Hacer memoria para continuar construyendo democracia desde las escuelas secundarias

Propuesta pedagógico-didáctica para trabajar con estudiantes de Nivel Secundario el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia en el marco del 40 aniversario de democracia ininterrumpida en nuestro país.

Creado: 20 marzo, 2023 | Actualizado: 6 de noviembre, 2023

Cada 24 de marzo, en todas las escuelas bonaerenses se conmemora el “Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia” en alusión al Golpe de Estado perpetrado el 24 de marzo de 1976 por las Fuerzas Armadas argentinas. A través de esta efeméride, entendida como un ejercicio de memoria colectiva de la sociedad, se busca promover en las y los estudiantes sentimientos opuestos a todo tipo de autoritarismo, y auspiciar la defensa permanente del Estado de Derecho y la plena vigencia de los Derechos Humanos. Este año, además, la sociedad argentina celebra 40 años de democracia ininterrumpida, desde el final de la última dictadura militar, en 1983, hasta el presente. Por tanto, considerando este contexto tan particular, durante la Semana de Reflexión, dispuesta en el Calendario Escolar desde el lunes 20 al jueves 23 de marzo, las y los docentes podrán proponer actividades que profundicen en el conocimiento histórico de lo sucedido durante esos años de terrorismo estatal, pero que también posibiliten una reflexión profunda con las y los estudiantes acerca de la importancia de consolidar una cultura de la democracia basada en el ejercicio activo de una ciudadanía comprometida con ella.

Democracia, participación y escuela

El 24 de marzo de 1976, las Fuerzas Armadas usurparon el gobierno a través de un golpe de estado que derrocó a la entonces presidenta constitucional María Estela Martínez de Perón. La dictadura militar instauró un proyecto político, social y económico sostenido mediante el terrorismo estatal, que incluyó la subordinación y el disciplinamiento social de toda la población a través de la persecución, represión y desaparición forzada de personas.

Este proyecto de disciplinamiento y control social se extendió a los ámbitos cultural y educativo. La educación era considerada por los dictadores como un “campo de batalla contra la subversión". Comenzó entonces una reforma estructural del sistema educativo a nivel nacional en la que se intervinieron universidades y escuelas, se modificaron normativas, regímenes de evaluación y planes de estudio –se quitaron contenidos considerados “sospechosos” y agregaron otros afines a sus intereses e ideología– y se elaboraron nuevos reglamentos disciplinarios. Las políticas de censura incluyeron libros de textos escolares, y además cesantearon, reprimieron o desaparecieron a docentes y estudiantes, entre otras muchas acciones.

Las rutinas en las instituciones escolares se vieron profundamente transformadas. En particular, en las escuelas secundarias fue truncada una fuerte cultura de participación juvenil que existía entre las y los estudiantes respecto de aquellos asuntos académicos que les concernían.

Al finalizar la dictadura en 1983, con la asunción a la presidencia de la Nación de Raúl Alfonsín, se inauguró un proceso democrático con continuidad hasta el presente.

El restablecimiento de la democracia buscó, además, poner fin a muchas de las medidas represivas y autoritarias implementadas durante la dictadura militar, incluso en las escuelas. La defensa de un Estado de derecho y la consolidación de una cultura de la democracia escolar representó entonces una tarea y un compromiso colectivo de toda la comunidad educativa, cuestiones que resultan necesarias continuar fortaleciendo en la actualidad.

La implementación de propuestas institucionales y pedagógicas que habiliten espacios para la circulación de las ideas y opiniones de las y los jóvenes estudiantes y la posibilidad de intervenir en debates para discutir problemas o resolver conflictos que afectan directamente a sus propias trayectorias escolares, las y los coloca en un rol protagónico y de corresponsabilidad frente a la toma de decisiones.

Del mismo modo, identificar históricamente algunos cambios y continuidades respecto a la participación juvenil en la vida social y escolar en tiempos de dictadura y democracia, resulta un análisis crítico para poner en valor el ejercicio de una ciudadanía activa en el presente.

A continuación, proponemos a las y los docentes algunas actividades con el propósito de promover la reflexión y la participación de las y los estudiantes en la vida institucional de sus escuelas.

Actividades

1. La democracia en acción

En esta primera actividad, la o el docente podría desarrollar la clase a partir de una dinámica diferente, ya sea en el aula o en otro espacio de la escuela, de manera que se cree un clima y una situación propicia para el diálogo. Por ejemplo, se podrían agrupar estudiantes al azar, sentarse en el suelo, cambiar el esquema del aula, trasladarse al patio, invitar estudiantes de otros cursos y otros años, entre otras ideas posibles.

El objetivo de esta propuesta consiste en promover un ámbito propicio para la discusión, de manera que las y los estudiantes puedan reconocer en sus prácticas escolares formas de participación democrática.

Proponemos algunas preguntas orientadoras para promover diversos intercambios y reflexiones:

  • ¿En qué situaciones se ejerce o se ejercita la ciudadanía democrática en la escuela?
  • ¿Cómo o a partir de qué acciones se participa?
  • ¿Cómo se identifican estas situaciones de participación democrática?

Resultará valioso que algunas o algunos estudiantes asuman la tarea de registrar, durante estos intercambios, los puntos que consideren importantes.

2. Las voces que deben ser escuchadas

Escuchar a las y los estudiantes de las escuelas secundarias debe ser el punto de partida para mejorar las trayectorias escolares, además de fortalecer prácticas que garanticen el respeto y cumplimiento de derechos.

Consejo Consultivo de Estudiantes Secundarios

En abril de 2022 se inició el camino hacia la conformación del Consejo Consultivo, con el lanzamiento de “Tramar escuela: jóvenes, participación y cultura”, un dispositivo diseñado por el equipo de Participación Estudiantil de la Dirección Provincial de Educación Secundaria. A través de jornadas bajo la modalidad de taller, se llevaron adelante debates colectivos sobre diferentes dimensiones de la escuela secundaria actual, incorporando la visión de las y los jóvenes sobre “la secundaria deseada”.      

Invitamos a compartir con las y los estudiantes la proyección del video “Tramar Escuela” (Canal Encuentro). (Este video genera consumo de datos móviles)

A partir de la visualización del video, se podría proponer a las y los estudiantes que, organizados en pequeños grupos, trabajen en torno a las siguientes preguntas:

  • ¿Por qué creen que puede ser importante que las voces de las y los estudiantes sean escuchadas en la escuela?
  • ¿En qué situaciones del video consideran que las y los estudiantes están ejerciendo prácticas democráticas?
  • Los temas que conversan estas y estos jóvenes, ¿consideran que se vinculan con sus derechos como estudiantes? ¿Por qué?
  • Con el objetivo de recuperar algunos momentos valiosos del video, les proponemos que transcriban las frases que consideren más potentes. Sería importante que las puedan socializar con el resto de las compañeras y los compañeros explicando por qué las seleccionaron.
  • ¿Qué otros temas incorporarían ustedes al debate para fortalecer la participación democrática de las y los jóvenes en la escuela? ¿Con qué objetivos propondrían esos temas?

3. Para relacionar y poner en común lo aprendido

Con el propósito de sistematizar las conclusiones logradas en las actividades anteriores, sería valioso que, entre todas y todos, piensen y acuerden qué acciones podrían implementar para socializar y replicar esta nueva información entre toda la comunidad educativa. Para tal fin, se podría proponer la elaboración de una pieza comunicacional en algún soporte papel o en formato digital. A modo de ejemplo, se podría trabajar en la producción de un folleto, un pódcast, un video o en la planificación de una charla informativa.

Para la creación de estas piezas, sería importante que la o el docente acompañe en el armado de un guión en función de los destinatarios posibles, colaborando en la elección de un título, la selección de la información que desean difundir, entre otras cuestiones. Todas estas decisiones suponen instancias de aprendizaje en las que las y los estudiantes podrán poner ideas en común, debatir, sistematizar información, revisar conclusiones, etc.

Recuperación y consolidación de la democracia

Como propuesta ampliatoria se sugiere visitar Las urnas de la Democracia, donde se ofrecen orientaciones para trabajar prácticas contextualizadas en el presente que fortalecen el valor del sistema democrático, a partir de mantener viva la memoria y promover en las y los estudiantes el ejercicio de acciones que las forman como ciudadanas y ciudadanos.

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