Leer en Comunidad 2024: Primera Jornada de Bibliotecas Escolares Abiertas

Documento base para trabajar en torno al eje “Descubrir”.

Creado: 26 abril, 2024 | Actualizado: 8 de mayo, 2024

Índice

Introducción a las jornadas Leer en Comunidad 2024

  • Volver a encontrarnos
  • Objetivo general de las jornadas
  • Sobre la organización general de las jornadas

Descubrir 2024. Descubrir los paisajes de la escucha

  • Fundamentación
  • Objetivos específicos
  • Marco conceptual

Desarrollo de la jornada Descubrir los paisajes de la escucha

  • Anexo I
  • Anexo II
  • Bibliografía

Introducción a las jornadas Leer en Comunidad 2024

“Tomar entonces la palabra para que ingresen nuestros hilos en el tapiz, los hilos de todos. Múltiples memorias relativizándose entre sí para que ni el pasado ni el imaginario se clausuren en un relato único, para que permanezca un estado de interrogación que nos permita encontrar las palabras para narrar lo que aún no se ha narrado.”

(Teresa Andruetto, La lectura, otra revolución, 2015)

Volver a encontrarnos

Esta nueva edición de las jornadas de Bibliotecas Escolares Abiertas propone volver a la escuela a redescubrir el mundo de posibilidades que despliega. La biblioteca, y sus misterios, se presenta como un espacio desafiante donde se palpita la libertad de elegir o dejarse cautivar por los libros. “Un espacio desafiante” se construye con alguna cuota de “enigma” –como diría Graciela Montes–; para que esto suceda, se requiere de una mediación que suscite en las y los estudiantes el deseo de leer y también de aquellos ámbitos donde otras personas imprimen en ellas y ellos huellas de significación hacia los bienes culturales.

Desde el paradigma de la lectura y la escritura como derechos inalienables de los cuales la institución educativa es garante, estas jornadas –que promueven una lectura que involucre a toda la comunidad educativa– buscan aportar a la formación de personas lectoras y escritoras en un contexto social de identidades compartidas como es la escuela y su radio de influencia educativa.

Objetivo general de las jornadas

  • Fortalecer las comunidades de lecturas y escrituras reconociendo a las bibliotecas institucionales como espacios democratizadores de la palabra.

Desde su inicio, las jornadas buscaron reconocer y fortalecer la centralidad de la biblioteca y la acción pedagógica de bibliotecarias, bibliotecarios y mediadoras y mediadores de lectura, escritura y oralidad, en los distintos niveles y las distintas modalidades del sistema educativo bonaerense. En las ediciones anteriores se ha incrementado de manera notoria la realización planificada de experiencias que se entraman en la vida institucional; estas abarcaron, por ejemplo, desde la participación ciudadana en un foro de ambientalismo popular para el saneamiento de la Cuenca Matanza Riachuelo en la biblioteca escolar, hasta la instalación de un espacio abierto de lectura en una localidad rural de quince habitantes. En este sentido es posible decir que las comunidades educativas lograron apropiarse de la lectura como un derecho democrático extendiendo los límites de la biblioteca, el aula y la propia escuela.

Este año, se propone profundizar los objetivos iniciales asumiendo el desafío de incluir las tres jornadas –que se encuentran sumadas a los calendarios Docente y Escolar– en el Plan Anual de Biblioteca. De esta manera, la planificación en conjunto de los encuentros pautados permitirá trazar un recorrido que contemple las actividades previas y preparatorias de cada uno y las acciones que se desprendan de cada experiencia.

Sobre la organización general de las jornadas

La inscripción anual a las jornadas se realiza a través del siguiente FORMULARIO.

Se propone continuar el plan de trabajo de los años anteriores. Inicialmente, se sugiere conformar un equipo –o consolidarlo si ya se encuentra en funcionamiento– integrado por: bibliotecaria o bibliotecario escolar, docentes, mediadoras y mediadores de lectura, familias y/o referentes de la comunidad (Asociación Cooperadora, Centro de Estudiantes, Centro de ex estudiantes, etcétera). Bajo la coordinación de la bibliotecaria o el bibliotecario escolar, este equipo deberá reunirse para compartir, debatir y acordar ideas y criterios, construir una mirada colectiva y sostener la planificación y puesta en práctica de las jornadas. Es fundamental lograr un funcionamiento institucionalizado con reuniones periódicas sin que esto represente un trabajo extra a las tareas cotidianas de las y los docentes. Se espera, de este modo, que resulte de utilidad para apuntalar sus prácticas y complementar las planificaciones anuales.

Cronograma

JornadaFechaPropuesta
Descubrir

Descubrir los paisajes de la escucha: escuchar narraciones.
10 de mayoDar la bienvenida a la escucha de narraciones como una acción colectiva.
Habitar

Habitar nuestra voz: contar a otras y otros y contar con otras y otros.
9 de agostoTomar la palabra compartiendo literatura a viva voz. Las y los estudiantes cuentan.
Proyectar

Proyectar nuestra biblioteca.
1 de noviembreMirar la biblioteca en prospectiva y en comunidad.

A continuación, se desarrolla la propuesta para la primera jornada del año Descubrir. Las orientaciones para las próximas actividades serán publicadas oportunamente.

Quienes deseen releer propuestas de años anteriores, en el siguiente enlace encuentran los documentos y recorridos de 2022 y 2023.

Descubrir 2024. Descubrir los paisajes de la escucha

Fundamentación

“Cada familia husihuilke conservaba un cofre, heredado por generaciones, que los mayores tenían consigo. Aunque tenía algo menos de dos palmos de altura, y un niño pequeño podía rodearlo con sus brazos, en él se guardaban recuerdos de todo lo importante que había ocurrido a la gente del linaje familiar a través del tiempo. Cuando llegaban las noches de contar historias, volteaban el cofre haciéndolo dar cuatro tumbos completos: primero hacia adelante, después hacia atrás y, finalmente, hacia cada costado. Entonces, el más anciano sacaba del cofre lo primero que su mano tocaba, sin vacilar ni elegir. Y aquel objeto, evocador de un recuerdo, le señalaba la historia que ese año debía relatar. A veces se trataba de hechos que no habían presenciado porque eran mucho más viejos que ellos mismos. Sin embargo, lo narraban con la nitidez del que estuvo allí. Y de la misma forma, se grababa en la memoria de quienes tendrían que contarlo, años después.” 

(Liliana Bodoc, Los días del venado, 2000)

La primera jornada invita a descubrir la escucha como condición de apertura para alojar al otro y como práctica necesaria para que nuevas lecturas tengan lugar. Por eso, se propone iniciar el año con la puesta en valor de la oralidad y el tiempo demorado de la escucha; es decir, provocar situaciones de disponibilidad para que alguien nos cuente algo, pues sin escucha no hay lectura posible (Benjamin, 1991).

Escuchar anécdotas, historias, relatos, poesías y cuentos exige a quien recibe el relato poner en acción la maquinaria de su imaginación poética y, en tanto proceso creativo-activo, favorece la estructuración del pensamiento. La escucha compartida de literatura amplía el corpus y la forma de circulación de textos, además, fortalece lazos al ofrecer una experiencia de identidad cultural compartida entre quienes integran la comunidad.

Objetivos específicos

  • Desarrollar la capacidad de escucha sin soporte visual de manera progresiva.
  • Establecer relaciones entre lo que se escucha y la propia biografía tanto vital como lectora.
  • Instalar espacios para la escucha de literatura a lo largo del año.

Marco conceptual

Se focalizará en el valor pedagógico de la escucha que, como toda práctica, se construye, se aprende y se conquista con el tiempo. La oralidad y la escucha son desde temprana edad la puerta de entrada a la conquista de la lectura, y aunque la preeminencia de la oralidad se da sobre todo en la primera infancia, su valor no tiene edad. Quienes hayan escuchado cuentos en la voz de otra persona con mayor frecuencia, tienen más posibilidades de convertirse en lectoras y lectores que quienes no hayan pasado por esa experiencia. Saber leer es saber mirar, observar, hipotetizar, conjeturar, cotejar y también escuchar. Ser lectora o lector abarca mucho más que la decodificación de signos.

Se propone Descubrir los paisajes de la escucha, es decir, que quien escucha encuentre en la palabra y en el silencio la posibilidad de asumirse como una persona viajera que se desplaza por paisajes conocidos y nuevos horizontes. “Las palabras viven sobre el silencio, son gracias a él, nacen de él, suenan y vuelven de nuevo al silencio”, señala Estrella Ortiz (2002, p. 43). Por eso, para que la escucha tenga lugar es necesario atravesar la experiencia del silencio como espacio interior. En esta línea, es importante precisar que el silencio, cuyos sentidos son múltiples, no tiene su punto de partida en la imposición de callarse, sino más bien como ocasión para alojar la escucha.

La escucha se erige así como un lugar de resistencia frente al ruido que obstruye la imaginación, el vagabundeo y la conversación interna. De esta manera, la voz que convoca construye un lugar a descubrir hecho de palabras y silencios –lo no dicho–, de relaciones de sentido, a través de matices y entonaciones que se ofrecen para construir sentido. Esa palabra hecha sonido que es cuerpo, ritmo, timbre y color toma el espacio y abarca el tiempo presente para prontamente resonar en el lector-oyente, dejando una huella imborrable en su memoria.

La escuela se presenta como un espacio privilegiado para la escucha en un sentido amplio: no se trata solo de oír lo que se dice, sino de escuchar como práctica que habilita un momento de encuentro con la palabra de las y los demás, con los sentidos que porta. Cuando se está plenamente presente ante otras y otros, se aprende a escuchar. Acerca de la práctica de la escucha, dice Carlos Skliar (2023): “(…) escuchar quizá signifique reunirse con lo oído, recogerse hacia las palabras que se nos dirigen; porque se escucha de verdad, se escucha en serio aquello que se dice cuando en cierta forma se prescinde de las sensaciones del oído y se comienza a formar parte del decir. ‘Ser todo oídos’, ‘Prestar oídos’ son expresiones que no hacen más que afirmar que el conversar e incluso el pensar deriva del escuchar y no lo contrario” (p. 32).

La biblioteca institucional es el marco por excelencia para recrear y resignificar un territorio de atención horizontal que posibilite escuchar, escucharse y escuchar literatura. Esta escucha puede adoptar diversas formas, pero se centrará en estas tres dimensiones:

1. escuchar a una persona que narra;

2. escuchar a una persona leer en voz alta;

3. escucharse entre lectoras y lectores.

Escuchar a una persona que narra

Todas las culturas han tenido en la narración de historias el acto ritualista de construir un piso común de mitos, leyendas y personajes cuyas hazañas son parte del imaginario colectivo. La comunidad está reunida en círculo, mientras la voz de quien narra resuena en el aire; entonces las y los oyentes emprenden el viaje al mundo ficcional. Salen a la aventura, derrotan al dragón y vuelven a casa. Estas vivencias compartidas construyen comunidad. En la oralidad, la ronda iguala. Una ronda que se recrea desde los orígenes de la especie, donde resuenan los ecos de nuestros antepasados reunidos alrededor del refugio del fuego. 

Quien narra co-crea o recrea la historia, la hace suya y la comparte dejando que la comunidad también se apropie de ella. La narradora o el narrador no tiene frente a sí el libro que media entre ella o él y quienes oyen, sino que se convierte en ese libro, se abre, se vuelve palabra que cuenta y tiene la posibilidad de mirar a los ojos, de ir captando con su propia mirada, la mirada de las otras y los otros, y con su gesto, con sus movimientos, ir escribiendo la historia en el aire. Narrar es llevar de viaje al auditorio a los mundos del relato.

(...) un atardecer cuando se cuentan cuentos en una aldea de los indios del Oeste. El emplazamiento es la choza de algún miembro de la comunidad, frente a la cual se sientan el narrador y su auditorio, muchos de ellos niños, alrededor de la débil luz de una lámpara o a la luz de la luna. “Cric- Crac” empieza diciendo el conductor del rito, y señala a algún miembro del grupo, que lanza un acertijo (...) La sesión ha empezado alegremente (...). A medida que el cuento avanza, el narrador acciona cada detalle del argumento. Su voz es elevada y gimoteante, cuando el tramposo en situación difícil, implora a quienes puedan ayudarle; y sería cuando habla el vencedor de una lucha. Pero el auditorio con los ojos brillantes en blanco, es más que auditorio. La fábula es interrumpida por exclamaciones, y de tiempo en tiempo se intercala una canción cantada por uno de los personajes: canto en el cual el auditorio participa ahora plenamente, actuando como el coro del narrador. (Herskovits, 1981, pp. 470-471. Citado en Mato, 2020, p. 31)

Escuchar a una persona leer en voz alta

En este caso se trata de escuchar, a través de quien lee, a otra u otro que vivieron lejos, en el pasado, en una cultura distinta: escritoras y escritores que plasmaron diferentes personajes, que tienen mucho para decir. La lectora o el lector, con su presencia física y la posibilidad de evaluar la recepción del auditorio, media con su voz, es el canal que da pie a esa motivación endógena llamada “vivencia”. Para las y los estudiantes de cualquier edad, la escucha literaria construye estas vivencias, esas experiencias personales significativas, genuinas, que con un tono emocional quedan grabadas en la memoria. En palabras de Laura Devetach, se suman a la textoteca interna de cada una y cada uno, y desde allí invitan a investigar, descubrir y querer repetir. Las vivencias placenteras de relatos, a través de la lectura en voz alta, contribuyen a configurar actitudes favorables y buena disposición a la interacción con textos y pueden propiciar la construcción de verdaderas aficiones por la lectura. Entonces, la fascinación provocada lleva a buscar el libro escuchado y leerlo con la propia voz, y a partir de allí se trazan diferentes itinerarios particulares para cada lectora, para cada lector, que amplían sus lecturas. A su vez, la escucha de lecturas en voz alta se erige como un patrón modelo en su expresividad y musicalidad, que aporta a la construcción de una voz interior que se pondrá en juego durante la lectura silenciosa.

Escucharse entre lectoras y lectores

La dinámica de la conversación existe a medio camino entre el escuchar y tomar la palabra. En la conversación, la marca está dada por la otra persona, por dar y recibir tiempo para hablar, escuchar y ser escuchada. En tanto que nace de la oralidad, es una de las formas básicas de la comunicación. La conversación literaria convoca al diálogo a partir de una experiencia común, en un marco horizontal y de respeto. La experiencia literaria convoca al diálogo y éste, a su vez, clarifica y pone en común los sentidos de lo leído o escuchado. Como se planteó en jornadas anteriores (ver Jornada Habitar 2023): “la conversación literaria se vuelve un espacio de opiniones y diálogo como construcción colectiva de significados, donde se admiten discrepancias y desacuerdos. El encuentro de lectura implica, entonces, el ejercicio democrático de tomar la palabra.”

Desarrollo de la jornada: Descubrir los paisajes de la escucha

Orientaciones para su realización

Se propone planificar con anticipación la jornada. En este primer encuentro se recomienda como actividad introductoria principal la escucha de lecturas en voz alta (ver Consideraciones para la lectura en voz alta) y, como propuestas complementarias, la realización de distintas actividades lúdicas en las que la escucha sea protagonista en las tres dimensiones señaladas (ver Anexo I. Actividades sugeridas).

Actividades previas para el equipo organizadorPropuestas de actividades previas
con estudiantes
- Convocar a una narradora o un narrador oral para la jornada central.
- Diseñar un cronograma de actividades previas con docentes de la institución.
- Organizar la convocatoria a la comunidad para el día de la jornada. Organizar la ambientación y las invitaciones. 
- Armar un cronograma de lecturas en voz alta que involucre distintos espacios escolares (biblioteca, patio, aulas) y distintos integrantes de la escuela (docentes de distintas materias, responsables de la biblioteca, familias).
- Realizar actividades lúdicas centradas en la escucha (ver Anexo I. Actividades sugeridas).

Consideraciones para la lectura en voz alta

Selección de los textos 

Al momento de elegir los textos que se leerán, se debe tener presente quiénes serán las personas destinatarias de esa lectura: sus edades, su lugar de procedencia (¿viven en ciudades grandes?, ¿en pueblos?, ¿en el campo?), etcétera. Sus universos culturales son parámetros que orientarán no solo la selección de posibles textos que resulten convocantes sino también sobre la extensión que debieran tener. La calidad estética de las obras será lo que habilite mayores niveles de implicación, favoreciendo la escucha activa y creativa. Aidan Chambers (2007) plantea que la elección del texto contiene las potencialidades de la conversación que se dará en torno a su lectura; de allí que los relatos abiertos, los que susciten imágenes, los que provoquen preguntas y los que condensen silencios, sean los más apropiados; como así también los que estimulen la búsqueda de realidades alternativas y propicien una lectura crítica del mundo. 

Es una buena ocasión para comenzar la lectura de novelas por capítulos o seguir itinerarios de lecturas propuestos por cada nivel y modalidad. Hay mucho material disponible en el portal educativo Continuemos Estudiando. Para acceder a materiales de lectura se sugiere visitar la sección Recursos del Plan Provincial de Lecturas y Escrituras, donde se encuentra, por ejemplo, una antología que reúne algunas obras de la colección Cuentos, poemas y más

Por otra parte, en el catálogo de la colección Identidades Bonaerenses es posible acceder a recomendaciones de itinerarios para Nivel Secundario y Nivel Superior (ver Cartografías, p. 157).

A modo de ejemplo se transcribe uno.

Fronteras

La frontera no solo señala un límite: también representa una transición y un pasaje. La Provincia ofrece numerosos territorios de intercambio y de encuentro. La literatura, también. A veces, las voces se confunden y hasta los géneros empujan sus límites. Es por eso que las palabras y las imágenes cruzan el mapa para reunirnos ahí donde el territorio se convierte en frontera.

  • Donde la ciudad termina, de Ruth Kaufman.
  • El borde del agua, de Ángeles Durini. 
  • El mochilero científico, de Florencia Servera. 
  • ATP (H)arta para todo público, de Liza Porcelli Piussi. 
  • Señales del más acá, de Olga Drennen. 

Preparación de la lectura

Una vez seleccionados los textos, es necesario leerlos repetidas veces para encontrar los tonos y matices adecuados, para ensayar los silencios y descubrir los ritmos. Chambers (2007, p. 128) señala que: “Toda escritura es una especie de obra teatral. Para disfrutar una historia o un poema, debemos saber cómo convertir la palabra impresa en acción, en el sonido de ideas y conversaciones entre personajes, mientras damos a cada ‘escena’, a cada secuencia, el ritmo correcto (lento o rápido o con una pausa) para convertir la información impresa en un drama vivo.” Es necesario reconocer que la forma en que se lee es fundamental ya que se trata de transmitir con la voz y el cuerpo el efecto que la obra produce: miedo, suspenso, nostalgia, risa. Por ello, se sugiere a quien va a leer ensayar previamente la lectura en voz alta atendiendo al tono y a los cambios de voces, acelerando o aminorando el ritmo según la atmósfera que se quiera crear. 

Para ampliar sobre este tema, se sugiere consultar: Dirección General de Cultura y Educación (2007) Los docentes como mediadores de lectura. DGCyE, Programa provincial la Escuela lee más.

El día de la jornada

La actividad central de la jornada consistirá en escuchar historias en la voz de una narradora o de un narrador. Como los relatos tienen un origen, es bueno que quien asuma esta tarea cuente también cómo llegó a esas historias, si son parte de la tradición oral o si se trata de un cuento de autor. Se sugiere incluso mostrar, exhibir (antes o después de la narración) el libro donde se encuentra. En ese caso es deseable que sea parte de las colecciones presentes en la biblioteca, de modo que las y los estudiantes puedan ir en busca del texto para revivir expresiones que escucharon en la narración, cotejar similitudes y diferencias, y vivir la materialidad del libro. De este modo, se genera un círculo virtuoso de experiencias lectoras. En este contexto, se entiende a la narración como una de las formas de llegar a la lectura y, como tal, supone dejar una puerta abierta a una búsqueda.

Se invitará a narradoras, narradores, relatoras, relatores de oficio o personas interesadas a participar de la actividad del 10 de mayo junto con la comunidad. En el caso de las personas interesadas, sin experiencia previa, su preparación será acompañada por el equipo organizador a través de la bibliotecaria o el bibliotecario institucional quien realizará aportes sobre técnicas de narración y la búsqueda del repertorio poniéndolo en diálogo con el acervo de la biblioteca y los recorridos lectores de las y los estudiantes. Se recomienda la lectura de textos sobre narración o videos que se comparten en el Anexo II. Recursos. Es importante que quien narre comparta con el auditorio uno o más relatos sin otros recursos que su voz y su cuerpo. De esta manera, la historia (tradicional o de autor) será la protagonista, se hará lugar y se instalará entre quienes escuchan y quien narra. 

Se trata de un acontecimiento que se espera resulte transformador y movilizante para la comunidad, por eso se recomienda presentar el momento de la narración con una introducción sobre el trabajo realizado en los días previos, contando que los distintos cursos han realizado juegos, han escuchado lecturas en voz alta y han reflexionado sobre el valor de la escucha y del lenguaje como punto de partida para la imaginación creadora, la imaginación poética. 

Después de la jornada

Actividades posteriores para el equipo
organizador
Actividades posteriores que podrían realizarse con estudiantes
- Evaluar la jornada y la posibilidad de dejar instalados algunos de los espacios que tuvieron lugar en el proceso.
- Registrar memoria de lo realizado y comunicar al resto de la comunidad educativa (a través de la cartelera y de las redes sociales).
- Entrevistar a las narradoras y los narradores.
- Recopilar las historias narradas, grabar y subir a las redes institucionales las narraciones.

Como parte de las actividades posteriores a la jornada, se invita a que las instituciones educativas de nivel y modalidad compartan sus reflexiones sobre cómo vivieron este primer encuentro. Conocer las experiencias de quienes participaron se considera importante para fortalecer lazos y generar intercambios de sentires/opiniones. Las escuelas que deseen compartir el trabajo realizado, pueden hacerlo a través del siguiente formulario de REGISTRO DE EXPERIENCIAS.1

Anexo I

Actividades sugeridas

Índice de actividades

1. Ambientes sonoros

2. La voz misteriosa

3. Bingo de animales

4. Mi archivo musical

5. “Me acuerdo de…”

6. Objetos que guardan una historia

7. Voces de Malvinas

8. Bienvenida poética

9. Palabras encadenadas

Ambientes sonoros

Nivel/Modalidad sugerido: todos

Desarrollo: escuchar el ambiente del aula, hacer una lista con sus sonidos y tratar de determinar cuál es su fuente. Se trata de llevar un registro escrito de todo aquello que llegue a los oídos de las y los estudiantes, en un determinado período de tiempo (una hora, un día, un fin de semana). También puede realizarse por fuera del aula, dentro de la escuela (en el patio o en el SUM) e, incluso, en los hogares.

Una vez terminado el período de registro, se realizará un dibujo o collage que contenga la mayor cantidad de elementos registrados, es decir, dibujar o poner en imágenes esos sonidos detectados.

Se puede sumar a esta propuesta la escucha de otros ambientes –ya sea a partir de grabaciones de redes sociales, grabaciones obtenidas en una visita a distintos lugares significativos de la comunidad o a partir del intercambio de grabaciones con otras escuelas de distintas geografías de la Provincia– para comparar los ambientes sonoros.

La voz misteriosa

Nivel/Modalidad sugerido: Inicial y Primario

Desarrollo: solicitar a integrantes de las familias que graben unas palabras contando algo sobre las y los estudiantes, sin mencionarlas o mencionarlos directamente pero de manera tal que los relatos ofrezcan “pistas” para adivinar de quién se habla y quién habla. Después de la escucha, se sugiere comenzar preguntando: ¿se dieron cuenta de quién habla?, ¿por qué? Luego se indagará sobre las características de quienes hayan participado de esos audios para identificarlas; ¿fue su voz?, ¿la forma de hablar?, ¿aquello que contó?
Variante: para los niveles Secundario y Superior se puede realizar la escucha de personas famosas o personajes históricos. Se buscarán videos o grabaciones en redes sociales o medios de comunicación donde plantean sus intereses, anécdotas infantiles o cualquier otra cuestión por las que no son conocidas (no deben elegirse videos en los cuales hablen de aquello que permite su rápido reconocimiento). Un ejemplo podría ser deportistas, artistas musicales, etc., hablando de sus gustos literarios.

Bingo de animales

Nivel/Modalidad sugerido: Inicial y Primario

Desarrollo: diseñar “cartones de bingo” con figuras de animales. Generar una lista de audio grabada con los sonidos que realizan los animales presentes en los cartones. Se sugiere incorporar animales como la chicharra o el chajá que quizá no sean autóctonos de la Provincia. Una vez que se reparten los cartones, hacer sonar las distintas pistas de audios en forma aleatoria. Las y los estudiantes que reconozcan al animal por el sonido que produce lo marcan en el cartón; si se animan, pueden imitar el sonido. En los casos en que sean animales desconocidos, se puede hacer una breve descripción de sus hábitos y de los lugares que habitan.

Mi archivo musical

Nivel/Modalidad sugerido: todos

Desarrollo: solicitar a las y a los estudiantes un registro escrito de toda la música que cada quien escucha en un determinado período de tiempo a definir (un día, un fin de semana). No sólo la que escuchan por gusto, sino también la que llega a sus oídos sin buscarla, sin quererlo. Luego, se entabla una conversación respetuosa sobre los gustos musicales; se conversa sobre coincidencias y novedades. También se puede hipotetizar sobre los distintos mecanismos por los que se imponen a ciertos auditorios determinada música y/o sonidos que no se eligen.

“Me acuerdo de…”

Nivel/Modalidad sugerido: todos

Desarrollo: utilizar teléfonos celulares u otros dispositivos para grabar a distintas personas de las familias de las y los estudiantes o a miembros de la comunidad educativa contando un recuerdo o una anécdota de la escuela y/o el barrio. Escucharlas en clase. Se puede continuar en un proyecto de memoria colectiva barrial.

Complejidad añadida: para los niveles Secundario y Superior, las anécdotas pueden ser de personas famosas o personajes históricos, con un giro lúdico, por ejemplo, deportistas o artistas musicales hablando de su infancia, etc. O personas que pertenecen desde hace mucho a la comunidad y recuerdan anécdotas antiguas o importantes del barrio, del pueblo, de la zona, etc.

Objetos que guardan una historia

Nivel/Modalidad sugerido: Primario, Secundario, Superior y Jóvenes, adultas, adultos y adultas, adultos mayores 

Desarrollo: solicitar a las familias de las y los estudiantes que narren brevemente la historia de un objeto que les resulte importante, por ejemplo, la casa donde viven, un juguete de la infancia, un accesorio que perteneció a una abuela o a un abuelo, etcétera. Luego se comparte la escucha de las narraciones en clase. 

Una variante consiste en invitar a las familias a pasar unos minutos, al ingreso o al final de la jornada escolar, para que realicen el relato en persona.

Voces de Malvinas

Nivel/Modalidad sugerido: Secundario, Superior y Jóvenes, adultas, adultos y adultas, adultos mayores 

Desarrollo: escuchar y seleccionar testimonios de excombatientes de Malvinas registrados en el trabajo de investigación Voces de Malvinas (Observatorio Malvinas de la Universidad Nacional de Lanús, 2022).

El propósito es socializarlos ante un auditorio que las y los estudiantes definan (pueden ser compañeras y compañeros de otro año o división). A quienes escuchen esos testimonios, les solicitarán que registren qué pensamientos, sensaciones y sentimientos les evocan los relatos. Se conversa en torno a las palabras que cada quien registró. Se puede hacer un mural de palabras de Malvinas, por ejemplo, colocando en una lámina la palabra Malvinas e invitando a que cada quien (con pinceles o agregando carteles) incorporen las palabras que registraron. También se puede armar una nube de palabras con alguna aplicación (por ejemplo, mentimeter.com) que luego se compartirá en las redes de la escuela. 

Bienvenida poética

Nivel/Modalidad sugerido: Inicial, Primario, Secundario, Superior y Jóvenes, adultas, adultos y adultas, adultos mayores 

Desarrollo: seleccionar un corpus de poemas que incluya distintas autoras, autores y que aluda a la idea de recibimiento, llegada, bienvenida. Invitar a distintas y distintos integrantes de la comunidad a que los lean y que, en días diferentes, reciban a las y los estudiantes con su lectura. 

Otra variante, la constituye la práctica del susurro, práctica compleja que explora y prueba las gradaciones y los tonos de la voz. Para ello, se recomienda trabajar previamente con docentes del área artística en la confección de “susurradores” o “ruiseñores” y ensayar con docentes de Prácticas del Lenguaje o Literatura distintas posibilidades de susurrar el corpus de poemas. Para ampliar, consultar: Bonino, Gabriela (2018) “Adorable puente. La práctica del susurro como mediación” (2018), en Catalejos. Revista sobre lectura, formación de lectores y literatura para niños, 3-(6), 66-82.

Palabras encadenadas

Nivel/Modalidad sugerido: todos

Desarrollo: se disponen en ronda. Alguna o algún integrante del curso comenzará pronunciando cualquier palabra en voz alta. El resto, sucesivamente, procederá a decir otra palabra que se relacione con la anterior por su sentido, pero teniendo la precaución de mantener la relación semántica con la última palabra dicha. Por ejemplo: participante 1 dice la palabra percha; participante 2 dice camisa; participante 3, seda; participante 4, China; participante 5, arroz; participante 6, risotto; participante 6, Italia; participante 7, Coliseo; y así sucesivamente. Cuando alguien tarde más de la cuenta se empieza otra vez el juego. Se pueden hacer variantes e ir complejizando cada vez más a medida que se repita el juego en diferentes ocasiones.

Complejidad añadida: por cada palabra se deben decir tres palabras encadenadas.

Recomendaciones para la narración oral

La narración oral es un saber profesional que exige una formación específica. Sin embargo, se presenta un resumen a modo de guía para orientar en la preparación de un cuento para aquellas personas que deseen hacerlo en esta primera jornada, poniendo el cuerpo a dicha costumbre antigua de compartir historias.

  1. El cuento

La primera actividad que debe realizar una narradora o un narrador es apropiarse del texto. 

La elección es fundamental a la hora de contar, debe ser una historia que despierte en quien narra las ganas de contarlo. 

La estructura del cuento se deberá reconocer muy bien. Para internalizarla, se debe leer antes varias veces. Es recomendable hacer un esquema de la obra que identifique apertura, sucesión de hechos, climas y cierre.

La memorización. No es necesario recordar palabra por palabra, si el cuento no lo requiere. Solo en el caso que tenga una estructura de repetición de algunas palabras que juntas dan sentido al relato. Esto se da generalmente en los cuentos tradicionales, de fórmula, o en los que están escritos de esa manera. Por ejemplo, la reconocible frase “soplaré, soplaré y tu casa derribaré” sin la cual el cuento no tendría el mismo efecto y sentido.

Para comprender mejor la estructura, se recomienda a quien narra hacerse preguntas sobre el cuento:

  • ¿Cuándo? Hace mucho mucho tiempo…
  • ¿Dónde? En un pueblo donde la lluvia no quería caer…
  • ¿Quién o quiénes? Un grupo de chicas y chicos como ustedes…
  • ¿Cómo? Escribieron cartas que lanzaron a las nubes… hicieron barriletes con dibujos de gotas…
  • ¿Qué pasó después? La lluvia cayó generosa, abundante, haciendo ríos y rutas para los barquitos de papel y regó los campos…
  1. El silencio es parte del relato. No es necesario decirlo todo, ni llenarlo todo con palabras, hay que dejar espacio para el recogimiento, para el suspenso, para el accionar de las miradas.
  2. El cuerpo de quien narra debe ser liviano, orgánico acompañando de manera amable el relato. No debe contradecir la atmósfera de la historia.

- La voz de quien narra no debe ser forzada al grito, ni a los cambios de voz de los personajes si no lo siente natural. Se recomienda reconocer las alturas y los timbres de la propia voz: más fuerte o más suave; más agudo o más grave. De este modo, se podrán poner esos matices al servicio del cuento.

- Las manos deben acompañar al relato, deben sentirse livianas y moverse con la historia; no para dibujar todo sino para ofrecerse como parte de la voz narradora.

- La mirada: al hacer contacto visual, por un lado, convoca a quienes escuchan y, por otro, delimita los espacios del relato. Debe acompañar lo que quien narra parece estar viendo mientras cuenta. Por ejemplo, la direccionalidad de un personaje que entra o sale en la espacialidad del relato.

  1. El espacio: el ambiente donde transcurre la jornada debe estar pensado para la narración. Es recomendable realizar una ronda donde quien narra pueda ver a las y los oyentes. Se aconseja no ubicarse delante de una puerta o ventana, de esta forma se puede evitar que haya distracciones que rompan la concentración de quienes escuchan, con la entrada o salida de personas por detrás. 
  2. El público: es importante leer lo que sucede alrededor. Se mide el grado de implicación con la escucha, en consecuencia habrá que ir flexibilizando el texto de acuerdo a ello. La complicidad con el auditorio requiere que la narración transcurra en esa construcción compartida; en ocasiones se puede sumar la participación activa alternando con frases que el auditorio complete o repita si el cuento lo permite.

ANEXO II

Recursos

En este apartado encontrarán una serie de recursos en distintos formatos que se pueden utilizar según la institución lo considere. Se trata de una breve selección de materiales que, como las lecturas, habilitan otras búsquedas.

  1. Narradoras y narradores cuentan cuentos, poemas, otras lecturas…

Para oyentes, lectoras y lectores de 0 a 1000 años

Aldo Méndez (Cuba)
Opción extensa La cucaracha Martina (Mis cuentacuentos, 2012)
Opción breve El Alacrán (Mis cuentacuentos, 2012)

Rubén López / Daniel Sosa (Argentina)
Alas de cuento (Bien De Córdoba, CBA24N, 2017)

Juan Marcial Moreno (Argentina)
Trabajo de recopilación del narrador Juan Tapia: Dos cuentos de Juan Moreno: Baramba el fanfarrón y Papá Zen (Lengua viva, 2020)

Eugenia Manzanera (España)
Opción extensa La princesa y el guisante (Eugenia Manzanera, 2013)
Opción breve Cuento mínimo (Eugenia Manzanera, 2022)

Para nivel Secundario y modalidad de Jóvenes, adultas, adultos y adultas y adultos mayores

Cristina Verbena (España)
Cuentacuentos adultos. Cristina Verbena. Cuento: Inevitable (Festival EtnoSur, 2020)

Carolina Rueda (Colombia)
Carolina Rueda (Colectivo Palabrando, 2009)

Ana María Bovo (Argentina)
Narrarse la vida, tal como deseamos vivirla: Ana Maria Bovo at TEDxCordoba 2012 (TEDx Talks, 2013)

Alberto Laiseca (Argentina)
Cuentos de terror con Alberto Laiseca/ el corazón delator de Edgar Allan Poe (I-SAT [tomado de San Isidro Cine Club, 2017])

Roberto Moscoloni (Argentina)
La leyenda del cardón (recreación de una leyenda) (Roberto Moscoloni, 2024)

2. Lectores en voz alta

En voces de actrices y actores

Serie Cuentos para imaginar (Canal Pakapaka, 2015)

Cuentos: Julieta Díaz lee "Amigos por el viento" de Liliana Bodoc - Calibroscopio (Canal Pakapaka, 2013)

Cuentos: Rodrigo de la Serna lee "La fiesta inolvidable" (Canal Pakapaka, 2013)

Cuentos para imaginar: Algo aquí adentro - Norma Aleandro (Canal Pakapaka, 2015)

Por nivel

Inicial

Cuentos que viajan: La planta de Bartolo (Dirección Provincial de Educación Inicial, 2020 [tomado del Portal Continuemos Estudiando])

Primaria

El primer beso - Clarice Lispector (audiolibro) (Dirección Provincial de Educación Primaria, 2021 [tomado del Portal Continuemos Estudiando])

Secundaria/ Superior 

Petróleo - Héctor Tizón (audiolibro) (Dirección Provincial de Educación Secundaria, 2021 [tomado del Portal Continuemos Estudiando])
Las invitadas pódcast: María Teresa Andruetto (Portal Educ.ar, 2023)

3. Para conocer más

Charla TED de la narradora Estrella Ortiz
La memoria del futuro | Estrella Ortiz (TEDx Talks, 2015)

Entrevista de Juan Tapia a la narradora Carolina Rueda. Se recomienda detenerse en la construcción de sus procesos creativos a la hora de elegir, preparar y compartir cuentos.
Cuentera en la sala: Carolina Rueda (Lengua viva, 2020)

En este micro realizado para el Programa Escuelas lectoras de la DPEBA, Juan Tapia habla sobre los cuentos, la sonoridad de las palabras y el juego con el lenguaje. La tradición oral y sus estructuras de fórmula
Cuentos de fórmula Final (Lengua viva, 2020)

Consejos y reflexiones del narrador Rubén López para preparar una lectura literaria en voz alta. Material realizado por el Programa Leer y escribir el mundo desde las escuelas cordobesas.
Lectura literaria en voz alta (Parte 2) (Programa Leer y escribir el mundo, 2022)

Bibliografía

Bibliografía citada

Andruetto, M. T. (2015). La lectura, otra revolución. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.

Benjamin, W. (1991). "El narrador" en Iluminaciones (traducido por Jesús Aguirre). Madrid, Taurus. Pp.
111-134.

Bodoc, L. (2000). Los días del venado. Buenos Aires, De bolsillo.

Chambers, A. (2007). Dime: los niños, la lectura y la conversación. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.

Mato, D. (2020). Cómo contar cuentos. Buenos Aires, Noveduc. 

Ortiz, E. (2002). Contar con los cuentos. Guadalajara, Palabras del candil.

Skliar, C. (2023). Cartas educativas. Buenos Aires, Noveduc. 

Bibliografía de consulta

Cabrejo, E. (2020). La lengua oral, destino individual y social de las niñas y los niños. México, Fondo de Cultura Económica

Devetach, L. (2008). La construcción del camino lector. Córdoba, Comunicarte. 

Dirección General de Cultura y Educación (2022) Leer en comunidad. Jornadas de Bibliotecas Escolares Abiertas. La Plata, Plan Provincial de Lecturas y Escrituras, Dirección General de Cultura y Educación.

Han, B. Ch. (2023) La crisis de la narración. Barcelona, Herder editorial.

Montes, G. (1999) La frontera indómita. En torno a la construcción y defensa del espacio poético. México, Fondo de Cultura Económica.

Holzwarth, M. (coord.). (2007) Los docentes como mediadores de lectura. La Plata, Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires.

Pennac, D. (2014) Mal de escuela. Buenos Aires, Literatura Random House. 

Sileoni, A. (2023) Video institucional de invitación a las Jornadas Leer en comunidad 2023.

Turkle, S. (2020) En defensa de la conversación. El poder de la conversación en la era digital. Barcelona, Ático de los Libros. 


 1 Condiciones para enviar materiales vinculados a la jornada Leer en comunidad: 

  • La cantidad total de imágenes y videos no puede ser superior a cinco.
  • Las imágenes deberán ser de buena calidad, no borrosas ni estar fuera de foco y deben reflejar el espíritu de la jornada (reunión de personas en torno a la lectura). Si es posible deben superar los 1440 pixeles y los videos ser grabados en calidad HD, razón por la que también se recomienda sean breves.
  • La orientación tiene que ser horizontal, no se permiten las fotos verticales. La única salvedad que se puede hacer al respecto es que la calidad de imagen sea tan buena que permita su edición.
  • Los videos no deben estar editados, tienen que estar crudos, para su posterior edición.
  • El contenido podrá compartirse a través del Formulario creado para tal fin.

Las imágenes que incluyan menores de edad o personas adultas reconocibles, deben contar con la correspondiente autorización de uso de imagen. Estas serán conservadas por la institución educativa. Modelo de autorización para estudiantes; Modelo de autorización para docentes.

Finalmente, si desean realizar consultas o sugerencias respecto de las jornadas pueden hacerlo a través del mail leerencomunidad@abc.gob.ar, de la siguiente manera: Asunto. LEER EN COMUNIDAD - Descubrir / Cuerpo del mail: Nombre de la institución - Distrito - Región - Nivel educativo.

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