Leer en comunidad 2024: Segunda jornada de bibliotecas escolares abiertas

Documento base para trabajar en torno al eje “Habitar”.

Creado: 4 julio, 2024 | Actualizado: 11 de julio, 2024

Índice

Habitar 2024. Habitar nuestra voz: contar a otras y otros y contar con otras y otros

  • Sobre la organización general de las jornadas 
  • Fundamentación
  • Objetivos específicos 
  • Marco conceptual

Orientaciones para la realización de la jornada

Habitar nuestra voz. Contar a otras y otros y contar con otras y otros

“Los primeros que inventaron, que dieron un nombre a las constelaciones, eran contadores de cuentos. Al trazar una línea imaginaria entre ellas, les confirieron una imagen, una identidad. Se ensartaban las estrellas en esa línea al igual que se van ensartando los acontecimientos en un relato. El imaginar las constelaciones no modificó las estrellas, ni tampoco el negro vacío que las rodea. Lo que cambió fue el modo de leer el cielo nocturno."

(John Berger, Y nuestros rostros, mi vida, breves como fotos, 1986, p. 47)

Antes de dar comienzo a esta propuesta, resulta necesario saludar y agradecer a todas las comunidades educativas. Las experiencias recibidas a través de los formularios de registro dan cuenta del compromiso con que cada comunidad lleva adelante estas jornadas. Documentar los procesos y, posteriormente, trabajar sobre estos relatos pedagógicos permite elaborar una hoja de ruta para la realización de un repositorio de experiencias de valor pedagógico que aporte sentido a la construcción de los aprendizajes en comunidad y enriquezca los caminos lectores de las y los estudiantes.

En la jornada Descubrir 2024, se observó una ampliación notoria de la participación respecto del año pasado; asimismo, la propuesta de narración oral fue, en muchos casos, un desafío que significó movilizar otros saberes. Es destacable la participación de narradoras y narradores bonaerenses en los distintos niveles educativos. La invitación a la escucha abrió la puerta de las escuelas a abuelas y abuelos cuentacuentos, veteranos de Malvinas, grupos scouts, referentes comunitarios, grupos de ex estudiantes, investigadoras e investigadores, escritoras y escritores locales. En las experiencias hay un sentido antropológico de la escucha, que incluye lo literario pero también lo excede. En este aspecto se puede afirmar que, en muchos casos, se vio reforzado el sentido de comunidad. La jornada también constituyó un marco para fortalecer la articulación interniveles e intermodalidades.

(...) “Este 10 de mayo compartimos colectivamente los Institutos 167, 33 y el CIIE Alicia Strasser, una jornada en la plaza San Martín de la ciudad de Tres Arroyos para re descubrir los relatos orales. Al sol, en la plaza, compartimos relatos propios, viejos relatos orales, poesías, capítulos de novelas y, junto a las rondas de mates, circularon las palabras. Sin dudas una positiva jornada de encuentros para hacerse preguntas, volver a construir sentidos y retomar ese hilo de la memoria, para continuar tejiendo algo nuevo a partir de lo que hay.”

(Docente del CIIE Alicia Strasser, ISFDyT N° 167, ISFDyT N° 33, Tres Arroyos)

“En esta oportunidad las y los docentes relataron sus actividades extraescolares como artistas. Una experiencia muy cálida, no faltaron las risas, las anécdotas, ni los mates.”

(Docente de la Escuela de Artes Visuales N° 501, Chivilcoy)

“Se realiza la apertura con invitados especiales de la biblioteca Rincón de Infancias de la República de los niños. Su narradora cuenta ‘Malena, leer para creer’. Luego cada sala recibe a tres familias que, con diferentes recursos, narran historias diversas. La jornada fue abierta y simultánea en las ocho secciones, para158 estudiantes. Recibimos también la bibliomóvil de la biblioteca cultural Alejo Iglesias de la localidad de Villa Elisa.”

(Docente del Jardín Municipal N° 14 Diego Sappa, La Plata)

Sobre la organización de las jornadas

Como en las jornadas anteriores, se invita a las y los docentes a inscribirse en el siguiente FORMULARIO.

Se propone continuar el plan de trabajo que implica conformar un equipo interdisciplinar -o bien consolidarlo si ya se encuentra en funcionamiento- integrado por la bibliotecaria o el bibliotecario escolar, docentes, mediadoras y mediadores de lectura, familias y/o referentes de la comunidad (integrantes de la asociación cooperadora, centro de estudiantes, centro de ex estudiantes).

Este equipo, coordinado por la bibliotecaria o el bibliotecario escolar, deberá reunirse para compartir y debatir ideas y criterios, componer una mirada colectiva y sostener su planificación y concreción. Es fundamental que logre un funcionamiento institucionalizado con reuniones periódicas, pensando en que las acciones que programe puedan ir más allá de las jornadas del calendario escolar.

Cronograma

JornadaFechaPropuesta
Descubrir

Descubrir los paisajes de la escucha: escuchar narraciones.
10 de mayoDar la bienvenida a la escucha de narraciones como una acción colectiva.
Habitar

Habitar nuestra voz: contar a otras y otros y contar con otras y otros.
9 de agostoTomar la palabra compartiendo literatura a viva voz. Las y los estudiantes cuentan.
Proyectar

Proyectar nuestra biblioteca.
1 de noviembreMirar la biblioteca en prospectiva y en comunidad.

Quienes deseen releer propuestas de años anteriores, en el siguiente enlace encuentran los documentos y recorridos de 2022 y 2023.

Fundamentación

“(...) creemos que la narración oral ofrece un tipo de relación que la virtualidad aún no ha conseguido: sentir la vibración de otro ser humano que se introduce en nuestro intelecto, en nuestra imaginación, apenas con su voz, su cuerpo y sus palabras.”

(Ana Padovani, Escenarios de la narración oral, 2014, p. 102)

En continuidad con la propuesta de inicio de año, esta segunda jornada se centra en habitar la literatura en las instituciones educativas de la provincia de Buenos Aires con la oralidad como eje. En este caso, las y los estudiantes serán quienes asuman un rol protagónico narrando historias, cuentos o fragmentos de alguna novela. El desafío de tomar la palabra y exponer frente a la comunidad es muy grande para cualquier persona, y en el caso de las y los estudiantes será un momento muy especial, trascendente en sus trayectorias educativas. Es por eso que el proceso de acompañamiento debe ser cuidado y, sobre todo, la narración debe ser un paso no forzado, un desenlace natural en el que contar sea algo deseado, esperado con expectativa y predisposición para el encuentro, tanto por parte de quien cuenta como de la comunidad reunida para escuchar.

Concebirlo como proceso brindará seguridad a quienes acepten el desafío de contar. En las actividades previas -colectivas- se podrá ir viendo junto a ellas y ellos, quiénes tienen una inclinación natural a la exposición, quiénes están cerca de hacerlo pero necesitan un mayor grado de acompañamiento para adquirir confianza y quiénes realmente no desean hacerlo; se entiende que no todas y todos serán narradoras o narradores. Las actividades sugeridas para acompañar este proceso incluyen instancias de juegos colectivos, lecturas variadas como búsqueda de obras literarias para ser leídas, comentadas, narradas en pequeños grupos y variantes de estas actividades donde cada estudiante podrá conocer sus propios límites.

Explorar y analizar textos literarios para su narración nos permite observar que existen procedimientos literarios propios de la oralidad -generalmente en los cuentos tradicionales- y otros textos -generalmente de autor- que no pueden ser narrados tal cual están escritos. Estos textos requieren de una adaptación a los códigos de la oralidad para ser contados.

Esta es también una invitación a volver a habitar las historias primigenias, las que ya fueron pulidas por el tiempo y se transmitieron oralmente por generaciones: los mitos y las leyendas, los cuentos maravillosos, los relatos del campo. Esto permitirá conocerlas por primera vez o revisitarlas con una mirada nueva. Comprender esos procedimientos es otra de las maneras de acercarse a la teoría literaria desde la experiencia.

Objetivos específicos

  1. Desarrollar de manera progresiva la capacidad de narración en voz alta de literatura sin soporte visual y poder hacerlo, cada vez, durante tiempos más prolongados.
  2. Establecer relaciones entre lo que se narra y la propia biografía tanto vital como lectora.
  3. Seleccionar textos para la narración oral, teniendo en cuenta al auditorio y construir progresivamente un criterio propio y una mirada crítica acerca de las obras.
  4. Aceptar el desafío que supone hablar en público a través de una obra de literatura oralizada.
  5. Poner en juego recursos de la expresión oral como la gestualidad corporal, las entonaciones, los matices de la voz, las tensiones, etcétera, aportando a la construcción de sentidos del texto que se narra.

Marco conceptual

Las y los estudiantes cuentan. La narración como una práctica cotidiana

La narración no es una actividad ajena a las y los estudiantes. La capacidad de narrar, de contar historias, es un saber que se practica desde la infancia y se ejercita cotidianamente. “Un día en la vida de cualquiera de nosotros está hecho también de las historias que contamos y nos cuentan, de la circulación de relatos que intercambiamos y desciframos instantáneamente en la red de la vida social. Estamos siempre convocados a narrar. ´Contame’ es una de las grandes exigencias sociales” (Ong, 1967, p. 13).

Se trata de narrar y contarle algo a alguien, pero también contar con una otra, un otro disponible para escuchar esa historia, para “prestar oídos” y, en ese gesto, hacerse parte de lo que se cuenta, formando una comunidad. “Contar, entonces, por lo menos en un doble sentido, en una doble configuración: contar a otros y contar con otros” (Skliar, 2023, p. 32). 

Para Byung-Chul Han (2023) es la narración lo que eleva a la vida por encima de la mera facticidad. Narrar consiste en hacer que el transcurso del tiempo tenga sentido, consiste en darle al tiempo un comienzo y un final. Sin narración la vida es meramente aditiva.

Una o un estudiante que cuenta algo que ocurrió en su día, estructura la anécdota en una secuencia. Simultáneamente, pone en juego su expresividad, en busca de atrapar la atención de sus oyentes, estableciendo una construcción compartida de la narración, acelerando el ritmo del relato frente a signos de aburrimiento, deteniéndose para generar más complicidad. Utiliza elementos lingüísticos y paralingüísticos, cambia la tonalidad de su voz, hace pausas, gesticula, usa interjecciones y onomatopeyas, etc. Toda conversación, cuando es algo más que el intercambio de información, es la construcción oral de una narrativa.

Reconocer procedimientos para la narración oral

La propuesta plantea hacer conscientes los mecanismos narrativos y expresivos que se ponen en juego cotidianamente para incorporarlos como conocimientos, técnicas y habilidades que las y los estudiantes puedan aplicar a la narración de literatura. Y, a lo largo del proceso, que ellas y ellos recorran un camino de búsqueda de la propia voz, de la capacidad de expresarse en voz alta, de superación de posibles obstáculos.

Cuando se narra, las palabras, los gestos, los matices y las entonaciones de la voz operan con una intencionalidad comunicativa y artística: que la o el oyente logre imaginar los acontecimientos, que ingrese a ese mundo que propone la narradora o el narrador.

Además, una secuencia de hechos se encadena en un orden particular, se establecen relaciones de sentido y la historia –algo que no estaba allí– se hace presente. La narración estructura la experiencia y otorga un sentido que no tiene de otra manera.

En palabras de Graciela Falbo:

“Narrar es más que la actividad de organizar un relato en sí. Aun en el relato más modesto, narrar es sintetizar en una práctica (por parte del que relata como de quien escucha) distintas actividades de la inteligencia estéticas, lógicas, afectivas, perceptivas, sensibles, memorísticas, etc. Al narrar confrontamos ideas, recuperamos memoria, restituimos singularidades, comparamos, ampliamos nuestra mirada con otras”. (Falbo, 2017, p. 81)

En la narración oral de literatura todos estos procedimientos se ponen en juego en relación a sucesos que no le ocurrieron a quien narra, por lo que debe realizar un proceso activo de interiorización del texto. Para poder transmitir a la o el oyente la historia, primero deberá “imaginar con sus cinco sentidos” lo que le ocurre al protagonista y el ambiente que lo rodea. Previamente, tendrá que seleccionar un texto cuya historia la o lo conmueva, refleje y emocione. Para entrar en la narración, en esa experiencia de la que habla Graciela Montes –que no es del orden del tener sino del ser–, la memoria entra en juego en su calidad de herramienta; lejos del aprendizaje repetitivo, se propone como un instrumento para recoger las claves del texto que actúan como disparadores del desarrollo narrativo.

Una memoria que es activa (al igual que la escucha en la primera jornada), va en busca del texto y se apropia de él. Una apropiación que puede ser reinterpretativa, en la medida en que es personal, que retiene las claves más importantes de la secuencia de acontecimientos y que puede ser enriquecida -si lo viera necesario- con detalles surgidos de su imaginación. Como resultado de estas prácticas, se fortalecen habilidades y competencias fundamentales para el aprendizaje; la narración tiene como consecuencia una comprensión profunda del texto leído.

La narración y los cuentos maravillosos

Ningún poeta habría dicho a su público algo tan poco cautivador como: las mentiras socavan la confianza’. En su lugar, preferiría contar la historia del pastor bromista que se divertía alarmando a la gente de la aldea con sus gritos (´¡Qué viene el lobo!´)”.

(Irene Vallejo, El infinito en un junco, 2009, pp. 101-102).

La adaptación de una obra literaria a la oralidad es un proceso complejo que requiere conocimientos específicos que exceden los propósitos de esta Jornada. Por eso, se propone tomar textos de la tradición oral, los cuales constituyen un legado de narradoras y narradores que los transmitieron oralmente por generaciones. Mitos, leyendas, cuentos maravillosos, historias de pícaros, cuentos tradicionales del campo argentino; todos ellos responden a las reglas que requiere la oralidad: abundan en repeticiones, poseen una estructura que permite que sean recordados y narrados con mayor facilidad. Están formalmente organizados de manera diferente a un texto literario escrito, se establecen otros códigos entre lector y texto, es decir que es diferente la intencionalidad de la autora o el autor frente al quehacer del lector/oyente.

Según Prat Ferrer:

“La tradición oral se caracteriza por una expresión concisa y sencilla. Sobre todo en el relato, al narrador no le gusta tener que memorizar un número excesivo de palabras. Solo lo necesario es recordado; el resto es recreado y se expresa en un lenguaje sencillo. La tradición oral se pone de manifiesto en la importancia que nombres y verbos tienen en los mensajes; en ella, la adjetivación es muy sencilla, y las estructuras sintácticas complejas, en especial las subordinantes, son desechadas. La tradición oral, por lo general, conserva estructuras y funciones narrativas más que palabras. Los detalles son irrelevantes si no son funcionales. Cuando un elemento o una palabra no se comprende o no se recuerda, se cambia por otro; se produce una sustitución económica que busca los sonidos más parecidos para el lector. Los textos folclóricos prefieren nombrar a describir y dan pocos detalles, pero si es necesario dar un detalle descriptivo, este aparece sin que deje lugar a dudas, por medio de comparaciones hiperbólicas o marcando de manera parecida el efecto que produce la cualidad descrita”. (Prat Ferrer, 2008, p. 31)

Respecto de la organización de la estructura narrativa de los cuentos tradicionales y sus personajes, se recomienda consultar las funciones del cuento que propone el escritor Vladimir Propp. Para las y los estudiantes será más fácil reconstruir la trama al momento de narrar si comprenden la estructura subyacente.

Analizando la estructura de los cuentos tradicionales, el teórico ruso Vladimir Propp definió una serie de elementos recurrentes en ellos. Estos elementos son funciones de la trama de la narración y de los personajes que se repiten con frecuencia en las historias.

1- El alejamiento. Un miembro del grupo se aleja.

2- La prohibición. Al héroe se le prohíbe algo.

3- La transgresión. El héroe transgrede la prohibición.

4- El conocimiento. El héroe y su antagonista entran en contacto.

5- La información. El antagonista obtiene información sobre su víctima.

6- El engaño. El antagonista engaña a su víctima.

7- La complicidad. La víctima, engañada, ayuda al antagonista.

8- El daño. El antagonista causa daño a un miembro del grupo.

9- La mediación. Se pide u ordena al héroe partir para reparar el daño.

10- La aceptación. El héroe toma la decisión de partir.

11- La partida. El héroe parte.

12- La prueba. El héroe es sometido a una prueba para obtener una ayuda.

13- La reacción. El héroe supera la prueba o no logra hacerlo.

14- El regalo. El héroe recibe la ayuda, un objeto mágico para su travesía.

15- El viaje. La búsqueda del héroe lo conduce a otros lugares.

16- La lucha. El héroe y su antagonista se enfrentan.

17- La marca. El héroe es marcado por el enfrentamiento.

18- La victoria. El héroe derrota a su antagonista.

19- La enmienda. Se repara el daño.

20- El regreso. El héroe regresa a casa.

21- La persecución. El héroe es perseguido en su regreso.

22- La ayuda. El héroe recibe la ayuda de alguien.

23- El regreso como incógnito. El héroe regresa sin ser reconocido.

24- El fingimiento. Un falso héroe hace suyos los logros del real.

25- La tarea difícil. El héroe se enfrenta a una tarea difícil.

26- El cumplimiento. El héroe cumple con la tarea.

27- El reconocimiento. El héroe es reconocido.

28- El desenmascaramiento. El falso héroe es desenmascarado.

29- La transfiguración. El héroe toma una nueva apariencia.

30- El castigo. El antagonista recibe su castigo.

31- La boda. El héroe se casa.

Si se seleccionan textos escritos de autoras contemporáneas y autores contemporáneos, y se decide repetir el texto de memoria utilizando cada palabra del texto escrito, como parte de la tarea de interpretación será necesario sumar la expresión gestual, tonal e incluso la utilización artística y personal de silencios. Quien interpreta un texto, a la manera de los antiguos juglares, estará recitando una obra. Para que esos textos sean una narración, deben sufrir algún tipo de adaptación y ese procedimiento debe ser realizado con conocimiento de las funciones dentro del universo ficcional.

La propuesta de narrar cuentos tradicionales no se justifica solo por tener su origen en la oralidad. Es conocido el encanto que los cuentos maravillosos tienen sobre las niñas pequeñas y los niños pequeños; sin embargo, todas las personas sucumben ante su belleza y potencia narrativa. En palabras de Bruno Bettelheim: “Como en todas las grandes artes, el significado más profundo de este tipo de cuentos será distinto para cada persona, e incluso para la misma persona en diferentes momentos de su vida” (Bettelheim, 2003, p. 18). 

Vale recordar que los cuentos tradicionales no surgen teniendo como destinatario exclusivo al público infantil, sino a toda la comunidad, en el momento de descanso de las tareas diarias. Muchos, incluso, se contaban luego de que las más pequeñas y los más pequeños ya estuvieran dormidos. Recurrir a los textos narrativos de tradición oral, entonces, implica reconocer su importancia en nuestra cultura, su potencia narrativa y su eficacia para vivenciar emociones y tribulaciones atemporales y universales a través de sus personajes.

Orientaciones para la realización de la jornada

Preparación

Actividades previas para el equipo organizadorPropuestas de actividades previas con estudiantes
- Diseñar y coordinar una agenda de trabajo. Organizar el programa y asignar los tiempos de ejecución de los pasos previos y los de la propia jornada.
- Determinar qué grupo de estudiantes narrará, de acuerdo a la voluntad que hayan manifestado.
- Generar las mejores condiciones para la narración, entre ellas, el espacio a utilizar.
- Realizar la convocatoria a la comunidad para el día de la jornada.
- Poner en marcha actividades previas que favorezcan la expresión oral y la narración. (Se pueden consultar en el Anexo Actividades previas sugeridas).
- Seleccionar cuentos que puedan ser narrados en voz alta, de acuerdo a lo propuesto en la actividad Te cuento un cuento.
- Entrevistar a las narradoras o los narradores que se presentaron en la primera jornada, para conocer más acerca de su tarea y los recursos que ponen en juego en ella. (También se pueden consultar las entrevistas a narradoras y narradores profesionales e infantiles del Anexo Recursos audiovisuales).
- Escuchar narraciones de cuentos maravillosos, observar y analizar las técnicas expresivas utilizadas.

El día de la jornada

Se debe procurar que el ambiente sea acogedor para las y los oyentes presentes, que invite a la escucha y brinde confianza y seguridad a las narradoras y los narradores. Para ello es conveniente que el lugar donde se realice esté destinado sólo para ese fin mientras suceda el encuentro y prever, si fuera necesario, la provisión de un equipo de audio y micrófonos, controlando su buen funcionamiento.

En el documento de la jornada Descubrir, se brindaron orientaciones para la preparación del espacio:

“El ambiente donde transcurre la jornada debe estar pensado para la narración. Es recomendable realizar una ronda donde quien narra pueda ver a las y los oyentes. Se aconseja no ubicar al narrador delante de una puerta o ventana, de esta forma se puede evitar que haya distracciones que rompan la concentración de quienes escuchan, con la entrada o salida de personas por detrás de este”. (DGCyE, 2024, p. 24)

Al comenzar, se recomienda que una o un docente recuerde a la comunidad educativa el valor del proceso que se ha llevado a cabo antes de llegar a esta instancia; para ello es clave haber documentado los momentos previos. La importancia de este día no residirá en la espectacularización del encuentro, sino en la vivencia de la narración y la escucha como una ocasión de encuentro genuino de la comunidad.

Se sugiere que los tiempos de cada narración se estimen de acuerdo al conocimiento de la capacidad de escucha del auditorio. Se dará inicio a la ronda de narraciones según la modalidad que las y los estudiantes hayan elegido: individualmente, por turnos realizan la narración completa de un cuento; en forma coral, contando fragmentos de un mismo relato. Si lo creen conveniente pueden compartir la puesta en práctica de alguna de las actividades sugeridas en torno a la narración oral que figuran en el anexo correspondiente.

Las y los estudiantes contarán a la comunidad el origen del relato que eligieron para compartir: cómo llegaron hasta él, por qué lo eligieron y qué las y los conmovió. En el caso de que los relatos seleccionados formen parte de las colecciones presentes en la biblioteca, compartir este recorrido resultará enriquecedor para que, quienes hayan presenciado el encuentro, puedan ir en su búsqueda y revivir la narración, a la vez de tomar contacto con la materialidad del libro.

El cierre del encuentro puede contemplar alternativas relacionadas al proyecto institucional, involucrando desde la puesta en escena de otros lenguajes artísticos hasta una invitación a retirar en préstamo libros de la biblioteca institucional.

Sugerencias para después de la jornada

Con el equipo organizadorCon las y los estudiantes
- Entregar un diploma de reconocimiento a las narradoras y los narradores (ver modelo en el Anexo Recursos audiovisuales).
- Realizar una evaluación conjunta de la jornada.
- Realizar una selección de testimonios, imágenes y grabaciones para socializar a través de diferentes medios.
- Completar el formulario de registro de experiencias.
- Recopilar las historias narradas.
- Grabar las narraciones.
- Continuar con lo emprendido formando un grupo de estudiantes narradoras y narradores, que visiten otras instituciones educativas y demás lugares significativos de la comunidad.

Una última invitación

La documentación de las experiencias pedagógicas es un material muy valioso porque visibiliza las prácticas y la construcción de conocimiento que en ellas se genera. Es por esto que se enfatiza en la importancia de este trabajo en cada nivel y modalidad, teniendo en cuenta que constituye en sí misma una herramienta con gran potencial pedagógico, una forma de desarrollar saberes a partir de la reflexión sobre las propias prácticas.

Quienes deseen compartir el trabajo realizado pueden hacerlo en el REGISTRO DE EXPERIENCIAS.1

Anexo I. Actividades previas sugeridas

Índice

Objetos para inventar historias
ImproBlaBla
Oraciones encadenadas
Cartas que cuentan
Cadena de lectores
Abracadabra
“Me acuerdo…”
Una versión de la biblioteca humana
¿Qué hubiera pasado si…?
De payadores a freestylers
Te cuento un cuento
Teatro leído
Improvisación a partir de roles
Las mismas palabras, diferentes voces
El mago

Objetos para inventar historias

Nivel/Modalidad sugerido: Primario, Secundario, Superior y Jóvenes, Adultos y Adultos Mayores.

Desarrollo: La o el docente lleva una caja con objetos diversos, curiosos y disímiles. Pide a las y los estudiantes que elijan uno y cuenten una historia inventada de quién era su dueña o dueño, por qué era valioso y cuál fue el camino que recorrió hasta llegar a la caja. Se sugiere, además, leer historias donde la o el protagonista realice la misma operación narrativa, es decir, contar una historia a partir de un objeto. Ejemplo El espejo africano de Liliana Bodoc.

Complejidad añadida: Las historias que se narren pueden ser recopiladas y escritas en un cuaderno del grupo destinado a tal fin.

ImproBlaBla

Nivel/Modalidad sugerido: Primario (segundo ciclo), Secundario, Superior y Jóvenes, Adultos y Adultos Mayores.

Desarrollo: Juego de improvisación en el que cada estudiante podrá “disertar” sobre un tema de su elección durante un tiempo estipulado. Gradualmente, y en la medida en que se afiance el juego, la duración puede extenderse. Para llevarlo adelante, es necesario que se generen las condiciones para que la disertación ocurra sin interrupciones y sea valorada como un momento singular y esperado en la jornada escolar.

Oraciones encadenadas

Nivel/Modalidad sugerido: Todos, especialmente Secundario, Superior y Jóvenes, Adultos y Adultos Mayores.

Desarrollo: A partir de un tema elegido por las y los participantes, o una imagen que estimule la imaginación, cada estudiante dice una frase con el objetivo de darle forma a una historia a partir del procedimiento de encadenar oraciones. Necesariamente, la o el participante que “encadene” una oración con la anterior, deberá continuar con las ideas (personajes, situaciones, conflicto, etcétera) esbozadas antes para poder conformar la historia: Se trata de crear colectivamente una narración improvisada. Puede grabarse la actividad para luego transformarla en una narración.

Cartas que cuentan

Nivel/Modalidad sugerido: Primario (segundo ciclo), Secundario, Superior y Jóvenes, Adultos y Adultos Mayores.

Desarrollo: Cada participante recibe cinco cartas españolas. Interpretando creativamente los datos que le sugieren las cartas, deberá imaginar una historia. Por ejemplo, si aparece un caballo de oro, puede ser un rico comerciante, un caballero de fortuna, etc. A partir de esta dinámica, pueden aparecer otras variantes como construir la historia de manera colectiva a medida que aparece cada carta.

Puede grabarse la actividad para luego transformarla en una narración.

Cadena de lectores

Nivel/Modalidad sugerido: Primario, Secundario, Superior y Jóvenes, Adultos y Adultos Mayores.

Desarrollo: Las y los estudiantes comparten literatura narrada con estudiantes de otros cursos, niveles o instituciones. Se propone que la actividad se realice de manera periódica. A partir de una preselección de literatura que lleve a cabo la o el docente, las y los estudiantes serán quienes elijan el material. En esta selección pueden también entrar en juego los libros que ya leyeron, les leyeron en su casa o en la biblioteca (habilitando la conversación literaria sobre la textoteca interna). Se recomienda preparar la escena de la escucha, poniendo especial atención en cuál sería el mejor ambiente para que suceda.

Complejidad añadida: Una vez que la cadena de lectores esté en marcha, se propone a las y los estudiantes un momento de encuentro que puede tener lugar en la biblioteca o en el aula para que seleccionen cuáles de las historias compartidas son más adecuadas para la narración ante un auditorio.

Abracadabra

Nivel/Modalidad sugerido: Primario, Secundario, Superior y Jóvenes, Adultos y Adultos Mayores.

Desarrollo: El cuento El problema de Carmela de Graciela Montes narra el curioso caso de Doña Carmela, a quien se le hace realidad todo lo que dice. El juego consiste en partir de esa premisa y extenderla a otras frases cotidianas y dichos de sentido figurado que se toman en forma literal: “tocar el cielo con las manos”, “ponerse las pilas”, “el tiempo es oro”, “perder la cabeza”, “sentir mariposas en el estómago”, etc. Por ejemplo, en El nuevo escriturón de Maite Alvarado se proponen las siguientes preguntas: “¿Qué habrá pasado el día que Carmela dijo “me muero de risa”? ¿Y cuando dijo “esta casa está helada”? (Alvarado et al, 1993, p.105).

La propuesta puede realizarse en forma oral, grupal o individualmente, y luego continuar mediante la escritura.

Existen otros cuentos a los que se podría adaptar la actividad, como Doña Clementina Queridita, la achicadora, también de Graciela Montes.

“Me acuerdo…”

Nivel/Modalidad sugerido: Todos.

Desarrollo: Las y los participantes, por turnos, narran una anécdota personal. Esta actividad propone transmitir la memoria emotiva que les despierta un acontecimiento a través de la implementación de estrategias expresivas y narrativas.

Se puede pensar en una disposición espacial particular, como una ronda u otra que la o el docente proponga, para dar lugar a la voz y el relato de cada participante.

Complejidad añadida: A partir de la práctica de esta actividad, las y los participantes perfeccionarán la narración de su anécdota utilizando las sugerencias del Anexo Recomendaciones para la narración oral, también podrán añadir hechos o elementos ficticios. Las anécdotas podrán formar parte del repertorio de las jornadas.

Variante para Nivel Superior y Secundario: en caso de que la o el docente lo considere, de acuerdo a su conocimiento del grupo, el disparador puede ser “La vez que casi pierdo la vida”, una propuesta que recoge la autora Sara Hirschmann en sus investigaciones. Cada participante narra un episodio en el que su vida corrió peligro dando cuenta de las circunstancias que la o lo llevaron a vivir esa experiencia y cómo logró trascenderla.

Variante para Superior y Jóvenes, Adultos y Adultos Mayores: las y los participantes narran una anécdota relacionada con un acontecimiento relevante para la localidad, la región o el país. Como condición para estructurar la narración es necesario que cada participante precise la época, el lugar, sus protagonistas, el entorno y los detalles del acontecimiento. Recuperar la memoria de qué estaba haciendo en el momento en el que ocurrió, qué impacto le produjo y, en el caso de que haya intervenido, de qué manera lo hizo.

Una versión de la biblioteca humana

Nivel/Modalidad sugerido: Secundario, Superior, Jóvenes, Adultos y Adultos Mayores. 

Desarrollo: La biblioteca humana es una propuesta donde, en lugar de prestarse libros escritos, se “prestan” libros vivientes, es decir, historias reales contadas por sus protagonistas. Para ello, se propone leer la guía La aventura de aprender (Lourdes Epstein Cal y Mayor).

Variante Biblioteca

Nivel/Modalidad sugerido: Primario, Secundario, Superior y Jóvenes, Adultos y Adultos Mayores.

Desarrollo: La variante que se propone parte del libro Fahrenheit 451, la clásica novela de Ray Bradbury. En ella, los libros se queman porque la lectura fue prohibida por ley y, en consecuencia, algunas mujeres y algunos hombres deciden salvar las obras, memorizando las más relevantes y convirtiéndose en libros vivientes.

En este caso, se propone a las y los estudiantes “salvar algunos textos” y convertirse en “cuentos vivientes” que puedan ser consultados. Se dispondrá un espacio donde los libros humanos sean visitados por los lectores. Cada quien deberá tener una identificación que será elaborada previamente por las y los estudiantes, en la que se consigne título del libro y autora o autor de la obra. Se destinará un tiempo de la clase al encuentro entre lectores y libros vivientes.

¿Qué hubiera pasado si…?

Nivel/Modalidad sugerido: Todos.

Desarrollo: Las y los participantes escuchan una narración literaria en forma grupal. Luego, en una conversación posterior, reformulan la historia bajo la hipótesis de un cambio en el rumbo del relato. Las y los estudiantes narrarán a sus pares las distintas opciones que imaginen. Se trata de una actividad para promover la práctica de la narración oral, aunque puede ser luego utilizada como consigna de escritura creativa.

De payadores a freestylers

Nivel/Modalidad sugerido: Secundario, Superior y Jóvenes, Adultos y Adultos Mayores.

Desarrollo: Las y los participantes exploran formas de expresión oral acompañada por una base musical de géneros actuales, como el rap y el freestyle. Analizan los recursos poéticos, narrativos y expresivos que se utilizan. También pueden compararlas con otras formas más antiguas como la payada. Se propone luego que las y los estudiantes realicen sus propias historias cantadas, en el formato que elijan. Pueden elegir la música de una canción para contar una historia que hayan desarrollado previamente, o improvisar una historia en contrapunto (dos estudiantes, o dos grupos) con una base rítmica.

Laboratorio de lecturas

Nivel/Modalidad sugerido: Todos.

Desarrollo: Los días previos, en el aula o en la biblioteca, se producirán encuentros de lecturas y mesas de libros donde la o el docente presentará textos escritos que provienen de la tradición oral. Se realizarán lecturas individuales y luego el grupo elegirá cuáles leer en voz alta. La o el docente llevará adelante una conversación literaria luego de la lectura. Esta conversación será un momento privilegiado para un análisis colectivo de los cuentos tradicionales, reconociendo su estructura y comparándolos con textos de autor.

Se propone a las y los estudiantes elegir en forma conjunta aquellos cuentos que pueden ser narrados oralmente. Se realizará una primera narración oral y se evaluarán las dificultades que presentan y cómo podrían ser recibidos por la audiencia en una presentación posterior.

Teatro leído

Nivel/Modalidad sugerido: Primario (segundo ciclo), Secundario, Superior y Jóvenes, Adultos y Adultos Mayores.

Desarrollo: Las obras del género teatral ofrecen la posibilidad de llevar a cabo una lectura coral. Cada estudiante que participe elegirá un personaje y leerá los parlamentos que le corresponden. La lectura de obras teatrales permite vivenciar y ejercitar la gestualidad, las entonaciones y los recursos expresivos en pos de “hacer visible la historia”.

Improvisación a partir de roles

Nivel/Modalidad sugerido: Todos.

Desarrollo: Las y los estudiantes que participen imaginarán un personaje para interpretar. Podrán escribir brevemente su aspecto y personalidad. Luego, se propone una situación concreta en la que las y los personajes se encuentran y comienzan una interacción libre, pero basada en la caracterización previa. Puede grabarse la actividad para luego redactar el resultado en forma de obra dramática, pero su valor intrínseco está en posibilitar a las y los participantes explorar los recursos expresivos de la corporalidad y la gestualidad, que pueden resultar útiles a la hora de narrar en voz alta.

Las mismas palabras, diferentes voces

Nivel/ Modalidad sugerido: Todos.

Desarrollo: Leer un mismo párrafo o cuento breve con distintas intencionalidades comunicativas (dramática, alegre, misteriosa, triste, graciosa). Una variante puede consistir en la suposición de una o un oyente posible: como si se leyera a alguien a quien se le tiene miedo, a alguien que está lejos, a una pequeña o un niño pequeño, a una persona mayor, a una mejor amiga o un amigo, a la autoridad de la institución educativa, como si se estuviera vendiendo en el transporte público. Otra variante puede consistir en manipular la respiración de diferentes maneras, por ejemplo, inspirando una vez y leyendo el mayor tiempo posible.

Variante para Nivel Inicial: Aquellas y aquellos estudiantes sin alfabetización pueden realizar esta actividad con relatos orales, ya sea en forma coral con su docente o individual.

El mago

Nivel/Modalidad sugerido: Inicial, Primario, Secundario y Superior.

Desarrollo: Con música, las y los estudiantes bailan libremente por el aula. Una o un participante, que puede ser la o el docente, toma el rol de mago: su poder es convertir a quienes están bailando en algo diferente. Para eso, se acercará a cada niña o niño y dirá al oído en lo que deben convertirse (un dinosaurio, un futbolista, el sol, un perro, una paloma). La o el participante debe seguir bailando pero interpretando aquello en lo que el mago la o lo convirtió, sin hablar. El resto de las y los participantes intentarán adivinar en qué se convirtió.

Anexo II. Recomendaciones para la narración oral

La narración oral es un saber que necesita de una formación y preparación especial que se desarrolla en distintos ejes que dialogan entre sí: el texto, su vinculación con la narradora o el narrador y la corporalidad que le imprime a la hora de hacerlo colectivo –la voz, la intencionalidad gestual y corporal–.

En este caso, la propuesta es que tanto docentes como bibliotecarias y bibliotecarios guíen a las y los estudiantes en sus primeros pasos en la narración oral. Lo más importante en este proceso será que las actividades preparatorias estén en consonancia con el nivel y la modalidad educativa, y su conocimiento del grupo concreto. El objetivo es que las y los estudiantes ganen confianza al trabajar en un ambiente lúdico que favorezca la expresión.

En ese sentido, sería importante incluir como parte del del equipo organizador a docentes de la institución que posean conocimientos de técnicas de expresión corporal para que colaboren con sus saberes específicos: profesoras y profesores de Educación Física, de Teatro y de Expresión Corporal.

Es fundamental que la narración se desarrolle en un clima de cuidado y respeto hacia quienes asumen el desafío. Cabe destacar que una o un estudiante que es capaz de narrar un texto frente al grupo, por un momento rompe con la lógica de contención que éste le brinda para asumir el desafío de guiar con su cuerpo y su voz la aventura compartida de vivenciar una historia; por un momento se convierte en transmisora o transmisor cultural frente a sus pares.

Se recomienda que, para llevar adelante la narración, se implementen técnicas de relajación, entre ellas fundamentalmente la práctica de la respiración costo-diafragmática (inspirar lentamente por la nariz y luego espirar por la boca utilizando el diafragma). Esta técnica favorece el fluir del aire, tan necesario para disponer cómodamente de la voz como un instrumento, así como para brindar una sensación de bienestar y confianza a quien narra.

A continuación, se recuperan las recomendaciones para la narración oral planteadas en el Documento Base de la jornada Descubrir.

1. El cuento

La primera actividad que debe realizar una narradora o un narrador es apropiarse del texto.

La elección es fundamental a la hora de contar, debe ser una historia que despierte las ganas de narrarla.

Se deberá reconocer muy bien la estructura del cuento. Para internalizarla se deberá leer el texto varias veces. Es recomendable hacer un esquema del cuento que identifique apertura, sucesión de hechos, climas y cierre del cuento.

La memorización. No es necesario recordar palabra por palabra, si el cuento no lo requiere. Solo en el caso de que tenga una estructura de repetición de algunas palabras que juntas dan sentido al relato. Esto sucede generalmente en los cuentos tradicionales, de fórmula. Por ejemplo, todas y todos podemos reconocer la frase: “Soplaré, soplaré y tu casa derribaré” y el cuento sin ella no tendría el mismo efecto ni sentido.

Para comprender mejor la estructura, se recomienda hacerse preguntas sobre el cuento:

  • ¿Cuándo? Hace mucho mucho tiempo.
  • ¿Dónde? En un pueblo donde la lluvia no quería caer.
  • ¿Quién o quiénes? Un grupo de chicas y chicos como ustedes.
  • ¿Cómo? Escribieron cartas que lanzaron a las nubes… hicieron barriletes con dibujos de gotas…
  • ¿Qué pasó después? La lluvia cayó generosa, abundante, haciendo ríos y rutas para los barquitos de papel y regó los campos…

2. El silencio

Es parte del relato. No es necesario decirlo todo, ni llenarlo todo con palabras, hay que dejar espacio para el recogimiento, para el suspenso, para el accionar de la mirada o de las miradas.

3. El cuerpo

El cuerpo de quien narra debe ser liviano, orgánico acompañando de manera amable el relato. No debe contradecir la atmósfera de la historia.

La voz de quien narra no debe ser forzada al grito, ni a los cambios de voz de los personajes si no resulta natural. Se recomienda reconocer las alturas y timbres de la propia voz: más fuerte o más suave; más agudo o más grave; así, esos matices se podrán poner al servicio del cuento.

Las manos deben acompañar el relato, deben sentirse livianas y moverse con la historia; no para dibujar todo sino para ofrecerse a las otras y a los otros como parte de la voz narradora.

La mirada: por un lado, convoca a quienes escuchan al hacer contacto visual y, por otro, delimita los espacios del relato. Debe acompañar lo que parece ver quien narra al contar. Por ejemplo acompañar la direccionalidad de un personaje que entra o sale en la espacialidad del relato.

4. El público

Es importante leer lo que sucede alrededor. Se mide el grado de implicación con la escucha, en consecuencia habrá que ir flexibilizando el texto de acuerdo a ello. La complicidad con el auditorio requiere que la narración transcurra en esa construcción compartida. En ocasiones se puede sumar la participación activa alternando con frases que el auditorio complete o repita si el cuento lo permite.

Anexo III. Recursos audiovisuales

Videos con entrevistas a narradoras y narradores, capacitadoras y capacitadores en narración y estudiantes que narran.

Ver más videos

Anexo IV. Itinerarios de lectura posibles

En este anexo se incluyen posibles textos e itinerarios de lectura para facilitar la selección de recursos. De todas maneras, el primer y mejor lugar para iniciar la búsqueda será la propia biblioteca institucional o, en caso de no contar con ella, la biblioteca pública o comunitaria más cercana.

En el portal Continuemos Estudiando (Plan Provincial de Lecturas y Escrituras/ Recursos), se pueden consultar los materiales para las lecturas de la serie Cuentos, poemas y más.

A su vez, en el documento Acompañamiento a bibliotecarias y bibliotecarios escolares se pueden conocer las colecciones entregadas a las escuelas por los diferentes programas y planes de lectura del ámbito nacional y provincial.

Nivel Primario

En el portal Continuemos Estudiando (Primaria/Recursos) se encuentran disponibles cuentos que pueden ser leídos por las y los estudiantes.

Entre ellos, podrían seleccionarse los que pertenecen a la tradición oral: Cuentos de tramposos, Ricitos de oro, Aladino y la lámpara maravillosa, Caperucita Roja, El hombrecito de jengibre, Hansel y Gretel, El gato con botas, La bella durmiente, La Cenicienta. La versión podrá seleccionarse de acuerdo a la edad del auditorio. Es interesante que las y los estudiantes comparen diferentes versiones, de manera de comprender más profundamente cada cuento.

También, pueden seleccionarse algunos relatos de: Cuentos y leyendas de la Argentina, de Berta Vidal de Battini. Y de la Antología Literaria Leer x Leer del Portal Educ.ar.

Nivel Secundario y Nivel Superior

Por otra parte, en el catálogo de la colección Identidades Bonaerenses se presentan recomendaciones de itinerarios para ambos niveles. Para esta jornada, en particular, se propone lo siguiente:

Narrativa de tradición oral

De boca en boca. Buenos Aires, de Graciela Falbo.

Leyendas mapuches contadas para niños, de Diego Remussi.

Mapuches. Huellas en la tierra, de Nahuel Sugobono.

Teatro

Rectángulo de San Andrés, de Mauricio Kartún.

Made in Lanús, de Nelly Fernández Tiscornia.

La patria al hombro, una compilación de Adriana Tursi.

Accesos a originales y versiones de los cuentos maravillosos

Cuentos de los Hermanos Grimm (en su versión original).

Sugerencia de itinerario con leyendas urbanas y cuentos de terror

La leyenda urbana como subgénero narrativo comparte rasgos con los cuentos de tradición oral. Se trata de un tipo de relato que habilita las narraciones orales. Estas pueden ser recopiladas por las y los estudiantes en la comunidad educativa, para luego compartirlas en el aula y la biblioteca. Un ejemplo posible es el cuento: “El hombre gato” presente en De boca en boca. Buenos Aires, de Graciela Falbo. En el libro Villa Celina, de Juan Diego Incardona, también presente en Identidades Bonaerenses, el autor cuenta un relato acerca de cómo vivieron en el barrio de Villa Celina los acontecimientos relacionados a este personaje del folclore urbano.

Asimismo, de acuerdo al nivel lector del público, es posible utilizar los cuentos de la Antología Buenos Aires Fantástica, que ofrece la posibilidad de seleccionar un cuento de donde viven las y los estudiantes incrementando el interés de sus oyentes.

Otros textos de tradición oral que pueden utilizarse los niveles de educación Secundaria y Superior son los cuentos del campo, por ejemplo El fogón del viejo Varela, de Wimpi.

Bibliografía

Alvarado, M. y otros. (2021). El nuevo escriturón. Quipu.

Bettelheim, B. (1976). El psicoanálisis en los cuentos de hadas. Booket.

Berger, J. (2017). Y nuestros rostros, mi vida, breves como fotos. Editorial Nórdica.

Campbell, J. (2020). El héroe de las mil caras. Atalanta.

DGCyE. (2024). Descubrir los paisajes de la escucha. Jornadas Leer en Comunidad. DGCyE, Plan Provincial de Lecturas y Escrituras. Disponible en el Portal Continuemos estudiando.

Falbo, G. (2017). El poder de la narración. Escritores, periodistas, lectores y medios. Homo Sapiens.

Garzo, G. (2013). Una casa de palabras. En torno a los cuentos maravillosos. Océano.

Han, B. C. (2023). La crisis de la narración. Herder.

Hirschman, S. (2011). Gente y cuentos ¿A quién pertenece la literatura? Fondo de Cultura Económica.

Ong, W. (2021). Oralidad y escritura: tecnologías de la palabra. Fondo de Cultura Económica.

Padovani, Ana (2014). Escenarios de la narración oral: transmisión y prácticas. Paidós.

Prat Ferrer, J. J. (2013). Historia del cuento de tradición oral. Fundación Joaquín Díaz.

Propp, V. (1998). Morfología del cuento. Akal.

Peón, J. y Petit, F. (2024). Programa Integral de Bibliotecas Escolares y Especializadas del Sistema Educativo de la Provincia de Buenos Aires. Desarrollo y Gestión de Colecciones en las Bibliotecas de Instituciones Educativas. CENDIE.

Vallejo, I. (2019). El infinito en un junco. La invención de los libros en el mundo antiguo. Siruela.

Skliar, C. (2023). Cartas educativas. Noveduc.


1 Recomendaciones para el envío de material audiovisual:

  • Que el total de las imágenes y los videos enviados no supere la cantidad de cinco (5) en total.
  • Que las imágenes sean de buena calidad, esto es que no sean borrosas ni estén fuera de foco y reflejen el espíritu de la jornada (reunión de personas en torno a la lectura). Si es posible, deben superar los 1440 píxeles y los videos ser grabados en calidad HD, razón por la que se recomienda también que sean breves.
  • Que la orientación de las fotos sea horizontal.
  • Que los videos se envíen en crudo (sin música o efectos agregados) para su posterior edición.

Las imágenes que incluyan personas menores de edad o personas adultas reconocibles deben contar con la correspondiente autorización de uso de imagen. Estas serán conservadas por la institución educativa. Los modelos de autorización para uso de imagen pueden ser solicitados al Plan Provincial de Lecturas y Escrituras.

Finalmente, si desean realizar consultas o sugerencias respecto a las jornadas pueden hacerlo a través del correo electrónico leerencomunidad@abc.gob.ar, de la siguiente manera:

Asunto: LEER EN COMUNIDAD - Habitar Cuerpo del mail:

Nombre de la institución Distrito

Región

Nivel Educativo

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