La vestimenta: funciones, tradiciones y modos de producción. Orientaciones docentes

Mediante este recorte de la vida cotidiana, se aportan claves para analizar costumbres, desnaturalizar prácticas y conocer diversos aspectos de sociedades pasadas y presentes.

Creado: 5 enero, 2024 | Actualizado: 9 de febrero, 2024

INTRODUCCIÓN Y SENTIDO GENERAL DE LA PROPUESTA

La desnaturalización del mundo social como clave para la enseñanza

La enseñanza de las Ciencias Sociales en el primer ciclo de la educación primaria busca enriquecer las ideas que las chicas y los chicos tienen acerca de la vida en sociedad, a cuestionar o relativizar otras, a indagar nuevos aspectos de temáticas cercanas o aproximarse a realidades desconocidas para construir representaciones que progresivamente les permitan advertir la diversidad y la complejidad de los mundos sociales del presente y del pasado, así como desnaturalizar su mirada sobre las sociedades y sobre el conocimiento social. Buscamos problematizar las representaciones de la vida en sociedad, diversificarlas y complejizarlas para contribuir a la formación ciudadana de las alumnas y los alumnos de nuestras escuelas.

Con estas intenciones presentamos una propuesta de enseñanza que recorre distintos aspectos de la vestimenta. La costumbre de vestirse tiene ciertamente orígenes muy remotos. Más allá de la evidente necesidad de abrigo, la vestimenta tiene múltiples funciones. Por otra parte, las costumbres en el vestir y los modos de producir la ropa y los accesorios han cambiado a lo largo del tiempo. La vestimenta es diferente en distintos lugares del mundo y también cambia de acuerdo con los grupos sociales, el género, la edad, lo que se considera apropiado para distintas ocasiones, la moda y muchos otros factores. 

Como ocurre con otros recortes posibles de la vida cotidiana, esta temática permite aproximar a las chicas y a los chicos al conocimiento del mundo social, porque analizar las costumbres en torno a la vestimenta aporta claves para desnaturalizar nuestras prácticas y conocer aspectos –sociales, culturales, económicos, etc.– de las sociedades.

SUGERENCIAS Y MATERIALES PARA EL TRABAJO CON ESTUDIANTES

El material se compone de una serie de fichas que desarrollan diferentes aspectos de la vestimenta a través de fotografías y textos. Se espera que las y los docentes decidan las formas de trabajar con el material para el desarrollo de su proyecto de enseñanza de acuerdo a las características de su grupo de alumnas y de alumnos y en función de sus criterios didácticos. Respecto de los textos, cada docente decidirá qué cuestiones presenta a través de relatos y explicaciones basadas en ellos, y qué textos leer para que las chicas y los chicos lo hagan a través de su voz. Eventualmente, niñas y niños ya alfabetizados podrán leer algún fragmento por sí mismos –de manera personal o en pequeños grupos–. Para todos los aspectos de la vestimenta que se van a abordar, las y los docentes pueden sumar más fotografías, dado que son accesibles y la mayoría de las que están disponibles nos puede servir. Como muchas de las fotos incluidas fueron tomadas del Archivo General de la Nación, oportunamente se puede explicar que es el lugar donde se guardan muchos de los documentos más importantes de la historia argentina, y que organizar y mantener archivos es una manera de conservar el patrimonio histórico.

Se sugiere introducir momentos de escritura colectiva que vayan dando cuenta de los avances parciales en el tratamiento del tema.

Para dar comienzo a la propuesta e introducir una temática en parte conocida por las alumnas y los alumnos, una posibilidad es presentar fotografías de diferentes situaciones, épocas y lugares. La intención es que las chicas y los chicos observen y analicen prendas, estilos, ropas, uniformes, equipos, etc. y se aproximen así a la idea de que la vestimenta está compuesta por prendas que cubren diversas partes del cuerpo, hechas con distintos materiales, con diseños también diferentes y que, además del abrigo, la vestimenta cumple múltiples funciones. 

Es importante sostener la observación y el intercambio entre las chicas y los chicos para interpretar el contenido de las fotografías, reparar en los detalles (los rostros, los lugares, niñas y niños, personas adultas, mujeres, varones, etc.), inferir aspectos no observables (¿Cómo se relaciona la vestimenta de las personas con lo que están haciendo? ¿La ropa que tienen la habrán comprado o la habrán confeccionado ellas mismas o sus familias? ¿Estarán vestidas para una ocasión especial o será la vestimenta ordinaria para trabajar, para jugar, o según el clima?) y justificar las ideas que se van produciendo. 

Para finalizar, sugerimos “pasar en limpio” las ideas trabajadas así como dejar planteadas preguntas que puedan surgir. Este pasado en limpio puede consistir en un punteo dictado colectivamente a la maestra o al maestro 

FICHA 1. La costumbre de vestirse

La ficha incluye una serie de textos breves y fotografías a modo de introducción general a la temática. Las niñas y los niños pueden leerlos a través de la o del docente o bien puede servir como apoyo para que cada maestra o maestro organice una breve exposición que aborda aspectos como el origen de la vestimenta, sus cambios en el tiempo, y algunas vestimentas especiales como la ropa de trabajo. 

Es importante ofrecer un tiempo para la observación de las fotografías y para establecer relaciones entre ellas y los textos. Por ejemplo, con la primera, en que aparecen una mujer selknam y su hija vestidas con una prenda de piel.

Para tener en cuenta:

La fotografía fue tomada hace 100 años y corresponde a una vestimenta milenaria que entre los selknam del sur –del actual territorio argentino– que seguía siendo utilizada. Algunas cuestiones a observar:

  • El ambiente frío se puede inferir por la presencia de nieve.
  • Lo grueso de la piel, que probablemente dificulta los movimientos de ambas personas fotografiadas.
  • Que se trata de una madre joven y una niña que podría estar dormida.
  • El rostro de la madre está decorado.
  • Algunas preguntas podrían apuntar a identificar las ventajas y también los problemas que puede ofrecer ese tipo de vestimenta, para lo cual el texto precedente ofrece alguna información. 
  • El peso excesivo y la relativa rigidez de la prenda de piel, puede servir para introducir la variante de la vestimenta tejida como respuesta a esas dificultades.

Ficha 2. El hilado, el tejido y la confección artesanal de la vestimenta

Para continuar se puede retomar lo visto acerca de la vestimenta en los tiempos más remotos y las dificultades que acarreaban los abrigos de piel, como marco para abordar la confección artesanal de prendas y accesorios tejidos.

Seleccionamos documentos audiovisuales producidos por los equipos del Canal Encuentro sobre los pueblos diaguitas del noroeste del territorio argentino. Son fragmentos de dos capítulos de la serie Pueblos Originarios, correspondientes a Pueblos Diaguitas: 

Capítulo Ecos de la puna (Canal Encuentro). Comunidad Laguna Blanca y Los Morteritos, Catamarca, Valles Calchaquíes.

Capítulo Los hijos de los valles (Canal Encuentro).

En Ecos de la Puna se pueden observar las características del ambiente en el que viven las comunidades, marcada por la altura, el frío, la intensidad del sol, los vientos, las nevadas que van a condicionar fuertemente el tipo de vestimenta necesaria, la importancia de la cría de animales (autóctonos como las llamas y las vicuñas, y también foráneos como ovejas y cabras) y de la agricultura. Es importante que las chicas y los chicos adviertan que las personas que se pueden ver utilizan en su mayoría ropa de fabricación industrial que combinan con algunas prendas y accesorios de fabricación artesanal. 

A partir del minuto 8 se muestra con bastante detalle el hilado de la lana, se habla del tejido y de la costura.

Desde el minuto 9, unas nenas describen la esquila de la vicuña y la producción de textiles, muestran la lana hilada y un sombrero tejido. La esquila de la vicuña se muestra con mucho detalle no solo en sus aspectos prácticos sino también organizativos. La esquila aparece como una actividad especial en la que participa la comunidad en su conjunto.

Desde el minuto 11, un señor describe las prendas que lleva puestas. Están tejidas con lana de llama y de vicuña –poncho, chuspa, corbatín y chulo– y habla de la alta cotización de la lana de vicuña. Por ser un animal que habita en las zonas más altas, la vicuña tiene una lana que proporciona muy buen abrigo y que además es muy suave, por estas razones es de las más valoradas a nivel mundial. A continuación se puede ver en detalle cómo es un telar, esta vez en la comunidad de Los Morteritos, también en Catamarca. 

En el documento Los hijos de los valles aparece también el trabajo textil. Desde el minuto 11, una tejedora de Amaicha muestra sus instrumentos de trabajo, sus tejidos y cuenta cómo es su trabajo y cómo lo aprendió. A continuación una abuela con su nieta tejiendo en su telar hablan del tejido y también de la transmisión de ese saber. 

Con apoyo en las imágenes del telar, la o el docente puede explicar la manera en que se tejía –y se sigue tejiendo– con esta técnica. Explicar que en la actualidad hay telares mecánicos, automáticos, así como maquinarias muy modernas y sofisticadas para producir telas pero que se siguen utilizando telares de este tipo en la elaboración artesanal de prendas con calidad y diseños muy valorados. 

Esta característica de la producción de vestimenta es común a muchas otras actividades. Es interesante advertir con las niñas y los niños que el surgimiento de una técnica no necesariamente implica la sustitución de los modos de producir preexistentes. Esta cuestión de la coexistencia de técnicas surgidas en momentos muy diferentes es algo que se reitera en múltiples temáticas. Es importante comentarlo para tratar de revisar las miradas que comparan un ANTES y un AHORA, asumiendo que los cambios se producen de forma integral y no hay continuidades. Las chicas y los chicos suelen oponer un ANTES en el que, por ejemplo, las calles eran de tierra con un PRESENTE en el que, al existir el empedrado y asfalto, desaparecen las calles de tierra. Como frecuentemente este tipo de comparaciones entre un pasado y un presente se promueven desde la enseñanza, consideramos preciso problematizarlas y matizarlas en relación con estas consideraciones.

Aunque tradicionalmente en éstas y en la mayoría de las comunidades la confección de la vestimenta fue considerada una tarea femenina, en estos videos se puede advertir que en varias oportunidades se habla de enseñar a realizar el trabajo indistintamente a niñas y niños.

Una leyenda mapuche: la leyenda de la lalen kuzé

Una posibilidad para continuar subrayando la importancia de la vestimenta en todas las sociedades, es compartir con las niñas y los niños la leyenda mapuche sobre el tejido. El significado del nombre de la leyenda, LALEN KUZÉ –que en mapudungun significa araña madre o araña vieja– es otra idea que puede ayudar en la contextualización.

Para introducir su lectura se recomienda, además, incluir información como la siguiente: los mapuches son pueblos originarios, en la actualidad hay comunidades mapuches establecidas en la Patagonia argentina –también en Chile, del otro lado de la Cordillera– que tienen modos de vida similares al resto de la población de la argentina pero que también conservan algunas de sus costumbres ancestrales, como la del tejido. Los tejidos mapuches, sobre todo los ponchos, son reconocidos y valorados por el abrigo que ofrecen, también por sus diseños y por su calidad. 

Otra cuestión a comentar puede tener que ver con las características de las leyendas, la importancia que tienen para los pueblos, su forma de transmisión y, con ella, del conocimiento que aportan, etc.

Después de una lectura a través del docente se pueden orientar los comentarios teniendo en cuenta, por un lado, la importancia de la confección de la vestimenta en los pueblos mapuches en el pasado como la única forma de obtener ropas y, en el presente, como una producción artesanal con alto valor que recoge antiguas tradiciones y saberes y permite un comercio lucrativo. Por otro lado, sería importante que las y los estudiantes reparen en la forma tradicional de transmisión del conocimiento, tal vez, en contraste con la transmisión escolar de otros saberes.

Algunos ejes para promover el intercambio sobre la leyenda: 

  • La importancia del tejido. 
  • La forma de transmisión del saber.
  • El aspecto utilitario de la vestimenta junto con su valor estético, evidenciado en este caso con el uso de tinturas diferentes.
  • El tejido como labor femenina en el marco de la división sexual del trabajo.
  • El papel de las leyendas en la transmisión de las culturas.

Ficha 3: La vestimenta en la época de la colonia

Para analizar algunos cambios en la vestimenta a lo largo del tiempo, seleccionamos la época colonial, sobre la cual las chicas y los chicos tuvieron oportunidad de trabajar, por ejemplo, a propósito de las Fiestas Mayas.

Canal Encuentro produjo la Serie Años Decisivos. En el episodio dedicado al año 1810, la sección moda ofrece una serie de imágenes y explicaciones sobre la vestimenta característica de mujeres y hombres de la élite.

El texto La población acomodada, los pobres y los esclavos en la época colonial contiene información que puede servir como marco para interpretar las diferencias en la vestimenta de los distintos grupos sociales de la colonia. Cada docente puede decidir el modo de compartirla con las y los estudiantes –una lectura a través de su voz, una explicación que incluya estas ideas– y el momento propicio para hacerlo. 

La población acomodada, los pobres y los esclavos en la época colonial

La sociedad colonial conformada a partir de la conquista española estaba compuesta por dos grupos muy diferentes entre sí: un grupo privilegiado integrado por españoles y sus descendientes, y los sectores populares, o sea los indígenas y, luego, los esclavos africanos y sus descendientes. El grupo privilegiado se llamó a sí mismo “gente decente” y denominó “bajo pueblo” o “plebe” a los sectores populares.

La sociedad colonial duró 300 años. Con el correr del tiempo, las cosas en la colonia fueron cambiando pero siempre los españoles y sus familias conservaron sus privilegios y los indios, los esclavos y los “mezclados” (todos los nacidos de la unión de indígenas, esclavos y blancos) hicieron los trabajos más pesados.

Para analizar las diferencias en las vestimentas de personas adultas, niñas y niños de los diferentes grupos sociales de la época, sugerimos volver sobre la imagen de la litografía de Pellegrini presentada en el proyecto anterior –Fiestas Mayas (1841)– para focalizar, esta vez, en la vestimenta como signo de distinción.

Para comenzar, es importante que las chicas y los chicos identifiquen distintas personas representadas en la plaza, comenten lo que están haciendo y hablen acerca de sus vestimentas. 

En los hombres de la élite, las chicas y los chicos podrán reconocer las chaquetas con faldones, las galeras, los bastones, etc. mientras que las mujeres de este grupo lucen vestidos con amplias faldas con miriñaque, peinetones y pequeñas carteritas. Niñas y niños visten de manera muy similar a la de las personas adultas.

Los hombres de los grupos sociales subalternos usan pañuelos o sombreros más bajos en la cabeza, ponchos y chiripás, siempre de telas bastas. No se identifican con claridad mujeres adultas, ni tampoco niñas pertenecientes a estos grupos que habitualmente residían en las afueras y eran llamados “orilleros”. Según indican algunas fuentes, las mujeres de estos grupos no participaban de estos festejos porque implicaban permanecer varios días en la ciudad. Los niños sí están presentes y su vestimenta es similar a la de los adultos de su grupo social.

Una vez identificadas las prendas características de mujeres y varones de los distintos grupos sociales puede ser interesante promover un intercambio acerca de aspectos que se pueden inferir a partir de algunas preguntas:

¿Las prendas que usa tal o cual persona las habrá confeccionado ella misma? ¿Las telas serán fabricadas en el Río de la Plata o vendrán desde Europa en barcos? ¿La moda iría cambiando? ¿Las niñas y los niños están vestidos de la misma manera que las personas adultas? ¿Por qué será así?

La intención es que las chicas y los chicos se aproximen a la idea de que en los grupos de élite se compraban telas, puntillas, botones, peinetones, sombreros, etc. que llegaban en barco desde Europa junto con los moldes y modelos. Algunas personas contrataban a sastres y modistas pero la mayoría de las mujeres de este grupo realizaba las labores de costura, bordado, tejido, etc. Muchas veces, estas damas les enseñaban a sus esclavas y criadas a coser y bordar, y así podían contar con su colaboración. Entre los sectores populares lo más habitual es que las prendas fueran más sencillas, producidas por las propias familias con hilos y tejidos de producción local.

La semejanza entre la ropa de las niñas y los niños y de las personas adultas puede relacionarse con que en la época colonial la infancia era más corta y el juego no se consideraba importante para el desarrollo de las niñas y los niños. Las pequeñas y los pequeños de los sectores populares trabajaban desde temprana edad y en los grupos de élite asumían otras obligaciones, sobre todo aprender todo lo que se esperaba que supiera una mujer o un hombre “decente”.

Había normas que regulaban las vestimentas apropiadas para los distintos grupos sociales. Hay fuentes que dan testimonio de castigos aplicados a negras y mulatas por lucir prendas que no se consideraban acordes a la plebe. Por ejemplo, estaba prohibido para ellas usar telas como la seda o el cambray y adornos de oro o de percal. 

El texto a continuación, destinado a la o el docente de segundo año, se puede comentar con las niñas y los niños. Presenta las reglamentaciones de la época de la colonia aplicadas a la población de muy bajos recursos acerca de la vestimenta.

LA VESTIMENTA FEMENINA EN CÓRDOBA. PRÁCTICAS, REPRESENTACIONES Y DISCURSOS ENTRE FINES DEL SIGLO XVIII Y MEDIADOS DEL XIX

Cecilia Moreyra*

En este particular contexto social, la vestimenta, la tela de los vestidos y los adornos constituyeron un claro elemento de diferenciación socioétnica. Testimonio de ello son las disposiciones legales que establecían restricciones sobre el vestuario de las castas y, como consecuencia de esto, los procesos iniciados a aquellas personas que no vestían de acuerdo a su condición social. Concolorcorvo**, en su paso por Córdoba, observó que las familias principales eran “muy tenaces en observar las costumbres de sus antepasados. No permiten a los esclavos, y aun a los libres que tengan mezcla de negro, usen otra ropa que la que se trabaja en el país, que es bastante grosera”. Fue la misma Corona española la que dicto una pragmática destinada a regular el vestuario de la población; poniendo especial énfasis en señalar qué tipo de telas, accesorios, adornos, vestidos, encajes y colores estaban prohibidos y cuáles podían ser utilizados por la gente común.

(…)

En un claro sentido político de regulación social, no se le permitía a esclavos, y aun a pardos libres que usen ropas y adornos que se consideraban propios de las personas tenidas por españoles. Es conocido el episodio de una mulatilla “muy adornada” que fue impelida, por las damas de la ciudad, a vestirse “según su calidad” y, al no hacer caso fue despojada de sus lujosas vestimentas y azotada en casas de una dama de “nobleza”.

*Cecilia Moreyra es historiadora, investigadora del CONICET.

** Concolorcorvo es el alias que utiliza el autor de El Lazarillo de ciegos caminantes desde Buenos Aires hasta Lima, publicado en 1773.

Si a la o el docente le interesa seguir trabajando con la vestimenta de la época, la ficha incluye una reproducción de El mercado, de Emeric Essex Vidal de 1820 y algunas preguntas para guiar la exploración.

Si las chicas y los chicos no lo advirtieron, se puede explicitar que está representada la misma plaza en un día de mercado. Fue pintada por el viajero inglés Emeric Essex Vidal en su viaje a Buenos Aires y Montevideo. Al volver a su país, publicó sus pinturas y descripciones de lo que vio en un libro titulado “Ilustraciones pintorescas de Buenos Aires y Montevideo” en el año 1820.

En la obra de E. Vidal se ve la Recova Vieja, una construcción con muchos arcos que atravesaba la plaza. En la Recova había comercios que vendían alimentos (pescados, hortalizas, frutas, panes, huevos), escobas, velas o telas. Además, otros vendedores ofrecían su mercadería en sus carretas o en el suelo de la plaza. Las damas no solían ir al mercado a hacer las compras. Lo hacían los caballeros o bien las esclavas y los esclavos de la casa.

Para la observación: 

  • El lugar: un espacio abierto con piso de tierra, la Recova, una torre de iglesia, algunas carretas.
  • Una mujer que lleva una mulita agarrada de la cola y una canasta con panes con vestimenta sencilla y un pañuelo en la cabeza.
  • Un vendedor de aves vestido con un poncho.
  • Vendedoras de pescado, aves y huevos con amplias faldas lisas y las cabezas cubiertas. 
  • Un esclavo que lleva la mercadería (un gran pescado y dos gallinas): descalzo con un pantalón y una camisa abierta.
  • Un caballero haciendo compras, vestido con sus vestimentas características.
  • Algunos milicianos con uniformes.

Entre todo el grupo, pueden describir la vestimenta de alguno/s de estos personaje/s.

Ficha 4. La confección de la ropa

Con el paso del tiempo cambian las formas de vestir y también cambian las formas de producir las prendas. Las más antiguas y rudimentarias vestimentas de piel se hacían cortando y cosiendo trozos de pieles entre sí, con agujas hechas de hueso y tiritas de cuero o tallos de plantas. Estas prendas no eran hechas por artesanos especializados, cada persona o grupo hacía su ropa. 

Cuando se difundieron el hilado y el tejido –con materias primas de origen animal y vegetal– en la mayoría de las sociedades las encargadas de estas tareas fueron las mujeres. Aunque por lo general todas las mujeres aprendían a hilar, tejer y coser, había algunas que lo hacían con especial habilidad y gusto, y que se fueron especializando como artesanas que confeccionaban prendas para sus familias y también para otras personas.

Los telares se modernizaron y pegaron un salto de escala con la Revolución Industrial. El telar mecánico inventado en Inglaterra permitió fabricar telas en grandes cantidades, de buena calidad y a bajo precio. La producción de telas no dejó de transformarse y hoy la industria textil utiliza gran cantidad y variedad de fibras naturales y, cada vez en mayor proporción, sintéticas en maquinarias sumamente sofisticadas. De todos modos, la producción artesanal no desapareció sino que ambas formas de producir, la artesanal y la industrial, convivieron y aún conviven en la actualidad. 

La confección de ropa cambió más lentamente que la de telas y tejidos. Durante mucho tiempo las modistas y los sastres confeccionaron prendas a medida y por encargo, primero solo a mano y más tarde también con máquinas de coser. Este servicio no estaba al alcance de las familias más humildes, que continuaron haciendo sus propias prendas. 

En Europa, después de la Segunda Guerra Mundial, pocas personas podían permitirse el lujo de usar ropa a medida. Algunas diseñadoras y algunos diseñadores impusieron una nueva forma de producción y venta, el “prêt-à-porter” o “listo para usar” que consistía en la creación de prendas más prácticas y accesibles para la mayoría de personas. Estas prendas se podían adquirir en tiendas, centros comerciales o grandes almacenes que las exhibían en sus vidrieras. 

Con la fabricación industrial, las diseñadoras y los diseñadores ganaron rentabilidad y, al mismo tiempo, las clientas y los clientes accedieron a ropa de calidad a precios más bajos. Con el tiempo, la ropa confeccionada de esta manera fue llegando a los hogares de las trabajadoras y los trabajadores.

La fabricación en serie de ropa “lista para usar” que se difundió a fines de la década de 1950 trajo aparejadas otras transformaciones, por ejemplo, en la forma de comercialización y en la publicidad. Como ya no se confeccionaba cada prenda a medida, se empezaron a utilizar los talles para diferenciar los tamaños.

De todas maneras, la producción a mano de modelos exclusivos no desapareció. La llamada alta costura, identificada por ser obra de una creadora o un creador de renombre, produce prendas de lujo que suelen exhibirse en desfiles de modelos. 

La ficha contiene una serie de fotografías:

  1. Un taller de costura en Buenos Aires en 1906. 

Se identifican cuatro mujeres: una cosiendo a máquina, una cosiendo a mano, una tercera –con un delantal sobre la falda– ayudando a una clienta a colocarse un vestido. Las cuatro visten con telas de fabricación industrial, aunque el vestido de la clienta claramente es un modelo mucho más elaborado, es estampado, tiene detalles de puntillas, volados, podemos suponer un colorido mayor, etc. 

Son prendas a medida. Probablemente las tres trabajadoras confeccionaron la ropa que visten, mientras que la clienta se está probando un vestido hecho a medida.

  1. Dos mujeres de la élite de comienzos del siglo XX.

Una foto de estudio de dos mujeres de familias de la élite –los Quintana y los Anchorena– tomada en 1932.

En los vestidos de ambas sobresalen los detalles propios de la confección a medida y numerosos accesorios: sombreros, paraguas, una de ella tiene guantes, algunas joyas.

Las faldas hasta el piso y la ausencia de escote, así como lo marcado de las cinturas hablan de los ideales de recato y elegancia de la época. Probablemente los vestidos fueron confeccionados en talleres de costura de los más caros y exclusivos sastres y modistas de Buenos Aires.

  1. Niñas patinando en una plaza 

La foto de las niñas patinando, corresponde probablemente a la década de 1950. En todo caso, las tres lucen un atuendo similar: vestidos hasta arriba de la rodilla, saquitos tejidos y zapatos modelo “Guillermina” con zoquetes cortos. 

Las chicas y los chicos podrán ver que se trata de ropa cómoda –aunque hoy probablemente las niñas elegirían shorts o pantalones para patinar–, de uso cotidiano, probablemente confeccionada a máquina por las familias o por alguna costurera del barrio.

Finalmente, para analizar la confección en serie de ropa lista para usar, se puede utilizar la vestimenta que tienen las chicas y los chicos, y las personas adultas de la escuela, la que se ve en las vidrieras de los negocios y puestos callejeros, etc. En cualquier caso, se recomienda tomar una prenda y leer detenidamente la etiqueta, el talle, la tela (por lo general expresada en porcentajes de fibras naturales y sintéticas), las costuras, los botones y cierres, etc. con el objeto de reconocer señales de las formas de producción y comercialización de ropa que caracterizan a la industria textil actual. 

Ficha 5. ¿Ropa de mujeres y ropa de varones?

Otras diferencias en las vestimentas: ropa de mujer y de varón

El mundo de la vestimenta es muy diverso, hay ropa de vestir y ropa interior, ropa de verano, de invierno, deportiva, de trabajo y muchas más. Algunas vestimentas también tienen características especiales de acuerdo con las personas que las usan. Por ejemplo, la ropa de bebé.

Hasta hace algunos años, la ropa para las mujeres era muy diferente de la que usaban los varones, tanto para chicos como para grandes. Entre las personas adultas, lo más frecuente era que los hombres usaran trajes –pantalón y saco de un mismo color, camisa y corbata– hasta para ir a ver fútbol en la cancha. Las mujeres vestían vestidos o polleras con blusas y se abrigaban con tapados. 

Hoy el pantalón dejó de ser una prenda exclusivamente masculina. Mujeres y niñas usan indistintamente pantalones o polleras y vestidos.

La moda unisex fue una tendencia internacional, surgida y difundida en las décadas de 1960 y 1970, que buscó reducir las diferencias entre mujeres y varones. El unisex afectó no solo a la vestimenta sino también los cortes de cabello, el uso de accesorios, algunos comportamientos. Entre los varones se difundió el pelo largo, la vestimenta de colores vivos y estampados –incluso floreados y de color rosa, largamente reservados a la indumentaria femenina–, las pulseras –y más adelantes aros en las orejas–, los pantalones ajustados. Entre las mujeres, además de la generalización del uso de pantalón, se pueden mencionar la costumbre de fumar en público, la participación en algunos deportes, la adopción de formas de hablar y temas antes exclusivos de los varones.

Los jeans son un caso especial. Los primeros surgieron en la década de 1870, en Estados Unidos. Eran valorados por ser pantalones fuertes, apropiados para los trabajadores, especialmente para los mineros. Durante las primeras épocas era una prenda para jóvenes, pero con el paso del tiempo niñas, niños y personas mayores comenzaron a usar jeans cada vez más. 

La tela es muy resistente, y las costuras y bolsillos están reforzados con remaches de metal. Además, hay modelos para todos los gustos. Actualmente se usan para trabajar en el campo y en la ciudad. Pero también para ir a la escuela, hacer compras, salir a pasear o ir a un cumpleaños.

La ficha ofrece un texto sobre el uso de pantalones por parte de las mujeres y una serie de fotografías. Se sugiere una primera observación en conjunto para que las chicas y los chicos adviertan que se trata de fotografías de hace aproximadamente 100 años (la más antigua es de 1908 y la más reciente de 1935) de personas ubicadas en distintos lugares y situaciones, que hay niños y personas adultas de ambos géneros, etc.

En todos los casos, el género se identifica fácilmente por la vestimenta. 

Para pensar sobre nuestra época

¿Las mujeres y los varones usamos ropa diferente en la actualidad? ¿Hay prendas que usamos tanto las mujeres como los varones? La ropa de las niñas y la de niños, ¿es diferente a la de las adultas y los adultos?

La idea es promover un debate en torno a ejes como:

  • ¿Es necesario que mujeres y varones se vistan de manera diferente? ¿Por qué?
  • ¿Sería sencillo determinar el género de una persona solo por su forma de vestir?

Como cierre, sugerimos una escritura colectiva que sintetice las ideas discutidas en ese debate. 

Ficha 6. Otras diferencias en las vestimentas

La ropa de trabajo y ropa deportiva

Algunas ropas resultan más cómodas o apropiadas que otras para realizar ciertas tareas. En distintos oficios y profesiones se adoptan vestimentas especiales no solo por comodidad y practicidad sino también por otras razones, por ejemplo, para proteger a la trabajadora o el trabajador.

Oficios y profesiones

La ficha 6 incluye textos breves e imágenes de trabajadoras y trabajadores con vestimentas distintivas: de limpieza, de salud, de construcción y de gastronomía.

Niñas y niños pueden identificar las prendas características e inferir algunas de las razones que explican su uso. Para qué sirven en cada caso los guantes, los cascos, etc.

Se puede invitar al grupo a que “descubra” otros oficios en los que se utilizan uniformes o ropas especiales como docentes, bomberas y bomberos, auxiliares de vuelo, personal del ejército, etc. y luego describir la vestimenta, discutir la utilidad, dibujar una trabajadora o un trabajador, etc.

Si interesa continuar trabajando con indumentarias especiales, una alternativa consiste en invitar a las chicas y a los chicos a que elijan un deporte que les guste, dibujen y/o describan la vestimenta, expliquen la utilidad que tienen sus prendas para la práctica del deporte elegido, si incluye elementos de protección, etc. 

Los deportes individuales y los que son por equipo, dan la oportunidad de hacer algunas consideraciones acerca del uso de colores en la indumentaria. Por ejemplo, muchas veces se definen las camisetas que se utilizarán teniendo en cuenta la televisación de los partidos. Otro caso es el de la indumentaria de los equipos que representan a los distintos países y su relación con las respectivas banderas, etc. 

A modo de cierre

Para cerrar el trabajo con la vestimenta, proponemos una escritura colectiva que, de alguna manera, recupere el recorrido realizado. En ese caso, sería importante tener en cuenta algunas ideas que no pueden faltar.

Otra posibilidad es compartir con las niñas y los niños el texto La vestimenta marca diferencias y comentar colectivamente algunas de las afirmaciones que se hacen.

La vestimenta marca diferencias

La función de la ropa, como ya dijimos, es la de protegernos del frío o de otros fenómenos meteorológicos como la lluvia y la nieve. 

También hay personas que buscan diferenciarse a través de sus ropas. Algunas y algunos jóvenes, por ejemplo, se visten íntegramente de negro, otras y otros usan ropas anchas, un modelo especial de zapatillas y gorra. Cuando las y los observamos nos podemos dar cuenta de que pertenecen a ciertos grupos juveniles como los góticos, los raperos u otros.

Sin embargo, muchas veces las personas no pueden elegir las vestimentas que necesitan o que les gustaría usar. Las hermanas y los hermanos menores de una familia con varias hijas o varios hijos, muchas veces tienen que ponerse las prendas que ya les quedan chicas a sus hermanas o hermanos mayores porque todavía están en buenas condiciones.

Muchas personas no tienen los abrigos que podrían protegerlas en días muy fríos o deben usar zapatillas del modelo que pueden comprarse aunque les gustaría usar otras más modernas.

Ya leíste que las vestimentas marcan diferencias entre las personas. Pero lo más importante es que cada familia pueda asegurar a sus hijas e hijos la ropa apropiada para estar abrigadas y abrigados en los días de frío, y que las trabajadoras y los trabajadores dispongan de las vestimentas que las y los protegen de los riesgos de ciertas tareas.

En cambio, los modelos de zapatillas o de pantalón un día están de moda y otro día ya dejaron de usarse.

Algunas chicas y algunos chicos piensan que debemos elegir la ropa que nos hace sentir cómodas y cómodos, según lo que hagamos: estar en casa, salir de paseo, hacer deporte o jugar a disfrazarnos. 

Alguna ideas a comentar podrían ser:

  • Hay personas que buscan diferenciarse a través de su ropa.
  • Muchas veces las personas no pueden elegir las vestimentas que necesitan o que les gustaría usar.
  • Lo más importante es que cada familia pueda asegurar a sus hijas e hijos la ropa apropiada.
  • Es importante que las trabajadoras y los trabajadores dispongan de las vestimentas que las y los protegen de los riesgos de ciertas tareas.
  • Los comentarios a propósito del último párrafo pueden abrir un espacio para la expresión más personal. ¿Vos qué opinás sobre este tema? ¿Tenés ropa favorita? ¿Cuál? ¿Para qué la usás? Dibujá tu ropa preferida.

 1 Fragmentos del poema mapuche “Lalen kuzé, araña vieja” de Clorinda Curninao R.

 2 Fragmentos del poema mapuche “Lalen kuzé, araña vieja” de Clorinda Curninao R.

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