El modo de ser mujer o varón no es algo biológico, sino una construcción cultural que determina roles y naturaliza jerarquías. Desde la infancia nos enseñan que las mujeres son sensibles, emocionales, suaves, débiles, con instinto maternal, asustadizas y dependientes, a diferencia de los hombres que pueden ser fuertes, valientes, seguros, fríos, racionales, proveedores y competentes para lo que decidan hacer. Las relaciones que se promueven desde estas concepciones son inevitablemente desiguales y se vivencian como relaciones de poder que, a su vez, propician vínculos violentos.

La música, las letras de canciones y los videoclips son de consumo cotidiano en la vida de niñas, niños y jóvenes. Circulan por variados medios junto a imágenes que construyen un deber ser que, muchas veces, no nos representa y que solo reproducen esos relatos únicos. Lugares comunes que dejan por fuera las diversidades, las elecciones, las disidencias y los propios interrogantes acerca de

¿quién soy?, ¿qué me gusta?, ¿cuáles son mis intereses?

Para leer y observar

A continuación, queremos compartir una selección de fragmentos de diferentes temas y géneros musicales: cumbia, reggaeton, bachata y rock and roll.

El objetivo es poder reflexionar y revisar acerca del sentido de estas canciones, observar cómo, de manera explícita o implícita, se entretejen ideas y modos de comunicar que naturalizan y promueven formas de violencia, desigualdad y violación de los derechos.

Para reflexionar y pensar sobre lo observado

A partir de lo que leyeron les proponemos reflexionar y analizar esos fragmentos desde algunos interrogantes:

• ¿Qué mirada circula sobre lo femenino en los fragmentos?
• ¿Qué concepciones de amor o relaciones de pareja aparecen?
• ¿Las historias siempre suceden entre hombres y mujeres? ¿No existen otras formas de relación?
• ¿Identifican relaciones desiguales y asimétricas? ¿Por qué?
• ¿Observan relaciones de sometimiento, descalificación y abuso de poder? ¿Cómo se presentan?
• ¿Es posible considerar que podemos ser propietarias, propietarios o propiedad de alguien?
• ¿Es posible identificar violencia en estos modos de relacionarse?

Para producir y registrar la información

A continuación, luego de reflexionar y pensar los fragmentos que propusimos y habiendo resuelto la primera parte de esta actividad, les pedimos que vuelvan sobre las canciones que escuchan habitualmente, sobre su música.

La intención es escuchar con otros oídos las letras conocidas, las canciones que les gustan, tratando de prestar mucha atención a lo que dicen y en qué tono lo dicen. También, si tienen posibilidades, sumen la mirada de los videoclips. Observen las imágenes, los gestos, el entorno, el movimiento de los cuerpos, cómo funcionan los vínculos y las relaciones de poder entre quienes participan. Piensen si ayudan a dar sentido a las palabras y de qué manera (si refuerzan, subrayan, se oponen, etc.).

Registren las preguntas y reflexiones que se enumeran a continuación:

• Según sus vivencias personales, ¿qué entienden por violencia? Describir todos los modos y prácticas violentas que conozcan.
• ¿Pueden señalar qué situaciones violentas observan en los fragmentos aportados? ¿Pueden enunciarlas y explicar por qué?
• Si pudieran tomar decisiones en la escritura de estas canciones, ¿qué modificarían para poder revertir esa situación? ¿Se animan a reescribir los fragmentos o proponer otros nuevos para plantear situaciones diferentes? Pueden hacerlo con todos o elegir los que más les interesen.
• Proponemos que elijan canciones que escuchan habitualmente y observen el sentido desde un lugar reflexivo. A continuación, pueden hacer una selección de fragmentos que les llamen la atención y compartirlos con la familia, amigas, amigos, docentes y conversar e intercambiar a partir de ese material.
• Finalmente, ¿se animan a escribir una canción o reversionar alguna de las que analizaron y enviarlas? Si se animan todavía más, pueden cantarla y compartir alguna grabación o video.