidos en cautiverio y niños secuestrados (…).
El 19 de diciembre de 2012, el TOF [Tribunal Federal Oral] de La Plata dictó la sentencia que ayer fue ratificada por Casación. En ese entonces, fueron condenados a perpetua Jaime Lamont Smart, Miguel Osvaldo Etchecolatz, Horacio Elizardo Lujan, Rodolfo Aníbal Campos, Julio César Argüello, Mario Víctor Nicodemo Sita, Roberto Omar Grillo, Norberto Cozzani, Hugo Alberto Guallama, Carlos García, Domingo Almeida, Luis Vicente Patrault, Bernabé Jesús Corrales, Fernando Svedas, Miguel Kearney y Raúl Rolando Machuca; Jorge Antonio Bergés y Eros Amilcar Tarela recibieron penas de 25 años; Roberto Antonio Cabrera fue condenado a 18 años; Ergio Antonio Verduri (15 años), Daniel Jorge Lencinas (14 años), Pedro Antonio Ferriole (11 años) y Santiago Antonini fue sentenciado a dos años de prisión. Almeida, Aníbal, Patrault, Tarela, Kearney, Svedas, Sita, Antonini fallecieron en estos años.
Entre los casos, había niños y niñas que sufrieron la desaparición junto a sus padres o que nacieron durante el cautiverio de sus madres detenidas embarazadas. Ellos son: José Sabino Abdala, María Eugenia Gatica Caracoche, Pedro Nadal García, Leonardo Fossati y Ana Baratti de la Cuadra, nietos/a restituidos/a; Mónica Santucho, quien fue asesinada; Clara Anahí Mariani, a quien seguimos buscando; y María de las Mercedes Molina Galarza, nacida en cautiverio. Además, el juicio alcanzó a las siguientes embarazadas: Graciela Quesada, Silvia Muñoz Barreiro, Nora Susana La Spina, María Adelia Garín, Silvia Amanda González, Graciela Médici, Mirta Graciela Manchiola, Elsa Lilia Cícero, Diana B. Wlichky, Inés Beatriz Ortega (madre de Leonardo Fossati Ortega) y Elena de la Cuadra (madre de Ana Baratti de la Cuadra).
En esa sentencia, se ordenó también la desafectación del Destacamento de Arana y de la Comisaría 5ta, hoy constituida como un Espacio de Memoria. Allí funciona la filial platense de Abuelas, bajo la coordinación del nieto restituido Leonardo Fossati.
A partir de los testimonios brindados en el juicio, la sentencia de 2012 además solicitaba investigar delitos cometidos por personal policial y judicial, civiles y miembros de la iglesia, y que se indague sobre los delitos sexuales. A casi ocho años de ese veredicto, aún hay muchos responsables de hechos que han sido nombrados en este juicio y todavía no han rendido cuentas ante la justicia.”
Fuente: Juicio Circuito Camps: sentencia firme. Comunicado del 4 de noviembre de 2020. Extraído del Sitio oficial de Abuelas de Plaza de Mayo. Disponible en https://www.abuelas.org.ar/noticia/juicio-circuito-camps-sentencia-firme-1366
En este juicio, testificó ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, María Isabel "Chicha" Chorobik de Mariani, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, quien sostuvo, entre otras cosas, que la espera de 35 años "ha sido muy cruel y llena de mentiras”, y que esperaba que del juicio se pudiera conocer la verdad para encontrar a su nieta Clara Anahí, apropiada a los tres meses de vida.
El 24 de noviembre de 1976 se realizó un megaoperativo de fuerzas conjuntas a cargo de Miguel Osvaldo Etchecolatz, por entonces Director de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, en el que se destrozó la casa del matrimonio de Daniel Mariani y Diana Teruggi, el hijo y la nuera de Chicha Mariani, en la ciudad de La Plata. Diana y otros cuatro militantes más fueron asesinados en el ataque. Sin embargo, se supo que la beba Clara Anahí sobrevivió a la balacera y que un policía la entregó a Etchecolatz, quien se la llevó en un vehículo en el que aguardaba.
En la actualidad, la casa Mariani-Teruggi es un Espacio de Memoria, un testimonio material del horror de la dictadura, y sede de la Fundación Anahí, fundada el 10 de febrero de 1996 por Chica Mariani y Elsa Pavón, -abuela de Paula Logares, la primera nieta en recuperar su identidad gracias al índice de abuelidad-. Desde la Fundación Anahí se realizan distintas actividades con el propósito de promover, sostener y defender la plena vigencia de los Derechos Humanos y continuar el legado de Memoria, Verdad y Justicia.
Etchecolatz fue la mano derecha del General Ramón Camps y tuvo a su cargo 21 Centros Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio (CCDTyE) en la provincia de Buenos Aires. En el juicio al Circuito Camps, estuvo nuevamente sentado en el banquillo de los acusados, no era la primera vez. Con la reapertura de los juicios, en 2006 pudo ser juzgado y condenado a reclusión perpetua por “delitos de lesa humanidad cometidos en el marco de un genocidio”, un importante precedente para la jurisprudencia dado que era la primera vez que esta imputación se formulaba en esos términos. En el marco de ese juicio, Etchecolatz estuvo implicado en la segunda desaparición de Jorge Julio López, un testigo clave en su contra. López había sido arrestado de manera ilegal en su casa en la localidad de Los Hornos, ciudad de La Plata, en octubre de 1976. Estuvo desaparecido 5 meses en distintos Centros Clandestinos de Detención a cargo de Etchecolatz, sufrió torturas, presenció otras e incluso asesinatos. Unos meses después fue trasladado a una cárcel en La Plata en donde estuvo detenido sin juicio hasta mediados de 1979.
Su segunda desaparición fue el 18 de septiembre de 2006 cuando salió de su casa para ir a escuchar los alegatos de este juicio y nunca llegó a destino.
El represor y genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz fue condenado a nueve cadenas perpetuas por crímenes de lesa humanidad, falleció el 2 de julio de 2022, a los 93 años, cuando aún era juzgado por delitos a otras 500 víctimas. Nunca dio señales de arrepentimiento, por el contrario, y jamás reveló qué sucedió con Clara Anahí Mariani y Jorge Julio López, quienes continúan desaparecidos.
María Isabel “Chicha” Chorobik de Mariani falleció el 20 de agosto de 2018, a los 94 años, dejando un gran legado para los movimientos de derechos humanos del país, y en particular, para la protección de todas las niñas y los niños del mundo y su derecho a la identidad. Por iniciativa de Chicha Mariani y Abuelas de Plaza de Mayo, la Convención Internacional de los Derechos del Niño incorporó en 1989 los artículos N°7, N°8 y N°11 -conocidos como los artículos argentinos- en los que a partir de un texto de la autoría de Chicha se reconoció el derecho a la identidad de las niñas y niños. Asimismo, se estableció que los Estados partes son responsables de garantizar este derecho y velar por su aplicación debiendo intervenir legalmente ante cualquier circunstancia en la que quede vulnerado.
Cuando se reformó nuestra Constitución Nacional en 1994, el Estado argentino suscribió a lo establecido por la Convención de los Derechos del Niño en su artículo 17, inciso 22.
Chicha Mariani dedicó gran parte de su vida a la búsqueda de su nieta y murió con el dolor de no haber podido encontrarla.
A diferencia de otros países de América Latina en los que también existieron cruentas dictaduras, Argentina decidió tempranamente recorrer la vía judicial frente a la experiencia del terrorismo estatal con el propósito de llegar a una verdad probada, es decir, con pruebas contundentes sobre los delitos cometidos durante la última dictadura cívico-militar. El camino de la justicia no ha sido fácil, con avances, retrocesos, nuevos impulsos o dilaciones, este proceso tiene continuidad hasta el presente. La conformación de la CONADEP en 1983, el Juicio a las Juntas Militares que comenzó unos meses después, la legislación conocida como leyes de la impunidad y del perdón entre 1986 y 1989, la derogación e inconstitucionalidad de las mismas entre 2003 y 2005, los juicios por apropiación ilegítima de bebés, niñas y niños, la reapertura de nuevos juicios, la desaparición de Jorge Julio López, el enjuiciamiento de los civiles involucrados en la represión estatal, son momentos emblemáticos que permiten conocer y reflexionar con perspectiva histórica el camino de la justicia y entenderlo como una construcción permanente.
En estos 40 años de democracia ininterrumpida, las luchas y resistencias de los Organismos de Derechos Humanos han jugado un rol fundamental en la conformación y consolidación de una política pública que tenga por horizonte la búsqueda de la memoria, la verdad y la justicia.
Al día de hoy, la justicia argentina ha dictado más de trescientas sentencias en las que 1189 represores fueron condenados en todo el país y dieciséis juicios se encuentran en curso.
Enlaces de interés para profundizar sobre el tema:
Alejandro Fabián Aibar, un joven estudiante con vocación artística que quería cambiar el mundo. Propuesta para conocer su historia y recordar, a través suyo, a las y los estudiantes secundarios víctimas del terrorismo de Estado durante la última dictadura militar. Continuemos Estudiando, DGCyE.
Sitio oficial de Asociación Anahí.
Campo de Mayo: 10 perpetuas y otras 9 condenas a represores por crímenes de lesa humanidad contra 350 personas. Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Secretaría de Derechos Humanos Juicios de lesa humanidad.
Circuito Camps. Banco de Vocabularios Jurídicos de Argentina. Sistema Argentino de Información Jurídica. Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
Unicef (2006). Convención sobre los Derechos del Niño. 20 de noviembre de 1989.
Declaró Chicha Mariani por el "Circuito Camps" emitido por Visión Siete, noticiero de la TV Pública argentina, el miércoles 12 de octubre de 2011.
Dossier: Del Juicio a las Juntas a los nuevos juicios. Recursos y materiales. Comisión Provincial por la Memoria.
El Juicio a las Juntas Militares. A 25 años del inicio del Juicio a las Juntas Militares: selección de fuentes documentales. Archivo Nacional Memoria Abierta.
Gijsberts, Diana López (2022, 2 de julio). Etchecolatz, represor de 21 centros clandestinos, murió a los 93 años condenado a perpetua. Télam Digital.
Historias debidas: Chicha Mariani (Canal Encuentro).
Juicio Circuito Camps: sentencia firme. Comunicado de Abuelas de Plaza de Mayo, 4 de noviembre de 2020.
Juicios de lesa humanidad en tiempo real. Secretaria de Derechos Humanos de la Nación.
Leonardo Fossati. Nieto restituido por las Abuelas de Plaza de Mayo. Educación y memoria.